Capítulo 2

"La ciudadela"


La ciudad parecía llena de vida, por lo menos por fuera, las personas caminando, algunos junto a su mascota y otros con su pareja o amigos.

La camioneta se movía rápidamente, no había mucho tráfico aparentemente, de vez en cuando Wolfer miraba discretamente a Malo en caso de que se lastimara o algo por el estilo, de todas formas esa ha sido su tarea las últimas 30 horas, y volvía a mirar por la ventana sintiendo extrañamente familiar algunos lugares o edificios ¿Acaso había estado antes ahí? Era una posibilidad, pero esos pensamientos eran fugaces y los pasaba por alto rápidamente, el guardia cuyo nombre aún era desconocido para el duo no tardó en hablar mientras llegaban al hospital.

— ¿Y que lo trae devuelta capitán? Hacia mucho que nadie lo veía por aquí.

— ¿Ya eh estado aquí? –Pregunto volteando para ver al conductor con intriga y confusión– no recuerdo haber estado aquí en ningún momento... Aunque se me haga familiar por alguna razón.

— Mi pregunta es ¿Por qué lo llamas capitán? –Añadió con duda, para mirar a su compañero– quiero decir-

— Me preguntaba lo mismo –Interrumpiendo a la canina mirando al guardia, el cual no parecía comprender del todo las preguntas–.

— ¿Encerio no lo recuerda? –Mirando por el retrovisor a Wolfer, pero un mensaje se hizo presente en el visor de su casco, cruzando rápidamente el mismo el cual decía "Protocolo exilius 13-B"– ....

Y el guardia se calló, reinando el silencio en el vehículo nuevamente, el mensaje no fue divisado por la canina quien había volteado la cabeza para ver al guardia en el momento en que el mensaje cruzo el visor del humano sentado a su lado, el cual la miró a la par que ella cruzando sus miradas, mirando nuevamente al guardia el cual parecía algo nervioso y ahora decaído.

— Disculpe que lo moleste pero ¿Cómo se llama? –Intentando cambiar el tema para evitar un poco la tensión en el ambiente–.

— Me llamo William –Dijo con algo de seriedad mirando al frente del camino– Su visor está apagado.

— ¿A qué se refiere? –Preguntó con rareza–.

— Al costado de su casco hay tres botones ¿Cierto? Uno de ellos enciende el sistema, otro la linterna y el tercero el visor del casco –Explicó sin apartar la mirada del frente, estando más cerca del hospital– Ahí está su destino.

Wolfer sin pensarlo tocó el botón para ver qué era lo que hacía, encendiendo el visor, apareciendo un par de luces blancas en dónde van los ojos, siguiendo y reflejando en el exterior  el movimiento de los ojos dentro del casco, Malo estaba expectante, intrigada vio los ojos en el visor del yelmo.

— Por lo menos ahora se dónde miras –Dijo con algo de gracia–.

— El resto de funciones las descubiras sobre la marcha –Deteniendo la camioneta al frente de las puertas del hospital– Llegamos... Nos volveremos a ver –Dijo despidiéndose en un tono más normal–.

— Gracias amigo, te debemos una –Abriendo la puerta de su lado del vehículo y saliendo del mismo–.

Y ayudo a su compañera a bajar para llevarla al las puertas del hospital, siendo vistos por médicos y atendidos de manera inmediata, ella siendo internada en un quirófano de manera casi instantánea mientras el humano se quedaba en la sala de espera hablando un poco con la recepcionista sobre todo lo que había pasado hasta el momento, la chica pregunto por sus datos personales y lo dejo en blanco...

No sabía nada al respecto de el y lo único que conocía era su nombre, cosa que no tardó en notarse debido a su silencio frente a dicha pregunta, comenzando a rebuscar en su gabardina en busca de alguna respuesta, algún indicio de su propia identidad... Pero nada.... No habia nada en su gabardina que lo ayudará ahora.... Por lo menos hasta que paso un doctor humano, el cual lo reconoció de manera casi inmediata y sin titubear al respecto.

— ¿¡Capitán Wolfer!? Es un gusto volverlo a ver pero ¿No se supone que estaba muerto? O desaparecido.

Tanto Wolfer como la recepcionista quedaron atónitos ante tal pregunta quedando en silencio, ante esto el visor volvió a pasar el mismo mensaje de un lado al otro siendo visto por el doctor y después volviendo a la normalidad, el cual no cambio su actitud, pero si el tema de conversación de manera errática.

— ¿Que lo trae por aquí cap? –Dijo algo intrigado y nervioso– quiero decir... Hace mucho que no viene –intentando quitar un poco de tensión–.

— Ahmm... Traje a una ... Amiga, tiene una estaca cerca del pecho... –Dijo respondiendo a su pregunta–  ¿Por qué me llamaste capitán? Y más importante ¿A qué se refiere con que hace mucho que no vengo? –Dijo con un tono de duda e intriga, siendo él que hará las preguntas ahora– si gusta podemos hablar en privado –mirando indirectamente a la recepcionista y a su alrededor–.

— P-por su puesto, vamos a mi oficina –Dijo mientras de daba la vuelta y se devolvía por el mismo pasillo por qué acababa de llegar con Wolfer siguiendolo–.

— ¿Entonces eh estado antes aquí? –Dijo mientras el doctor se detenía frente a una puerta que daba a la oficina del mismo– Lindo lugar, algo apagado para mí gusto.

Y los dos entraron cerrando la puerta detrás de ellos, Wolfer tomando asiento frente a un escritorio de madera y el doctor sentándose del otro lado quedando frente a Wolfer, el cual lo miraba fijamente esperando respuestas a las preguntas que le había formulado con anterioridad.

— Le parece si evita los rodeos y me dice las cosas de manera directa –Comento Wolfer con frialdad sin apartar la vista– no me gusta cuando se enredan en historias que no tienen ni pies no cabeza.

— C-claro.... –Nervioso y algo asustado por las palabras de la persona sentada frente a el– S-segun recuerdo su primera visita fue hace 15 años, era mi primer día y solo había pedido una cosa... Grapas.

— ¿Me está tomando el pelo? ¿Para que querría yo grapas?

— Según palabras suyas era para pegar nuevamente su brazo, y después me entrego una lista de medicamentos, no recuerdo cuáles eran, me pregunto para los quería aquella vez.

Entonces Wolfer saco la lista de medicamentos que tenía en la gabardina y se la entrego al doctor, dejandolo atónito y algo alarmado.

— Todavía la tienes.... No es de impresionar, usted era muy cuidadoso con sus cosas... Solo que-

— Ahora respóndame otra cosa –Interrumpiendolo abruptamente– Por qué me llama capitán, ya 2 me han dicho así y me gustaría saber ¿Por qué?.

— A-ahm eso ya es información que no estoy permitido a entregarle –Nervioso ante la reacción del presente, sabía cómo podía reaccionar y las cosas que podía hacer para obtener información–.

— Mmmm bueno, es suficiente por ahora –Levantandose y dirigiéndose a la puerta por la que entró– Otra cosa antes de irme ¿Dónde hay una taberna? Estoy sediento.

— Mmmm no recurro a esos lugares, debe haber una por ahí...

— Bueno gracias igual.

Y salió de la oficina del doctor, el cual se recostó sobre su silla como si estuviera cansado de una larga y agotadora jornada de trabajo, Wolfer salió del hospital siendo detenido por la recepcionista para pedirle nuevamente sus credenciales, lamentablemente para ella el mismo doctor que fue interrogado la llamó para darle los datos del misterioso hombre parado afuera del hospital, entonces el hombre de bata blanca le hizo señas a Wolfer, el cual siguió su camino en búsqueda de una taberna en la cual pasar el rato y matar la sed que lleva.

En el camino la gente se le quedaba viendo, como si de alguien importante se tratase... O alguien con lepra... ¿Será por su impresionante belleza o por la sangre que está seca en su vestimenta?.... Su búsqueda continua pasando por callejones oscuros, dónde a los ladrones cobardes no se atreven a atacarlo por miedo a las consecuencias que pueda traer, a excepción de uno, era novato claramente porque nadie se atrevia a acercarsele si acaso, nadie excepto ese muchacho joven y estúpido que intento quitarle su encendedor, cosa que le paso factura de manera instantánea, siendo su mano dicha factura.

— Para la próxima te recomiendo que busques un trabajo en vez de andar robando transeúntes.... Ahora fuera de aquí y ve a qué te revisen la mano.... Y lo mismo va para todos acá presentes.

Y se fue corriendo, llorando y gritando mientras se agarraba la mano rota... Siguiendo con su camino, se topó con la tienda  de una vidente, la entrada estaba decorada con un atrapasueños colgando y una tela morada que tapaba el marco de la puerta, la curiosidad lo invadió y entró al místico lugar, por dentro era bastante oscuro con algunas velas que alumbraban pequeñas zonas del establecimiento, del cual la unica zona de verdadera luminiscencia era el centro donde había una mesa llena de grabados con una bola de cristal la cual recibía el impacto directo de la luz que atravesaba el traga luz iluminando la mesa completa y un poco a su alrededor, entonces pasó en medio de algunas velas y vio una pequeña campana y decidió tocarla.... Al final del día, la curiosidad mató al gato....

Una anthro hembra salió de detrás de un telón que rodeaba la sala convirtiéndola en un círculo, era una gata, ojos verdes, pelaje marrón, un collar con una gema incrustada, típico de los estafadores y mentirosos, pero decidió darle una oportunidad a ver si lo que decía lo convencía.

— Saludos visitante extranjero –haciendo un movimiento con las manos y una reverencia– mi nombre es Katrina, y usted es Wolfer... El capitán Wolfer, lo estaba esperando.

— Aparentemente muchos me conocen –Dijo con ironía y algo de molestia– mucho reconocimiento trae problemas... Y muerte.

— Pero usted es un experto en ese tema mercenario, al fin y al cabo usted ha sido participe en muchas guerras... o eso cuentan las historias de tus matansas y masacres al rededor del mundo... Usted y sus hermanos –Expreso rápida y fluidamente la vidente, acercándose a la mesa mirando la bola de cristal– pero el pasado es historia, el presente un insignificante momento y el futuro un regalo incierto.

— ¿Soy un mercenario entonces? Eso explicaría algunas cosas... Pero no perdamos el tiempo con charlas que no llevan a nada –Sentandose en la silla al frente de la mesa esperando a que la vidente hiciera lo mismo–.

— Veamos que será de ti en el futuro mercenario, esperemos algo bueno –Sentandose también, comenzando a realizar movimientos frente a la bola de cristal, la cual daba algunos destellos que seguían por dónde pasaban las manos cerrando los ojos lentamente– veo muerte, una gran batalla se avecina y usted está al frente liderando un grupo algo reducido de soldados, valientes que han sobrevivido a su locura y violencia –Mostrandose una pequeña imagen del humano en conjunto con desconocidos cuyos rostros se desconocen debido a una estela oscura sobre sus rostros– veamos algo más.... Un amor que se corresponde pero no sé acepta debido al miedo de que se convierta en un objetivo –Cambiando la imagen rápidamente en un remolino de humo a una dónde se encuentra Wolfer junto a una mujer, abrazados... Pero se separan– La soledad aveces es una gran amiga ¿no capitán? –Dijo en tono burlón y algo cantado–

— No me haga perder el tiempo vidente ¿Que más puede ver? –Dijo molesto mientras se cruzaba de brazos y la miraba fríamente–

— Ay capitán, nunca cambias... Incluso sin recuerdos eres el mismo de siempre, veamos –Comenzando a hacer movimientos con los dedos al rededor de la bola, disolviendo la imagen en una nube de humo negro, mostrando al humano sosteniendo en brazos a un soldado con máscara de gas– ... Un triste futuro le depara a sus hombres, el final del camino para una manada bañada en fuego y sangre.... Y solo quedará un hellhound con vida ... Usted –Bajando los brazos y recostandose en la silla, algo triste por el futuro del humano–.

Entonces Wolfer miró más detalladamente al soldado al que sostenía, era idéntico al que vió en sus recuerdos y a los de las imágenes de su casco, desbloqueando así nuevos recuerdos y vistasos del pasado, dónde vió nuevamente como formaba la orden de los hellhounds, vió como los entrenaba y los ayudaba en sus problemas personales, eran sus hermanos, su familia, su manada...

Y se despertó del trance sacudiendo la cabeza y se le quedó viendo a la vidente fijamente un pequeño momento mientras está lagrimeaba, para volver a sacudir la cabeza, levantarse de la silla y acercarse a la vidente para abrazarla y consolarla, la cual aceptó con un abrazo undiendo la cabeza en el pecho del humano mientras sollozaba y se desahogaba, entonces él comenzó a acariciarla y calmarla lentamente.

— Shhh shh, todo estará bien ¿Okey? Intentaré evitar que eso pasé... Aunque ya esté marcado en el destino.... Pero somos creadores de nuestro propio destino –Dijo intentando calmarla mientras le acariciaba la cabeza– todo saldrá bien, ya lo verás.

— N-no me mientas... Ambos sabemos que eso es mentira –Dijo entre sollosos y lágrimas– Mi hermano estará ahí... Morirá junto a usted...

— Lamento escuchar eso... Me asegúrare de que sobreviva... Si es que me acuerdo –Intentando hacer una broma recibiendo un golpe por parte de la vidente– lo siento... Pero intentaré traerlo a casa.

— Je... Gracias... –Limpiandose las lágrimas y separándose de el– Bueno pues... Un favor por un favor, no te cobro está sesión por intentar salvar a mi hermano ¿Hecho?

— Me parece un trato justo –Soltandola y dirigiéndose a la salida– por cierto si lo que dice se vuelve realidad... Volveré para pagarle, como una recompensa por un buen servicio... Oh y antes de irme ¿Donde demonios hay una taberna en esta ciudad? Me perdí ya 4 veces y le rompí la mano a alguien que intento robarme.

— Si me lo supuse, hay una no muy lejos de acá doblando a la derechaq, la reconocerá de inmediato cuando la vea, solo tenga cuidado es lugar de marginados y ladrones, no se fie de nadie.

— Gracias por los consejos, nos veremos en algún otro momento–Saliendo finalmente del establecimiento y dirigiéndose a dónde le indico la vidente–

Y así fue como se dirigió a la tan deseada taberna, en el camino siguió encontrando personas que lo miraban raro según el, con los mismos tonos de miedo y respeto pero a diferencia de la vez pasada alguien cuya edad parecía rozar los sesenta y tantos le comenzó a gritar e insultar frenéticamente, como si conociera gran parte de su pasado, no lo comprendía y estaba confundido al respecto de la energetica accion de ese sujeto, entonces solo decidió ignorarlo y hacer como si no fuera con el, para asi continuar caminando hasta que vio un local algo deteriorado y con una puerta doble parecida a las que se usaban en el viejo oeste, habia encontrado la tan afamada taberna en la cual se adentro de manera inmediata, abriendo la puerta de par en par las cuales se fueron cerrando lentamente detrás de él, inmediatamente las miradas de todos los presentes se posaron sobre el viéndolo con rabia, nervios y como una gran recompensa para el que logre quitarle la vida, y camino por la mitad de la sala siendo perseguido por las miradas de aquellos que buscan una muerte asegurada hasta el momento en que se sentó al frente de la barra, momento en que todos dejaron de mirarlo y siguieron en sus asuntos, accion que provocó un suspiro de alivio por parte del tabernero el cual miró a Wolfer de arriba abajo y le sirvió un whisky de forma rápida y precisa para comenzar a hablarle.

— Bienvenido nuevamente capitán, hace mucho que no nos honraba con su presencia, dígame ¿Que lo trajo de entre los muertos? –Soltando una carcajada debido al último comentario, dándose la vuelta para tomar un vaso sucio y un trapo, comenzando a limpiarlo– jeje ya encerio dígame ¿Por qué había desaparecido? Nos tenía preocupado nuestro cliente más usual.

— Si le soy sincero estoy buscando la causa de eso cantinero, no recuerdo casi nada... Aveces me llegan recuerdos de la nada... Es raro –Intentando tomar a través del casco– Demonios...

Y el cantinero solo rió un poco para servirle un nuevo trago y limpiar la barra donde se había ensuciado.

— Está vez levanta un poco el casco, así me ahorras trabajo jajaja –Continuando con sus actividades reorganizando botellas y sirviendole un trago a una de las mesas, volviendo detrás de la barra para seguir hablando– Entonces no te acuerdas de nada ¿Eh? Eso es bastante interesante, como si de amnesia se tratase pero usted se acordaba de todos los nombres de sus "hermanos" cuando la hermandad seguía de servicio... Y de sus cumpleaños... Incluso del mío.

— Por mucha lógica que busques no hay una respuesta aún, solo somos el casco y yo contra el mundo... Pero ¿tienes algo de lo que deba enterarme? –Dijo levantándose un poco el casco para beber su trago– ¿Una buena pregunta sería quien los ha estado atacando? ¿Que intenciones tienen?

— Por lo que entiendo es una rebelión por parte de un conjunto de generales del vecino país, por lo que entendemos quieren "unificar" el territorio... Como una nueva maldita Union Soviética, aunque no lo creo debido a que empiezan atacando y después preguntan, ahora mismo son considerados un grupo terrorista con gran fuerza armamentistica, pero mala organización –Sacando un anuncio de "Se busca" de debajo de la barra para entregárselo a Wolfer– Está es tu prueba, búscalo matarlo y tráemelo ... O lo que quede de su cuerpo, me encargaré de la paga y espero que este pequeño trabajo te ayude a recuperar algo de memoria.

— Hmmm dinero gratis por una cabeza... Me parece bien, pero ¿Por dónde empiezo a buscar? No pienso hacer nada sin datos suficientes –Terminandose el trago y golpeando la mesa con el vaso–.

— Ja! Ese era el capitán que recordaba, primero los datos y disparos después... Según mis contactos este cabron está oculto en un almacén a las afueras de la ciudadela al noreste, el lugar está resguardado por su milicia personal, vamos que son vagos con armas una presa facil con gente mal entrenada, un objetivo sencillo.

— De acuerdo ¿Para cuándo tengo que tener su cabeza sobre la mesa?

— Mañana de ser posible, pero cuánto antes mejor así que no te preocupes por el tiempo –Tomando los vasos y limpiandolos uno por uno– Te pagaré 50 más por cada cabeza que ruede en ese asqueroso lugar.

— Me parece bien, solo necesito un mejor arma que está –Mostrando la pistola que mantenía oculta para evitar que se la decomisaran– A menos que me des otras opciones.

— Nah con eso te defiendes perfectamente, y si necesitas un arma nueva solo quitasela a alguno de los sujetos que mates, de igual manera en el almacén deben tener una armeria o algo por el estilo, solo tenga cuidado esa gente tiende a sorprender.

Entonces Wolfer guardo el arma nuevamente y se levantó de su asiento para salir del establecimiento, rumbo a completar su nuevo encargo.

Continuará....

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