Dale tiempo
Todos habían notado una diferencia en Kenma, normalmente cuando no se llevaba bien con alguien solía ignorarlo pero con Nezuko era diferente. Siempre que ella decía algo, en vez de ignorarla su reacción era contestarle de la peor forma posible.
Normalmente lo que más le decía era que ella no era necesaria para el equipo, que solo era una distracción, que ella no sabía nada de voleibol.
— Creo que me odia – comentó Nezuko una vez que Kenma se fue
— Lo dudo mucho, es algo más – contestó Kuro
— Estoy de acuerdo contigo, Kenma nunca contesta así. Simplemente ignora a la gente. – dijo Yaku
— Yo creo que ni siquiera él sabe que le pasa, cuando entré y me odiaba solo no me hacía pases ni me hablaba – concordó Lev
— Yo no usaría el pasado tan fácilmente, Lev – dijo Taketora con tono burlón
— Oy! Kenma no me odia... Ya dejamos eso en el pasado – dijo Lev quejándose y haciendo pucheros
— Tsk... Concéntrense, esto es sobre Nezuko-chan no sobre ustedes – los regañó Kuro.
Todos se disculparon, siguieron hablando pero no pudieron llegar a alguna conclusión sobre el tema.
— Dale tiempo, Nezuko. Hablaré con él mañana – dijo Kuro antes de irse para darle un poco de esperanza a la chica — Debería sentirse elogiado, que una chica como tú se haya fijado en él es un honor, o al menos así debería sentirse – continuó Kuro mientras suspiraba.
— Eh... No... No... Yo... Eh... Yo no me he fijado en él... – contestó Nezuko bastante sonrojada.
Kuro rió despreocupado
— Eres muy mala mintiendo, no te preocupes. Tu secreto está a salvo conmigo – aseguró guiñando
Después se fue pensando en qué decirle a su amigo.
Al día siguiente mientras iban a clase Kuro decidió sacar el tema casualmente.
— Oy, Kenma... ¿Por qué no dejas que Nezuko-chan se acerque a tí? – preguntó sin darle mucha importancia
— ¿Eh? ¿A qué te refieres Kuro? – dijo Kenma muy confundido
— Oh... Parece que no te das cuenta de lo que estás haciendo... Ella ha intentado conocerte y acercarse a tí desde que llegó pero, tú solo la alejas y contestas mal – explicó haciendo que Kenma se confundiera más
— ¿Eso... Hago? –
— Realmente no te das cuenta... –
— No... No creo hacer eso, intento darle impulso para que haga mejor su trabajo – dijo Kenma, Kuro se echó a reír debido a la seriedad con lo que lo decía, parecía ser que Kenma realmente pensaba que estaba haciendo eso.
— Kenma, no creo que ella lo haya interpretado así. Piensa que la odias – le hizo saber
Kenma comenzó a agitar los brazos en negación, sorprendido.
— No la odio, para nada. Al principio creí que era demasiada distracción y me molestó bastante, pero creo que ya se han ido acostumbrando a que ella esté. Seguí diciendo esas cosas porque cada vez que lo hacía veía que se esforzaba más... Supongo que pensé mal – concluyó él aún pensativo
— Oh... Ya veo, ¿Por qué no intentas elogiarla un poco? Tal vez tenga un mejor impacto en ella, ¿No crees? –
— Uh... Lo intentaré –
Durante clases Kenma estuvo pensando en qué decirle a aquella chica como elogio, quería que tuviera un impacto positivo y se esforzara como lo estaba haciendo.
Llegó la hora de la práctica, entró a la cancha y saludó como siempre. Nezuko se acercó a él pero antes de que ella pudiera hablar fue Kenma quien habló.
— Nezuko... Quiero disculparme. Creo que se han malentendido mis acciones así que, por favor, sigue esforzándote como ahora – le dijo intentando sonar casual y no tan nervioso como realmente estaba al decir esas palabras.
Todos se quedaron sorprendidos y Nezuko solo pudo sonreír con los ojos llenos de lágrimas.
— Así lo haré, Kenma. Gracias – contestó ella aún sonriendo.
Fue entonces que Kenma se dio cuenta que Kuro tenía razón.
Elogiarla era mejor tanto para ella como para él, se sentía bien aunque nervioso.
Pero, ¿Por qué su corazón iba tan deprisa?
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