Capítulo 18

La noche había caido en la aldea de Miso. No se escuchaba nada por los alrededores, a excepción de los constantes gritos y lloriqueos de Roger, quien sufría mientras sus amigos trataban sus heridas. Los adultos de la aldea sólo lo ignoraban, mientras que los niños se burlaban de él.

-¿Podrías bajar la voz?- dijo Miso. -Hay algunas personas que tratan de dormir.

-No me pidas que baje mi voz. No sabes lo mucho que duele esto.

-¿Cómo terminaste así?- preguntó Akiko. -Sólo estuviste un día allá.

-Empezaron a torturarme en el momento en que llegué.

Luego Cora llegó al lugar.

-¿Cómo se encuentra el gritón?- dijo Cora.

-Estoy bien. ¿Cómo está Drak?

-Está descansando. La pelea lo dejó exhausto.

-Rayos. Él no debió esforzarse así.

-Lo hizo para salvarte.

-Y estoy muy agradecido, con todos ustedes, pero no tenían que arriesgarse así por mí.

-Oye, tú te arriesgaste por nosotros.- dijo Akiko.

-Exacto. ¿Pensaron que me gustaría que arriesgaran sus vidas, después de que los salvé? Me habría arriesgado por nada.

Todos miraron con desdén a Roger.

-Si vas a enojarte, hazlo con Drak.- dijo Cora. -Él fue quien ideó todo.

-¿Qué?- Roger estaba sorprendido.

-Bueno, la mayor parte.- dijo Miso. -Las partes inteligentes tuve que pensarlas yo.

-Wow, estoy impresionado. Las bombas y la pelea con Tyrus. Nunca creí que harían todo eso sólo por mí.

-Jamás te abandonaríamos, Roger.- dijo Akiko. -Eres nuestro amigo.

-Siempre contaras con nosotros.- dijo Cora.

-Que eso nunca se te olvide.- dijo Miso.

-Amigos...- Roger mostró una pequeña sonrisa. -Gracias.

En otra parte, Drak trataba de descansar, pero su cuerpo seguía sanando por la batalla que tuvo. Él decide salir de su reposo e ir a hablar con sus amigos. Antes de llegar al lugar, se encuentra con Cora.

-Hola.- dijo Cora. -¿Cómo te sientes?

-Mejor que hace una hora. ¿Cómo está Roger?

-Está bien, aunque un poco llorón.

-Si, lo escuché desde mi casa.- luego los dos se rieron. -Oye, ¿Quiéres ir al río?

-Si, claro.

Los dos fueron al río de la aldea para poder charlar. La luna se reflejaba en el agua y los grillos entonaban su dulce canto. Los dos se sentaron cerca del río.

-Que día, ¿No?- dijo Cora.

-Si, aún no me recupero del todo.

-¿Cómo funciona?

-¿Qué cosa?

-Tu poder para sanar.

-No lo sé. Mi mamá me dijo que podría recuperarme de casi cualquier herida con sólo pensarlo, pero que no debía sobrepasar mis límites.

-¿Tú madre te lo dijo?

-Si. Ella tenía la misma habilidad que yo.

-¿En serio?

-Así es, y mi papá tenía mis otros poderes.

-¿Aún no sabes nada de ellos?

-Todavía no. Pensé sacarle más información a Tyrus, pero no creo que quiera dármela ahora.

-Me impresiona que no lo mataras. Yo estaba luchando contra Clonn, y si no hubieras aparecido en ese instante, lo habría matado. No sé si debía hacerlo.

-Sólo hacías lo que creías que era correcto.

-Eso... ¿Significa que Tyrus tambien hacía lo que creía que era correcto?

-Eso mismo digo. El problema fue que decidió meterse con mis amigos, pero no significó que lo mataría.

-Pues eso no te detuvo con Clonn la otra vez.

-¿Qué?- Drak estaba confundido.

-Casi lo matas con una lanza.

-Bueno, no podía dejar que te matara.

Cora se quedó callada con lo que dijo Drak. Ella no sabía que decir. Un montón de pensamientos invadieron su mente. Estaba a punto de hablar, pero unos sonidos provenientes de Drak la interrumpieron.

-Oh, genial. Volvió mi apetito. -dijo Drak y luego se levantó. -Ven, vamos a comer algo.

Drak se fue corriendo hacia la aldea. Cora se quedó sentada, riéndose por lo que acababa de pasar y por lo que casi estuvo por hacer. En otra parte, Miso se había ido a ver como estaba su gente, dejando a Akiko al cuidado de Roger.

-¿Qué tal ahora?- preguntó Akiko.

-Mejor, aunque se nota que no eras parte del equipo médico.- Akiko le dió a Roger un golpe en la cabeza. -Ay, lo siento.

-Está bien. Al menos dejaste de lloriquear.

-¡Oye! Yo no lloré. Eso... era sudor.

-¿El más listo del equipo científico y eso es lo mejor que se te ocurre?- los dos se rieron después de eso.

-Oye, ya en serio, ¿Fue Drak quien tuvo la idea para rescatarme?

-En parte si. Miso y yo nos encargamos de crear las bombas.

-Bueno, muchas gracias por eso.- luego Roger se puso serio. -Pero en serio, no me gustó que arriesgaras tu vida sólo por mí.

-¿Y qué esperabas que hiciéramos? ¿Dejar que te pudrieras en ese lugar?

-Por lo menos no debiste arriesgarte tú.

-¿Qué quieres decir?

-Akiko... no soy bueno para decir estas cosas, pero de todas las personas que escaparon del Arca, tú eras la primera a quien quería encontrar a salvo.

-Roger...- Akiko quedó sorprendida por lo que escuchó. -¿Qué es lo que sientes respecto a mí?

-Yo... no lo sé. Me siento... raro.

-¿Qué es lo que tú crees que sientes?- lentamente, Akiko se fue acercando hasta llegar a estar frente a Roger.

Él no dijo nada, sólo miró fijamente el rostro de la chica, y sin previo aviso, ella le dió un beso en los labios. Roger iba a hacerse para atras, pero algo dentro de él lo detuvo. Después Akiko se separó de él.

-L-lo siento.- dijo Akiko.

-Está bien.- dijo Roger algo aturdido. -En primera, debes esperar a que te responda antes de hacer algo como eso. Y en segunda, creo que podría decir que siento algo... parecido a lo que tú sientes.

Después de eso, Roger se dió cuenta de que estaba sujetando la mano de Akiko. Ambos estaban sonrojados por lo que acababa de pasar, luego oyeron que alguien se acercaba y se soltaron. Después Miso entró al lugar.

-Hola. Sólo pasé a revisar.- Miso miró a sus amigos. -Oigan, ¿Qué les pasó? ¿Tienen calor?

-Po-podría decirse.- dijo Roger.

A la mañana siguiente, Cora preparaba sus cosas para regresar a su aldea. En ese momento, se encontró con Akiko.

-Hola.- dijo Akiko.

-Hola. ¿Qué te pasa?

-¿A que te refieres?

-Te vez más feliz que de costumbre. ¿Pasó algo entre tú y Roger?

-Tal vez. ¿Dónde está Drak?

-Fue a cazar algo para el camino.- Cora puso una cara neutral.

-¿Te sientes bien?

-Claro, ¿Por qué preguntas?

-Porque acabo de mencionar a Drak y te pusiste así.- dijo mientras señalaba la cara de Cora. -¿Pasó algo con él?

-No, nada.

-Oye, conosco esa cara. Parece que tienes sentimientos encontrados.

Cora se sonrojó mucho.

-¿A qué te refieres? ¿Por qué dices eso?

-Porque yo pasé lo mismo a tu edad, y basado en mi experiencia, te aconsejo que tú des el primer paso.

Akiko se retiró, mientras Cora pensaba en lo que dijo su amiga. Una hora después, Drak regresó con un lobo en sus brazos, y detrás de él estaba Fang con una rata en sus fauces. Él y Cora se despidieron de sus amigos y se fueron de la aldea. Mientras caminaban, Cora pensaba en lo que dijo Akiko.

-¿Dar el primer paso? ¿Cómo haré algo si ni yo sé lo que me pasa?

-¿Estás bien?- le preguntó Drak a su amiga.

-¿Qué? S-si, estoy bien.

Cora iba a seguir hablando, pero Fang comenzó a empujar a Drak.

-¿Qué te pasa, amigo?- dijo Drak. -¿Qué? ¿Quiéres una carrera? ¡Pues a correr!

Drak y Fang se fueron corriendo, dejando atrás a Cora. La chica veía como corría el pelirrojo, con su cabello y su cola moviendose con el viento, y con una gran sonrisa en su rostro. En ese momento sintió algo que nunca había sentido antes.

-Creo que tendré que descubrir lo que siento.- pensó Cora y luego empezó a correr. -¡Espérenme!

Así cada quien siguió con su camino. Drak y Cora regresaron a su aldea, las cosas empezaron a cambiar entre Roger y Akiko, y con todos sus problemas ya solucionados, podían empezar a disfrutar sus vidas en el nuevo mundo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top