Capítulo 18

Arco 2. Capítulo 18.

En el anterior capítulo.

Hablé con el piloto del pelican y me llevó rápidamente hasta la base en el norte. Seguía sin cansarme de ver el cambio entre la hierba verde y la zona de nieve al llegar a las montañas. En cuanto llegué a la base me dirigí hasta la zona de biología donde me encontré al doctor Wu. Empecé a hablar con él:

- Buenas señor Wu.

- Buenas señor Ivanov. No le esperaba tan pronto.

- He pensado que lo mismo tenía resultados de los especímenes conseguidos.

- Pues mire que casualidad que sí es verdad que tenemos resultados de las criaturas.

- Bien. ¿Cuáles son?

- Las extrañas criaturas que nos atacaron al principio tienen su genoma mayoritariamente humano.  Es más diría  que en algún momento de su vida han sido seres humanos o alguna especie parecida. El resto del genoma es un barullo de genes sin sentido que hemos de suponer que es el conocido como ADN basura y el que les permitió desarrollar esas formas de adaptarse al medio ambiente que les rodeaba. También hemos detectado una extraña radiación que emiten sus cuerpos que hemos llamado radiación XZ.

- Quiere decir que esos seres en algún momento de la historia de su vida o de su historia, ¿han sido seres humanos?

- Sí señor Ivanov. Estamos seguros a un 97%. El 3% son defensores de que son algún tipo de animal desarrollado para un ambiente muy oscuro y bastante radiación.

- Y las criaturas voladoras que nos atacaron: ¿Qué noticias tenéis?

- Bien. Analizando su genoma base podemos decir que pertenece a una especie de murciélagos gigantes de la prehistoria. Hasta aquí todo normal. Lo raro es cuando analizamos el resto de su código genético o ADN que está compuesto principalmente de cefalópodos de distintos animales como el calamar, tal y como hemos visto en su cara. Y tienen el mismo nivel de la que por ahora hemos llamado radiación XZ ,al igual que las otras criaturas,  tanto en su cuerpo como en su sangre que por cierto es de un color extraño. Diría que de un color entre rojo y verde aunque no sabría definirlo señor Ivanov.

- Mmmm, entiendo. Bien gracias por los datos. Me quedaré por la base un tiempo para supervisar todo por aquí. Así que nos veremos un largo tiempo.

- Bien señor. Le acomodaré un sitio donde dormir señor Ivanov. Mientras tanto puede seguir explorando la base y los distintos departamentos señor.

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Me fui a observar el resto de instalaciones que habían en la base del norte. Me dirigí a la zona de investigación geológica. Era impresionante lo rápido que habían avanzado en la montaña. Vi soldados y científicos trabajando por todos lados. En cuanto llegué me presenté al líder de la sección geológica:

- Buenos días. Soy Draco Ivanov.

- Buenos días señor Ivanov. No le esperaba aquí. Yo soy el doctor Sagué.

- Cierto. Vine porque me habían avisado de nuevos avances en biología y decidí quedarme un tiempo para supervisar todo. Y bien ¿hay algún tipo de avance significativo en este campo?

- Bueno, hemos estado investigando los cristales azules que desprendían electricidad y hemos pensado que serían una buena fuente de energía además de potente para las instalaciones y demás vehículos. Los hemos llamado magnoelectros.

- Un nombre bastante curioso la verdad. ¿Sabéis qué propiedades tienen esos cristales?

- Sí, por supuesto. Son capaces de generar una gran capacidad de electricidad. Tienen la suficiente capacidad para generar electricidad para matar a varios hombres adultos a la vez. Y su composición cristaloide es extraña dado que la mayor parte son cristales y minerales desconocidos en nuestro mundo. Lo que si podemos decir es que contienen un cierto porcentaje de barilo y que parece una especie de cristal de luz, el cual es una creación artificial, pero aparte de eso nada.
(Barilo):

(Cristales de luz):

(Son imágenes de referencia)

- Comprendo. Bueno al menos se conoce un pequeño porcentaje de su composición y...

Iba a seguir hablando sobre los nuevos cristales cuando de repente un aparato empieza a pitar descontroladamente. El doctor Sagué miró urgente y rápidamente hasta la máquina. Entonces yo pregunté:

- ¿Qué demonios ocurre doctor?

- Se han detectado movimientos sísmicos irregulares en las zonas cercanas. Pero para acceder a las imágenes debemos tener acceso a los satélites o enviar un contingente de tropas y científicos pero tardaríamos un largo tiempo.

- ¿Necesitan acceso a los satélites?

- Sí señor Ivanov. Pero no tengo la contraseña ya que solo usted la tiene...

- No se preocupe. Yo pondré la contraseña y así tendrán acceso. ¿Dónde la pongo?

- Aquí. - Me señala un ordenador con una pantalla enorme.

- Bien. - Pongo la contraseña: *******. - Ya está.

En cuanto puse la contraseña se mostraron las imágenes de dos grandes montículos de tierra y rocas sobresaliendo del suelo de donde habían movimientos sísmicos. Se veían algunos detalles metálicos y se detectaban leves huellas de calor dentro, es decir, habían seres vivos dentro de esos montículos.

Entonces dije:

- Manden un equipo de ODST y científicos ahora mismo. Yo los acompañaré. Quiero verlo en primera persona.

- Sí señor Ivanov. 

Cogimos unos cuántos hornets y bajamos hasta la zona. No era recomendable bajar con un pelican dadas las complicaciones terrestres y atmosféricas de la zona dado el gran tamaño de éste.

Nada más llegar a la zona donde se encontraban los grandes montículos de tierra salieron todos los ODST para acordonar la zona y los científicos empezaron a desplegar un pequeño dispositivo de investigación y defensa alrededor de toda la zona.

En cuanto llegamos empezó a hundirse la tierra en la zona de los montículos de tierra y aparecieron extrañas máquinas saliendo de la tierra. Los ODST estaban apuntando  a las máquinas. Parecía que iban a elevarse más aún pero se cayeron y una especie de criaturas salieron de éstos ¿trípodes? muertas.


(A ver quién adivina de dónde son?


Entonces me empiezo a acercar junto con dos ODST y otros dos científicos. Los científicos miraban con curiosidad a la criatura y los ODST les apuntaban con sus rifles de asalto ante cualquier posible acto hostil de las misteriosas criaturas. Pero solo gimió un poco y terminó por morir finalmente. Entonces digo:

- Hay que avisar inmediatamente a la base de la montaña. Tenemos que llevarnos los cuerpos de estas criaturas inmediatamente y estas máquinas habrán que transportarlas a las distintas bases que tenemos.

- Pero señor Ivanov - me dice uno de los científicos. - ¿Cómo haremos para transportar estas enormes máquinas?

- Tendremos que dividirlas en varias partes. No sabemos nada de su fisionomía ni de su tecnología. Seguramente incluso nos ayude a avanzar más rápido.

- Sí señor Ivanov. Ahora avisaremos a la base.

- Bien, andando.

- Señor, sí señor. - dicen todos al unísono.

Tras esto empezaron a recoger los cuerpos de los extraños seres y los llevaron a una especie de jaulas de cristal blindado con agujeros para oxígeno aún estando muertos e intentaron abrir por donde habían salido las criaturas y salió un líquido rojizo claro de éste a modo de mini-cascada. Lo peor es que olía como a sangre mezclada con agua, es decir, sangre aguada. Mandé a que recogiesen muestras del extraño líquido rojo para analizarlo y determinar correctamente su procedencia.

Pedí que me llevasen arriba con un hornet que era momento de hablar de nuevo con el doctor Wu.

Nuevo capítulo gente.  Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.

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