El duelo había terminado, Yugi ha sido el ganador...

Yami con una sonrisa se acercó a su compañero y lo abrazó. Entre lágrimas, Yugi se aferró con fuerzas ocultando el rostro en su pecho rodeando su cuello, no quería que se fuera, pero tampoco quería ser egoísta y obligarlo a quedarse a su lado evitando que su alma pudiera descansar y ser llevada al paraíso

Los amigos de Yugi veían con tristeza a su amigo, sabían el fuerte lazo que tenían hasta lo que les mostraban, que ahora sería difícil para ambos estar sin la presencia del otro, sería difícil para Yugi asimilar que ya no bastaría cruzar un pasillo para entrar al alma de su compañero... Porque ya no estaría

Su abuelo sabía que ahora el dormir sería casi imposible para su pequeño Nieto, pues antes cuando no podía dormir se quedaba hablando o jugando con su otro yo hasta conciliar el sueño... Que los duelos ya no sería lo mismo sin el espíritu guiandolo a la victoria y mostrándose orgulloso de su Luz... Ya nada sería lo mismo, se necesitaban el uno al otro para ser felices, sus almas se complementan mutuamente, ya no habría noches en el rompecabezas del Milenio

Yami miró a su pequeña luz y le habló–Yugi...–acarició su mejilla con ternura secando sus lágrimas–¿Te das cuenta de que nunca estaremos separados completamente?–Yugi lo observó algo sorprendido de sus palabras–El valor que yo te brinde y la amabilidad que tu me brindaste nos mantendrán unidos sin importar qué–

–Mou hitori no boku...–susurró Yugi calmando un poco su llanto–Te extrañare–

–Y yo a ti... Aibou–

Yami se acercó a la puerta de piedra que lo llevaría de vuelta al paraíso con su gente y familia y pronunció su nombre con determinación

–Soy el faraón Atem! Hijo primogénito del faraón Aknamkanon!–un brillo cegador salió de la piedra donde estaban los artículos del Milenio, todos se cubrieron los ojos y Atem al abrirlos se encontró en un tipo de tribunal conocido como "la Sala de las dos verdades", en él, se encontraban los dioses egipcios: Isis, Osiris, Ra, Anubis, Horus, y otros dioses, Anubis lo guió hasta el interior–Mis dioses...–el monarca se inclinó en nuestra de respeto ante sus Deidades, no había mayor obsequio para un faraón más que el gran honor de encontrarse frente al Dios de dioses y otras deidades

–No es necesario que te inclines ante nosotros–habló Ra

–Te preguntaras el por qué estás aquí no?–Atem asintió ante las palabras de Anubis levantándose

–Estás aquí para tu juicio joven faraón–habló calmado Osiris

Atem sin ninguna duda o angustia asintió, estaba preparado para lo que viniera... No quería dejar a Yugi... Pero debía volver con su gente, amigos y familia

–Muy bien, empecemos–habló con firmeza Osiris-¿Estás preparado?-preguntó al joven monarca frente a él

–Lo estoy, Dios Osiris–respondió Atem con firmeza

*＊✿❀ Continuará.... ❀✿＊*

Próximo capítulo: Un Juicio y una Reencarnació

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Los quiero lobitos ❤ UwU