14. Reencuentros

La profesora de la clase entusiasmada imparte su materia a pesar de que algunos de sus alumnos poca atención ponen y de entre ellos Mirei que observa fuera de la ventana teniendo como pensamiento a una sola persona, Hikari quién pareciera que su pasatiempo favorito es pasear por su mente a cada momento.

Mientras la maestra continúa dando la clase es repentinamente interrumpida por unos golpeteos en la puerta.

- ¿Adelante? - la maestra intrigada recibe aquella inoportuna e inesperada visita.

Al abrirse la puerta corrediza justamente se hace presente la misma Hikari de los pensamientos de Mirei, que por supuesto ella luce aún más radiante en persona, como siempre.

- ¡Esa es Hikari Young! - murmura uno de los jóvenes en el aula de clases.

- Sí, una de las mejores estudiantes de último año, escuché que su familia es dueña de una fortuna - responde un segundo compañero.

- Y no solo eso, ¿escucharon que sus padres la están subastando por una gran cifra de dinero al hombre que logré conquistar su corazón?.

- Eso es un tanto peculiar pero suena muy bien, ¿que tal si probamos suerte?.

Esto último por supuesto que hace enojar a Mirei, dirigiendoles a sus compañeros su más profunda mirada asesina.

-  Se solicita a Mirei Shikishima en dirección, con su permiso profesora - al escuchar esta frase salir de la suave y delicada voz de Hikari la mayoría de los compañeros mira a la rubia mencionada con algo de asombro.

Cómo si pensarán que Mirei se a metido en problemas o algo parecido, siendo esta la razón por la que la directora la esta buscando.

- E-esta bien, adelante Mirei.

Ella se levanta de su asiento para salir de la clase acompañada de Hikari, quién sospechosa mira para todas partes como si estuviera buscando algo o a alguien.

- ¿Que pasa? - pregunta Mirei curiosa.

- Solo quería comprobar que todos están en clase jaja - lo dice con una risita traviesa al último y la toma de la mano.

- ¿Por qué?...

- Shhh, vamos a un lugar privado.

Y así Mirei es arrastrarla por Hikari a un aula que se encuentra sola. Una ves dentro la mira cerrar la puerta para después volver con ella y besar sus labios.

- ¿Pero que pasará con la directora? - pregunta Mirei apartándose y deshaciendo el beso.

- Todo fue una mentira, simplemente yo tenía muchas ganas de ti Mirei - vuelve a acercarse para acariciar su mejilla y besarla.

Entonces ella simplemente cierra los ojos y se deja llevar sintiendo como sus lenguas se sincronizan con cada húmedo y resbaloso movimiento.

Hikari mete su mano bajo la falda de Mirei acariciando su pierna.

- Podrían descubrirnos - dice Mirei en medio de el beso.

- Por el momento no hay quien pueda hacerlo - la empuja suavemente contra un escritorio obligándola a sentarse en este.

Y continúa devorando sus labios arrancándole uno que otro gemido, mientras vuelve a meter sus manos bajo su falda para seguir acariciando sus piernas, rozando tentadoramente el borde de su delgada ropa interior.

- Hikari - gime sintiendo sus caricias.

- Mirei, ¿como puedes ser tan hermosa?, sabes que eso es peligroso para mí.

Baja los besos a el cuello de la rubia y con sus manos desabotona su camisa de el uniforme dejando al descubierto esos grandes pechos.

- ¿Peligroso?...

- Si...muy peligroso - abre su boca y encaja aquel pecho entre sus labios, chupándolo como si nunca lo hubiese hecho. Apretándolo con su mano. Ella comienza a respirar más fuerte - Haces que no pueda consentrarme, eres tan deliciosa - muerde ligeramente haciendola gemir - ¿Te gusta esto?.

- Si - confiesa excitada viendo como Hikari devora sus pechos y los masajea poniéndola cada vez más mojada en su zona íntima.

Le gusta tanto ser tocada por Hikari que tan solo bastan unos besos para ponerla muy caliente.

Deja su mano resbalar debajo de su falda de uniforme hasta dar con él filo de su panty. Siente como su mano va introduciendose en sus panties para tener contacto directo con su vulva mojada.

En su palma Hikari puede sentir la piel tibia de un pubis tierno, algo carnoso. El mismo que se habré más abajo para dar paso a una humedad que la hace gemir tanto como a Mirei al acariciarla.

Mirándola a los ojos como si buscará una señal de que estaba bien tocarla de nuevo... Mirei, gime y asiente con la cabeza.

Si, esta húmeda. Sus piernas se separan lo justo como para dejar profundizar.

Entonces menea su dedo percibiendo en sus yemas el latido de su clítoris, el botón escondido entre sus pliegues que la recibe saltando a su encuentro. Lo acaricia despacio, sin prisa para mayor excitación que se ve reflejada con el aumento en el volumen de sus gemidos y los pezones erectos.

Dejándola sentir. Provocándole latigazos de placer.

- Shhh podrían escucharnos - advierte Hikari sin dejar de masturbarla.

Une sus labios para acallar sus gemidos al ver qué le estaba siendo imposible a Mirei hacerlo por si misma, debido a la intensa excitación de sus propios movimientos sobre su sexo.

Con esas mismas caricias y esos besos furtivos, se dedica a retirar su panty con una suavidad exquisita.

Al sentirla lo suficientemente húmeda con delicadeza comienza a penetrar su vagina con un dedo. Siendo un éxtasis para ambas y aún más cuando añade un segundo por un momento haciendo pensar a Hikari que estaba tocando el mismísimo paraíso al sentir las estrechas paredes de Mirei apretando sus dedos... Pero lo mejor estaría por llegar.

Pues en un vaivén de adentro hacia afuera la va embistiendo, penetrándola una y otra vez mientras sus lenguas sigues acariciandose entre sí en un beso sexual y lleno de pasión, sintiendo la suavidad de sus labios.

Su boca vuelve a apretar un pezón para calentarla más. Se mantiene duro. Lo saborea como niño a un caramelo.

Mirei está conciente de que está mal hacerlo en el instituto pues en cualquier momento podrían descubrirlas, aún así no quería pensar en nada, dejándose llevar por todas esas sensaciones que la hace sentir Hikari.

Mientras, su mano continúa volando sobre su vagina, que ya nada en fluidos. Mirei impulsa sus caderas hacia adelante. Se estremece entera. Sus gemidos largos y profundos, sus ojos cerrados, sus manos apretando la cintura .

Todo es un canto al placer. Y lo consigue. Grita en lo bajo cuando su sexo explota contra la mano de Hikari y quedarse gimiente.
Sus piernas abiertas, sus pechos agitados. Su boca abierta. Una imagen bastante sensual a los ojos de Hikari quién se ve tentada a seguir.

La besa transmitiendo todo el deseo que siente por ella.

Hasta que Hikari se separa para arrodillarse frente a Mirei subiendo sus rodillas arriba de sus hombros.
Podía sentir su mirada clavada en ella. Separa sus piernas, el paraíso se abre para ella sola.

Aproxima su cara y el paladar de Hikari se inundó de su aroma. El intenso olor a sexo de mujer caliente se aferró a su garganta. Su boca jadeaba y su saliva casi desbordaba su labios.

Entonces su lengua se desliza por aquel canal de carne, su sabor inunda su paladar. En su mente solo cabe la idea de hundirse en él hasta sentirse asfixiada.

Así lo hace. Respira profundo y aspira aquella zona íntima. Su dulzura es un deleite a su lengua que lame hasta sentir cansancio en su mandíbula, pero no se detiene.

Una mano tomó su cabello, no existe marcha atrás. Mirei la empuja hasta dejar su cara húmeda.

Hasta casi faltarle el aire en los pulmones. Lame aquel botón con la necesidad de sentirla temblar.

Sus gemidos son como ráfagas, pues sus muslos tapaban sus oídos, tan solo es capaz de escuchar en su cabeza el sonido que hace su lengua sobre su sexo.

Se mantiene jugando con tu lengua, hasta que encuentra el momento de cambiar su táctica. Sujeta su cadera para penetrarla con su lengua y sus muslos se fueron tensando a medida que su lengua hacía de la suya.

Las sacudidas de su pelvis ante el orgasmo casi revientan sus propios labios al chocar contra ellos. Una ola caliente y húmeda llega salvaje entre convulsiones.

Y allí Mirei, rendida ante ella, o Hikari rendida ante ella.

La mano aflojóa su presión, de nuevo puede respirar. Mientras que Mirei ahora se esfuerza por salir del trance en que se había sumido.

Cuando ambas recuperan el aliento, Mirei vuelve a colocarse el panty y ambas salen de el aula para caminar de regreso a clases tomadas de la mano por el pasillo.

Sonrojadas, no hace falta que digan algo pues saben cuánto han disfrutado cada una.

Al entrar en su aula Mirei se sorprende encontrándose con dos rostros conocidos.

- Llegas en buen momento Mirei, saluda a tus nuevas compañeras, Hibiki y Kasumi.

Las tres se miran sorprendidas reconociendose al instante.

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