V

La calidez inesperada en su cabeza hizo que su nariz se frunciera un poco en reacción, el hormiguero de incorfomidad pasaba por su columna haciendo que su cuerpo se moviera un poco en busca de otra forma de dormir sin problemas.

Su brazo estaba entumecido e inamovible, la sensación de incomodidad provocaba que fuera perdiendo poco a poco su agradable sueño. Lentamente sus parpados se abrieron evitando de que sus ojos sintieran dolor, su inconfundible techo llenos de postres de su banda favorita hicieron que sus pensamientos se posaran en estos.

Una sonrisa involuntaria adueño su adormilado rostro pero fue remplazado por una mueca de dolor al tratar de estirar su mano hacia sus amores platónicos. Giro su cabeza a un lado quedando enternecida con la escena de Gohan agarrada de su brazo chupando de su dedo.

Trato de tocarlo pero estaba inmóvil, su ojos de ternuran fueron cambiando a una de seriedad al ver al sayayin muy apegado a ella, demasiado, su pierna estaba sobre su estómago y su brazo descansaba de hombro a hombro dejando que su pecho aplastara, sin hacerle daño, su brazo izquierdo. Explicando por su falta de movilidad de su propio cuerpo.

Su intento de levantar el brazo de su pecho fue fallido al ser el peso de este que lo evitaba. Su pierna era el mismo caso.

-... Goku... -no podía girar su cabeza al peli-palmera, debido a que sus caras quedarían muy juntas y eso lo evitaba, sabiendo que sucedería en ese momento- Goku necesito hacer el desayuno... -

-...- sin respuesta de parte de él, fingiendo estar dormido aprovechando el momento que desde su niñez nunca se pudo repetir.

- Milk debe estar muy enojada porque Gohan no llego a casa... -no lo quería admitir, pero cada vez que TN decía algo siempre ocurría.

- ¿Qué harás para comer? -sin abrir sus ojos estrecho el cuerpo de la chica hacia el sintiendo el agradable calor en su corazón y vientre.

- Depende... Si me sueltas -lentamente su agarre fue perdiendo fuerzas dejando que la chica pudiera mover su mano y poder disipar el hormigueo doloroso. El sayayin se sentó en la cama observando como TN acomodaba con cuidado a su hijo sin despertarlo, su acciones fueron echas con tanta precaución y cuidado que le hacia sonreír al verla comportarse con su instinto materno.

A pesar de la edad que tenía, sus acciones, su carisma e indudable inteligencia, la comparación con una Mujer adulta de años mayores era casi iguales, pero... Siempre había un pro y un contra en todo, sino el balance no estaría bien.
Su contra, era que su imaginación era igualada a una niña de seis años lo cual la llevaba a que en ocaciones se comportara como una.

Ella misma se decía que no podía madurar nunca, pero uno nunca puede llegar a hacerlo completamente. Si nos comportaramos como personas perfectas e inquebrantables ya no seriamos parte de la raza humana.

- Goku esta atento a que no se queme, despertare a Gohan... -Limpiándose las manos en su delantal prosiguió a dirigirse a su cuarto.

Al abrir la puerta vio como Gohan estaba en medio de la cama envuelto en las sábanas, se sentó en la orilla del colchón posando una mano en el hombro del pequeño moviéndolo un poco para despertarlo.

- Gohan... Arriba... -los párpados del pequeño se abrían con lentitud esperando encontrarse a su madre.

- ¿Mamá?... -su puqueño puño se refrego en su ojo tratando de aclararce la vista.

-...-el repentino congelar de sus pensamientos hizo que sus mejillas fueran adornadas con una enorme sonrisa- e-esta el desayuno... -aun con su sonrisa acaricio la cabeza del niño.

- a-am... Tia TN -su colita se movió al sentir la muestra de cariño proporcionado por su Tía.

La chica lo levantó dirigiendoce al baño con Gohan en brazos para poder asearlo un poco antes de que comiera.
Secando su rostro pudo ver como el pequeño híbrido sonreía a par que la mayor.
Saliendo de la habitación un olor a humo inundo la fosas nasales de ambos haciendo arrugar sus narices en desagrado

- No puedes ser... -a paso rápido se dirigió a la cocina lista para agarrar el extintor, pero se quedo confundida al ver que la comida ya estaba servida en todos los recipientes de su estante.
El sayayin estaba colocando los últimos tazones de arroz en la mesa sin preocupación- Gohan, tu también oliste eso, ¿Verdad? -el pequeño asintió mirando a su padre quien estaba confundido por las miradas de asombro de parte de ambos.

- ¿Qué sucede? -levanto su seja haciendo reacionar a sus espectadores.

- Supongo que nada -sentando a Gohan en una silla sin aprtar la mirada de confución del peli-palmera, le sirvió la comida cada vez que terminaba de comer.
El sonido de los palillos y los tazones era lo único que se podía escuchar, aunque ella ya estaba acostumbrada no evitaba el echo que se le era incómodo que comieran con esa velocidad. Mientra que ella daba un bocado los dos daban cuatro o simplemente se terminaban el platillo completo- Por lo menos dejenme los tazones... -se detuvieron a mirarla para luego mirarse mutuamente y reírse de sus acciones, aunque no los detuvo a seguir con su ritmo de comer.


- ¡Andando! -gritó impaciente arriba de la nube esperando a su hermano que no salía de su casa.

- ¡Espera! -gritó tratando de esconder los recipientes quemados en una bolsa que no fuera transparente- espero que no se de cuenta... -dijo mirando nerviosamente el objeto estropeado por él, durante su tiempo de tratar de que no se quemara la comida que le fijo TN se encargara.

Evitando que la Peli-(c/p) mirara la bolsa se subió a la nube para comenzar dirigirse a su casa.
Llegando a la montaña Paoz se pudo distinguir su hogar con las luces apagadas y en silencio.

La primera en bajar fue TN con Gohan en brazos, rapidamente tocó la puerta esperando a que Milk abriera, lo cual sucedió. Una furiosa mujer la miraba con ojos de oscuridad total.

- Buen día Milk, se nos hizo tarde anoche y no po-...--Con velocidad le quito al pequeño de su brazos dándole la espalda y cerrándole la puerta en la cara-... adiós... -soltó un suspiro agotador girándose a ver al mayor quien estaba nervioso.

- V-volvere en la tarde... -trago saliva nervioso al pensar lo que sucedería si entraba- Vamos... -le extendió la mano a la oji-(c/o) para ayudarla a que se subiera a su transporte lo cual lo aceptó, alejándose de ese lugar partieron al hogar de la chica.

- ¿Huh?, ¿Qué se te cayó? -preguntó al ver como un punto negro caía entre los árboles debajo de ellos.

- N-no se me cayo nada, hehe, ¡¡Haayy!! -El peli-palmera traspaso la nube callendo de picada al suelo Mientras gritaba.

-... ¿Eso sucedió?... -se preguntó a si misma mientras dejaba al sayayin atrás, soltó un suspiro mientras acariciaba la nube delicadamente- por favor nube volvamos a ver si esta bien, por favor. -suavizando su voz le pedía a la nube quien acato su pedido volviendo al lugar donde se había caído el sayayin.

Bajó la velocidad empezando a buscarlo con la vista, pero no se veia nada mas que hojas y árboles.

- ¡Goku! -su grito hizo que la parvada de aves que descansaban en las ramas salieran volando soltando algunas plumas en el proceso

- ¡TN! -la nube descendió al suelo para dejar que bajara tranquilamente, se despidió de esta viendo como Se perdía de vista- ¡TN!

- Que escandaloso -susurró escuchando como el peli-palmera se asercaba corriendo, seguro que se lanzaría a ella en cuanto la vea. Se giro al árbol para después mirarlo detalladamente notando que se podía escalar- espero no estar oxidada... -con algunos inconvenientes pudo subir a una rama encondiendoce entre las verdes hojas.

Tal como esperaba, Goku pasó corriendo de largo sin darce cuenta de donde estaba, al escuchar sus pasos alejarse se iba a bajar de la rama pero se le vio imposible al ver como un dinosaurio se quedaba parado al lado del árbol, sin emitir sonido se sentó comodamente esperando a que de alejara pero este simplemente se escho debajo de sus pies en la sombra del árbol.

- Una cucharada de mi propia medicina... -susurro mirando como el Dinosaurio Rex se quedaba dormido


Horas y horas pasaban pero el Rex no se despertaba y ella se estaba cansando de eso, en cambio el calor no ayudaba, decidida se saco su abrigo el cual al dejarlo en la rama esta se callo al suelo- ¡Maldición! -rápidamente se tapó la boca al ver como la criatura se removía.

La hora del almuerzo había pasado y su estómago pedía ingerir alimentos, sus piernas se estaban cansando de estar en la misma posición, acomodandoce como pudo decidió dormir un poco para ver si así al despertarse el Rex se haya ido.

Tratando de no pensar en nada más para que el sueño la envolviera y relajara su cuerpo, estiro su columna vertebral emitiendo algunos crujidos, dejándose llevar por el reconfortable abrazo del morfeo.

.....

Un escalofrío incomodo se paseo por su cuerpo, hizo un recorrido con sus manos por sus brazos sintiendo la clásica "piel de gallina".

Abrió sus párpados sin poder ver nada a su alrededor, el grueso ronquido del Rex la hizo despertarse por completo dándose cuenta de que era de noche y la criatura peligrosa estaba en el mismo lugar sin haberse movido ni un poco.

Con su abrigo en el suelo y su paciencia también, decidió bajar del árbol tratando de no provocar algún ruido que alborotara el ambiente calmado. Cuando sus pies tocaron la hierba, pequeñas luces emergieron de ellos, lurciénagas.

Al verlas quedó encantada al ver una escena totalmente proveniente de la madre naturaleza, cada paso que daba los insectos con luz volaban con lentitud alrededor de la zona. Imnotizada por este espectáculo olvido que había un depredador extremadamente peligroso detrás de ella quien estaba despertando poco a poco de su siesta, debido al hambre en las altas horas de la noche.

La peli-(c/p) seguía recorriendo la zona despertando a todas las lurciénagas a su alrededor, de verdad estaba disfrutando de ello, hace años que no podía relajarce de esa manera sin atenerse a las consecuencias, pero eso no era una excepción.

El temblor del suelo debajo de sus pies la hizo entrar en razón acordandoce del inconveniente, se giro rápidamente encontrándose como el rex venia hacia ella con toda la intencion de devorarle de un solo bocado.

Por instinto o por querer sobrevivir, empezó a alejarse de él a gran velocidad, saltó evitando tropezarse con las raíces de los árboles o algunas rocas. Los árboles se abrían estrepitosamente cuando el Rex corría detrás de ella.

- Mierda... Debí aceptar ir al gimnasio... ¡AGH! -Sujeto su garganta al sentir como insectos se metían en su boca escupiendolos al instante.

Los rugidos del depredador le avisaban que estaba mas serca de ella, su velocidad fue disminuyendo haciendo que en un salto su pies no subieran lo suficiente tropezándose en el acto, su rostro raspó en el suelo y sus manos también, su rodillas golpearon contra el suelo provocando un quejido de dolor.

Sin permitirse en pensar en el dolor se paro con la nariz, frente y mejillas raspadas brotando de ellas levemente sangre, su corrida bajo de velocidad al tener las piernas lastimadas.

- Kami-sama si haces que Goku llegue, te prometo que no lo evitare... -su orgullo recibió un doloroso golpe- ¿¡Encerio!? -

Su camino fue cortado por una abertura de gran anchura con agua cayendo, una cascada.

Se detuvo en la orilla mirando en la dirección del Rex y de la caída, decidiéndose si saltar o ser comida

Tuteando en su decisión saltó por la orilla mirando como el depredador gruñía furiosamente.

- ¡¡Madura Goku!! -como sus últimas palabras serró sus ojos esperando la zambullida de su destino.

Un dolor en su espalda creo la confución de que ya estaba muerta, pero no eran rocas ni agua.

- ¡Por fin te encuentro! -el entrecejo de la chica se suavizó pero nuevamente volvió a su estado anterior.

- Por desgracia estoy muerta -sin tener que abrir sus ojos sintió como los brazos del peli-palmera se acomodaban bien a su figura para sostenerla bien.

- ¡Entonces te resucitaré de boca a boca! -antes de que el sayayin juntara sus labios la chica le puso la mano en su cara evitando el asercamiento entre ambos.

- ¡Bien!, ¡Kami-sama sí me escucho! Ahora, ¡Quiero ser millonaria! -ignorando a su hermano miro al cielo esperando que aceptara su deseo.

- ¿Uh?... ¿Qué te paso en el rostro? -mirando atravez de los dedos de la chica pudo visualizar como pequeños hilos de sangre recorrían su cara.

- Sólo es un pequeño raspón... ¿Quieres comer Rex? -el sayayin se sorprendió por su pregunta pero acepto sin dudar- Excelente... -un sonrisa maliciosa junto con un brillo vengador hizo cambiar radicalmente su rostro.

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