Capítulo LXXXIV
Por un momento me olvidé en donde estaba y no fue hasta que los chicos comenzaron a hacer bromas que nos separamos.
—Lo siento. —dije tímidamente al encontrarme de frente con las miradas de Teuk y Yeye.
—No tienes por qué sentirlo, ellos sabían de la declaración de Hae y estaban de acuerdo con que lo hiciera público. —Masi se acercó hasta mi para acompañarme hasta una silla que habían colocado a un lado de ellos prácticamente.
Al principio me sentí algo intimidada al estar expuesta ante la mirada y los celos de tantas fans, porque no me comía el verso de que estuvieran tan de acuerdo, pero los chicos se encargaron de que me fuera sintiendo a gusto y de que me olvidara que estaba frente a una multitud.
Los chicos siguieron cantando cada uno de sus éxitos y me hubiera gustado estar en una mejor condición para poder bailarlos a la par de ellos, pero acá me encontraba aplaudiendo en una silla mientras ellos lo daban todo en el escenario.
Luego de que el concierto terminó, casi tres horas de show, los chicos se quedaron a saludar a las fans por unos minutos, mientras me dirigí con Ryeowook hasta la camioneta, estaba realmente exhausta, y es que se suponía debía hacer reposo ya que mi alta era reciente, pero era más que obvio que no me perdería el concierto.
—¿Cómo estas? —Wookie me preguntó a penas nos sentamos a esperar en la camioneta.
—La verdad, terriblemente adolorida, me duele cada parte de mi cuerpo pero el hombro se lleva el primer lugar, aunque de seguro con el tiempo se me pase. —admití suspirando y fijando mi vista en el techo.
—Me alegra saber que estas en modo optimista... —Wook habló tan suave que podría dormirme escuchándolo hablar, su voz realmente transmitía calma—. Pero yo me refería a cómo te sentías con lo de Donghae. —admitió algo avergonzado ya que no había entendido bien su pregunta.
—En realidad no lo se. —Y es que en verdad todavía no me ponía a analizar lo que había sucedido con la cabeza en frío—. Es cierto que estoy segura de que quiero que sea él el hombre que esté en mi vida, pero no esperaba semejante declaración de su parte en pleno concierto. —Eso me recordaba que iba a matarlo en cuanto estuviéramos solos.
—Creo que estaba muy ansioso, hasta en cierto punto creo que tiene miedo que te arrepientas de haberlo elegido. —habló mirándome con una sonrisa en su cara—. Y es que aunque no lo parezca Donghae hyung es muy inseguro. —Solo quiero decir que no lo parece en absoluto.
—Pues desde que llegaron no la ha demostrado ni un solo segundo. —dije recordando en todas las veces en que se mostró posesivo y completamente decidido.
—Lo sabe sobrellevar bastante bien al parecer. —Wook rió sonoramente, de seguro se lo estaba imaginando todo serio a Nemo.
—Lo que me preocupa y me incomoda en algún punto son Leeteuk y Yesung, no quiero incomodarlos con nuestra relación porque se lo que sienten por mi, pero en verdad no creo que Hae pueda controlarse, de hecho está a la vista. —afirmé sonriendo tras recordar su beso frente a las ELF.
—No puedo asegurarte que estén bien porque no creo que lo estén, fue muy desafortunado que todos desarrollaran sentimientos profundos hacia la misma persona. —A pesar de ser el más joven era bastante maduro, claramente ninguno, salvo Shinshin, lo eran—. Lo único que puedo decir para consolarte es que si en verdad es sincero lo que sienten apoyaran la decisión que te haga feliz. —Y ahí estaba de nuevo esa sonrisa cálida que me había acompañado en la distancia y ahora era corriente en mi vida.
Me abracé a su espalda porque necesitaba sentir ese calorcito mágico que solo él y Shinshin tenían, ese calor mágico que me hacía sentir mejor.
—Ya no estas tan tímido como cuando llegaste. —bromeé con él pero cuando iba a decir algo en su defensa mi teléfono sonó indicando una llamada—. Lena. —dije a penas descolgué la llamada—. ¿Por qué lloras? ¿No me digas que Zoran? —pregunté atropelladamente al sentir que no paraba de llorar.
—Zoran está que se lo lleva el diablo. —dijo tratando de articular las palabras.
—Si no se está muriendo ¿por qué putas lloras? —La muy hija de puta me había puesto de los nervios, ya me había hecho en el velorio de mi amigo.
—Es que estábamos viendo el concierto de tus coreanos y... —volvió a llorar como condenada que se la lleva el diablo.
—¡¿Y qué?! —grité mi pregunta ya que me estaba quitando la poca paciencia que me quedaba—. ¡Habla de una vez mierda! —Listo ya estaba molesta, adiós paciencia, que en paz descanses.
—Es que... —Lena sorbía su nariz— vimos tu declaración de amor. Mi bebé al fin está en una relación y encima con un famoso. —Por fin pudo terminar de explicar lo que le pasaba—. Estoy muy feliz por ustedes. —¡Dios! No podía ser tan dramática la infeliz.
—¿De verdad que estas llorando por eso? —pregunté incrédula.
—Si...
—¿Estas hablando con ella verdad? —La voz de Zoran también se escuchaba del otro lado de la línea—. ¡Pásamela! Tengo un par de cosas que decirle a la inconsciente de tu amiga. —amenazaba lo que causó que soltara una carcajada irónica, lo único que me faltaba era que me retara como si fuera mi padre.
—¿Por qué esta enojado el idiota de Zoran? —Lo se, me había salvado y no se merecía que lo tratara de esa forma, pero en verdad me sacaba de quisio que no respetara mis decisiones y mis sentimientos. ¡Por Dios! Ya tengo 29 años y vivo sola, ¿desde cuándo tenía que dar explicaciones de mi vida?
—¿Y por qué más va a ser? —Lena estaba empleando un tono irónico como era de costumbre—. Estábamos viendo el show y de la nada se declaró delante de no sé cuántas miles de fans, y no contento con eso se dieron terrible beso amiga. Piensa un poco cómo se siente el idiota. —Si yo no tenía tacto mi amiga mucho menos, por eso nos llevamos bien.
—Ya le había dicho que estaba saliendo con Hae, ya había hablado al respecto de nuestros sentimientos, pero parece que se empeña en joderme mi momento de felicidad. —respondí más que enojada, y es que era verdad, ¿tanto le costaba desearme un poco de felicidad?
—Lo se y creo que en algún punto guardó esperanzas pero al ver el beso fue como si le echaran un balde de agua fría. —Trataba de que lo comprendiera cosa que no pensaba hacer—. Solo dale tiempo ya se le irá a pasar.
—Pues que se joda. —No pensaba disimular mi enojo ante su actitud infantil—. Te dejo porque ahí llegan los chicos. Nos vemos luego y dile al cavernícola de tu amigo que no pienso visitarlo hasta que no se calme. —No le di tiempo a responder y corté la llamada.
—¡Oho oho! Alguien aquí está de mal humor. —Heechul bromeó al ver mi cara en cuanto llegaron a la camioneta.
—¿Estas bien? —Teuk fue el primero en preguntar mientras se acomodaba en su lugar. Siwon era el encargado de conducir.
—Si, no se preocupen. —mentí descaradamente y era obvio que nadie me creyó pero estaba agradecida de que no siguieran preguntando, eso solo hubiera incrementado mi nivel de idiotez—. ¡Felicidades por el concierto! —Busqué cambiar mi estado de ánimo.
—Gracias, salió todo como lo habíamos planeado aunque me hubiera gustado verte bailar con nosotros. —Eunhyuk se lamentó y eso era algo que todavía seguía haciendo yo.
—¿Aysel bailando? —Yesung preguntó asombrado e incrédulo.
—¿No lo sabían? —Hyuk los estaba molestando, estaba en su naturaleza juguetona.
—¿Y tú como sabes? —Donghae preguntó pero por alguna extraña razón, ok. no era tan extraña, su voz salió con un tono algo molesto.
—Fue el día en que había olvidado los CD y tuve que devolverme a buscarlos —Los chicos afirmaban moviendo sus cabezas de arriba a abajo—, bueno ese día la encontré bailando la coreografía de un grupo nuevo en su cuarto. —admitió.
—¿La estabas espiando? —Yesung volvió a preguntar y se podían notar los celos, junto con Teuk y Hae se lo estaban comiendo con la mirada.
—No, es solo que me gustó el ritmo de la canción y no sabía de quién era, y como la música estaba demasiado fuerte no podía escucharme por lo que entré y la vi bailando. No me miren así que no hice más que verla bailar. —Y le daba la cara para mentir, sin vergüenza.
—Más te vale. —Hae lo amenazó y eso me causó risa.
Estuvieron discutiendo todo el camino a casa, ya no los escuchaba, me encontraba demasiado cansada como para seguirles el ritmo, y es que estando los ocho juntos eran imparables.
Por fin dulce hogar. Después de darles el beso de las buenas noches, lo que me hacía creer que estaba criando a siete pequeños, me dirigí a mi habitación con Nemo al lado que no se me despegaba.
Me quedé estática al ver la cama tendida y la habitación arreglada, no le había prestado atención cuando me cambié en la tarde porque estaba pendiente del concierto. Al parecer habían ordenado y estoy segura de que fue Teuk, aún así los recuerdos de aquella noche me invadieron y comencé a llorar sin siquiera notarlo. No estaba segura de poder dormir en esta habitación.
—Estoy aquí. —Nemo me sostuvo de las manos y luego se paró frente a mi para tomar con delicadeza mi rostro—. No te dejaré sola. Dormiré aquí y no te preocupes por los chicos que están de acuerdo en que te acompañe hasta que te sientas mejor. —Con sus pulgares limpiaba las lágrimas que caían y me dió un suave beso.
No estaba del todo segura de si podría dormir bien, pero al menos lo intentaría, al menos con Hae a mi lado no me sentía sola.
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