En un pequeño claro entre los árboles, se encontraban dos pokemon. Un zorro de melena roja y pelaje negro,  y un panda bien formado, con una mirada fiera. Ambos parecían ansiosos y alegres en sus posiciones.

El zorro habló  –Espero que  ser guardia del gremio no te haya hecho débil. –

–Tranquilo, zorro apestoso. Mi cuerpo no se a desgastado desde la última ves que luche – Charles respondo con la misma seguridad y alegría de siempre.

–Entonces, comprobemos tus fuerzas–

Con eso dicho, Zack se abalanzó hacia Charles. En medio de la carrera estiró su brazos derecho formando una esfera negra y la lanzó hacia el Panda. En respuesta, levantó su guardia, cubriendose con sus antebrazos, pero la esfera sólo se desvaneció cuando chocó contra él. Inmediatamente luego de eso recibió un golpe en el estómago.  

Charles retrocede un par de pasos y Zack soltó un gancho hacia su rostro. Sin detenerse, sus garras se envolvieron de Oscuridad y rasgo su vientre.

El panda irrumpió el combo de Zack, lanzando una patada hacia el pecho del Zorro, lanzándolo un par de metros hacia atrás. Luego, apretó los puños y una aura roja apareció en sus manos.

Zack apenas dio un paso y el panda ya había aparecido frente suya, enganchando un gancho derecho directo en su vientre levantando unos 5 metros, antes de recibir otro golpe que lo mando disparado al otro extremo del claro .

Haciendo una pirueta, Zack se dio vuelta en el aire y apoyo sus pies en el árbol más cercano. Inmediatamente dio una sonrisa y antes de que la gravedad lo afectará, saltó con todas sus fuerzas.

En un flash, Zack había pasado al lado costado de Charles, dejando un corte superficial en sus costillas. Cuando el panda se dio vuelta, recibió otro corte en la espalda. Miro detrás suya y apareció uno en su pantorrilla.

Cada que trataba de ver a su atacante, recibía otro corte leve. Mas que corte era un raspón, pero aun así, sin duda ardía. El asalto hacia el Panda termino cuando un corte apareció en su pecho, para luego terminar con un puñetazo directo en su hocico de parte de nuestro zorro.

Charles se bajo el puño, tratando de asestar gancho en el rostro del zorro, pero Zack sólo necesito agacharse para que el puño pasará sobre él e inmediatamente clavó un gancho en su hígado con toda la potencia que tenía su brazo.

Charles salió disparado unos 10 metros antes de aterrizar en el suelo y rodar dos metros más. El panda estaba desorientado y su nariz sangraba, además de que sentía que el aire abandonaba sus pulmones. La hoja de su boca estaba casi rota por completo, así que estaba perdiendo fuerza.

Apoyo una mano en el suelo y trato de levantarse, antes de ver una mano peluda frente su rostro.

Zack dice- ¿Necesitas una mano, grandote?-

Apretó los dientes, frustrado de que sucediera lo mismo. Perder ante su amigo… Pero sólo agarro la mano y aceptó la ayuda de Zack.

Ya de pie, se sostuvo el vientre mientras recuperaba el aire y trataba de no vomitar. Por orgullo, sólo escupió hacia un lado mientras recuperaba el aliento.

-¿Sabes?... Tu cuerpo sigue igual de duro que antes. Me duelen los nudillos de sólo golpearte- Dijo Zack, algo burlón.  Para luego palmear su espalda y sonreír- Aunque… Tus golpes son más duros que de costumbre.-

El panda ahora se sostuvo el pecho. Sonríe levemente antes de golpear suavemente la espalda de su amigo.- Cállate, idiota presumido-

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De pequeño, ¿Nunca a sido curioso como los perros se rascan la oreja? Pues… Para aclararle la dudas, yo lo hago. Es la sensación más gloriosa que e sentido en mi corta existencia.

-Mmmm~~ Diablos, que bien se siente- Dije mientras mi patita pasaba por mi oreja.

Cuando la comeson paso, inmediatamente me acerqué a el extraño dúo, para luego sacar la lengua, viendo hacia un edificio blanco.

-¿Han hecho esto antes?-Pregunte mirando al resto.

- Si, lo hicimos… Pero, eso no es de tu incumbencia. – Me miro Zuku y luego acarició mi cabeza- Sólo deja que nos encarguemos. Tu quédate aquí, a salvo.-

-Vaaale, no me quejo… Sólo vayan rápido, tengo ganas de regresar- Me rasque la mejilla con una pata y suspiro.

- No te preocupes, no tardo -Me dijo Zuku, antes de correr en dirección hacia el hospital.

Yo sólo me si vuelta y mire el árbol más cercano… Tome aire y recordé unos ejercicios de control de aura, concentrandola en mi boca. Luego de unos segundos se creó una pequeña esfera negra entre mis dientes.

La sople con fuerza hacia el árbol, haciendo una pequeña explosión que se astillara un poco la corteza. Tome aire y me rasque la cabeza… ¿Qué voy a hacer para matar el rato?
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-Muy bien… - Zack se acarició el hocico mientras avanzaba por un pasillo, saliendo frente de lo que parecía ser un podio, preparándose para la bomba de información que estaba a punto de soltar.

-¿Qué te dijeron, Zack?-Dijo con un tono molesto un Incineroar. Este tenía sus brazos cruzados, mientras movía su pie, impaciente.

-A eso voy… -Sólo un suspiro, para luego mirar a su alrededor . Frente a él había 5 Podios, con un representante de las zonas más importantes  Había un Lucario en el pedestal de los tipo hierro, en los tipo hada un Gardevoir,  un Scizor en los tipo bicho, Incineroar  en los tipo fuego, Krookodrile en los tipo tierra y Zack estaba en el medio, parado.

- Ho-Oh me confesó la razón por la cual dejamos nuestro hogar natal. – Vio que el resto estaba expectante, sin comentar, así que prosiguió- Fuimos traídos aquí como medio bélico para desatar una guerra. Si tuviera que ponerlo en otros términos… - Se aclaró la garganta y tomó todo el aire posible- Este mundo se prepara para una guerra y el Dios guardian de nuestra tierra mostró su apoyo y nos entregó a nosotros como soldados… Por eso no reencarnamos como humanos y la mayoria tiene más poder que un pokemon común y corriente. –

No se escuchó más que simples murmuros de molestia de parte del Incineroar. Al parecer, las teorías locas de los frikis que vinieron a este mundo si que estaban en lo cierto… Al menos lo básico de sus teorías.

-¿Cuándo llegar a la guerra?- Pregunto con seriedad el Gato físico culturista, mientras miraba con ojos penetrantes al Zorro.

- No me dijo. Cuando terminó de hablarme, alzó sus alas y desapareció en el aire.- Respondió Zack, con un tono neutro. Su cicatriz volvía a ser ocultada por su pelaje bien puesto.

-… ¿Algo importante que puedas informar?- Pregunto el Lucario. Era más pequeño que el promedio, pero sus brazos marcados, incluso notandose sobre el pelaje, dejaba en claro que no debían meterse con el.

Entonces, Zack cierro los ojos, pensando, como si recordará algo de hace años. Luego los abrió, mirando serio a todos los presentes.

-El último que apareció, Juan… Tenemos que traerlo de inmediato.-

Ante esto, el Gardevoir cuestionó- ¿Qué sucede con él?-

-Ho-Oh dijo que sentía algo peculiar en el. Algo… Que lo recordaba a mí. –

-¿Sabes donde se encuentra?-Volvió a preguntar el humanoide blanco. Se le veía bastante interesado ante la última afirmación.

- En una misión para juntar suministros médicos. Fue para completar el equipo, por lo que no creo que este en peligro directo… Pero uno nunca sabe… Iré yo mismo a buscarlo-.

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Un estornudo repentino evito que me quedará dormido. Me limpie la nariz con pereza y solté un fuerte bostezo, muriéndome de sueño. Ya habían pasado unas 3 horas, y nada.

¿Los habrán capturado?... No creo. Un Glaceon es bastante fuerte, después de todo, deben ser de nivel alto para evolucionar además de una piedra especial. Y un Riolu… Mínimo, debe de darle pelea…

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché las voces de ambos pokemon mencionados acercándose. Suspiro con alivio y me levanto del árbol de  donde me encontraba, comenzando a caminar hacia ellos. Paso un par de segundos antes de verlos, llenos de cortes poco profundos y algunos golpes.

Con un tono de preocupación, les digo- ¿Pero qué coño les a pasado?-.

A lo que Zuku, con una sonrisa en el rostro, respondió- Mientras tomábamos , unos señores amablemente trataron de detenernos y yo, con todo el respeto del mundo, los mande a comer verga- Entonces se dio media vuelta y empezó a caminar- Lo mejor es alejarnos de aquí. Los perdimos, pero tal ves nos seguirán el rastro-

Asentí levemente y de inmediato tomamos rumbo devuelta a nuestra ciudad. Mientras corriamos, pude ver mejor a Zuku y su estado: Los cortes parecían ser más profundos de lo aparentaban, sus moretones empezaban a inflamarse agresivamente y, detrás de la mochila, había un corte desde su hombro hasta su costado. La sangre y la expresión de dolor en su rostro lo delato.

Su compañero estaba igual, lleno de golpes y moretones, pero parecía en mejor estado. Lo que más podía resaltar era un corte en su mejilla. A simple vista se veía que era profundo.  

Nervioso, preferí mantener la boca callada y seguir el paso, usando una buena cantidad de aura para fortalecer mis músculos y no quedarme atrás. Sin duda, se sentía increíblemente raro tener todo este poder en este cuerpo tan pequeño.

Duramos así alrededor de una hora antes de detenernos. Zuku se había apoyado en un árbol mientras Carlos le limpiaba la espalda. Escuchaba pequeños quejido de ves en cuando.

Yo estaba con la mirada en la fogata, para luego preguntar en voz alta -¿Por qué cambiaste tu nombre?-

Hubo silencio por unos segundos y luego un suspiro leve de parte de Carlos. Él hablo- No es de tu incumbencia niño. Lo que el haga o no, no te interesa-.

Frías palabras para un frío pokemon. Suspiro levemente y mantengo mi mirada al fuego… luego siento un golpe en la frente, haciendo que me incline levemente hacia atrás. Cuando subo mis manos para agarrarme el golpe, veo una piedra algo grande, de color rojo y con… ¿Una llama dentro?

Inmediatamente mire a Zuku, confundido- … Esto es muy costoso, ¿seguro que me lo darás?-

Zuku respondió, sin dilación- Puedes considerarlo  tu pago… Después de todo, esperaste mucho…-

-Pero no pidas nada cuando lleguemos nuestra ciudad. Esa piedra engloba tu sueldo y un poco mas- Dijo Carlos, antes de centrarse otra ves en la espalda de Zuku.

… Mi primer sueldo es una Piedra… Que rara forma de empezar.