Capitulo 30
Akko: ¿C-Casarme con Jun?
Raiden: Así es, está decidido, el está más que dispuesto a hacerlo.
Akko: Pero-
Raiden: Pero nada. Es tu deber seguir con el futuro de la familia Kagari.
Akko: No padre, no me casaré con él.
Raiden: ¿Disculpa?
Akko: Lo que escuchaste, me niego a casarme con Jun.
Raiden: ¿Y con quién piensas casarte? ¿Con la señorita Cavendish? Si haces eso, solo traerias deshonra a ambas familias, cosa que yo no permitiré, no dejaré que nuestra familia sea una etiqueta.
La castaña apretaba su mandíbula con fuerza al escuchar las palabras de su padre.
Raiden: No voy a dejar que arruines a la familia y tu futuro.
Akko: ¿Y crees que obligándome a casarme con Jun será lo mejor?
Raiden: Si, la señorita Cavendish, puede tener dinero y herencia de brujas, pero no aceptaré que te cases con una chica.
Akko: Te dejaré muy en claro algo padre... Yo me casaré con Diana Cavendish te guste o no.
Raiden: ¿Así que piensas tirar todo lo que ha echo tu familia a la basura? Dime Atsuko ¿Qué fue lo que hicimos mal para que terminarás enamorandote de una chica?
Akko: No hicieron nada malo, esto fue un sentimiento que tengo hacia ella, sentimiento que no voy a ignorar aunque tú me lo pidas.
Raiden: Eso ya lo veremos, mañana mismo iremos por ti y regresaras para casarte con Jun.
Akko: Adelante, ven, quiero decírtelo frente a frente que me casaré con Diana. (Finalizó Akko, colgando con fuerza)
Diana que aún estaba escondida había escuchado todo, se sentía muy mal que Akko y su padre se pelearán por sus culpa.
Akko: Se que estás ahí Diana...
La rubia al escuchar su nombre, le dio un escalofrío por todo el cuerpo.
Akko: No sirve que te escondas..
Diana se dio a la vista de la castaña, quien veía el teléfono con mirada que reflejaba enojó pero también tristeza.
Diana: Lo lamento, no debí haber escuchado todo eso..
Akko: Está bien, después de todo, también se trata de ti.
Diana: ¿Es verdad lo que le dijiste a tu padre?
Akko: ¿Sobre qué?
Diana: Lo de casarnos..
Akko: Si, a caso tú... No quieres?
Diana: Ehhh, claro que me gustaría, pero... No me gusta que estés así con tu padre..
Akko: No lo podré hacer cambiar de opinión... Pero debe entender que esto es lo que yo quiero, no puede manipular mi futuro como si fuera suyo.
Diana: Entiendo..
La japonesa soltó un pequeño suspiro llamando la atención de la rubia.
Diana: Akko..
Akko: Dime.
Diana: Quiero que seas sincera conmigo.
Akko: Mmm?
Diana: ¿Aún me amas?
Akko: Por supuesto que te amo Diana, no sé qué haría sin ti.. (Tomando la mano de Diana con delicadeza) tú también me amas o solamente me búscate para saber cuál fue la razón de haberte dejado?
Diana: No lo sé...
Akko: Ya veo (Soltando la mano de la rubia) creo que te hice esperar demasiado.
Diana: ....
Akko se dio media vuelta dándole la espalda a Diana.
Akko: Deberías ir a descansar.
La rubia no lo dudo más y abrazo con fuerza a la castaña, la cual se exaltó un poco por el contacto.
Akko: ¿Diana?
Diana: Por favor, no me dejes, he estado bastante tiempo sin tenerte a mi lado, no quiero que me alejes de ti.
Akko se volteo y acaricio el sedoso cabello de la rubia.
Akko: Tranquila, no te volveré a dejar, me quedaré a tu lado.
Diana: ¿Lo prometes?
Akko: Lo prometo.
Diana: Gracias...
Akko: De nada mi Diana.
Ambas se dirigieron a la habitación de la rubia.
Diana: Iré a cambiarme.
Akko: Está bien.
Diana se fue a vestir, mientras Akko se acostaba en la cama, quedándose profundamente dormida.
Diana: Oye Akko...
La rubia al notar que estaba dormida, dio una pequeña sonrisa y la tapó con una cobija depositandole un beso en su mejilla.
Diana: Descansa Akko.
Diana se acomodo en la cama abrazando a Akko por la espalda.
Diana: Te amo Akko (Susurrando para si misma)
Pero cierta japonesita había escuchado las palabras de Diana, lo cual hizo que se formará una sonrisa en sus labios y así por dormir en los brazos de su amada.
AL DIA SIGUIENTE, EN LA MAÑANA
Ambas chicas seguían dormidas, hasta que el toque de la puerta despertó a la castaña.
Akko:¿Quien es?
Bernadette: Buen día Akko, quería saber si mi hija se había quedado contigo.
Akko volteo a ver a la rubia quien aún dormía tranquilamente, cosa que a la japonesa le causaba ternura.
Akko: Si, aquí está.
Bernadette: Ya veo, dentro de unos minutos estará el desayuno, para que bajen.
Akko: Entendido.
Dicho esto, la mayor se retiró y Akko pensaba como despertar a Diana de manera calmada.
Akko: Mmm.
Primero empezó a acariciar su mejilla hablándole a Diana,cosa que no funciono, empezó a moverla un poco, acto que provocó que la rubia moviera su brazo abrazando a Akko.
Akko: Ehhhh ( No sabía qué hacer, me ponía muy nerviosa estar tan cerca de Diana)
Diana: Mmmm.
Akko: ¿Diana?
La rubia comenzaba a abrir sus ojos mostrando el hermoso color de ellos.
Diana: ¿Akko?...
La castaña le dedicó una sonrisa.
Akko: Buen día Diana.
Diana acariciaba la mejilla de la japonesa, acercándose a su rostro.
Diana: Ayer nos interrumpió el teléfono..
Akko: Si..
Ambas acercaban sus rostros lentamente finalizando con un cálido beso. Pasando unos minutos se separaron por falta de aire.
Akko: Te amo Diana.
Diana: Y yo a ti mi Akko.
Akko: Jejeje.
La chica de ojos azules beso la nariz de la castaña.
Akko: Jejeje. Tú madre dijo que bajaramos a desayunar.
Diana: Está bien.
Ambas se levantaron y arreglaron para luego salir de la habitación y bajar las escaleras llegando al comedor.
Raiden: Ahí estás.
Akko: Padre...
Koemi: Hija.. (Corriendo hacia ella abrazando con fuerza a Akko)
Koemi: Me tenías tan preocupada.
Akko: Lo lamento mamá, te extrañe mucho.
Akko y su madre se separaron.
Koemi: Hola Diana, me alegra volver a verte
Diana: Lo mismo digo.
Jun: Hola Akko.
Akko: ¿Tú qué haces aquí?
Jun: Tú padre me pidió que lo acompañará para venir por ti.
Raiden: Exacto, así que ahora mismo empaca tus cosas para irnos.
Koemi: Amor, esto no es correcto, deja a nuestra hija elija su futuro.
Raiden: Ni de chiste, No dejaré que se case con Diana Cavendish!
Akko: Yo no dejaré que me obligues a casarme con Jun!
En eso llegan las hermanas Cavendish.
Daryl: Suficiente, ¿Qué le cuesta dejar que Akko ame a otra chica?
Raiden: Usted no se meta!
Bernadette: Está hablando de mi hija, esto también es asunto mío.
Raiden: Estoy harto de ésto.
Raiden toma con fuerza la muñeca de Akko, sin soltarla, empezando a caminar a la salida.
Akko: Para, me duele, no puedes obligarme a hacer algo que no quiero. (Soltando lágrimas)
Diana: Sueltela!
CONTINUARÁ
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