Extra
—Me siento agotado. —le hablo a la nada, porque mi amado esposo no está en la cama, ni en la habitación— Diablos, ¿Ahora dónde te metiste?
Por fin logré que los gemelos se quedaran dormidos. Es casi medianoche y, supuestamente, luego de que durmieran New y yo pasaríamos un momento juntos. Nuestras tardes transcurren entre juegos y risas, pero eso nunca es suficiente para agotar la energía que tienen mis hijos, así que tenemos poco tiempo por las noches. Soy quien se encarga de llevarlos a la cama, pues sus primeros meses de vida, me los perdí, debido a las guardias en el hospital. Así que ahora quiero compensar a mi osito, por haberle dejado tan difícil labor.
Debo admitir, que a pesar de haber ayudado a Gun con Chimon, la idea de tener dos bebés al mismo tiempo es casi descabellada. Ahora, cada que New y yo tenemos momentos alocados —que son escasos— me aseguro de usar protección. —casi siempre—. Ambos tenemos miedo, de que el siguiente embarazo no sea doble, sino triple... y no.
Eso sí que no.
¿Qué sucederá con nosotros si...? NO, no, mejor ni pensarlo.
Todo es perfecto ahora.
Miro el reloj, para cerciorarme de que no vi mal, antes, y definitivamente son pasadas las doce y New no está por ningún lado.
Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina. No hay una sola luz encendida en toda la casa, pero no puedo creer que New haya salido, sobre todo porque afuera está lloviendo.
Abro la puerta del despacho de New y todo está en tinieblas, tampoco está aquí. Estoy a punto de cerrar, cuando...
—Hola, soy New —enciende la lámpara esquinera, me mira y sonríe, poniéndome nervioso— Vienes a consulta ¿cierto?
—Eh... —dudo, pero si quiere jugar, pues quien soy yo para quitarle las ganas— sí.
—He leído tu historia clínica... —no presto atención a sus palabras, sino a su completa y descarada desnudez— parece que necesitas inmediata atención. —Por supuesto que la necesito, después de verlo en ese sillón, con las piernas abiertas y acariciándose la polla— Tay ¿Verdad? —Asiento como un tonto, tragando en seco y sin quitarle la mirada a su polla erguida.
A pesar del embarazo y lo subidito de peso que está, no puedo negar que New está como quiere y me llena de placer poseer su cuerpo con todo y las perfectas imperfecciones que le quedaron en la piel, cuando su vientre fue la habitación de lujo que Frank y Pluem, ocuparon por nueve meses. Su perfecto cuerpo, nunca deja de hacerme babear y robarme suspiros.
—Si —digo casi en susurro y él vuelve a sonreír.
—Y bueno ¿Cómo te sientes hoy, Tay? —Me pregunta.
Pienso una respuesta rápida e inteligente, pero demonios, lo único que se me viene a la cabeza lo digo sin siquiera procesarlo.
—Pues necesito follarte.
New rompe en carcajadas y rápidamente cubre su boca.
—Aja, ya veo. —Carraspea— ¿Y qué estás esperando? —Pues ni modo que necesite invitación ¿no? —New abre más las piernas y suelta un jadeo, entonces mis pies acortan toda la distancia y me paro frente a él. Él tira de la pretina de mi chándal y es una clara señal de que lo quiere fuera— Estas tardando demasiado. Relájate... y apresura las manos —dice arreglando su posición.
Me despojo de la ropa y apoyo mis manos en las coderas de la silla, alejando sus manos de su apetitosa polla. Está ansioso como yo, no necesito calentarlo.
Me siento a horcajadas sobre él, antes de que haga cualquier movimiento y siento como su polla está pidiendo clemencia. No la hago esperar más, bajo mi mano hasta ella y la acaricio, humedeciéndola con el pre semen que ha empezado a producir.
New suelta un gruñido, me levanto y me agacho, inmediatamente, poniéndome de rodillas.
Lamo su glande y me relamo los labios. Acerco lentamente la punta de mi lengua, para ponerlo más cachondo aun, y cuando tengo la punta de su capullo en los labios, abro la boca lentamente y lo voy introduciendo. Paso la lengua por el tronco, bajando y subiendo, lamiendo la punta como si fuera un helado. Sin prisa, empiezo a disfrutarlo, repitiendo la acción innumerables veces, mientras él tira de mi cabello, necesitando más, a pesar de ya no poder controlar sus roncos gemidos.
Con una mano, agarro su polla y con la otra, la mía, buscando darme placer, porque realmente necesito atención. New me mira, disfrutando que me masturbe, una cosa que tiene, le encanta observarme cuando tiro de mi polla, velozmente, hasta hacerla expulsar la última gota de semen.
Meto y saco su glande de mi boca a la vez que hago lo mismo con mis dedos en mi polla, dándonos placer a ambos. Chupo y succiono sin parar, sin detenerme ni un solo segundo.
—Joder, me voy a correr si continuo así —digo y dejo de tocarme— Necesito follarte ahora.
Apenas termino de hablar, New se corre, salpicándome el rostro y el pecho.
Lo levanto y acuesto sobre el escritorio, Me agacho para lamer su arrugada entrada, pasando mi lengua una y otra vez, hasta hacerlo estremecer.
Un gemido se escapa de sus labios y coge mi pelo para obligarme a ir más rápido y profundo, como le gusta.
Lo hago.
Paso mi lengua de nuevo, pero esta vez la introduzco más profundo en su interior y tengo la certeza de que está listo para recibirme.
Subo sus piernas a mis hombros y sin demora alineo mi polla en su entrada, con un fuerte empujón, mi polla se pierde en su interior y los golpes de mi pelvis contra sus nalgas redonditas, empiezan a retumbar en toda la habitación.
Nuestros cuerpos se conocen a la perfección, y nuestras mentes están conectadas, no hace falta que mi osito pida nada con palabras, yo sé lo que desea, con tan solo mirarlo.
Lo penetro una y otra vez, acercando mi boca a sus pezones, chupando como le gusta que haga. Lamo, mordisqueo y sé que está próximo a explotar... como yo.
—¿Querías follarme?
—Si...
—No te escucho... Grítamelo —me pide y tira de mi oreja— ¿Me deseas?
—¡Si, te deseo! ¡Y sí, quería follarte! Siempre quiero.
—No pares Tay, demuéstrame cuanto me deseas... sigue, más fuerte, más profundo.
Tira de mi cabello y se muerde el labio. Sus mejillas están rojas y su frente bañada en sudor. No puede contener más sus gritos, sus gemidos están a punto de abandonar su garganta... así que me apresuro y tras dos embestidas más, ambos nos corremos y caigo desplomado sobre él.
—¿Ya soltarás mi cabello, Osito? —Aún me tiene sujeto con fuerza, aunque han pasado un par de minutos.
Me suelta lentamente, mientras suspira.
—¿Qué te parece Nanon?
Me pregunta con seriedad.
—¿Quién?
Pregunto de vuelta, tratando de recuperarme y saliendo de su interior. El semen escurre por sus nalgas y el escritorio se moja.
—Ayer fui a ver a Joss —Oh Oh... Se baja del escritorio y se burla de mi cara de sorpresa—. Felicidades, dentro de seis meses volverás a ser padre. —Mis ojos se agrandan, mientras mi desnudo esposo camina hacia la puerta.
—¿Qué quieres decir?
—Qué esta vez, te tocará desvelarte cada noche, cuidando de él... —Me lanza un beso volado y me guiña el ojo— La consulta ha terminado, ahora debo atender a mi esposo en la habitación. —Se ríe y sale corriendo.
Yo salgo detrás de él, sorprendido, pero feliz, al menos esta vez, al parecer, será solo uno... y aunque no lo fuera, todos los hijos que quiera darme mi osito, serán bienvenidos. Yo trataré con todas mis fuerzas, de ser el mejor padre para ellos.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Bueno, no pude aguantarme las ganas de hacerle un extra a esta historia... Creo que lo escribí en veinte minutos, espero lo disfrutaran.
Gracias por leer.
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