Deku
Llegó como todos los días fingindo una sonrisa para que su madre no se preocupara por él.
Le decía que tenía muchos amigos y que incluso planeaba salir a verlos durante las vacaciones, no era la primera vez que mentía pero de otro modo su madre se preocuparía por él y eso era algo que no podía hacerle.
Ya la había echo preocuparse en el pasado y no era nada lindo escucharla llorar en la noche cuando lo creía dormido, preguntándose si a caso ella le había fallado en algo.
Aún la buena mujer se lamentaba no darle un padre a su pequeño, pero ese poco hombre los abandonó cuando él era muy pequeño y aún ella seguía pensando que una familia completa era mejor que una rota, para educar a su hijo.
Pero el amor nunca volvió.
O tal vez ella en su dolor no supo verlo y perdió buenas oportunidades.
Ahora se dedicaba únicamente a su trabajo y a su hijo.
Por eso Izuku no quería ser una carga y trataba de ayudar en lo que podía ya fuera en la casa o con cosas de la escuela a las que ella devia asistir, por eso también le ocultaba su falta de amigos.
El no culpaba a los demás alumnos, quién querría estar cerca del nerd, el chico de espinillas y lentes feos, además su cabello era un desastre total, en algunas estéticas no sabían ni como cortarlo y otras eran caras, por lo que el mismo se cortaba el cabello con unas tijeras simples, cabe destacar que no tenía ni una mínima idea de cómo hacerlo solo, pero así se evitaba la cara de espanto al verlo llegar y también ahoraba ese dinero.
Pese a ser el primer día de vacaciones el tenía que aparentar ser un chico sociable y le dijo a su madre que se vería con unos amigos, mentira.
Salió a caminar por el parque, le gustaba la sensación, el aire fresco, las risas de los niños y además le gustaban los recuerdos de su infancia, cuando si tenía amigos, antes de que todo pasara.
Se quedaría un largo rato pues su madre tenía que creerle, ella nesecitaba pensar que él estaba bien para no preocuparse y hacer bien su trabajo.
Se sentó en una banca y serró los ojos, solo escuchando a los niños jugar, perdido en sus propios recuerdos.
- hola....
- mmm - ignoro pues nadie le hablaría.
- eres Midoriya ¿cierto?
- eh....si....ammmm.... - frente a él estaban varias de sus compañeras.
- hola - saludo Momo - que coincidencia, ¿vives cerca?
- hola chicas - las miro a todas - si, pero no creo que ningún viva cerca.
- claro solo que Bakugo me hablaba sobre un restaurante súper delicioso aquí cerca - dijo Uraraka - y traje a las chicas para ir juntas - se alegro de su buena mentira.
- creo que se cual es, está cera verán solo tienen que... - trato de darles indicaciones.
- la verdad ya se me quitaron las ganas - Jirou se sentó a su lado - mucho viaje para terminar perdidas.
- oh - al menos trato de ayudarlas, por otro lado eran chicas con novios y ninguno lo perdonaría por hablarles.
- ¿tú vives cerca? - pregunto Tsuyu.
- si - respondió simple tratando de no alargar mucho la conversación.
- ¿y que haces aquí solo? - esta vez fue Mina la que se sentó a su lado y lo cuestionó.
- me gusta la tranquilidad de este lugar - respondió sincero.
- si parece agradable - Momo miro al rededor, grandes árboles, familias caminado, niños jugando, era cálido - mañana iremos de compras al centro comercial ¿te gustaría venir con nosotras? - directo al punto pues el plan devia avanzar.
- pero yo....
- a qué será divertido - lo ánimo Mina - vamos a ver lo nuevo en las tiendas de ropa, vamos al salón, compremos algunos regalos y será súper emocionante.
- si acompáñanos - pidió Uraraka.
- bueno creo que....
- por favor, será divertido - le dijo Tsuyu.
- está bien - acepto al fin.
No sabía si era una trampa, o de verdad querían invitarlo pero no se pudo negar, después de todo el también quería salir y que por una vez no fuera mentira lo de que se vería con amigos.
Las chicas estaban felices y no le pidieron la dirección del restaurante que buscaban pero si su número para llamarlo, al día siguiente se verían muy temprano y le llamarían para acordar el punto de reunión.
Le hacía feliz el poderse reunir con.... bueno con chicas de su edad.
Lo malo es que algo le decía que los chicos podían usar eso como plan y darle una golpiza, no que pasará mucho pero no era imposible.
Y eso sí sonaba a plan de Bakugo.
Una parte de él tenía miedo.
Y otra parte le decía que podía ser la primera vez que tuviera amigos en mucho tiempo.
El día paso más rápido de lo que pudo darse cuenta y la noche aún más.
Para cuándo se dió cuenta ya estaba en el centro comercial, sentado en la fuente, esperando a las chicas.
Trato de vestirse bien pero las chicas resaltaban con la belleza que poseian y se sentía incómodo.
Primero vieron algunas tiendas, luego entraron al salon de belleza, las chicas iban por mascarillas para la cara, un corte o algo así escucho, la verdad le preocupaba un poco que quisieran que el pagará todo eso.
Bueno hasta el momento no había pasado nada malo.
Y ellas eran bastante amables, o eso pensó hasta que lo arrastraron a un masaje al cual se sintió aún más adolorido.
Luego un sinfín de cosas que le pusieron en la cara, supuestamente para la grasa, para suavizar la piel y otras cosas más.
Después y antes de que pudiera objetar alguna cosa, fue llevado a una silla y Momo con revista en mano le dijo al estilista el modeló y empezaron a cortarle el cabello.
Salió del lugar sintiéndose atacado y peor aún al sentirse arrastrado a tiendas de ropa.
Estando en ese lugar, se negó y salió de ahí, espantado por los precios.
Uraraka les dijo a todas que conocía una tienda más económica y con las mismas prendas, una exelente manera de verse bien y gastar poco.
La siguieron a dicha tienda y efectivamente los precios eran mucho más baratos y eran prendas de buena calidad.
En ese lugar el chico se sintió más cómodo para comprar algunas prendas dadas por las chicas, y en un descuido ellas eligieron más ropa y pagaron sin que se diera cuenta.
El siguiente lugar a visitar fue un gimnasio dónde Momo tenía subscripción y llevo a todas para que vieran el lugar.
Todas estaban encantadas de hacer ejercicio y ser más lindas para el año siguiente, pero Deku no estaba seguro pues ya era mucha atención que recibía.
Y estaba tan feliz que no sabía ni como actuar.
Había una super promoción para todas ellas o eso le dijeron a él y se anotaron para ir todos los días a ejercitarse, al ser tan barato él acepto acompañarlas.
Luego se dieron un banquete de hamburguesas, papas y refrescó, pues estarían a dieta las próximas semanas.
Al llegar a casa estaba feliz, más que feliz.
Por primera vez estaba haciendo amigas.
Abrió las bolsas con su ropa nueva y se asombro al ver más del triple de ropa del que recordaba haber comprado y mallas deportivas, también había cremas para el acné que se veían caras.
No entendía.
No comprendía.
Era una broma.
A caso era lo que hacen los amigos.
Tenía algunas dudas pero también se sentía feliz.
Decidió dormir pues estaba cansado y al día siguiente hablaría con ellas.
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Cualquiera dudaría de algo así.
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