El día siguiente fue aún más extraño para Perú. Con el paso de las horas, las marcas que había descubierto en su cuello se volvían más visibles y, a pesar de sus intentos por disimularlas, la evidencia de lo sucedido era innegable. Mientras caminaba por la mansión, notaba las miradas curiosas de algunos de los demás países, pero nadie se atrevió a mencionarlo.

Fue en la tarde cuando, finalmente, las palabras salieron a la luz. En una pequeña reunión privada entre Perú, Onu y FBI, el ambiente estaba cargado de tensión, pero también de una necesidad de sinceridad.

FBI: "Perú, necesitamos hablar."

Perú, que había estado evitando la conversación durante todo el día, finalmente asintió.

Perú: "Sé lo que pasa. Las marcas, lo sé."

Onu, mirándolo con una seriedad inquebrantable, respondió: "Sí. Pero no es solo eso, Perú. Lo que sentimos por ti... es más que eso."

FBI: "Nos importa más de lo que imaginas."

Perú, al escuchar esas palabras, sintió una mezcla de alivio y miedo. Sabía que no podía seguir ignorando lo que estaba sucediendo, pero también sabía que aceptarlo cambiaría todo. La verdad estaba frente a él, y todos la estaban enfrentando, por fin.

La tensión en el aire era palpable, pero las palabras de Onu y FBI hicieron que Perú sintiera una mezcla de liberación y miedo. Sabía que ya no podía seguir ignorando lo que había sucedido, pero aún no estaba seguro de qué significaba todo eso para él, ni cómo se encajaría en su vida.

Onu dio un paso adelante, sus ojos reflejando una determinación inquebrantable. "Perú, desde la noche que compartimos, nos dimos cuenta de algo. Lo que sentimos por ti no es solo una atracción. Es más profundo, más real. Esto... esto nos ha marcado de una forma que no podemos explicar."

FBI asintió, mirando fijamente a Perú con una intensidad que lo hizo sentir vulnerable. "La conexión que tenemos contigo es algo que no podemos ignorar, ni queremos hacerlo. Las marcas, la cercanía... todo eso lo hemos sentido, y ahora tenemos que enfrentarlo juntos."

Perú los miró, su corazón latiendo con fuerza. No sabía qué decir, pero no podía negar que lo que estaban diciendo resonaba en lo más profundo de él. Sus pensamientos estaban hechos un torbellino, pero algo en su interior le decía que era el momento de aceptar lo que estaba sucediendo.

"Pero... ¿y las demás organizaciones?" preguntó, su voz vacilante. "¿Y los otros países?"

Onu y FBI intercambiaron una mirada. "Ellos también lo sienten," dijo Onu, "pero aún no están listos para hablar. Sin embargo, sabemos que esto es solo el comienzo. Todos tenemos que enfrentarlo."

Perú se quedó en silencio por un momento, procesando la magnitud de lo que estaban diciendo. A pesar de todo, algo dentro de él sentía una extraña paz, como si finalmente se estuviera liberando de una carga que no sabía que llevaba.

La conversación continuó durante varias horas, pero al final, Perú comprendió que las marcas no solo representaban lo que había ocurrido entre ellos, sino también la unión que se estaba formando. Los países y las organizaciones, que hasta ese momento parecían estar en diferentes bandos, ahora estaban unidos por algo más profundo.

Cuando la reunión terminó, Perú se quedó pensativo. Caminó solo por los pasillos de la mansión, sintiendo el peso de las palabras que acababa de escuchar. Ya no era solo un líder o un aliado de las organizaciones y países, ahora era algo más. Algo que no podía negar.

A medida que avanzaba por el corredor, vio a los demás países mirando desde lejos, como si esperaran una señal de él. Sin embargo, Perú sabía que era el momento de actuar y ser honesto, no solo consigo mismo, sino con todos ellos.

"Es hora de hablar," murmuró para sí mismo, antes de dar un paso adelante hacia los demás.