Abrazadas descansan en la cama, acariciando sus cuerpos sudorosos sin intención erótica, tan solo sintiendose.

- Eres muy suavesita - expresa Hikari con satisfacción.

- También tú lo eres...

- Será por eso que resbalamos tan bien al unirnos - dice traviesa sonrojando a Mirei, que se acerca para besarla. Le impresiona como es que se a vuelto tan adicta a estos labios. Terminando el beso Hikari esconde su rostro en los pechos de Mirei buscando más comodidad en su suavidad.

- Me siento tan bien a tú lado - confiesa Mirei.

- ¿De verdad?.

- Si - sonríe acariciandole el rostro con cariño.

Esto pone muy feliz a Hikari y lo demuestra aferrándose aún más a la desnudes de Mirei.

- Me pasa lo mismo contigo.

- Somos afortunadas de conocernos.

- Lo se, hueles tan delicioso... - cierra los ojos.

- ¿No crees que tú familia nos escucharía?.

- Probablemente, eres muy ruidosa Mirei - se acerca a su oído - Pero eso te hace aún mejor - le susurra haciendola sentir avergonzada y exitada al mismo tiempo.

- No creo que ellos piensen lo mismo - expresa con las mejillas coloradas.

Sin embargo Hikari simplemente comienza a reír como si le hubiera contado el mejor chiste, ahora haciéndola sentir aún más avergonzada y ahora con un toque de confusión.

Hikari siempre consigue hacerla sentir tantas emociones.

- Descuida, puedes gritar tan fuerte como lo estés sintiendo cuando te lo hago, solo somos tú y yo aquí - se posiciona nuevamente sobre su cuerpo teniendo el dominio completo.

Entonces vuelve a hacerle el amor, si es como podría decirse.

Por alguna razón aunque Mirei siempre a sido en la mayoría de las veces la activa en sus relaciones pasadas, con Hikari cambia considerablemente pues su cuerpo reacciona sumiso y le agrada. Le gusta recibir el placer que le brinda con cada tocamiento como si conociera a la perfección sus rincones más sensibles.

Volviendo a su casa después de la intensa visita en la de Hikari, Mirei toma asiento en el sofá de la sala de estar y enciende el televisor, pero su mente nuevamente se pone a reflexionar a cerca de lo que acaba de vivir.

Hikari, no deja de consumirla en cuerpo y pensamientos, ¿que es de su relación con ella ahora?, sus latidos son muy fuertes al preguntárselo.

Y pensando más a detalle realmente ella nunca tuvo el lujo ni el tiempo para replantearse lo que realmente está sintiendo antes de formar una relación con otra chica pues todo simplemente era espontáneo y sucedía por qué así tenía que ser para sobrevivir en la isla.

Es entonces es cuando llega a la conclusión de que así es como tendría que ser el verdadero sentimiento de conocer el amor, es lento y apasionado sin prisas tan solo vivir el momento y obcervar como se desarrolla sin presiones, sin peleas ni enfrentamientos violentos.

Sus experiencias con Hikari es simplemente lo que siempre quiso.

Y así con una amplia sonrisa de satisfacción presiona los botones de el controlador de la TV, cambiando de programa hasta toparse con una repetición de el show en donde tocaba Hikari.

Se detiene para colocarse en una posición más cómoda y contemplar el contenido audio visual de la pantalla.

Cuando la noche cae, prepara y come su cena y empieza su rutina nocturna de cuidado e higiene antes de dormir.

E inevitablemente a soñado con Hikari...

Es sábado por la mañana, amaneció con un clima nublado, su cielo gris amenaza con la lluvia pero aún así decide asistir al trabajo.

*Buenos días *
*¿Me creerías si dijera que soñé contigo?*

Su celular vibra recibiendo los mensajes de Hikari. Al verlos una gran sonrisa se le dibuja en el rostro.

*¿Me creerías si te dijera que yo también soñé contigo?*.

Responde de inmediato.

* ¿Enserio?, eso es mucha coincidencia*

Sin tiempo a responder se coloca un impermeable para después salir e ir en dirección de el restaurante de repostería.

Al llegar al local sus compañeros y jefa la reciben amablemente, entonces entra a los vestuarios para colocarse el uniforme que es un lindo vestido verde de maid. Finaliza su look amarrando su larga cabellera rubia en una cola alta para colocar la última piesa de su uniforme que es un tocado blanco con olanes y algunos listones a juego con el vestido.

Pero antes de salir a atender se toma unos segundos para responder el mensaje de Hikari.

*Lo sé, una linda coincidencia*

*Espero que se repita*
*¿A dónde iremos hoy?*

* Estaré trabajando por la mañana*

*¿De verdad?*

Mirei se toma una foto y la envía a Hikari.

*¿Pero que ven mis ojos?,te vez tan hermosa y adorable*
*¿Dónde es ese lugar?, tengo que ir a verte definitivamente*
*Te acabo de imaginar en tantas posiciones en ese bello uniforme*

El último mensaje le ha colorado las mejillas, una de sus compañeras se percata de esto por lo que no ha perdido el tiempo de hacerle una pequeña broma al respecto.

- Fuuu, veo que alguien está enamorada.

Mirei esconde la pantalla de su celular en sus pechos al sentirse descubierta.

- Naomi, no es lo que crees...- menciona a su compañera.

- A mi no me engañas - se acerca e intenta husmear en el celular - Déjame ver,¿quién a sido el valiente que logro conquistar el corazón de piedra de esta damisela? - ambas forcejean.

- No asumas que es un chico - dice con indignación.

- ¿Ah?, ¿es una chica?. No pensé que batearas con la otra mano.

La jefa aparece intimidante.

- Ustedes dos dejen de perder el tiempo, hay clientes esperando.

- Si - asienten al mismo tiempo.

Entonces su compañera se retira primero y aprovecha para enviar su ubicación a Hikari antes de salir a comenzar su jornada matutina laboral.

La mayoría de quienes asisten al restaurante son jóvenes teniendo una cita romántica, mujeres trabajadoras que desayunan en el establecimiento o grupos de chicas que ahí pasan el rato.

- ¿Hola, en qué les puedo servir? - se acerca a atender una de las mesas ya ocupadas.

Repite este mismo proceso un par de ocasiones más, sin imaginarse qué en poco tiempo Hikari se haría presente llegando tan glamurosa como siempre en un auto lujoso junto con su chófer.