Capítulo 49: Antes del torneo
{{{Los personajes que aparecen en esta historia no me pertenecen, son de sus respectivos creadores, lo único que me pertenece es la historia}}}
+++ Anteriormente +++
"Espere un poco señor Potter", le llamó Bagman. Harry se detuvo y le miró. Sus amigos le lograron alcanzar y se colocaron a su lado forman una linea frente a las cuatro mesas de las diferentes casas, "¿Cómo se llamará su escuela?", le preguntó nerviosamente.
Por primera vez desde que su nombre fue llamado, Harry sonrió.
"Yo soy Harry Potter, y desde ahora hasta que termine el torneo pertenezco a la Escuela Liones", declaró con voz fuerte y clara.
Todos los que estaban parados a los lados de Harry asintieron, dando a entender de que ellos también son parte de la 'nueva' escuela.
Como uno, todos se giraron y comenzaron a caminar el resto del camino hacia la salida. Las grandes puertas del gran comedor se abrieron por si mismas permitiendo que las reencarnaciones salieran.
Cuando todos estaban afuera, las grandes puertas se volvieron a cerrar con un ruidoso sonido.
Sin mirar hacia atrás, los reencarnados se dirigieron hacia la entrada que conectaba al Boar Hat. Ellos tenían que hablar.
+++ Actualmente +++
Luego de llegar al séptimo piso y entrar al Boar Hat sin que nadie los detuviera y los notara, los reencarnados se acomodaron para hablar.
Neville se paseaba flotando de un lado a otro. Ahora que ya no estaban en Hogwarts no había la necesidad de ocultar su magia. Su furia era clara en su rostro.
"¡Esos imbéciles!", habló Neville mientras escupía las palabras. Él realmente estaba enojado.
Y no era el único.
Los gemelos fulminaban con su mirada a la pared en frente de ellos. Habían pasado años desde que el bandido dividido en dos cuerpos había sentido tanto enojo.
Y esta vez era justificado, después de todo a Ban no le gustaba que lo controlaran, su capitán sabía eso y no le respetaba ya que rara vez le ordenaba algo, siempre se lo pedía. Por eso, que en ambas vidas cada vez que alguien le ordenaba algo, siempre les devolvía el golpe de otra forma y nunca obedecía. Como Ban, lo hacía robando más de lo normal y como los gemelos Weasleys lo hacían con bromas.
Pero lo que lo enfurecía actualmente, era el hecho de que su preciado capitán y amigo ha sido obligado a participar en algo que no quiso entrar, sin importar que tan divertido se viera, con el fin de desacreditarlo y lo peor de todo es que él no podía estar a su lado en esta batalla. Sabía que su capitán podía cuidarse solo y que era muy fuerte, pero aún así se sentían como unos inútiles.
"Maldición", dijeron los gemelos al unisono con un profundo ceño fruncido.
Las hermanas Greengrass se acercaron y abrazaron a uno de los gemelos dándoles su apoyo silencioso. Se podía notar en la dureza de sus ojos que ambas estaban enojadas.
"¿Cómo se atreven?", preguntó una furiosa Hannah a nadie en particular. Sus puños estaban apretados con fuerzas mientras se contenía de regresar a Hogwarts y golpear con fuerza a todos los responsables del torneo.
Luna se encontraba leyendo uno de sus libros mientras se sentaba en una de las sillas del bar. Para cualquiera que no la conociera parecía como si estuviera concentrada en su lectura, pero era claro que sus fríos e inexpresivos ojos decían otra cosa.
"Será un placer destruir sus mentes", susurró Luna con una voz fría la cual nunca se escuchaba en ella.
Draco estaba apoyado contra una de las pared del lugar. Tenía los ojos cerrados. Pero claramente estaba molesto. Su mandíbula se apretaba con fuerza y se veía que estaba conteniendo su magia. Tal vez sea de noche, pero el fuerte poder de Escanor y el rebelde carácter de Draco no era una buena combinación para su estado actual.
Por otro lado, Hermione se encontraba sentada con sus brazos y piernas cruzadas. Su aura era la representación perfecta de la tranquilidad. Pero si miraras de cerca, te darías cuenta de la fría sonrisa que estaba formada en su rostro.
"Serán unos buenos voluntarios para mi nueva investigación", dijo Hermione mientras abría sus ojos los cuales tenían un brillo inquietante.
Mientras tanto, Elizabeth se encontraba mirando fijamente a Harry quién estaba detrás de la barra y servía varias jarras de cerveza. La preocupación superaba a todos los otros sentimientos que la diosa tenía actualmente. Ella también estaba molesta, pero el bienestar de Harry era lo primero, luego podía molestarse con las personas que metieron a su amado en un torneo sin el consentimiento de este.
Harry levantó la vista de lo que estaba haciendo y sus ojos se fijaron de inmediato en Elizabeth, "¿Puedes servir esto por favor?", le preguntó con suavidad a su amada mientras tenía una sonrisa en su rostro.
"Por supuesto", fue la inmediata respuesta de Elizabeth.
Hawk estaba en silencio observando a todos los presentes. Vio como Elizabeth les repartió la cerveza a cada uno de ellos. La molestia era clara en el ambiente, pero decidió no preguntar, claramente no era un tema que se podía hablar actualmente sin que alguien terminara enojándose más de lo que ya estaban. Así que Hawk, con paciencia, esperó.
Harry se encontraba bebiendo de su propia jarra llena de alcohol. El reconfortante ardor del liquido le ayudaba a concentrarse en otra cosa. En el exterior parecía muy tranquilo, sin embargo, en su interior estaba ardiendo de ira. Esos patéticos humanos se atrevieron a obligarlo a que participara en su estúpido torneo. Él odiaba que le ordenara. Él era libre y esos humanos le están tratando de quitar su libertad. Su demonio interior exigía la sangre de los idiotas.
"Pagarán a su debido tiempo", le susurró Harry a su demonio interior. Una mirada oscura y sádica apareció solo por unos segundos, pero la ocultó rápidamente. No se podía permitir ningún desliz.
Para distraerse, Harry se concentró en su amada Elizabeth que había terminado de servir las cervezas que le entregó.
Elizabeth al sentirse observada, levantó su vista, se encontró con los ojos de Harry y le sonrió. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Harry. Su ira fue momentáneamente olvidada.
"Confía en Elizabeth para aplacar mi ira con solo una mirada", Harry se burló de sí mismo.
"Bueno", habló Hermione llamando la atención de todos sobre ella, "Es hora de hacer planes", dijo con una sonrisa maliciosa.
Harry parpadeó con confusión.
"¿Qué quieres decir con eso Mione?", le preguntó Neville con clara curiosidad en su rostro. Su enojo temporalmente olvidado.
La sonrisa maliciosa de Hermione creció, "Oh~, ya lo verás~", le respondió con un tono muy dulce que no engañó a nadie.
Luna bajó el libro que estaba 'leyendo'. Usando su magia leyó los pensamientos de Hermione quién la sintió pero no la expulso, sino que incluso le envió todos sus planes. Sorprendida, Luna miró fijamente a su amiga. Luego, la misma sonrisa maliciosa que estaba en el rostro de Hermione se expandió en el rostro de la Ravenclaw.
"Creo que las tres escuelas se llevarán una gran sorpresa", fue lo único que Luna dijo.
Todos menos Hermione parpadearon aún más confundidos por el comentario de su amiga.
= Salto de tiempo =
A la mañana siguiente, Hogwarts y sus invitados se levantaban para comenzar un nuevo día. Curiosamente ningún Gryffindor había visto a Harry ni a sus compañeros de casa que habían salido con él la noche anterior. Tampoco había rastro de los que pertenecían a otra casa.
Esa es la razón de que se empezaran a formar tantos rumores, unos más insólitos que otros. Aunque las conversaciones más utilizadas era para saber la razón de porque Draco Malfoy de todas las personas salió junto a Harry Potter.
Teorías volaban de un lado para otro.
Los tres campeones que salieron seleccionados en primer lugar tenían un rostro desconcertado. Sus directores, profesores y compañeros se encargaron de contarles todo lo que había pasado la noche anterior.
La forma en que Harry Potter defendió su honor y juró por su magia que él no había puesto su nombre en la copa. También el cambio drástico y la creación inesperada de una nueva escuela.
Aunque se notaba que los tres estaban muy pálidos y que apenas comían. Muchos dedujeron que era porque les habían dicho lo que les ocurriría si no podían participar en unas de las pruebas.
Cedric se encontraba muy nervioso. Cada vez que alguien se acercaba demasiado a él o le hablaba lo asustaba. Al parecer se había vuelto muy paranoico con todo para no lastimarse ante de las pruebas y poder competir.
Fleur estaba alterada. Nadie le podía hablar sin recibir un grito de su parte y estaba propensa a ataques de histeria.
Krum tenía estrés. No paraba de hablar rápidas palabras en su idioma. Sus compañeros y fans no podían acercarse a menos de diez pasos de él sin que este terminara fulminándolos con la mirada o alejándose con rapidez.
Los tres campeones en si, estaban asustados. Ninguno de ellos quería perder su magia. Ahora se arrepentían de haber ingresado al torneo. Se habían reunido con anterioridad y los tres decidieron presentar cargos contra los organizadores por la falta de información. También habían estado buscando al cuarto campeón, pero ninguno tuvo suerte de encontrarlos en Hogwarts, aunque juraron que lo ayudarían lo más que podían para impedir que alguien tan joven y que le obligaron a entrar a un torneo peligroso en contra de su voluntad, perdiera su magia.
Actualmente, todos menos los reencarnados se encontraban en el gran comedor tomando su desayuno diario. El ruido y los chismes habituales de la mañana se expandían de un lado a otro. Incluso los profesores hablaban entre ellos. Todos se preguntaban dónde estaban Harry y su compañía.
Fue unos diez minutos después en el que todos se habían reunido en el gran comedor que las grandes y pesadas puertas se abrieron.
Como uno, todos se giraron hacia las puertas para ver quienes entraban.
Las mandíbulas de todos cayó cuando vieron a los recién llegados. Eran las únicas personas desaparecidas desde la noche anterior. Pero lo que hizo que todos se sorprendieran era el hecho de que no llevaban el uniforme de Hogwarts, sino un uniforme completamente extraño que tenía una insignia diferente.
"¡¿Qué significa esto?!", cuestionó Dumbledore levantándose de su 'trono'.
Harry levantó una ceja, "Son nuestros nuevos uniformes", le respondió con seriedad, "¿Acaso olvidó que representamos a una escuela diferente para evitar que Hogwarts tenga dos campeones y se cometa una injusticia?", le preguntó al director.
"Tiene mucho sentido. Si van a representar a una 'escuela' diferente, deben usar uniformes diferentes", apoyó Madame Maxime.
"¿Y qué pasa con su 'director'?", preguntó Karkarov con brusquedad aunque se atragantó con la mirada oscura y llena de promesas de darle una muerte lenta y dolorosa que le dio Harry.
"Ese no es ningún problema", contestó Hermione con una voz suave y una pequeña sonrisa en sus labios, "El director de nuestra escuela está un poco lejos, pero ya ha avisado que viene en camino", les informó.
"¿Y quién es este director del que hablan?", les preguntó la profesora McGonagall.
"Eso nuestra querida profesora---", comenzó George.
"--- es un secreto", terminó Fred con un guiño.
"¿Y qué ocurre con sus habitaciones?", les preguntó un preocupado profesor Flitwick.
"No se preocupe por eso profesor. Hemos construido nuestro propio lugar temporal", le respondió Luna.
"Tendremos que ir a ver ese lugar temporal para ver si es apto para que se queden", les dijo con firmeza la profesora Sprout.
"Por supuesto, no hay ningún problema", fue la respuesta de Hannah.
Todos los reencarnados compartieron una sonrisa secreta. La verdad era que su lugar temporal era el Boar Hat el cual habían trasladado a Hogwarts de forma invisible e insonora gracias a la magia de Hermione. Luego le hicieron visible cuando la mamá de Hawk se ocultó bajo tierra. También ocultaron las botellas de licor junto a los barriles y en su lugar pusieron decoraciones que no atraerían la atención ajena como fotografías de ellos o de sus familias.
También le pidieron a Hawk que se ocultara si veía a alguien más que no fueran ellos. Y con la ayuda una vez más de Hermione, ocultaron todas las cosas mágicas que no pertenecían a esta era en la dimensión alterna donde entrenaron al igual que los libros.
Se puede decir que Hermione y Luna no estaban muy contentas de tener que redecorar sus habitaciones, pero fue necesario para no llamar la atención.
Los nuevos uniformes fueron hecho por las chicas usando su magia. Elizabeth se emocionó al hacer el emblema que usaban en su antiguo reino.
Si alguien preguntara por la forma de la barra, les dirían que era para un mejor acceso para repartir la comida o alguna otra escusa que se inventarán en el momento.
"Entonces si no hay más preguntas nos sentaremos", dijo una sonriente Elizabeth.
Todos los de la escuela de Liones se sentaron en la mesa de Gryffindor. Draco y las hermanas Greengrass recibieron malas miradas de algunos Gryffindors, pero fueron ignoradas.
Cada uno comió poco ya que ya habían desayunado todos juntos, pero decidieron presentarse en el gran comedor solo por apariencia. Cada uno de ellos estaban en su propio mundo o hablando entre ellos ignorando a todos los demás. Con las miradas y los gestos se decían lo que realmente querían, después de todo, gracias a las aventuras que tuvieron en sus vidas pasadas había forjado un lazo de amistad muy fuerte.
Actualmente, ninguno de ellos necesitaba muchas palabras para expresar lo que realmente sentían. La diversión brillaba con claridad en los ojos de todos los reencarnados.
Continuará...
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Hola, un nuevo capítulo. Espero que les guste.
Si tengo falta en la ortografía, me disculpo.
Gracias por el apoyo que le dan a este fanfic.
Espero sus comentarios, opiniones y sugerencias.
Nos vemos, bye bye.
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