17. "Paternidad, difícil paternidad."
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"Hay que caminar para aprender a correr."
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Solo tres días transcurrieron desde la llegada de Scrabbel. Rebelde era quien se ocupaba de sus cuidados y sonic y nine solo se dedicaban a la tarea de observar y aprender. Antes ensayaban con un muñeco de prueba cosas como: el cambio de pañal, la hora del baño, la alimentación y la hora de dormir. Se veía bastante fácil, claro, cuando lo haces con un pedazo de trapo. Los dos descubrieron que un bebé de carne y hueso era demaciado impredecible para cualquiera de esas actividades. Podía llorar solo porque si, los morderia y patearia si no le agradaban. Era demaciado. Parecía que hasta le agarraron miedo al bebé.
Rebelde había tenido que salir aquella mañana a hacer unos trámites, y como no quería llevarse y aburrir al pequeño, decidió dejarlo un par de horas en manos de sonic y nine.
-Confío en ustedes, no me decepcionen.Tómenlo como una orden -La albina se despidió con un beso en la frente del menor que descansaba en los brazos de nine-
La murciélago se fue y tan pronto como su figura ya no estuvo a la vista, Scrabbel comenzó a desesperarse. Se movía disgustado en los brazos del zorro mientras lo tomaba de los bigotes y comenzaba a llorar. Y al mismo tiempo, nine chillaba de dolor.
-¡Sonic... quitamelo! -Suplico el zorro estando al borde de los sollozos-
El cobalto comenzó a buscar algo con que diestraerlo. Intento hacer caras graciosas que solo hacían llorar más al niño, también el típico juego de "¿donde estoy" pero tampoco tuvo resultado. Finalmente, en un momento de desesperación le paso su llavero. Scrabbel lo sacudió y el sonido del metal chocando entre sí lo hizo reír. Sus pequeñas manitas soltaron a nine y comenzó a jugar con el objeto que tenia bajo su poder.
-Fiuuu... -Sonic se limpio el sudor de su frente-
-Si que es fuerte... -Dijo nine con un tono adolorido-
-Bueno... solo serán unas horas..
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Media hora después, los tres estaban en la sala. Scrabbel recostado en un cojín mientras nine jugaba con sus piernas y al mismo tiempo lo ejercitaba. El cobalto semi recostado en el sofá ojeando un libro sobre bebés, y de vez en cuanto mirando a los otros dos de reojo.
-¿Le deberíamos enseñar a volar?
-Ah... es muy pequeño para volar... -Dijo sonic enderezandose- tal vez necesite ejercitar sus alas primero
-¡Si, buena idea! -Exclamó nine- ... pero, ¿cómo hacemos eso?
Sonic se encogió de hombros. -No lo sé, nunca he cuidado a un bebé vampiro
-Murciélago...
-Por eso, vampiro
Nine negó y volvio a centrarse en el pequeño. Le dio la vuelta y comenzó a acariciar sus alas con la yema de los dedos. Eran suaves, como la seda, lo que significaba que eran demaciado frágiles.
-Puedes... ah... no se... ¿batir tus alas...? -Pregunto al menor pero lógicamente no le respondió, solo mordía sus manos-
-Debe tener hambre. Nadie puede pensar con el estómago vacío... sobre todo cuando tienes un estómago pequeño -Sonic se levantó y fue rumbo a la cocina- le haré algo de comer. Tal un puré de papa, me quedan exquisitos
El cobalto pasó un rato en la cocina. Nine seguía observando al bebé con una mezcla de fascinación y frustración. Intentaba darle pequeñas instrucciones a Scrabbel, como si el niño pudiera entender, pero parecía que sus esfuerzos eran inútiles.
-Solo tienes que batir tus alas, no es tan difícil -Agarró suavemente sus alas y las movió un poco, esperando que el pequeño reaccionara, pero nada sucedió-
Scrabbel le mordió el dedo de nuevo, como si pensara que aquello era solo un juego. O porque su propio instinto lo llamaba a morderlo.
-Esto es más difícil de lo que parece... -Y de repente, una idea cruzó su mente: ¿Y si estaba siendo un mal padre? Si no podía cuidar del bebé de otra persona, ¿cómo podría cuidar del suyo? No quería fallar pero sentía que lo estaba haciendo.
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Sonic limpio los restos de comida de la boquita del menor.
-Asi esta mucho mejor, ¿no? -Dijo el cobalto acariciando la mejilla del murciélago-
El menor solo se río y dio un balbuceo. Nine, sentado a su lado se limito a recoger los platos sucios, ponerse los guantes y comenzar a lavar lo que había en el fregadero. Sonic seguía concentrado en el bebé y nine quería mantener la mente ocupada de todo lo que le pudiera afectar. Mientras jugaban, el cobalto se percato de lo callo que el zorro estuvo últimamente. Con un gesto divertido se acercó y arrimo a Scrabbel a la mejilla de nine, haciendo una voz pequeña y graciosa, como si fuera el propio murciélago el que le estuviera hablando.
-"Oh, Señor nine, ¿Porque esta tan serio? ¿Es porque el señor sonic es el mejor y nadie se compara con su genialidad?" Ja, ja -Pero el bebé solo lo volvió a agarrar del pelaje riendo. Nine dejó lo que estaba haciendo pero no se atrevio a voltear. Sus manos se apoyaron en los bordes mientras su cuerpo temblaba.
-Sonic... ¿y soy un mal padre? -Murmuro-
-¿Que? -Dijo el erizo-
-Quiero decir... -Trago saliva, sintiendo que el nudo en el estómago comenzaba a ser más molesto- si no somos buenos cuidando de este niño... ¿podremos manejar al nuestro? ... ¿crees que sere un buen padre? Siento que estoy fracasando y nisiquiera eh iniciado...
El cobalto percibió la tristeza en su todo. De echo, el también tenia sus miedos de vez en cuanto. Aunque no quiera admitirlo, le aterraba en cierto grado no ser una buena figura a seguir para su hijo o hija. Nunca antes había tenido experiencia con bebés hasta ese entonces, lo maximo que llego a cuidar fue a cream y parecía más era la conejita quien cuidaba de el.
Sonic lo obligó a voltearse y luego a cargar a Scrabbel. Los ojos grandes y curiosos del niño parecían sumergirse en el alma de nine.
-Nachito, quiero que lo mires como si fuera nuestro hijo, nuestro propio hijo. Un zorro, un erizo, un erizorro... lo que sea... solo escúchame
El zorro asintio no muy convencido de que era lo que tramaba su pareja. Sonic se acercó a su oreja y le susurró en un tono calmado:
-¿Lo vez? Él nuestro hijo. Es parte de ti y parte de mi. Él es un bebé inocente y un poco tontito, no tiene idea de porqué está con nosotros y nosotros tampoco tenemos idea de porqué nos elegio como sus padres. ¿Había mejore opciones? Tal vez si. ¿vamos a fallar y cometer errores? Por supuesto que lo haremos. Pero lo importante no es que errores cometeremos sino como los corregiremos
El cuerpo de nine seguía tenso.
-Cariño... -Dijo sonic- el no va juzgarte, el no creera que eres un mal padre. Estoy seguro que crecerá y admirara cada imperfecta parte de ti
-¿Y si nunca vuela? -Pregunto, acurrucando a Scrabbel en su pecho-
-Por favor... -El cobalto le despeino los mechones- tiene como meses de nacido. Le queda un largo camino por recorrer. Además, primero hay que aprender a caminar y después a correr
Y diciendo eso, sonic abandono la cocina. Nine se quedo aún de pie, perplejo y sin articular una oración de impedimento durante segundos.
-Valla, ese erizo es baste sabio cuando le conviene -Dijo nine, poso la vista sobre el pequeño que jalaba de la tela de su camiseta- Con que aprender a caminar, ¿Eh?
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Sonic veía enternecido la práctica de Scrabbel. Nine lo sujetaba de sus pequeñas manitas dándole el equilibrio suficiente para que el menor avanzará unos cuantos pasos.
-¡Eso es pequeño, tu puedes! -Animo sonic recostandose para estar mas cómodo-
Lo estaba habiendo bien, pero aveces se detenía y lo mordía los dedos a nine para que lo soltara, lo que al mismo tiempo le hacía caer sobre su trasero.
-Uy, parece que tu siempre quieres tener el control -Bromeó nine, soportando las mordeduras babosas del infante-
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Rebelde llegó una hora después. Anunció su llegada con un casual saludo que no tuvo respuesta apesar de averlo repetido una y otra vez. Confundida se asomo a la sala encontrando a la pareja y al bebé completamente dormido.
Sonic estaba acostado en el sofá y nine en el suelo a su lado tomándolo con una mano y con la otra agarrando a Scrabbel. La murciélago se apresuro y tomó una foto con su teléfono antes de acercarse y cargar al bebé en sus brazos, el movimiento despertó al menor.
-Shhh... -Rebelde coloco un dedo sobre los labios del pequeño- dejemenlos dormir -Dijo susurrando-
Antes de irse a su habitación los cubrió con una sabana y dio un beso de dulces sueños a cada uno.
-Gracias por cuidarlo, hicieron un excelente trabajo. ¿No es así peque? -El bebé en sus brazos solo volvió a reirse, estaba un poco soñoliento- Si, eso pensé. Serán buenos padres, estoy segura
Ella apago la luz de la sala dejando a sus inquilinos dormir tranquilos porque en medio de todo lo que estaba pasando la tranquilidad se sentía imposible. Rebelde se coloco frente a la ventana tomando las cortinas y sintiéndose más observada que nunca.
-Ahh... la imaginación puede ser muy peligrosa... -Dijo y cerro las cortinas de par en par. Y solo por precaución, cerró con seguro la puerta.
Continuará...
Actualización: 26/11/24
‐Elias_Ham 🫧
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