cap 30 La Fuerza del Amor Familiar
El día había llegado. La casa estaba llena de un aire vibrante de emoción, y cada uno de los alfas estaba ansioso por lo que se venía. La familia de Perú había crecido en todos los sentidos: el número de miembros, el amor, las risas, los gestos de cariño, y, ahora, con la llegada del bebé, la conexión entre ellos se profundizaría aún más.
Perú se encontraba en la sala, rodeado por los alfas, quienes no paraban de hacerle preguntas, asegurándose de que se sintiera cómodo y tranquilo. Sin embargo, Perú sabía que lo que más necesitaba en ese momento era el apoyo de los que siempre habían estado a su lado. La ansiedad lo invadía, pero la confianza en su familia le daba fuerzas para enfrentar lo que venía.
El tiempo parecía detenerse mientras Perú se acomodaba, preparándose para dar la bienvenida a su hijo. USA estaba a su lado, sus ojos llenos de preocupación y amor. “Lo tienes, Perú, lo vas a lograr,” le dijo con voz suave, sujetando su mano con firmeza. Perú le sonrió con algo de nerviosismo, pero también con gratitud. Sabía que, sin importar qué sucediera, sus amigos, su familia, estarían con él en cada paso.
La luz de la tarde entraba suavemente por las ventanas, creando una atmósfera cálida, casi mágica. Rusia, tan serio como siempre, tenía un leve gesto de preocupación, pero también reflejaba una seguridad inquebrantable. "Nosotros estamos contigo. No importa cuántos obstáculos vengan, siempre estaremos aquí," murmuró, asegurándose de que Perú se sintiera respaldado.
México y España estaban ocupados en un rincón, preparando las cosas que Perú podría necesitar. De vez en cuando, se lanzaban miradas cómplices, mostrando lo mucho que se cuidaban el uno al otro. España preparaba algunos utensilios, mientras México, con su energía característica, intentaba hacer reír a todos, aliviando la tensión en la habitación.
El sonido del timbre interrumpió la calma, y Francia abrió la puerta para dar la bienvenida a Japón, quien llegó con un par de cosas más para Perú. “Traje un poco de té para calmarte, Perú,” le dijo Japón, y le entregó una pequeña caja con hierbas seleccionadas especialmente para el bienestar durante el proceso de parto.
Todos los alfas estaban presentes, y aunque había un aire de incertidumbre, también había una sensación de seguridad, como si el amor que compartían entre todos fuera lo suficientemente fuerte como para superar cualquier adversidad.
Finalmente, las contracciones se hicieron más intensas, y el proceso comenzó a avanzar. Perú sentía cómo la presión en su abdomen aumentaba, pero no estaba solo. Sentía las manos de USA sujetando las suyas, las palabras de ánimo de México susurradas al oído, y la presencia reconfortante de todos los alfas alrededor.Rusia no dejaba de mirar cada movimiento, asegurándose de que todo estuviera en orden, mientras que España y Francia hablaban entre sí, preocupados por cualquier detalle que pudiera surgir.
Pero lo que realmente hizo que el momento fuera especial fue cuando Perú pudo ver a China y Corea del Sur intercambiando miradas cómplices, sonriendo con ternura. El amor no solo se sentía entre él y los alfas, sino también entre ellos mismos. Sabía que estaba rodeado por personas que, a pesar de las diferencias que pudieran existir, estaban dispuestos a apoyarse unos a otros sin dudarlo.
El momento culminante llegó, y Perú sintió cómo una ola de alivio y felicidad lo invadía cuando finalmente, después de un esfuerzo tremendo, escuchó el primer llanto de su bebé. El aire pareció despejarse de golpe, y la habitación se llenó de risas y lágrimas de felicidad. El bebé había llegado al mundo, y con él, la vida de todos los alfas había cambiado para siempre.
Perú miró a su alrededor, viendo las caras emocionadas de todos los alfas. USA fue el primero en acercarse, con los ojos brillando de emoción. "Lo lograste, Perú. Lo logramos todos," dijo, abrazando a Perú con una fuerza reconfortante.
Rusia, siempre serio, se acercó con un gesto de orgullo. "Este es solo el comienzo. Lo mejor está por venir," dijo con voz grave, pero llena de calidez.
México, con su eterna energía, no pudo evitar saltar de alegría. "¡Lo hicimos! ¡Tenemos un bebé! ¡Va a ser tan genial!" exclamó, dándole un pequeño beso a Perú en la mejilla.
Todos los alfas se reunieron alrededor de Perú, abrazando al bebé, asegurándose de que estuviera cómodo y bien cuidado. El pequeño, envuelto en mantas suaves, descansaba en los brazos de Perú, quien no podía dejar de sonreír.
Con el tiempo, cada uno de los alfas contribuyó a criar al bebé. USA se encargaba de las primeras noches, asegurándose de que Perú descansara. España preparaba comida deliciosa para el bebé, mientras que México siempre tenía algo que hacer para hacer reír a todos.
La familia de Perú estaba completa, no solo porque el bebé había llegado, sino porque todos se sentían parte de una unidad, unida por el amor y el compromiso.
Con cada día que pasaba, Perú comprendía más y más lo que significaba ser parte de una familia tan unida, una familia que siempre estaría ahí para apoyarse mutuamente, pase lo que pase.
Fin
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top