Finalmente había acabado, Eternatus fue derrotado, Rose capturado y los legendario de la espada y el escudo desaparecido. Víctor no podría estar más orgulloso de su desempeño pues lideró a Zacian en la batalla que junto a Hop y Zamazenta lograron ganar, regresando a Eternatus a la dimensión de dónde venía.

Lamentablemente no todo eran risas pues lo pokémon dynamax habían destrozado gran parte de Galar antes de ser frenados cosa que dejó grandes daños a la región.

Debido a esto todos los presentes se vieron obligados a quedarse en ciudad puntera consiguiendo alejo en un hotel que logro sobrevivir a la catástrofe.

Y así fue como Víctor termino en su situación actual, estando acotado sin poder dormir.

Le era difícil siquiera cerrar los ojos, pues a pesar de que en efecto todo había acabado, el estrés mental le había dejado varias secuelas al joven castaño.

Pensaba especialmente en esa última batalla, recordaba el momento en que debilitó al último pokémon del presidente Rose, en ese momento creyó haber ganado, nada más alejado de la realidad pues segundos después emergió Eternatus gigamax desde el cielo para horror de ambos héroes.

Recordó con horror como el pokémon dragón debilitó fácilmente tanto a su equipo como al de Hop, en ese momento se sentía avergonzado pues recordaba como Marnie y los demás se habían quedado para alejar a otros entrenadores, sentía que el sacrificio de los demás sería inútil por su culpa y estaba a punto de rendirse.

Afortunadamente ni el ni Hop se rindieron y con esto lograron ganarse el respeto de los pokémon de la espada y el escudo así derrotando al legendario.

Víctor se resigno a la idea de que no lograron dormir así que comenzó a usar su smart-rotom para pasar el rato repasando la fotos que había tomado en su viaje aunque se vio interrumpido por unos golpes en la puerta de su habitación.

Se acercó a abrir curioso de quién lo podría estar buscando a estás horas aunque aunque sus dudas se fueron en cuanto abrió la puerta y vio a una joven azabache envuelta en sábanas frente a el.

—Hola—. Saludo con una sonrisa a su novia.

—¿Puedo dormir contigo?—. Preguntó Marnie poniendo ojitos de cachorro a los que Víctor no pudo decir que no.

Ambos jóvenes se acomodaron en la cama del castaño, al inicio colocándose frente a frente estando un poco alejados pero la azabache acortó está distancia rápidamente y abrazo a Víctor ocultando su cara en el pecho de su novio. Esto extraño a Víctor pues usualmente el era el cariñoso entre los dos así que pensó que algo le pasaba a Marnie.

—¿Pasa algo?—. Preguntó mientras acariciaba la cabeza de Marnie.

—No puedo olvidar lo que pasó, cada vez que lograba dormir tenia pesadillas—. La voz de Marnie se oía apagada y temblorosa logrando preocupar a Víctor.

—¿Que pesadillas?—. Preguntó sonando preocupado.

—Sobre que hubiera pasado si lo legendarios no aparecían, lo que te podría haber hecho Rose—. Víctor alejo a Marnie de su pecho para mirarla a los ojos y al hacerlo vio que tenía pequeñas lágrimas que amenazaban con salir.

—Marnie nada de eso paso. Estoy bien—. Dijo determinado y mirando a los ojos de su novia.

—¡Pero pudo hacer pasado! Víctor tu podría haber...haber muerto—. Exclamó rompiendo en llanto finalmente.

Víctor seco algunas de las lágrimas de Marnie antes de hablar —Pero no lo hice y ahora estoy aquí. Contigo—. A continuación Víctor beso a Marnie quien correspondió con gusto.

—Aun así tendré que dormir contigo las próximas noches, solo para asegurarme—. Dijo volviendo a esconderse en el pecho de su novio.

—Sera un honor complacer—. Dijo abrazando a la azabache y cerrando los ojos logrando dormir finalmente.