Arco 1. Capítulo 6.

En el capítulo anterior....

Mediante la radio de la base llamé al Comandante Jackson para que preparase las defensas de la costa:

- Comandante Jackson, bienvenido.

- Buenas señor. ¿Para qué me ha llamado?

- Lleve los Scorpion que tengamos y a cuatro sistemas de artillería kodiak para defender nuestra costa oeste.

- ¿Por qué señor? ¿Nos atacan?

- Se está acercando una flota de barcos del famoso reino humano. Necesitamos que no se acerquen.

- Comprendo señor.

- Llévate a los ODST para recoger a los posibles supervivientes del agua.

- Señor sí señor.

Se fue a llevar y preparar los tanques y la artillería.

Tras un rato largo de espera...

De repente recibo una llama desde la costa por parte del comandante Jackson.

- Señor ya están a la vista. ¿Disparamos?

- Sí disparen.

- Bien señor.

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Tanto Kodiak como los tanques Scorpion dispararon a la vez. Los barcos que se acercaban debían de estar alucinando. Eran como fuegos artificiales con los trozos de madera de los barcos saltando por los aires.

Punto de vista de los galeones.

Era hora de hacer pagar a esos malditos que se atrevieron a acabar con las gloriosas tropas del imperio mientras asesinaban a los herejes y aberraciones de la naturaleza que iban en contra de Aura y su creación.

Fuimos con nuestra gran flota ,la que nos permitió derrotar a tantos reinos y someterlos bajo el nombre del emperador, para eliminar de una vez por todas a esos apóstatas.

Entonces de repente veo como los buques empiezan a explotar. ¿Qué demonios? ¿Qué clase de magia utilizaban y como nos alcanzaban a tal distancia?

Toda la flota en llamas... Habian destrozado a toda la gran flota en poco tiempo. Ni los demonios tenían semejante poder destructivo. Finalmente cayó mi barco donde debía cuidar de la princesa que quería demostrar ser una guerrera.

Punto de vista del comandante Jackson.

La flota enemigo había sido eliminada completamente. Era hora de buscar supervivientes entre los restos de los barcos. Usamos las nuevas lanchas y fuimos directamente hasta la zona. Me acompañaron los ODST y un pequeño destacamento de marines especializados en combate e incursión anfibia.

Casi todos los tripulantes de las naves parecían estar muertos. Hasta que encontraron los cuerpos flotantes de 4 personas. Me avisó uno de los marines:

- Señor, hemos encontrado a cuatro supervivientes. 

- Recojanlos con las lanchas y llévenlos a tierra. En base los interrogaremos.

- Señor, si señor.

Recogieron los cuerpos en las lanchas y los llevaron hasta la zona de artillería antinaval. A partir de allí los llevaron con algunos mongoose hasta base. Parecían inconscientes pero no daban signos de hipotermia por tanto eso significaba  que habían estado poco tiempo en el agua.

Se dirigieron hasta base y más tarde se llevaron hasta la cárcel y los mantuvieron en prisión preventiva. Me dirigí a reportarle la misión al señor Draco.

Desde el punto de vista de Draco (yo)

Mientras que el comandante Jackson y el resto del equipo se encargaba de atacantes costeros yo me encargué de hablar con algunos de los refugiados. Lamentablemente la mayoría eran muy jóvenes y tenían poca experiencia en el mundo. Hasta que me tocó un chaval de unos 17 años:

- Buenas soy Draco Ivanov,  líder de Terra Nova. ¿Cuál es tu nombre chaval?

- Yo me llamo Jayden. - dice tranquilo.

- Bien Jayden. ¿Qué raza eres?

- Soy mitad humano y mitad vampiro.

- Interesante. ¿Y necesitas sangre para tu supervivencia?

- En menor medida que mis familiares vampiros pero sí.

- Comprendo. Me gustaría hacerte unas preguntas sobre este mundo.

- Ya has hecho una pero vale.

- Buen sentido del humor. Vale, ¿sabrías decirme criaturas que habitan el mundo?

- Pues no conozco muchas pero conozco:

Los huargos que serían como lobos pero más grandes usados para la guerra,

Los rakka que son hombres cocodrilo que viven cerca de algunos ríos, lagos o pantanos,

Los grifos que son animales mitad león y mitad águila

y los olifantes que son elefantes muchos más grandes de lo normal.

- Así que no conoces muchas más criaturas ¿no?

- No señor.

- Bien, no pasa nada. ¿Me podrías explicar un poco como funciona la magia?

- No soy muy experto pero sé que existe una esencia llamada maná que recorre el planeta y se usa para crear hechizos y demás. 

- O sea que es como la energía que alimenta el mundo ¿no?

- Básicamente sí. 

- ¿Y exactamente que razas habitan este mundo?

- Los que somos semihumanos, los humanos, los elfos, los orcos, los duendes, los vampiros, los demonios, los enanos, etc aunque existen más subrazas que están esparcidas por el reino. Pero los reinos principales son los humanos y los elfos.

- Impresionante. Bueno eso es todo por ahora. Ya hablaremos más tarde si eso.

- Vale... guapo... - dice susurrando.

- Perdón ¿has dicho algo más? - Pregunto con curiosidad.

- No, nada. Bueno, ahora te llevarán a una de las casas para vosotros.

- Vale. 

Tras esta conversación con el chaval nos dirigimos afuera custodiados por dos marines hasta la salida. Pensaba que podría dedicarme a otros asuntos pero me llega una llamada del comandante Jackson diciéndome que nos reunamos en las celdas provisionales.

Cuando llegué a la zona de celdas provisionales que está cercana al muro costero. Me recibe el comandante:

- Buenos días, señor.

- Buenos días comandante: Informe de la misión.  

- Toda la flota enemiga hundida.  Solo 4 supervivientes: dos mujeres y dos hombres.

- ¿Cómo eran?

- Eso puede observarlo usted. Ahora mismo están en las celdas provisionales.

- Bien. Ahora lo miraré.

- Bien señor.

Visité las celdas. Los supervivientes al hundimiento de la flota estaban en una de las celdas del segundo piso. Ya estaban despiertos al parecer. Había un hombre mayor de pelo blanco con coleta y barba un poco larga con cicatrices en la cara,

(Echadle un poco de imaginación) 

una chica con el pelo revoltoso de dolor castaño claro, piel algo clara y ojos castaños claro también,

(Sin espadas y echadle imaginación)

un chaval con pinta de intelectual, de piel clara, pelo castaño claro y ojos rojos

y una chica pelinegra,  vestida con una chaqueta de cuero marrón, una especie de bufanda roja alrededor del cuello y pantalones marrones

Entonces una de las personas encarceladas me mira. Resulta ser la chica de pelo negro y corto y ojos azules. Parece que me mira con algo de miedo e incredulidad. No sabría decir porque la verdad. Estaba a punto de marcharme cuando de repente me llama esa chica:

- Señor.

- ¿Me llamas a mí? - Pregunto.

- Sí...

- ¿Qué quieres muchacha?

- Solo quiero una audiencia con vos.

- ¿Conmigo? ¿Por qué?

- Porque usted parece el líder de aquí.

- Eres lista, chica. Bien te liberaré a ti para hablar. El resto permanecerán encarcelados.

- Gracias señor...

- No es nada.

Tras esta conversación la llevaron a la zona de interrogatorios. La sentaron a la fuerza en la silla y yo me senté enfrente de ella.

Aquí nuevo capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto.