Capítulo 35
El sol había salido, dando inicio al canto de las aves. Pero había una gran tensión en el ambiente, ya que este era el día en el que Tyrus y Keisei se batirían a duelo por el dominio de la aldea. Keisei ya estaba listo, así que él y su grupo regresaron a la aldea. Cuando llegaron, el ambiente se puso aún más tenso, las personas los observaban con odio y miedo. Charlie y Ben podían sentir esa tensión, pero Keisei y David no mostraban temor alguno. Minutos después, llegaron al mismo lugar donde Drak y Tyrus se habían enfrentado por primera. Allí se encontraron con Clonn, Tónder y Tyrus, este último traía un par de cuchillas atadas a sus brazos.
-Una interesante forma de luchar.- dijo Keisei.
-Estoy listo.- dijo Tyrus.
-Bien.- saca su espada de piedra. -Hagamos esto rápido, tengo que recuperar el tiempo perdido. Traigan a todos.
Los habitantes de la aldea fueron llamados, se reunieron alrededor de un gran círculo. En el centro del círculo estaban Keisei y Tyrus, mirándose fijamente.
-El que no tengas manos, no significa que seré blando contigo.- dijo Keisei.
-No esperaba menos.
David, Charlie, Ben, Tónder y Clonn los observaban desde el borde del círculo.
-Su jefe es muy valiente.- dijo Charlie.
-Tyrus es el mejor.- dijo Tónder. -Aún sin sus manos, él se enfrenta a cualquier reto.
David sólo se quedó mirando a Keisei, después Keisei lo miró a él.
-Keisei, si pierdes esta lucha, te voy a matar.- pensó David.
Keisei leyó la mente de David, lo que le provocó una pequeña risa. Ambos contrincantes estaban listos para dar inicio a su pelea. Entonces Clonn se acercó al centro del círculo.
-¡Gente de la aldea!- dijo Clonn. -¡Este día, nuestro líder, Tyrus, luchará por el dominio del lugar!
Al escuchar eso, las personas se pusieron más nerviosas ya que su actual lider se encontraba en desventaja. Clonn se retiró y volvió con Tónder. Keisei y Tyrus se separaron dos metros el uno del otro y se pusieron en posición de combate. Sus miradas mostraban una gran determinación.
-¿Estás listo, "Manitas"?- preguntó Keisei de manera burlona.
-Cuando quieras, copo de nieve.- dijo mientras miraba el cabello de Keisei.
Los segundos pasaron, y la tensión aumentaba. Ninguno de los presentes apartaba la vista. Parecía que el tiempo se había congelado, hasta que Tyrus se movió. Él corrió hacia Keisei y lo atacó con una de sus cuchillas, pero Keisei lo vió venir y lo esquivó. Tyrus comenzó a lanzar múltiples ataques, pero todos eran esquivados. Todos miraban con asombro la pelea. Tónder y Clonn empezaban a preocuparse.
-¡Vamos, señor Tyrus!- gritaba Tónder.
-Relájate, Tónder.- dijo Clonn. -Las palabras de ánimo no sirven en este caso. Sólo podemos confiar en que Tyrus gane.
-¿Y si no gana? ¿Qué haremos?
-... No lo sé.
Esa conversación fue escuchada por David y su grupo.
-Se escuchan preocupados.- dijo Ben.
-Así es mejor.- dijo David. -Cuando su líder pierda, se sentirán devastados y buscarán el apoyo de Keisei.
-Así conseguiremos nuestro ejército.- dijo Charlie.
-No lo sé. Algo en esto no me gusta.- dijo Ben.
-Habló el ladrón arrepentido.
-Oye, te informo que eso arruinó mi vida.
-¿Y de quién fue la culpa?
-Cállense, me distraen.- dijo David.
De vuelta a la pelea, Keisei seguía esquivando y bloqueando los ataques de Tyrus.
-Pobre Tyrus, si supiera de lo que soy capaz.
Keisei se confió demasiado, y no vió que detrás de él había una pequeña roca, con la cual casi resbala. Tyrus aprovechó la oportunidad y atacó al abdomen de su rival. Keisei logró componerse nuevamente, pero recibió un pequeño corte en su abdomen.
-Concéntrate, Keisei. No lo arruines ahora.
Keisei blandió su espada contra Tyrus, causándole un corte en su mejilla derecha. Tyrus se avalanzó contra Keisei, pero terminó en el mismo predicamento de antes. El tiempo pasaba, y Tyrus estaba cada vez más exhausto.
-¿Qué pasa, Tyrus? ¿Ya te cansaste?
Keisei se mostraba en las mejores condiciones. Los habitantes de la aldea comenzaban a perder las esperanzas.
-Maldición, Tyrus.- pensó Clonn. -No te atrevas a perder ahora.
-¿Sabes qué? Ya me estoy cansando.- dijo Keisei.
Keisei se avalanzó sobre Tyrus y le propinó unos cuantos golpes y algunas cortadas. Tyrus estaba apoyado sobre su rodilla, intentando no caer. Las personas veían como su líder se desmoronaba.
-¿Qué? ¿Ya no puedes pelear?- dijo Keisei. -Esto prueba mi punto. Esta aldea necesita a alguien que si pueda defenderlos. Tú solías ser un gran guerrero, y ahora... no sirves para nada. Ni siquiera pudiste vencer a un niño cuando tenías tus poderes. ¿Cómo planeas vencerme ahora?
Tyrus suspira y ve a Keisei a los ojos.
-Eso aún no lo sé. Lo que si sé es que no puedo rendirme. Hace tiempo, las personas podían verme y sentirse seguras, ahora dudan si yo soy el indicado para guiarlos. Pensé que esta pelea sería mi oportunidad de probar mi valor como jefe, pero veo que no ha salido como yo pensaba. Es verdad que alguien más debería guiarlos a un mejor mañana. El único problema es que tú no eres el indicado. Dices que puedes saber lo que piensan los demás, pero yo no necesito esos poderes para saber que tú serías un pésimo líder.
-Eso es lo que tú crees.
De repente, Keisei comenzó a escuchar los pensamientos de las demás personas. Casi todos pensaban en las palabras de Tyrus. Lo estaban apoyando. Tyrus vió como Keisei miraba a las personas, luego comenzó a reincorporarse, aunque con algo de dificultad.
-No soy el único que lo cree.
-Bien. En ese caso, tendré que demostrarsles quien merece ser su líder.
Keisei alzó su espada y fue a atacar a Tyrus. El actual jefe trató de bloquear el ataque con sus cuchillas, pero Keisei ejerció más fuerza, haciendo que Tyrus quitara sus brazos, luego lanzó un ataque al pecho de su rival, causándole un gran corte. Los habitantes vieron con horror como su jefe caía.
-¡SEÑOR TYRUS!- gritó Tónder.
El silencio dominó el ambiente. Tyrus yacía en el suelo, Keisei puso su espada contra su cuello, iba a matarlo, pero decidió no hacerlo. Keisei lo sujetó del brazo y comenzó a arrastrarlo.
-¿Sabes? Yo quería matarte.- dijo Keisei. -Pero dado a que te esforzaste tanto, te dejaré ir en paz. Además, creo que a las personas les gustará un jefe piadoso.
Keisei llevó a Tyrus hasta donde estaban Tónder y Clonn, después lo arrojó afuera del círculo. Tónder cargó a Tyrus en sus brazos, miró con odio y lágrimas a Keisei, luego se fue. Después Keisei regresó al centro del círculo.
-Gente de la aldea.- dijo Keisei. -... Saluden a su nuevo líder.
Una prominente sonrisa se formó en el rostro de Keisei. Los habitantes de la aldea sintieron escalofríos, incluso Charlie y Ben. David era el único que se sentía "feliz", por así decirlo.
-Creo que ya tenemos a nuestro ejército.- dijo David.
Keisei estaba por hacer realidad sus planes, pensando que nadie podría detenerlo.
Mientras tanto, a la orilla del mar...
-Bien. Al fin llegamos...
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