Hinata
Había conocido a Hinata Shoyo en la práctica que habían tenido y había salido un par de veces con él y Kenma a algunos lugares, sin embargo, no era como si tuviera una buena relación con él, pero tampoco era mala: más bien era neutra.
Pero esta vez tenía que hacer aquello de lado, necesitaba su ayuda. Tenía su contacto pero nunca había mandado algún mensaje a aquel número, Nezuko se deshizo de toda pena posible y mandó el mensaje.
Hola, Hinata-kun! Soy Nezuko, necesito tu ayuda. Quiero hacer una sorpresa para Kenma y no estoy muy segura de qué hacer.
Después de mandarlo se sintió muy apenada, sonaba desesperada y parecía que no conocía a su novio, pero la verdad era que Kenma era un chico difícil de leer y a pesar de que ya había pasado tiempo desde que comenzaron a salir no era muy platicador. Su celular sonó.
Nezuko-san!!! Claro que te ayudaré!! ¿Por qué no hacemos un pay de manzana ? ¡Kenma los ama! ¿Está bien si voy a tu casa este fin de semana?
¡Claro! ¿Cómo es que no se le había ocurrido antes? Rió de alegría y asintió.
Si no se te complica todo el viaje por mí no hay problema
Después de aquello le mandó a Hinata su dirección y un croquis con la esperanza de que no se perdiera.
Inventó a Kenma que el fin de semana tenía cosas importantes que hacer con su familia y no podrían salir esta vez, pero que se lo compensaría muy bien en la semana.
Hinata había seguido muy bien las indicaciones del croquis y se encontraba en la puerta de la casa de Nezuko a las 10 am del sábado.
Él traía ya los ingredientes para el pay, Nezuko estaba algo apenada por el hecho de que hubiera ido todo el camino cargando las cosas y se disculpó.
— ¡No, no es nada! Compré todo de camino para acá – contestó él sonriendo — ¡Hay que comenzar! – gritó entusiasmado.
Hinata y Nezuko habían hecho un desastre. La cocina había terminado de cabeza, cocinar no había sido tan fácil como ambos pensaban pero ya lo tenían previsto y habían comprado demás por cualquier cosa.
Habían hecho la masa del pay tres veces y el relleno dos, pero finalmente el pay estaba en el horno.
Ambos se sentaron y Hinata suspiró.
— Realmente debes querer mucho a Kenma – dijo él sonriendo.
Nezuko asintió con la cabeza.
— Por él entré a Nekoma pero eso aún no lo sabe – contestó ella riendo un poco.
— ¿Uh? ¿Por qué no? – preguntó Hinata un poco sorprendido
— Siento que sonaría un poco acosador decir "te ví jugar y por eso quise entrar aquí y ser su manager" – explicó ella muy apenada
— Yo creo que él pensaría que fue muy romántico, Kenma ve muy diferente las cosas – explicó él
— Sí, quisiera conocerlo mejor pero suele cerrarse muy fácilmente y yo lo he puesto más difícil –
— ¿Por qué dices eso, Nezuko-san? –
Ella procedió a contarle un poco de lo que había pasado a Hinata, para su sorpresa fue el primero que al contarle no había hecho una cara de decepción ni había cambiado su forma de verla.
— Bueno, creo que todos cometemos errores unos más graves que otros pero podemos arreglarlos si tenemos la oportunidad y por lo que veo Kenma te ha dado esa oportunidad. A parte puedo ver qué realmente te estás esforzando por ser una buena novia y eso es lo importante, no te desesperes él se abrirá a tí tarde o temprano – contestó él con una sonrisa muy grande después de que ella había terminado de contarle lo ocurrido.
Nunca había sentido tanta esperanza como al escuchar aquellas palabras de Hinata, ahora comprendía perfectamente porque Kenma lo quería tanto aquel chico se dedicaba a dar esperanza a todos los demás y parecía ser que era así que él obtenía su energía, le gustaba ver a la gente bien.
— ¡Gracias, Hinata-kun! – dijo ella ahora más calmada y feliz
— ¿Te puedo preguntar algo, Nezuko-san? –
— ¡Claro! Lo que gustes –
— ¿Cómo es estar en una relación? – preguntó aquel chico de cabello naranja sonrojandose bastante.
— Complicado, pero muy lindo. Cuando estás con alguien es porque esa persona se ha convertido en alguien muy importante para tí y esa persona piensa lo mismo de tí, entonces aunque haya problemas pueden arreglarlo todo porque el estar juntos es más importante – explicó ella mientras en su pensamiento estaba la imagen de Kenma.
— Oy... Con tu definición solo pude pensar en Kageyama – se quejó él haciendo pucheros.
Nezuko rió un poco.
— ¿Por qué? – dijo ahora curiosa
— Uh... No puedo contar cuántas veces nos hemos peleado e incluso dejado de hablar pero al final no podemos estar mucho tiempo así y terminamos más unidos y jugando mejor – explicó emocionado.
— ¿No será que...? – comenzó a decir Nezuko pero Hinata le dio un pequeño golpe antes de que terminara la oración.
— ¡Oy! No digas esas cosaaaaas, no es nada así – gritó Hinata manoteando a todos lados.
Nezuko se rió muy fuerte, molestarlo había sido divertido. La alarma sonó y ambos casi rezaron para que el pay estuviera en perfectas condiciones.
Y así fue, aquel pay olía muy bien, esperaron un poco a qué se enfriara y lo guardaron en una caja que tenían lista.
Eran cerca de las seis de la tarde cuando terminaron de limpiar para poder ir a ver a Kenma. Antes de salir Nezuko le mandó un mensaje.
¡Kenma! Tengo dos sorpresas para tí 💕 Voy camino a tu casa.
Después de aquello Hinata y ella salieron camino a casa de Kenma. Nezuko estuvo muy divertida todo el camino, Hinata no hacía nada más que brincar por todos lados y hacer boberías.
Una vez que llegaron volvió a mandarle un mensaje a Kenma para que saliera. No tardó ni un minuto cuando ya se encontraba en la puerta.
Nezuko lo saludó con la mano mientras que Hinata gritaba su nombre a todo pulmón y lo abrazaba. La expresión de Kenma fue primero de confusión pero después de felicidad pura.
— ¿Como es que esto pasó? – dijo Kenma regresando a la confusión.
— Nezuko-san me habló, quería darte una sorpresa – explicó Hinata
— Sí y él me ayudó a prepararla aunque fue más complicado de lo que esperábamos... – siguió Nezuko apuntando a la caja que traía en las manos.
Kenma les pidió que pasaran y se dirigieron a su cuarto donde le dieron la caja.
Nezuko nunca había visto aquella expresión en Kenma con tanta emoción y felicidad como cuando abrió la caja y vio el pay de manzana.
— ¿Ustedes... Dos... Lo hicieron ? – preguntó aún asombrado.
Los dos asintieron al mismo tiempo.
Después de aquello se dispuso a comer el pay con mucha emoción, comió sin parar hasta terminarlo.
— ¡Estaba delicioso! – concluyó finalmente y les dio las gracias a los dos.
Se quedaron otro rato a jugar videojuegos con él y cuando vieron ya eran cerca de las nueve de la noche.
— Debo regresar a casa... – dijo Nezuko algo preocupada por la hora.
— Quédate esta noche – le pidió Kenma
— Oh.. no sería lo correcto... – contestó un poco apenada
— Mamá no llega hasta el lunes, no debería de haber problema. Quédate con nosotros – insistió Kenma
— Estoy de acuerdo con él, ya es noche Nezuko-san. No sería bueno que regreses sola – concordó Hinata.
Nezuko aceptó un poco a regañadientes.
Los tres se voltearon a ver mutuamente y sonrieron.
La pijamada había comenzado apenas.
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