Capítulo 17
Afuera de la aldea de Tyrus, Cora y los demás preparaban unos paquetes de pólvora. Miso y Akiko conversaban mientras lo hacían.
-¿Cúantos más de estos necesitamos?- preguntó Akiko.
-Pregúntale a Cora. Ella dice que usará tantos como pueda.
Akiko siguió trabajando, pero luego se fue deteniendo.
-¿Te sientes bien?
-Si, sólo estoy preocupada.
-¿Por Roger?
-S-si, y por Drak.
-Pero más por Roger.
-¿Por qué piensas eso?
-Sé todo lo que pasa en mi aldea. Él y tú se conocen desde hace mucho, ¿No?
-Si. Él fue mi primer amigo. Yo solía pasar varias horas en una biblioteca, totalmente sola. Luego él apareció, y nos volvimos muy cercanos.
-¿Y cuándo planeabas decirle lo que sientes?
-No lo he pensado aún... Oye, gracias por ayudarnos. Como líder de tu aldea, estás arriesgando mucho.
-No te preocupes. Desde que Roger, tú y los demás llegaron, las cosas en mi aldea son mejores que antes. Ahora quiero ayudarlo a él.
Cora veía a Akiko, pero un extraño sonido la hizo reaccionar.
-¿Oyeron eso?- dijo Cora.
-Es la señal.- dijo Akiko.
-Miso, ¿Ya terminaron las bombas?
-Están listas. Oficialmente, doy a iniciar la operación: bombardeo.
Cora ató uno de los paquetes de pólvora a una de sus flechas, luego le prendió fuego a un trozo de cuerda y después lanzó la flecha. Al llegar a la aldea, la flecha explotó, prendiendole fuego a una casa. Luego Cora comenzó a lanzar más flechas.
-Muy bien.- dijo Cora. -Mientras están distraidos, buscaremos a Drak y a Roger.
-¿Qué haremos con los prisioneros que trajiste?- preguntó Miso.
-Los llevaremos con nosotros.
En la aldea, las personas entraron en pánico. Los guardias trataron de calmar la situación, pero Fang les ponía las cosas difíciles. Clonn y Tónder se encargaron de dirigir a los guardias para que apagaran el fuego.
-De acuerdo, señores.- dijo Clonn. -Nos hemos preparado para esto desde que el jefe Tyrus comenzó a sacar fuego. Vayan al río y traigan tanta agua como puedan. Tónder y yo sacaremos a la gente de aquí.
-¡Si, señor!- luego los guardias se fueron al río.
Tónder extendió su brazo-tentáculo hacia el techo de una de las casas. De allí sacó una flecha quemada.
-Esto no fue un accidente. Nos están atacando.
-Creo que sé quien nos ataca.
Un gritó de dolor hizo saltar a Tónder y a Clonn.
-¿Qué fue eso?- preguntó Clonn.
-Oh, no. ¡Señor Tyrus!- Tónder fue corriendo al lugar de donde provenían los gritos.
-Espera, idiota. Tienes que ayudarme aquí.
Mientras tanto, Cora y los demás habían entrado a la aldea.
-Tenemos que dividirnos.- dijo Cora. -Yo buscaré a Drak, ustedes dos vayan por Roger.
-¿Y qué haremos con ellos?- preguntó Miso al ver a sus rehenes.
-No te preocupes por ellos.- Cora desató a los rehenes, luego los vió fijamente. -Si mencionan la localización de mi aldea, o de la de Miso, me aseguraré de que no vuelvan a hablar. ¿Entendieron?
-S-si.- dijeron los rehenes, luego salieron corriendo.
Cora, Miso y Akiko se separaron. En otra parte, Tónder llegó hasta el lugar de los gritos, solo para ver como su líder yacía debajo de su enemigo.
-¡¿QUÉ HAZ HECHO?!- gritó Tónder lleno de ira.
-Créeme, esto es mejor que lo que iba a hacer.
Tónder extendió sus tentáculos, golpeando a Drak en la cabeza y en el estómago. Drak quería levantarse, pero estaba muy débil.
-Diablos.- pensó Drak. -Casi ni tengo fuerzas.
-¡Voy a hacer que pagues por lo que hiciste!
-Tónder...- una voz callada detuvo a Tónder.
-¿Se-señor?
Tyrus miró a Tónder, y él fue a revisar como estaba. Luego Tyrus le susurró algo en su oido.
-¿Qué sucede?- preguntó Drak.
-No... preguntes.- dijo Tónder en voz baja. -Por favor... ayudame a tratar las heridas de mi señor.
Drak no quizo, pero no podía dejarlos así. En otra parte, Miso y Akiko se abrieron paso entre la multitud para llegar hasta el lugar en que estaba Roger.
-¿Segura de que es por aquí?- preguntó Miso.
-Si. En ese lugar solían torturarnos a todos.
Al llegar al lugar, Miso se sorprendió al ver las viejas construcciones.
-Wow, esto es increible. Estos eran... ¡edificios!
-No te sorprendas y sígueme.
Akiko y Miso entraron a todas las construcciones buscando a Roger. Fue en la última donde se encontraron con unos guardias que los atacaron, pero Miso lanzó una pequeña bomba que generó una nube de humo, luego él y Akiko sacaron unas resorteras y le lanzaron piedras a los guardias. Con el paso libre, los dos entraron a una habitación, y se maravillaron al encontrar a Roger atado al suelo.
-¡Roger!- decía Akiko con lágrimas en los ojos mientras corría hacia Roger.
Roger estaba lleno de moretones y tenía su ropa convertida en harapos. Él estaba dormido, pero poco a poco fue despertando.
-¿Akiko?- decía Roger debilmente. -Tuve un sueño muy extraño. Estaba en la guerra y comenzaron a caer bombas.
-No está muy alejado de la realidad.- luego Akiko habrazó a Roger.
-Oigan, es un lindo momento.- dijo Miso. -Pero tenemos que irnos.
Luego de desatar a Roger, los tres salieron del lugar y fueron a buscar a sus amigos. En otra parte, Cora seguía buscando a Drak, pasando entre la alarmada multitud. De repente sintió algo extraño en el ambiente, luego alguien se le acercó, intentando atacarla, pero ella lo esquivó y pudo ver que su atacante era Clonn.
-Ah, ¿Tú de nuevo?- dijo Cora, luego sacó sus cuchillos.
-Esta vez será diferente.- dijo Clonn, luego sacó sus garras. -Esta vez te mataré.
Clonn corrió hacia Cora para atacarla, pero en un movimiento, Cora logró cortar sus garras, luego pateó a Clonn en el estómago.
-¿Qué demonios?- dijo Clonn, luego miró las armas de Cora. -¿Qué clase de armas son esas?
-Son cuchillas de metal. Mis amigos y yo las hicimos.
Cora comenzó a atacar a Clonn, él trataba de esquivarla, pero recibió varios cortes, luego cayó al suelo. Cora estaba parada frente a él.
-No matarías a alguien, ¿O sí?
-¿Qué harías en mi lugar?
Cora se le acercó y puso su cuchillo en su cuello. Estaba por matarlo, pero notó que todo el lugar se puso en silencio. Ella no sabía que pasaba. En el lugar, aparecieron Miso, Akiko y Roger, quienes también estaban extrañados por lo que pasaba. Después apareció Fang, quien traía en sus fauces a un guardia colgado de su pantalón. Luego se dieron cuenta de que todos los aldeanos miraban en una misma dirección. Al prestar atención, vieron como Drak salía de entre la multitud, y detrás de él estaba Tónder, quien cargaba a Tyrus en sus hombros. Todos quedaron perplejos al ver que Tyrus no tenía sus manos. Tiempo después, Drak se acercó a sus amigos.
-Hola, Roger.- dijo Drak. -Me alegra que estés bien.
-Drak...- dijo Cora. -¿Qué hiciste?
-Vencí a Tyrus... y no tuve que matarlo.- eso último lo dijo con una sonrisa.
-¿Y ahora qué?- preguntó Miso.
-Mejor nos vamos. No nos quieren mucho aquí.
Drak y los demás se fueron del lugar. Las personas lo miraban con temor por el hecho de que había vencido a su lider. Minutos más tarde, salieron de la aldea y se dirigieron al hogar de Miso.
-Deberíamos tomar otra ruta.- dijo Miso. -Por si nos siguen.
-No, estaremos bien.- dijo Drak y luego todos siguieron su rumbo.
Dentro de la aldea, Tyrus estaba sentado en su casa, mientras unas mujeres le vendaban sus brazos. Al frente suyo estaba Tónder. Luego apareció Clonn.
-Clonn.- dijo Tyrus. -¿Ya se fueron?
-Si, mi señor. Pero si me permite preguntar, ¿Por qué los dejó ir? Por el estado en que estaban, habríamos podido atraparlos fácilmente. ¿Qué tal si yo y un grupo los vamos a...- fue interrumpido.
-No.
-¿Señor?
Tyrus vió el lugar donde antes estaban sus manos. Su expresión no era de serenidad, era tristeza.
-Hicimos un trato.- dijo Tyrus. -Él me venció, así que no haremos nada.
-¿Qué?- Clonn miró a Tónder. -¿No piensas hacer algo?
-Yo obedeceré las órdenes del señor Tyrus.
Hubo mucho silencio, pero luego Tyrus se puso de pié con su típica expresión serena.
-Hay que dejar de pensar en eso. Ahora debemos concentrarnos en cuidar a los nuestros. Quiero que ayuden en la reconstrucción de las casas.
-Si, señor.- dijeron los dos al unísono, luego se fueron.
Tyrus se quedó pensando en todo lo que ocurrió. Al mismo tiempo, en otro lugar, Drak y sus amigos pensaron en todas las cosas que habían pasado.
-Dejame ver si entendí.- dijo Roger. -¿En vez de matar a Tyrus, decidiste cortarle las manos?
-Fue lo mejor que pude pensar. No quería matarlo.
-Creo que la muerte habría sido menos horrenda.- dijo Akiko.
-Pues la verdad, me gustó que no lo mataras.- dijo Cora. -Así no eres tú. No quisiera que cambies quien eres.
-Gracias.
Oye, ¿Y de dónde sacaste esta cosa?- preguntó Roger al ver que Fang le olfateaba la pierna.
-Es Fang. Era de Tyrus. Ahora es mío.
-Le quitas sus manos y su mascota. "Que clase".
-Mejor descansa, Roger.- dijo Akiko.
-Si. Falta una hora para llegar a la aldea.- dijo Miso.
-Ok. Despiértenme para cuando lleguemos...- Roger se quedó dormido en los hombros de Akiko y Miso.
Todos siguieron con su camino, teniendo en mente que después de todo lo que pasaron, ahora podían descansar.
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