12. Un corazón roto difícilmente sana
Tiro la carpeta con los apuntes que traía en la mano y lo sostengo al tiempo que salta sobre mí, sin siquiera decir una palabra, imaginé que enterraría su cabeza en mi cuello como siempre hacía para olisquear mi aroma, pero me sorprende uniendo sus labios a los míos. Mis ojos se cierran inmediatamente, cuando siento la punta de su lengua empujar suavecito, indicándome que necesita que despegue mis labios para que pueda introducirla. Mi boca se abre instintivamente esperando a que su lengua se cuele en ella y la saboree. No sé lo que está pasando, no sé qué estoy haciendo, pero lo hago. Mi cabeza no procesa mis movimientos y mi cuerpo —justo en este momento— no me pertenece, simplemente hace lo que se le antoja y eso justamente ahora, es disfrutar de este maravilloso y profundo beso.
¿Y acaso es eso es muy malo?
El beso se hace más intenso, pero no es suficiente para mí, necesito más, necesito sentir por más tiempo ese sabor dulce como a miel y menta que se mezcla con el mío, mientras nuestras lenguas juguetean por todo el interior y sus brazos me sujetan más fuerte, tanto que siento como su corazón late desbocado. No es malo, no es un error, es lo que deseo, es lo que quiero hacer justo ahora. Mis manos en sus muslos, de pronto lo atraen más cerca, sostengo su trasero tan firme y en mi pecho retumban los latidos. Quiero decirle tantas cosas a través de este beso, quiero que sienta lo que yo estoy sintiendo, una mezcla de sensaciones golpea mi pecho y no estoy seguro si este beso pueda transmitírselo.
Ya no puedo negarlo, New nunca me fue indiferente... lo sé porque nunca pude ocultar los latidos de mi corazón cuando su mirada se clavaba en la mía y me sonreía con dulzura... y... aceptarlo ahora es suficiente para mí.
Gimo al mismo tiempo que él, el beso se ha vuelto mucho más intenso —Joder— y en mi entrepierna las cosas no van bien ¿lo habrá notado?
New, deja caer su cabeza hacia un costado en mi hombro, mientras toma profundas respiraciones tratando de calmarse y entierra su rostro en mi cuello, restregando su nariz, con sus ojos aun cerrados, mientras siento como inhala mi aroma y yo hago lo mismo. Su aroma a vainilla que tanto me gusta llega hasta mi cerebro, y no puedo decir nada, no salen las palabras, pero eso es algo que al parecer no le sucede a Newwiee, porque besa mi cuello haciendo un camino hacia mi lóbulo izquierdo y susurra claramente a mi oído:
—Te amo con todo el corazón. —Me estremezco ante sus palabras, busco su mirada y él abre los ojos para mí, el negro intenso penetra los míos—. Te amo tanto... —Vuelve a decir y mis ojos se abren mucho más cuando lo oigo pronunciar esas palabras que salen con tanta dulzura de su boca.
Y me rindo, mando todo a la mierda y ahora soy yo quien lo besa con pasión desmedida, con muchas ansias, con demasiado deseo y ganas de seguir haciéndolo por mucho más tiempo, luego de recuperar todos los años anteriores, cuando no fui capaz de hacerlo. Es el cuerpo del chico que había dejado de ver hacía tanto, el que estoy sosteniendo, aquel con el que compartí más de mil aventuras, aquel, que fue mi primer amigo real, aquel al que dejé... por seguir a mi primer amor... pero en este momento, es imposible lidiar con otro pensamiento que no sea el de beber de sus labios, el cálido y dulce néctar de un beso con amor. Nuestro agarre es más fuerte, sus labios encajan a la perfección con los míos y nuestras lenguas entrelazadas, que se acaban de conocer hace apenas unos minutos, se reconocen después de haberse separado un corto tiempo, enviando fuertes descargas de un sentimiento jamás compartido. Me dejo ir, al igual que New, y me permito, por un instante más, olvidarme de todo alrededor, Solo dejándome envolver por la melodía de nuestros corazones latiendo sin control...
» No tengo idea de cuánto tiempo ha pasado, cuando lo voy soltando lentamente, hasta que sus pies tocan el piso. El beso aún no se rompe, sus manos siguen rodeando mi cuello y las mías han pasado a envolver su cintura. Necesitamos aire, por lo cual lentamente nos separamos. Una de sus manos acaricia mi mejilla y a su tacto, cierro los ojos restregándome en su palma. Me da un besito en la nariz y yo abro los ojos como en cámara lenta.
—¡Sorpresa! —me dice, mientras acuna mi rostro entre sus manos y picotea mis labios con inmenso cariño.
—Es... si... real-mente lo es... una enorme sorpresa. —logro decir, casi tartamudeando.
—Pensaba esperar a que entraras en la casa, pero no pude resistirme cuando te vi caminando, tan varonil y elegante, con esa sonrisa preciosa en los labios y tu cabello bailando al ritmo del viento, tus largas piernas, tú, todo tú, no pude evitarlo tenía que apresurar las cosas es que este condenado jardín es demasiado grande, no llegabas ni a la mitad y yo ya quería que estuvieras ahí dentro conmigo y —señala hacia la casa, sin dejar de mirarme— abrazarte y de verdad pensaba hacerlo porque rayos, han pasado más de dos años desde que te vi por última vez y necesitaba con locura sentir tu calidez, no puedes culparme, simplemente desapareciste y todo este tiempo me has hecho falta y no puedo soportarlo más y-y-y —un fuerte suspiro, porque se le acabó el aire.
—Respira Osito. —sonrío.
Observo otra vez hacia la casa, Gun y Off observaban desde la ventana de la sala, completamente sorprendidos, seguramente por lo que acaban de presenciar. Acaban de ver a sus hermanos, devorar la boca del otro, con pasión, con anhelo, con necesidad y... ¿con amor?
New continúa hablando...
—Condenadamente, te extrañé... y al verte, ya no solo quise abrazarte, si no besaba tus labios iba a morirme Tay. Porque nada ha cambiado, porque, aunque nunca lo supiste yo siempre te he amado y puedes rechazarme ahora mismo aquí en medio de este enorme jardín que se ha convertido en nuestro testigo, pero ya esas palabras han logrado salir de mi corazón y son la verdad más grande y pura que jamás podrás escuchar. Yo New Jumpol te amo Tay Atthaphan, desde que era un niño, yo te amo...
—Osito... New, tenemos que hablar ¿está bien? pero primero debemos entrar en la casa, está corriendo mucho viento y tú no estás abrigado, te puedes enfermar.
Me agacho para recoger mi carpeta y algunos papeles que quedaron fuera y mientras caminamos hacia la entrada, con New sujeto a mi cintura, abrazándome como si no quisiera volver a soltarme nunca más, veo la extrañeza en la mirada de Gun, que permanece parado frente a la ventana con los brazos cruzados a la altura del pecho. Está molesto, puedo percibirlo, pero no pude evitar lo que ha sucedido, sucedió y punto. Off nos observa también, molesto. Sería demasiado pedir que estuvieran pensando —después de ver lo que acaban de ver— en ello, como algo apasionadamente hermoso, aunque sea un caos muy grande.
Pero qué diablos, sí es un momento mágico, delicado, pero mágico, a partir de ahora cualquier cosa podría suceder porque todo es tan inesperado, es... está mal, ¡diablos! Tengo una relación con Joss y New, al parecer está enamorado de mí y yo... yo no lo dudé ni un instante, simplemente correspondí a la inmensa muestra de afecto y amor que New me estaba regalando, porque al parecer esto es algo grande, al igual que nuestros hermanos, nosotros también nos estamos reencontra-
—¡¿Qué demonios New?! —New se separa de mí. La voz de Off me saca de mi ensimismamiento. Es enérgica, pero no hay furia, no está molesto, es más bien confusión lo que transmite...
—Los dos, ¡tenemos que hablar! —me dice Gun, señalándome y señalándose a sí mismo, mientras va caminando por el pasillo hacia su despacho.
Lo sigo, con la mente totalmente en blanco, no tengo idea de lo que diré... no tengo idea de lo que pasó, simplemente sucedió... y la calidez en mi corazón, no me deja pensar que fuera un error.
—Sé que, para ti, no fue fácil. Ha sido un largo camino, a pesar de todo, nunca te alejaste de mí.
—Gun no di-
—¿Cuándo fuiste a Phanadul, la navidad pasada, ustedes se vieron?
—Claro que no Gun, te lo habría contado. Estaba preocupado por ti, no tenía cabeza para pensar en nada más que no fuera tu recuperación. En ese momento ¿Cómo podría tener tiempo para pensar en reencuentros con mi pasado...?
—Tay...
—Ni siquiera cuando leí el nombre del remitente, mi cabeza dejó de pensar en ti.
—Lo lamento tanto Tay.
—No tienes por qué hacerlo. Cada decisión que hemos tomado nos ha traído a este momento. Ahora eres feliz y eso es lo único que importa.
—Y tu... ¿eres feliz?
—Lo soy... lo seré. No te preocupes por mí.
—¿Estás enamorado de New?
—No me preguntes eso, ahora. Por favor.
—Un corazón roto, difícilmente sana Tay. Por favor piensa en eso.
—Lo haré.
Esto es tan complicado, que no sé qué hacer, no sé qué decir para justificar lo que ha sucedido. No sé de qué manera tomará, New, la verdad.
No quiero ser el culpable de que termine con el corazón roto, pero tampoco quiero que el mío se rompa.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top