Capítulo 31

Una sensación de tranquilidad recorrió la isla. Cuando Drak y Halcón regresaron, les contaron todo lo sucedido a sus compañeros.

-Y eso fue lo que pasó.- dijo Drak.

-Espera, ¿Qué pasó con los otros aquarios?- preguntó Roger.

-No lo sé. Cuando los miré, simplemente se fueron.

-Eso significa que...- dijo Cora.

-Ahora tú eres el alfa.- dijo Ruik.

Todos se sorprendieron, en especial Drak.

-¡¿Qué?!- exclamó Drak.

-Cuando un animal vence al alfa de una manada, este puede convertirse en el nuevo alfa.- dijo Ruik.

-Como cuando venciste a Fang.- dijo Cora. -Después empezó a seguirte.

-Wow, es genial.

Unos ruidos entre la maleza alertaron a todos. Poco a poco, los habitantes de la isla fueron apareciendo para ver que pasaba, y lo primero que vieron fue al grupo de valientes que enfrentó la situación. Ruik vió que se acercaban y fue a hablar con ellos.

-Gente, hemos enfrentado una gran amenaza y sobrevivimos. La gran criatura que nos atacó, ya no volverá jamás.

Al escucharlo, los habitantes de la isla sintieron un gran alivio, algunos gritaban de alegría. Drak y los demás también se pusieron a celebrar, con choques de manos, abrazos, y en algunos casos, besos. La única que no celebraba era Sofía, quien se quedaba mirando hacia el mar. Roger la vió y fue a hablar con ella.

-¿Qué te pasa?

-Nada.

-... Oye, aún está en pié la oferta de venir con nosotros.

-¿Por qué quieres que vaya contigo?

Roger se quedó mudo.

-Recuerdo que siempre te molestaba.

Ambos recuerdan todas las veces que Sofía le hacía bromas a Roger.

-Lo sé.- dijo Roger. -Pero supongo que no fuiste tan molesta.

Roger recuerda cada momento que pasó cuidando a Sofía, las veces que tenía que ayudarla con sus tareas y cuando se apoyaban en los momentos difíciles. Roger no se había dado cuenta hasta ahora, pero era como si Sofía fuera su hermana, cosa que él jamás experimentó, ya que fue hijo único.

-Es que...- Roger seguía sin poder hablar. -No lo sé. ¿Quiéres venir o no?

Sofía se ríe ante la actitud de Roger.

-Sigues siendo un gruñón.

-¿Qué pasa aquí?- dijo Akiko, quien venía acercándose.

-Que me voy con ustedes.- dijo Sofía.

-¿En serio? Es genial, ¿Verdad, Roger?

-...Si, genial.

Con Drak y los otros, ellos estaban celebrando su victoria, hasta que Lam se acercó a Cora y le susurró algo al oido.

-Veo que ya lo hiciste.

Cora estaba confundida, pero se dió cuenta de que después de abrazar a Drak, estaba sujetando su mano. El pelirrojo también lo notó, luego ambos se miraron el uno al otro, para después ponerse rojos. Lam los veía, tratando de no reir. Ruik también los veía. Ambos se sintieron bien al saber que sus consejos habían servido.

-Bien, ya fue suficiente celebración.- dijo Roger. -Ahora hay que terminar el bote para poder irnos.

-Tienes razón.- dijo Ruik. -Pero pieden irse mañana, esta noche vamos a celebrar como se debe.

-Así me gusta.- dijo Drak.

Toda la aldea se puso a trabajar en la fiesta de celebración, mientras que Roger y su grupo siguieron trabajando en el bote, para cuando terminaron, ya era de noche. Roger fue de regreso a la aldea, sólo para ver la fiesta más grande que ha visto en su vida. Las personas bailaban alrededor de una gran fogata, comían y reían. Eso parecía mucho para Roger, iba a retirarse, pero entonces Akiko apareció, lo tomó del brazo y lo llevó a bailar. Con Ruik y Lam, ambos admiraban toda la felicidad que expresaba su gente, Drak y Cora bailaban y comían, y Halcón se quedaba charlando con algunas de las mujeres de la aldea. La fiesta duró hasta la media noche, luego todos se fueron a dormir, excepto Drak y Lam, quienes se quedaron charlando.

-¿Fue una gran fiesta?- dijo Drak, mientras comía un pescado asado.

-Si... Drak, te irás mañana, ¿No?

-... Si.

Lam sólo suspira.

-Es increible. No te he visto en años, y ahora te tienes que ir.

-Lo sé. Quisiera poder quedarme.

-¿Y por qué no lo haces? Tú y Cora podrían vivir aquí.

-Sería difícil. Ya establecimos nuestro hogar. Toda nuestra vida está más allá del mar.

-... Supongo que esto es todo.

-Bueno, aún tenemos tiempo hasta que salga el sol.

-Cierto. Quiero que me cuentes todo.

Drak procedió a contar todo lo que le pasó desde que conoció a Roger, a Cora, a Miso y a Akiko. Habló sobre cuando él y sus amigos lucharon contra Racán y de cuando se enfrentó a Tyrus. Eso último sorprendió a Lam.

-No puedo creerlo.- dijo Lam. -¿Te enfrentaste a ese monstruo?

-Si, y lo derroté.

-Acaso tú lo...

-No, no lo maté, pero si le hice imposible volver a usar su poder.

-Vaya, es increible que hayas pasado por todo eso hasta ahora. Ya debes estar cansado, mejor ve a dormir.

-Si. Buenas noches.

Ambos se dieron un abrazo y se fueron a dormir.

A la mañana siguiente, Roger reunió a las personas que irían con él. El bote ya estaba terminado, así que Drak lo empujó hasta el agua.

-Todos a bordo.- dijo Roger.

Las personas se despidieron de los habitantes de la isla y de sus conocidos, luego subieron al bote. Sólo faltaban Roger y su grupo, pero antes tenían que despedirse de Ruik, Lam y Halcón.

-Fue un placer conocerlos.- dijo Akiko.

-El placer fue nuestro.- dijo Lam.

-Que les vaya bien en su viaje.- dijo Halcón.

-Gracias.- dijo Roger.

Roger se despidió con un apretón de manos, al igual que Akiko y Cora. Drak, por su parte, se despidió de todos con un abrazo, en especial con Lam, quien recibió el abrazo más fuerte y largo de todos.

-Te voy a extrañar.- dijo Drak, con algunas lágrimas en sus ojos.

-No tanto como yo te voy a extrañar.- dijo Lam, también con lágrimas en los ojos.

Ya sin más cosas por hacer, todos subieron al bote. Cora desplegó las velas, y la primera brisa sirvió para ponerlos en marcha.

-¡Adiós!- dijeron Lam, Ruik y Akiko.

En el bote...

-Drak.- dijo Roger.

-¿Si?

-Es hora.

El bote avanzaba hasta el territorio de los aquarios, estos asomaban sus cabezas sobre el agua. Las personas en el bote estaban nerviosas, en especial Sofía, pero ella vió que Roger estaba tranquilo. Ya cuando estaban cerca de los aquarios, Drak se paró al frente del bote. Las criaturas lo reconocieron, así que decidieron hacerse para un lado, dejando pasar al bote.

-¿Qué pasó?- preguntó Sofía.

-Nadie se atreve a meterse con el alfa.- dijo Roger, luego miró a Sofía. -Vamos a casa.

La pequeña sonrió. Los aquarios regresaron al fondo del mar, mientras que Drak y los demás iniciaron su viaje de vuelta a casa.

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