Te observo todos los días.

Ochaco, mi princesa.

Siempre te observo durante todo el día, cuidando cada mínimo movimiento tuyo, me percato de cada uno de tus sentimientos y te "protejo" durante la noche, mientras admiro tu rostro tranquilo.

Tus ojos tan hermosos, tus rosadas mejillas y tu suave cabello con olor a frutas.

Eres tan hermosa.

Admiro tu dedicación y esfuerzo por cumplir tus sueños y las expectativas de tu público.

Luchando y arriesgando tu vida para proteger a los demás como la increíble heroína que eres.

Pero me duele verte de esa manera, me enfurece verte herida y sangrando, siempre intento ayudar desde lejos pero no puedo, mi cobardía por hacer algo que no debo me domina.

Y puedo dañarte de cierta forma.

Siempre tienes que ir a que te sanen y yo solo puedo acompañarte sabiendo que no puedo hacer nada.

Simplemente me siento mal, triste e impotente ante estas situaciones.

El tiempo se congela por el hecho de no estar a mi lado, de no poder protegerte como me gustaría.

Me encantaría tenerte ahora mismo en mis brazos como debería de haber sido, abrigandome de este intenso frío que siente mi ser.

También te entristece de vez en cuando. 

Verdad?

No puedes olvidarlo.

Mientras el tiempo pasa el sobreesfuerzo te afecta, y lo sé perfectamente, te sientes cansada pero no quieres admitirlo, el estrés tanto físico como mental te afecta mucho.

Y te apaga poco a poco.

El mundo a mi alrededor es deprimente sin ti, sabiendo la situación en la que pasas y que de cierto modo es mi culpa.

...

Mi querida princesa castaña.

Fue doloroso verte morir en esa camilla de hospital a tan altas horas de la noche.

Tu pelea con ese villano fue horrible, me hervía la sangre verte soltar tu última gota de sangre para proteger esas personas.

Nuestros compañeros aún lloran al lado de tu cuerpo, yo también quería llorar, pero no podía.

Estaba al lado tuyo, sosteniendo tu mano fría y delicada, al fin te sentías tranquila y pudiste respirar en paz.

Nunca solté tu mano, no quería perderte, seguí observando tu bello rostro durante unos minutos más.

Me sonreiste.

Te aferraste aun mas a mi mano, ahora no había ninguna clase de temperatura.

Tardaste mucho mi princesa.

El silencio hablaba por si solo y respondía la pregunta obvia.

Ahora podemos descansar ambos en paz.

Mi mundo ahora tiene sentido ahora que estás aquí, el tiempo simplemente desapareció y el frío se convirtió en un calor reconfortante.

Caminamos sin rumbo fijo tomados de las manos disfrutando de la compañía del otro.

Mientras la lluvia empapa tu lapida junto a la mía

:)

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Intento mediocre de historia triste.

Se que no eh actualizado ninguna historia, y creo que no podré pronto.

Los maestros creen que no tenemos nada mejor que hacer, que sus putas tareas.

Tal vez no me crean pero todos los días escribo aunque sea un poco.