Capítulo 3

Lamento la tardanza, espero les haya gustado el capítulo. Si es así voten y comenten. Y antes de que pregunten pronto los hermanos Black harán su aparición. Gracias por leer esta historia.❤

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Camino rápidamente hacia donde su salón correspondía, su rostro se ocultaba detrás de sus libros y su mirada siempre se mantenía alerta. Habian pasado ya algunos veces desde que Rose Granger Weasley había pisado por primera vez el pequeño Castillo. Sin embargo, para ese entonces tenía un total de 0 amigos, incluso se mantenía alejada de los hermanos Longbottom que a pesar de su esfuerzo aún no lograba que Rosie confiara en ellos para poder comprender la razón por la cual les pidiera con tanta inquietud que no revelaran su ubicación. La razón por la cual sus bellos ojos habían perdido el brillo que antes los caracterizaba o por la cual ahora sólo habían ojeras y temor en ellos.

—ROSE— escucho que alguien a sus espaldas la llamaba. Alice. Se negaba a volver a confiar en alguien. Sin ni siquiera detenerse se adentró en su salón donde Tom Riddle ya se encontraba con su típico séquito detrás de él.  Ambos intercambiaron por unos momentos miradas, hasta que él sin importancia alguno miro hacia otro lado.

Se sentó en su típico lugar alejada de todos los demás y sacó un libro con el cual intentó olvidarse de los demás. O ese era el plan hasta que sintió a alguien más sentarse a su lado. Eso sí que era una sorpresa porque nadie lo hacía, desde que llego ella misma se habia encargado de repeler a los posibles futuros amigos, no es que no los quisiera, sino que ya no confiaba en la existencia de ellos ni tampoco se creía digna de tenerlos, eso era algo que sus primos se habían encargado de demostrarle. Bajo su libro y miro a su acompañante, quizás alguien se olvidó de que ella se sentaba ahí o algo parecido. Pero no, abrió los ojos al ver a cierto azabache.

—Cierra la boca o algún doxy te entrará en ella— comentó Tom sin tomar importancia alguna a la expresión de impresión de la pelirroja. A pesar de querer decir algo más, le era imposible. Quería saber porque razón se había cambiado de lugar,  exactamente porque a su lado.— Granger sé que soy guapo pero por favor ten un poco de discreción— dijo esta vez sacando su libro, debía ser uno de interés propio porque ella no reconocía la portada negra.

Indignada ante lo dicho por Riddle, Rose tomo una bocanada de aire y cuestionó —¿Qué haces aquí?

Sin ni siquiera mirarla, el chico paso de hoja y respondió de manera neutra y "directa"

—Es obvio ¿no crees? Estudio aquí.— ante esto la pelirroja quería dar un grito al cielo, sin duda ese chico la hacia cabrear tan rápido como nadie.

Tomó aire un par de veces para tranquilizarse. Y una vez logrado volví a preguntar pero de forma más concreta— No me refiero a eso Riddle— lo vio alzar una ceja y siguió—¿Porque te haz cambiado de lugar, precisamente para acá?

Volvió a pasar de hoja— usted hace preguntas demasiado obvias señorita Granger. La respuesta es clara— lo miro curiosa, o estaba él muy imbécil o bien sencillamente ella no había notado algo—.... Porque quiero y puedo.

Resoplo llena de frustración, quería golpearlo ¿Acaso se creía que ella era su diversión.

—Tal vez quise cambiar de ambiente por un día— escucho de nuevo, volteó y vio que aquel parecía sonreír divertido ante la situación 《No parece hipócrita》pensó la joven— o probablemente solo quiero ver el mundo arder mientras todos se va en tu contra— ironizó con una sonrisa malévola.

Rose quien se percató de ello miro hacia adelante y efectivamente, todo aquel grupito que hace unos minutos acompañaba al azabache no hacia otra cosa que verla de mala manera.

—Mira Riddle. Agradezco que quieras ver como todos se van en mi contra pero créeme que no estoy de humor ni para tus jueguitos ni los de nadie.

Por un momento tuvo aquella necesidad de jalarse los cabellos por la frustración que aquel tipo le causaba, no lo soportaba ni un poco y eso que no tenían mucho de conocerse.

—Hagamos un trato Weasley— inició suavemente el mago. Rose lo miro de mala manera y bufó.

—Es Granger, Riddle. Y no creo que hacer tratos contigo sea algo bueno— inquirió la pelirroja.

Por su parte Tom, haciendo caso omiso a la pelirroja se aclaró la garganta y se acercó lo más que pudo— si me cuentas tu secreto, yo te digo el mío— murmuró en su oído. Sintió un extraño escalofrío recorrer todo su cuerpo. Pero no se iba a dejar intimidar por aque chico, ya no quería cometer los mismo errores.

Así que con un empujón lo alejó de ella mientras hablaba entre dientes— ni yo tengo secretos, ni tampoco confío en Ti. ¿Porque no te vas con tus admiradores y a mi me dejas en paz.?

—Porque ellos son aburrido y tú una gruñona— con indignación la pelirroja lo miro, aguantando esas ganas de lanzarle un hechizo

Su sonrisa arrogante comenzaba a sacarla de sus casillas— Y mientras no te vayas de aqui, yo seré bruja muerta— ironizó.

Con un suspiro el azabache dejo por primera vez de un lado su libro y dirigió una mala mirada a todos aquellos que observaban mal a la pelirroja, quien con cierto temor bajaron y miraron hacía otro lado.

—Listo Granger. Ahora que ya tenemos esta privacidad, debes contrarme tu secreto. 

—Ya te dije que yo no tengo......

Con encanto el mago colocó la punta de su dedo índice sobre los labios de Rose— muy señorita Granger, yo le diré mi secreto.— acerco su rostro una vez más al cuello de la pelirrojo y soltó en un murmullo— sé legemerencia.

—Eso es imposible Riddle. Y si me permites, déjame en paz.

—¿Porque huyes?— cuestiono con sincera curiosidad. Rose lo miro, abrió la boca para decir algo pero la voz de Tom la cayó — ¿Quién te lastimó tanto para que un par de brillantes ojos perdiera ese brillo?

Por unos momento quiso decir 《mi familia》 para aquello sólo seria regresar a la crueldad que alguna vez su vida sufrió. Negó y miro hacia adelante.

—Nadie me hizo nada. Simplemente las amistades son algo hipotéticas, se nombran así pero nunca son lo que dicen— finalizó. Sintió un gran alivio ante la llegada del profesor de magia contemporánea. Podía sentir la mirada de su compañero no deseado a su lado, le intimidaba y horrores pero algo en su interior le decía que él no podría hacerle más daño del que ya había sufrido.

Por su parte, Tom intentaba descifrar por si mismo la razón por la cual se había vuelto así, desde la primera vez que paso aquel abrazo secreto entre los pasillos la intigra que sintió por esa pelirroja se volvió grande.

A pesar de crear distintas teorías sobre el pasado de la joven, prestaba atención y respondía todo lo que su profesor le preguntaba. Las relaciones que ella reflejaba ante los demás era una completamente antisocial y sumando lo que hace unos momentos podía deducir que una traición había de por medio por una persona muy querida ante la pelirroja.

Finalizadas las clases observó como todos recogían sus cosas y salían del salón, sintió el aire regresar a ella una vez que Riddle salió con aquel grupo de seguidores. Saco algunos pergaminos e inició por hacer su tarea, ya que ese día su tío Charli le presentaría a la mujer que se había robado su corazón y sería otra señora Weasley. Tenía tanta curiosidad por conocerla ¿Cómo pudo domar a ese libre corazón de Dragon? La tranquilidad combinada con esa emoción, sólo lograban darle un cosquilleo de buen humor. Las cosas cambiarían, estaban cambiadas ante ella y los demás. Una vez  terminado sus deberes guardo sus cosas en su mochila para ir a casa.

Ante los vacíos corredores y pasillos podía deducir que era la última alumna en salir del Castillo escolar, tal vez habrían algunos en los alrededores del jardín disfrundo del clima o tal vez jugando quidditch. Giro a la izquierda esperando recorrer un rato ella misma los alrededores del monumental edificio, pero se vio interrumpida una vez que alguien la interceptó y pegó contra el frío muro oculto entre dos estatuas.

Miro al causante de ese acto, haciéndola rodar los ojos. 《¿De nuevo este imbecil?》 se pregunto.

—Si, de nuevo yo. Y no soy ningún imbécil.— bufo sombrío.

Rose lo miro con molesta, no era la primera vez que pasaban por eso, aun recordaba muy bien el día en que se conocieron y la manera sombria en que él había tomado. Y a decir verdad no le apetecía volverlo a vivir.

—Riddle, tengo cosas que hacer como te lo dije en clase. No tengo tiempo para tus juegos— demandó ella.

—¿Y que tal si yo deseo jugar señorita Granger? Nadie me dice que no y aun debe contarme su pequeño secretito ¿recuerdas?

Sentía su cuerpo tensarse, ¿Porque rayos no alcanzaba la varita?

—¿Tienes miedo Weasley?— se removió un poco ante la frescura que su aliento había envuelto a su oreja.

—No— se sentía arrinconada, incómoda e intimidade pero no tenía miedo. O por lo menos a él no.

De repente todo en su cabeza comenzó a dar vueltas y lo que alguna vez quiso olvidar regreso desde lo más profundo para verla hundirse una vez más en sus entrañas.

—Yo más bien confío en que papá hechizo al instructor para que le diera el permiso.— comentaba una pequeña pelirroja que iniciaría su primer año en Hogwarts, ocasionado así la risa de los adultos.

—Recuerda sin importar a que casa pertenezcas, siempre te querremos— decía una castaña a su pequeña hija pelirroja.

Un pelirrojo que de igual abrazaba a la pequeña junto con su otro hijo, ligeramente se separó y comentó— pero si quedas en otra casa que no sea gryffindor te desheredare.

—¡Ronald!

—Recuerda Rosie sí te casas con malfoy tu abuelo Arthur Nunca te lo perdonará.

—Mi nombre es Scorpius, Scorpius Malfoy.

—Rose, Rose Granger Weasley.

Caminaba por el pasillo del alargado corredor, James le explicaba ciertas cosas que aunque eran más que obvias a su primo le gustaba hacer de guía.

—La familia está para apoyarse Rosie, para estar unida— sonrió a lo que la pelirroja correspondió ya que eso era el idea con la que habían sido educados. 《La familia primero》— pero gracias a que los compartimientos no son lo suficientemente grandes, nos vemos obligado a usar un pequeño hechizo— dijo con inocencia cosa que provocó la risa de la pelirroja

Todos tenían aquel primer temor de su única selección de casas. Las caras parecían un tanto aterradas, en los botes muchos perdían a sus conocidos y para bien o para mal, ella y su primo Albus habían sido uno de ellos.

—Mi nombre es Rose, Rose Granger Weasley

Scorpius Hyperion Malfoy— unas estruendosas carcajadas se oyeron entre ambos, mientras las malas miradas se posaban sobre ellos.

Sin embargo, de un día a otro las cosas habían cambiado por completo dando así un giro de 180 grados a uno de 360.

Lo siento mucho James, en verdad lo siento.— lloraba la joven con verdadera culpa.— yo no quería que Lils cayera, fue un accidente.

Con un suspiro, el joven negó— tranquila, será mejor que vayamos al vagón después de todo seguimos siendo familia ¿no?— sonrio. En ese momento la pelirroja Granger miro un poco extraña que su primo le obsequiaba. Era una mezcla de indecisión con algo que ella no podía adivinar. Sin embargo con tal de estar bien con su familia de nuevo, lo dejaría pasar.

Retomaron su camino hacia el compartimiento donde seguramente estaria toda su familia, el galán de su primo le abrió la puerta con caballerosidad, casa que hizo sonreír a la joven.

—Ay! Me pica— la pelirroja Granger había sido víctima de los polvos pica pica, echados por todos los presentes en aquel vagón. Todos los primos reían ignorando la ayuda que la joven pedía, lo único que importaba era que Rose había lastimado de nuevo a Lily.

Se encontraba rodeada por sus primos, junto a los que ahora llamaban amigos.

—¿Sabes porque no te queremos? Porque eres una maldita rata envidiosa— dijo jalando tan fuerte la manga de su túnica resgarrandola en el momento 

—Porque ere la oveja negra de la familia— siguió Molly II arrojandole unos más polvos pica pica pero esta vez al rostro, ocasionando una gran picazon en los ojos de Rose.

—Me duele! Por favor ayudenme— lloro la pelirroja rascándose y tratando de echarse aire en ellos. Pero nadie la escuchaba todos reían

Nunca será parte de esta familia decreto Roxanne quien con un movimiento de varita la expulsaba de ahí.

Todo se había derrumbado para ella, de ser el orgullo había pasado a ser lo peor que pudo haberle pasado a su famosa familia. Quería parar, ya no deseaba recordar más pero sus voluntad parecía quedar en un segundo plano.

Nunca creí que pudieras decepcionarme tanto Rose. Lily nunca te ha echo mal, ¿porque tu debes hacérselo a ella? ¿No sabes el termino "familia"?— inicio su madre. siendo menor que tú puede comprenderlo a la perfección y no hacer tantos lios.

¿Algún día dejarás de ser tan egoísta? le había dado la espalda cuando él prometió siempre apoyarla.

—¿¡Porque te empeñas en lastimar a Lily?! Todos tenían razón, siempre fuiste tú la mentirosa.— gritó Albus muy enfadado.

Cada palabra le dolía más que mil crucios.

—Eres la peor persona del mundo, jamás serás nada. Eres una mentirosa, yo confíe en ti. Y resultaste ser la basura a la que siempre defendí- Scorpius la miraba furioso mientras Lily lloraba detrás de él. no te acerques mas a Lily ni a mi.

Las miradas reprobatorias de sus tíos: Ginebra, Bill, George, Fleur, Angelina y la esposa de su tío Percy

—Rose, ¿podrías comportarte por favor? Estamos comiendo— se escuchaba molesta su madre.

Ella ya no era importante para la familia. Para ellos, a los que una vez digeron que la querían sólo era importante una persona.

—¿Sabes que podrías hacer?— preguntó el ser más dulce que piso alguna vez la tierra— desaparecer para siempre de nuestras vidas. Nadie te quiere y tampoco te necesita ¿Sabes porqué? Porque todos dicen que tú sólo quieres ser una copia barata de mi. Y nunca,  pero escucha bien Rosie— decía cerca de su oído mientras acariciaba con dulzura la espesa melena de la pelirroja mayor—Nunca serás como yo.

Ella siempre trato de proteger a su prima menor, pero al parecer ella tenía otros planes.

¿En verdad eres mi hermana? Con esa cara de troll no lo creo— reía mientras le daba un espejo para verse. Su piel era verdosa con la pegosidad moco de troll  y sus labios morados— no sólo eres una envidiosa, así como eres fea por fuera también eres horrible por dentro. Si no quieres más jugó de hipogrifo deja en paz a Lily.

De la misma manera que sintió cuando el entró en su mente, sentía ahora que salía,  un terrible e inevitable golpe en la cabeza más rápido que una bludger rodando el campo.

Tom quien por fin pudo comprender el porque era así, la miro directo a sus cristalinos ojos azules. Su rostro estaba empapado ante las lágrimas que él mismo le ocasionó cuando revivió todo ello. Por su parte Rose ya no podía hacer nada más el azabache ya lo sabia todo

—Listo, haz ganado. Ya sabes mi secreto. Adelante, ríete— dijo dolida girando la cabeza para no verlo, en cambio, abrió mucho los ojos una vez que sintió como el azabache la abrazaba y recargaba su cabeza en el borde de su hombro.

Aquella primera vez no supo la razón por la cuál lo hizo pero esta vez si que estaba seguro de porque lo hacía. La tristeza, desolación, la vulnerabilidad y fragilidad que desde hace tiempo vivían en su azulada mirada lo demostraban. Rose Granger Weasley estaba al borde del abismo así como él lo estuvo hace algún tiempo. Porque ella estaba en ese lugar por la misma razón que él: en busca de una nueva oportunidad.

—Te creí más inteligente Granger

—Debo irme— dijo dispuesta a marcharse de ahí pero Tom no parecía ceder—Sueltame Riddle.

—Debes dejar de huir. Lo que te hicieron fue una traición cruel, pero no porque ellos sean así significa que todos los serán.

Él no entendía, claro ¿Cómo iba a saberlo, si no había pasado por la misma situación que ella?— tú no sabes nada Riddle. Siguete con tu estúpido club de fans.

se escuchaba bastante molesto y no sabía porque. Su voz siempre sonaba fría, aunque a veces eso cambiaba con ella. Sin embargo esta vez era seco y frío.

—¡Vamos Granger! no creí que sólo pensarás con los ojos. No eres la única persona que tienes  problemas en el mundo, no eres a la única que han lastimado.— su voz fría ya no soñaba tranquila, sino, molesta— Hay miles de personas que ha sido igual o más lastimadas que tú.

Rose no tenía palabras para lo dicho por Riddle. Se encontraba por completo confundida. 

—No porque te hayan lastimado antes, significa que todos los demás lo harán. Sí continuas cómo lo has echo desde que llegaste porque les demostrarias que lograron acabar contigo. Y por lo que Charlie dice de ti, me resultaría decepcionante saber que lo hicieron.— ¿Acaso conocía a su tío? ¿Cómo? ¿Dónde? Eran varias cuestiones que rondaban en su cabeza.— Todo tiene solución excepto la muerte y por lo que veo, tú no estas muerta.

La pelirroja no podía evitar sorprenderse cada vez más ¿él realmente le estaba diciendo todo eso?

—Los Longbottom están muy preocupado por ti. Dime ¿ellos también te hicieron daño?— negó— entonces porque te alejas de los que quieren ayudarte.

—Riddle, debo irme— sabía que tenía razón, sin embargo el miedo a que las cosas volvieran a ser igual era mucho más fuerte. Hizo afán por empujar al joven pero su cuerpo que la seguía aprisionando era más fuerte que sus ganas por alejarlo.

Escucho pasos acercándose a ellos, 《oh no》 ¿Qué pensarían cuando los vieran así?

—Riddle, los profesores ya están por salir— sintió un gran sonrojo en el momento que aquel chico dirigió su mirada hacia ella. Era casi tan alto como el azabache, de tez apiñonada (aunque un poco más claro que su primo Fred II), castaño y de ojos verdes.

—Gracias Fawley— dijo Tom alejándose un poco de la joven pero tomandola del brazo. El castaño se acercó a ella y comenzó a secar las lágrimas de la pelirroja.

—Mi nombre es Matthew Fawley, pero puedes llamarme Matt.

—O molesto, ese le queda mejor— dijo Tom rodando los ojos mientras el castaño reía.

—Sabes que me amas Tom.

Soltó una maldición— No sé quien es peor, si tú o el imbécil de Sirius.

—No, lo que pasa es que tú y Regulus tienen cero sentido del humor. Oh lo siento, dulce dama.

Beso los nudillos de la pelirroja.

—Nos vemos mañana Fawley, no hagas ninguna estupidez. Vamos Granger.

—¡Ey!— se quejó la pelirroja.

Tom rodó los ojos de nuevo u explicó— haber señorita sabelotodo, vamos tarde con Charlie. Y si no nos apuramos capaz que Delphini me mata.

—¿Delphini?— pregunto la pelirroja confundida.

—Si. Mi madre, la novia de Charles Weasley— nunca se lo hubiera imaginado. Su tío Charlie era novio de la hija de Lord Voldemort.

Entraron a las chimeneas del colegio, las cuales sólo tenían acceso los profesores y el delegado así como prefectos. Y así rápidamente llegaron a la chimenea de Charles Weasley.

—¡Rose! ¡Tom!— salió el pelirrojo hacia la sala para recibir a ambos adolescentes mientras era abrazada por su tío vio como una mujer rubia con las puntas anuladas se acercaba a Tom y lo abrazaba pero este a pesar de corresperle la emoción no era la misma que la de la mujer, que sin duda era muy hermosa.

—Rose, te presentó a mi futura esposa Delphini Riddle— había orgullo y felicidad en las palabras del mayor.

Delphini se acercó a ella y envolvió en un cálido abrazo— mucho gusto Rosie. Charlie me ha hablado mucho de ti. Y espero que seamos grandes amigas, así como que mi hijo se haya comportado bien.— un bufido.

La puerta se abrió, dejando ver a dos pares de siluetas más.

—Sé que has bloqueado la chimenea para todos en la madriguera pero ¿porque igual para nosotros, tío?— pregunto la rubia.

Un peliazul se quito el abrigo— ¿A que no sabes lo que ha pasado en la madriguera?— pregunto alterado; hasta ver a los visitantes—Riddle— escupió.

La cena paso tranquila, a excepción de algunas miradas furtivas de cierto peliazul que no dejaba de ver a los Riddle con despechado. Cansado de aquella situación Tom dejo los cubiertos al borde del plato y lo confronta.

—¿Podrías parar? Se te saldrán los ojos si nos sigues viendo de esa forma.— su voz sonaba pasible pero había algo en él que daba un toque sombrío. Con sorpresa los demás presentes miraron a ambos chicos quienes en el iris podían detectar una palabra 《Retame》

—Tom, tranquilo. Puede que tenga motivos— susurro la rubia azulada intentando calmar las cosas. Sin embargo, debía saber que Tom Riddle no dejaba zanjadas las cosas rápidamente.

—¿A sí? Te invito a que nos digas cuáles son esos motivos.— ofreció de manera educada el azabache mientras daba un sorbo de su vaso.

—Fácil. Su gente asesinó a mis padres y a muchas personas— hablo el peli azul entre dientes.

Conservando aun su tranquilo semblante tomo el cuchillo y tenedor mientras rebanaba su pedazo de carne y se lo llevaba a la boca, hizo un gesto que indicaba que estaba deliciosa y después lo miro directo a los ojos— ¿Encerio?— pregunto dando una mordida— Porque yo no recuerdo haber echo tal cosa, es más yo ni siquiera había nacido. Y bueno, a Delphini la ocultaron por casi toda su vida salió hasta el termino de la guerra y tampoco la paso muy bien que digamos. Así que el término de "nuestra gente" está fuera de lugar. ¿No te parece? 

Con los puños aparentando los cubiertos cuestionó—¿Y quién me dice que no son como él?— escupió— que no tratarán de vengar la muerte de voldy o que no siguen sus ideales.

Teddy Luppin estaba perdiendo los estribos y Delphini solo trataba de detener esa absurda conversión, siendo Charlie quien se lo impidió. Debía entender que no era su culpa las cosas que estaban en el pasado.

—Bueno, no te hemos matado a ti y tampoco esclavizado a los no mágicos ¿cierto? Esa podría ser una señal. De acuerdo, te pondré un ejemplo muy fácil.— miro a sus alrededores y tomó una vela— ¿Qué es esto?

—Una vela— respondió obvio.

—Bien Luppin. Ahora ¿con que esta hecha la vela?

El peliazul rodo los ojos pero gracias al pisotón que su novia le brindó respondió de nuevo— con cera.

—¡Estupendo! Tu inteligencia me sorprende. Ahora ¿Qué otras cosas puede hacerse con la cera?

—¿A donde quieres llegar?

—A una conclusión, responde Luppin que comenzaras a decepcionarme si no lo haces.

Bufo— velas, figurillas, algunos cosméticos muggle......

—Estupendo! Con eso es más que suficiente. Que inteligente.— su voz aterciopelada combinaba a la perfección con su fina postura y si intimidante semblante.

—¿Todas esas cosas tienen el mismo uso?— Luppin movió la cabeza negando— ¿Pero están hechas con lo mismo?— asintió— Sí estan hechos del mismo material ¿porqué no pueden tener el mismo uso?

—Riddle, no por estar estar elaborados con cera significa que deben tener el mismo uso.  Cada uno es diferente a pesar de estar echos con un mismo material...— de pronto cayó a lo que el chico se refería. La sonrisa de Tom estaba echa de triunfo, arrogancia y encanto; una extraña combinación que al parecer encajaba estupendo.

—Te pondré otro ejemplo igual de sencillo. Tengo entendido que tu abuela perteneció a la familia Black ¿cierto?- el peli azul asintió— los Black eran una familia muy estricta con respecto a las creencias de sangre. Ahora dime, tu abuela a pesar de haber crecido con ellos ¿fue igual?— el mago negó— ¿Sirius Black siguió a su familia?

—No. Ellos eran diferentes.

—Exacto. Mi nombre es Tom Marvolo Riddle Gaunt. Soy su nieto y ella su hija, pero ninguno de los dos es Voldemort, ¿somos descendientes de él? Si, pero ¿eso nos hace ser igual?

Volvió a beber un sorbo de su copa con tranquilidad— Estoy cansado de que todo el mundo nos vea como los malos. Así que esta lección puedes tomarla  como una renuncia a ser villano anticipado.— finalizó.

El metaformago no tenía ni la menor idea de que decir. Lo dicho por el azabache, era cierto. No eran culpables de nada, era injusto que los juzgará por algo que no habían cometido, ellos no eran él. Todo el comedor quedo en absoluto silencio, Delphini daba miradas de disculpas por la actitud de su hijo.

—Quizás debamos.......

—No. Tiene razón. Les ofrezco una disculpa.

—Descuida Tedd. Somos familia— sonrió con dulzura la rubia azul.

—Verdad, eres hija de Bellatrix— al escuchar ese nombre la pelirroja abrió los ojos con sorpresa y dirigió su mirada hacía Tom quien siguió con la cara arriba— muy bien entonces Tom es mi ¿primo?.

—Político— aclaró.

—Tom— regaño la rubia.

El joven sólo se encogió de hombros, permitiendo así que la velada continuar a con  bromas y risas por parte de todos los presentes. Miraba como cada pareja reía y se miraba de manera coqueta, vio como Tom se excusaba de manera educada y salía al patio, sin saber porque lo siguió.  Tal vez fuera por la incomodidad que radiaban ambas parejas o quizás porque quería preguntar, pero ella estaba detrás de el.

—¿De que quieres hablar pelirroja?— pregunto al sentí su presencia detrás de él. No contestó— Acaso ¿Estas enojada y buscas venganza por lo de tu madre?— pregunto dando la vuelta para quedar frente a frente. Las estrellas iluminaba aquella oscura noche, el viento resoplaba sobre sus rostros.

—¿Debería?— pregunto ella.

—No lo  sé. Tú dime.

La pelirroja suspiro— tú no eres  responsable por los actos que ellos cometieron, así que culparte por ello sería un error.

—Hasta que dices algo sensato— sonrio y miró el cielo. Con indignación iba a darse la vuelta hasta que lo escucho de nuevo— Así como yo. Tú no eres culpable de nada, deberías quitarte esa culpa que no te corresponde.— lo miro de reojo y noto que seguía observando el cielo, que el viento golpeaba su cabello y la luz de la luna iluminaba su fino y pálido rostro.

Se quedo clavada en su lugar como si algo la atreverá dirigió a Riddle toda su atención— te culpas para así justificar lo que te hicieron. Lo haces porque ellos decidieron sin ningún motivo que era tuya y sólo tuya. Lo sorprendente es que no veo odio en tus ojos, ni oculto.

De igual manera ella miro las estrellas y suspiro—Sin importar que siguen siendo mi familia, no podría odiarlos jamás aún cuándo ellos lo hagan— fue su respuesta. Una verdadera y sincera, Rose no odiaba a nadie tan sólo había rechazado la realidad que ellos le ofrecían.

—Eres mejor de lo que crees, deberías darte cuenta. Dudo que seas tan débil como para permitir que tu pasado afecte tu presente.

Bajo rápido la mirada y sus ojos se encontraron una vez más con los de él. Sentia un pequeño calor recorrer su cuerpo ¿Cómo alguien tan frío podía hacerla sentir algo así?

—¿Porqué haces esto?

—¿Hacer que?— estaba claro que no se la dejaría fácil.

—¿Porque quieres ayudarme?

Su mirada la tenía clavada en ella así como Rose la tenía en él— porque sé como se siente que te destruyan por dentro. Porque usted señorita Granger Weasley — con cada palabra daba un paso hacia la pelirroja, quien aunque quisiera apartarse no podía, sus pies se negaban— esta tan rota como yo hace años lo estuve— concluyó cuando apenas fueron un par de centímetros los que separaban a ambos.

No entendía a lo que se refería, hasta que Tom se alzó la manga de la camisa. Colocó amabas manos en su boca, evitando así que un grito saliera de ella. Era la calavera con la serpiente saliendo de su boca, la marca tenebrosa.

—Cuando era niño muchos hombres entraron a mi casa en busca de venganza. Lord Voldemort había matado a sus familias. Por lo que ellos querían venganza, mataron a mi padre delante de nosotros y a mí, me hicieron esto como recordatorio de quien fue el que causó mi dolor—Su tono no había cambiado, seguía hablando frío pero tranquilo.

Riddle tomo de su mentón y lo elevó, ocasionando que ambos cruzarán miradas una vez más— tienes lindos ojos. Sé que no soy el indicado, pero... déjame ayudarte. Permíteme enseñarte como unir cada pedazo que otros rompieron.

Fue en ese instante en el que supo que ya no podía más y rompió en llanto. Tom por fin la había soltado. No la abrazo eso aún era raro para él, lo único que atinó hacer fue acariciar su cabello.

Londres

Cerca de las mazmorras en lo más oculto de los pasillos un par de slytherins de segundo año, observaban entre risas y morbo una foto no tan vieja tomada antes de las vacaciones.

—Es una lástima que la zorrita no regresará ¿cierto Drake?

—Para ser la peste, su cuerpo estaba de.....— ver la manera en cómo mordia su labio e intentaba tocarse mientras veía la foto, no sólo era algo que lo asqueada sino que le causaba enojo.

Incendio— ante los ojos de los jóvenes la foto comenzó a quemarse.

Los chicos miraron furioso a la persona causante de tal acto, habia sido la única foto que habían podido salvar y ahora estaba echa añicos— que carajos te pasa Malfoy— exclamó furioso uno de ellos— era la inica que teníamos.

—Mejor, así no les irá peor— por un momento sintieron miedo ante el sombrío semblante que el rubio tenía, jamás lo habían visto así.—¿No les da vergüenza? Pudo  haber sido su hermana la que pasara por esto.

Sonrieron con sequedad ante lo dicho por Malfoy— Es gracioso, tú llegaste a hacerle cosas peores

Con un movimiento de varita Scorpius Malfoy los tenía levitando— pero yo no le hice eso. Y tampoco voy a permitir que idiotas como ustedes se burlen de aquella broma, malditos cerdos.

Salió hacia el jardín junto con ellos, poniéndolos en la parte más alta del castillo mientras el elástico de sus calzoncillos eran los que los detenían.

Era una gran impotencia la que aun se encontraba en su cuerpo, era un imbécil, un idiota peor de los tipos que se hallaban colgados de su ropa interior. Pero lo echo ya estaba. Subió hacia el despacho de la Directora para recibir su castigo merecido. Aunque su castigo fue muy grande no se arrepentia porque ver como se manifestaban en la foto de Rose le dio tanto enojo que lo volvería a hacer una y mil veces si volvía a escuchar algo relacionado con ello. 

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