Estuvimos unos días con sus padres y todo fue muy correcto y normal. Ellos me dieron una cálida bienvenida a la familia. Después de eso tenían que regresar a casa así que los acompañamos hasta el aeropuerto donde dejé que Jenna tuviera su momento de intimidad con ellos. Al irse, simplemente se despidieron con la mano.

A la tarde, Jenna recibió una notificación que le recordaba la entrega de premios. 

—Seguro que ganas—dije confiado—¡ a por ello!.

—Bueno, ya veremos, pero es un orgullo estar nomidada.

Ella se marchó con Emma de compras mientras yo me quedaba en el hotel. Quería que hiciera vida con sus amigas también. Además, necesitaba alejarme un poco de los focos porque notaba la angustia y el estrés de ello. Algo que no quería decirle a Jenna pues bastante tenía ya la pobre con todo para agobiarle con lo mío.

Cuando vino, me enseñó el vestuario que se había comprado y todo le quedaba genial.

—Tenemos que ir a comprarte un poco de ropa—me dijo.

—¿Para qué?

—Los premios, ¿o no vendrás?.

Me quedé en silencio unos segundos.

—No creo que deba ir—comenté.

—¿Por qué?—preguntó sorprendida—¿ocurre algo?.

Sentado en la cama, le hice ponerse a mí lado.

—Escucha, sino voy te harán preguntas...pero...si voy estarán más pendientes de mí. Creo que es un momento para ti, para tu equipo y la cadena—comencé.

—Entiendo lo que quieres decir, pero eres mi pareja, claro que te preguntarán—vi que sonreía.

—Lo que quiero decir es que has trabajado muy duro, mucho, para estar al menos en los nominados. No quiero que mi presencia ensombrezca tu talento y tú...—ella me besó con ternura y luego con un poco de fuerza.

—Comprendo. Pero al menos...¿me animarás?—preguntó mirándome con esos ojos tan bonitos.

—Por supuesto, eso siempre.

Estuvimos un rato de besos y caricias hasta la hora de cenar. Luego, ya en frío, me dijo que agradecía mucho mi gesto. Que estaba orgullosa de mí y que me quería mucho.

El día de la gala llegó y Jenna fue tan bella como cabía esperar. Me dejó impresionado cuando la vi enfundada en aquel vestido color carmesí tan bonito. La despedí en la puerta del hotel donde los paparazzi no me vieron y se marchó entre la lluvia de flashes.

Yo me quedé en la habitación, mirando la televisión. Fueron llegando los famosos uno tras otro hasta que tocó el turno de Jenna. La gente emocionada la vitoreaba mientras ella saludaba con la mano e iba firmando a algunos fans y se hacia foto, todo con una enorme sonrisa.

—Jenna, la gran estrella de Scream y Miércoles—dijo la reportera—¿qué se siente estar aquí?

—Pues muy bien, emocionada como una niña pequeña.

—¿Crees que ganarás el premio?

—Esta muy reñido pero me gustaría ganarlo, es decir, ¿quién no quiere ganar un premio de reconocimiento a tu papel?—se echó a reír dejando ver esa dentadura blanca.

—A todo esto, ¿y tu pareja?

—Se ha quedado en casa. He intentando convencerlo pero él no paraba de decir que es mi momento y el de mi equipo. Es muy tierno.

La presentadora dejó salir un oooh mientras procedía a preguntarle más cosas de su vida privada y sobre mí pero ella no dio ninguna respuesta.

Se me hizo un poco aburrido ya que las charlas duraban mucho pero cuando llegó el momento del premio para Jenna, dejé apoyado este para poder grabarlo. 

—Y la persona premiada es...¡Jenna Ortega!—ella casi llora cuando le enfoca la cámara y se levantó de su asiento para recibir el premio.

—Muchas gracias a todos...estoy muy emocionada...de verdad—tuvo que esperar a que se le pasase la emoción hasta que pudo continuar en mitad de los aplausos. —Gracias a mi equipo por darme la oportunidad, al director, a mis padres y...a mi chico, por darme ese empujón que necesitaba—dijo haciendo que me quedase rojo—te quiero.

La gente estalló de emoción y aplaudió largo rato.

Luego se fueron dando los siguientes premios a la gente. Yo hice una pequeña y corta videollamada con ella para darle la enhorabuena. Ella regresó pronto a la fiesta y se divirtió mucho durante toda la noche.

A altas horas de madrugada, antes de que ella regresase, me llamaron al teléfono.

—¿Tn?

—Si, soy yo

—Lamento comunicarle que sus padres acaban de fallecer.

Casi se cae el teléfono al suelo. Eso no podía estar pasando.

—¿Qué dice?

—Al parecer iban en un coche camino a darle una sorpresa por los mensajes que hemos encontrado en sus teléfonos. Lamento tener que decirle que no hemos podido hacer nada por ellos.

Me dijo que había sido de golpe, casi sin sufrir.

Acabe llorando después de colgar. En mi cama, recordando sus caras, no pude parar de llorar mientras las lágrimas empapaban mi cara y las sábanas. Intenté levantarme cuando escuche las llaves, era Jenna, no quería amargarle la noche.

—¿Tn?—preguntó. 

No pude levantarme y me halló así, llorando. Enseguida se acercó a mí.

—Eh, eh...¿qué ocurre?

—Mis padres...han muerto en un accidente—ella abrió los ojos y me abrazó toda la noche mientras me cubría la cara de besos.

No recuerdo en que momento me quede dormido. Solamente que al despertar, estaba en sus brazos, no había refugio mejor.

Me levanté sin despertarla y fui al baño donde me pude lavar la cara. Tenía la cara roja e hinchada, fruto de las lágrimas.

Todos esos momentos que tenían con mis padres se formaron en mi mente, una fuerte presión me vino al pecho y de un momento, me hallaba en el váter vomitando y con todo mi cuerpo temblando. Estaba de rodillas, apoyado en la tapa.

—Papá...mamá...—los ojos comenzaron a llorar de nuevo.

—Tn...

Levanté la cabeza y ahí estaba ella, preocupada, y preciosa a pesar de estar recién levantada.

—Shh—me dio un pequeño masaje en la espalda.

Gracias a ella pude relajarme un poco. No tenía hambre pero comí algo por ella. Esa mañana la pasé tumbado sobre su regazo mientras ella hablaba por teléfono con amigos y familiares por el premio a la vez que acariciaba mi pelo.

—Estás a salvo conmigo—me dijo—quiero ser tu refugio.

—Ya lo eres Jenna...ya lo eres...

Y así me quede un buen rato hasta que el agotamiento mental me hizo quedarme dormido donde me sentía a salvo de todo y sentía que me querían. Y todo, gracias a ella.

Ahora solamente quedaba ir a despedirme de mis padres...una última vez.

Continuará...