Hace unas horas, en la aldea de Cora, hubo una discusión entre la chica y su anciano líder.

-No, no y no.- decía el anciano líder. -No permitiré que vuelvas a hacer algo como eso.

-Pero Pa, tengo que ayudar a mi amigo.

-La última vez que lo ayudaste, casi te matan.

-Sólo fue una herida en el pié. No es gran cosa.

-¿Y si esta vez te hirieran en el brazo? ¿O en la cabeza?

-Pa, yo conosco los riesgos, pero aún así, estoy dispuesta a hacerlo.

-Pero, ¿Por qué te vas ha arriesgar por alguien que conociste hace poco?

-¡¿Por qué? ¿Por qué no se lo preguntaste a ellos? Ellos arriesgaron su pellejo por nosotros cuando apenas nos conocían. ¿Por qué no me dejas ayudarlos?!

-Porque esto es diferente. Cora, tú eres mi niña. Siempre he temido a las cosas que haces. Ahora buscas enfrentarte a algo más allá de tu nivel. No me pidas que deje que mi niña muera.- el anciano se puso a llorar.

-Pa...- Cora abrazó al anciano. -Se que te preocupa mi seguridad, a mí también me preocupa la tuya, pero voy a hacer esto.

-Veo que no puedo detenerte. ¿Qué es lo que te hace querer ayudarlos?

-No lo sé. Sólo quiero hacerlo.

De vuelta en el presente, Cora fue a hacia una colina cercana a la aldea de Tyrus. Allí se encontró con Miso y Akiko.

-¿Cómo va todo?- preguntó Cora.

-Excelente.- dijo Miso. -Drak ya entró a la aldea y va a pelear con Tyrus. Ahora nos queda esperar por la señal.

-¿Seguro de que funcionará?- preguntó Akiko.

-Eh... Bastante seguro.- luego se volteó a ver a unos hombres que cargaban unas cajas. -Hey, ¿Cómo van con esas cosas?

-Ya casi listas, jefe.

-Perfecto.

-Prepárence.- dijo Cora. -Hay que estar listos.

En la aldea, Tyrus llevó a Drak hacia una zona abierta para que pudieran pelear sin ser molestados, luego cada quien se fue a una esquina. Los dos estaban armados con ciertas armas. Drak tenía puestas sus nudilleras, pero además traía tres cantimploras atadas a la cintura. Tyrus, por otra parte, tenía en sus manos la lanza de Drak.

-¿Reconoces esto?- dijo Tyrus.

-Si, es mía.

-Nunca debes dejar tiradas tus cosas. ¿Estás listo?

Antes de pelear, Drak recordó una conversación que tuvo con Cora.

-¿Seguro de esto?- dijo Cora. -La última vez que luchaste contra él, casi ni lo tocaste.

-Él me busca, y yo lo busco a él.

-De acuerdo. Pero, ¿Cómo será esta vez?

-¿A qué te refieres?

-Sé que tienes más fuerza de la que aparentas, pero te contienes a la hora de pelear.

-Debo hacerlo, sinó mataría a cualquiera con quien me enfrente.

-Pues... creo que en este caso deberías soltarte.

-¿Qué?

-Las personas como Tyrus no pueden tener tanto poder. Deberías considerar... acabar con él.

De regreso al presente, Drak miró fijamente a Tyrus.

-Sólo quiero saber una cosa. ¿Por qué atacaste a mi gente?

-Porque se lo merecían. Cualquier traición se debe pagar.

-Cuéntame que pasó.

-Pues si quieres saberlo, fue tu padre quien enfrentó a mi padre. Por su culpa, el murió. Cuando al fin lo encontré, tu gente se interpuso en mi camino. Luego me enteré de que él tuvo un hijo. Tú. Y ahora voy a acabar con todos mis problemas de una vez por todas.

Drak se llenó de mucha ira. Él tomó una de las cantimploras, la abrió y se echó agua encima.

-Pues bien. A pelear.

Drak salió corriendo hacia Tyrus, él le lanzó una llamarada, pero el pelirrojo la resistió y lanzó un puñetazo. Tyrus logró esquivarlo a duras penas. Drak golpeó el suelo, agrietándolo un poco. Tyrus iba a atacar, pero Drak logró enrollar su cola en el pié de él, tirándolo al suelo. Drak saltó para dar otro golpe, pero Tyrus lo bloqueó con otra llamarada.

-Veo que eres más fuerte de lo que pensé.- dijo Tyrus.

-Y tengo mucha más fuerza que esa.

Drak fue a dar otro golpe, pero Tyrus comenzó a lanzar múltiples bolas de fuego. Drak corría hacia Tyrus, recibiendo algunos daños. Tyrus lanzó otra llamarada, pero Drak consiguió darle un puñetazo en el estómago, lanzándolo lejos. Tyrus trataba de ponerse de pié, mientras Drak trataba de sanar sus heridas.

-¿Cuánto más te durará esa habilidad?- preguntó Tyrus.

-Prefiero no pensar en eso.- Drak revisó sus cantimploras. -Menos mal que no se dañaron.

Drak tomó otra cantimplora y se volvió a echar agua encima.

-Ok. Segundo round.

Drak fue corriendo hacia Tyrus para agarrarlo con su cola, pero Tyrus usó su fuego para impulsarse y saltar por encima de él. De vuelta en el suelo, Tyrus usó la lanza de Drak para golpearlo. Drak cayó al suelo, pero se levantó rápido para lanzar otro golpe. Tyrus trató de esquivarlo, pero recibió un golpe en el hombro. Luego Drak comenzó a lanzar varios golpes al azar. Tyrus trataba de lanzar fuego, pero no podía hacerlo con el pelirrojo tan cerca de él.

-Ya es suficiente.- Tyrus lanzó fuego hacia el suelo, bloqueándole el paso a Drak. -¿Acaso no lo entiendes? No importa cuanto lo intentes, no me vencerás.

-Jeje. Eres bueno para hablar.- Drak sólo se quedó mirando el muro de fuego. -Yo jamás me rendiré ante personas como tú.

Drak atrvesó el muro de fuego, dispuesto a derrotar a Tyrus. Pero el líder de la aldea lo recibió con su lanza, atravesando el torso del pelirrojo. Drak trataba de aferrarse a la lanza, pero terminó cayendo al suelo. Tyrus tenía a Drak a sus pies, en su rostro se veía una sonrisa de satisfacción.

-Se que si te vencía te podría cortar la cabeza.- dijo Tyrus. -Pero prefiero quemar cada parte de tu cuerpo hasta que ya no puedas sanar.

En un último esfuerzo, Drak sacó su última cantimplora, pero Tyrus puso su mano en frente de él.

-¿Qué esperas?- preguntó Drak.

-Sólo espero a que digas tus últimas palabras.

-Jeje. Pues digo... Mi papá es mejor que el tuyo.

Eso último enfureció a Tyrus. Él lanzó una gran llamarada contra Drak. El pelirrojo gritaba de dolor, pero no soltaba su cantimplora. Tyrus tenía su victoria asegurada. De pronto, la cantimplora de Drak comenzó a incendiarse. Con sus últimas fuerzas, Drak puso su cantimplora en frente de Tyrus, luego la cantimplora explotó, mandando a Tyrus lejos de Drak. Tyrus iba a levantarse, pero vió que su cuerpo tenía incrustados pequeños fragmentos de metal, lo que le causó mucho dolor. Drak comenzó a sanar sus heridas, se sacó los fragmentos de metal y la lanza de su torso. Cuando al fin lo consiguió, se fue arrastrando hacia donde estaba Tyrus.

-Oye... ¿Estás despierto?- dijo Drak muy exhausto.

-Veo que... fuiste más astuto.

-Bueno, uno aprende de sus batallas. ¿Te vas a rendir ahora?

-Yo no soy de los que se rinden... Así que, ¿Qué vas a hacer?

Drak tomó su lanza y apuntó al corazón de Tyrus. Él no sabía que hacer. Luego recordó lo último que le dijo Cora antes de que se separaran.

-Francamente, no quisiera que llegara ese momento. No me gustaría que cambies quien eres. Así que toma la decisión que creas correcta.

Drak lo estaba pensando, pero el sonido de unas explosiones cercanas a él lo sacó de su trance.

-¿Qué esperas?- dijo Tyrus.

-¿No existe... la posibilidad de que... cambies quien eres?

-Yo ya elegí quien soy.

Drak no lo pensó más. Levantó su lanza, dispuesto a dar el golpe final.

-Vamos. ¡Hazlo!

Drak atacó, pero en vez de clavar su lanza en el corazón de Tyrus, la clavó en sus manos. Tyrus gritaba de dolor. Drak hizo fuerza, y con el filo de su lanza, cortó las manos de su enemigo. Tyrus estaba en shock por lo que sucedió, luego Drak se le acercó.

-Vivirás.- dijo Drak. -Sin tus poderes.

La pelea había concluido. Sólo quedaba llevar a cabo el resto del plan y rescatar a Roger.