Capítulo 4: Chica fea.
Naruto.
El día de hoy había recibido una paliza por parte de una señora por haberle quitado su hierba pensando que era hierba mala. También estuve a punto de caer por una cascada, pero Sasuke me ayudó y eso me hizo irritar; por último, nos tocó pasear unos perros y yo elegí el perro más grande para ganarle a Sasuke e impresionar a Sakura, pero todo salió absolutamente mal.
Ahora mismo me estaban llevando Sakura y Sasuke, me agradaba la compañía de Sakura y me molestaba la de Sasuke.
—Esto te pasa por imprudente. —decía Sakura.
—Eres una persona que siempre necesita ayuda. —dijo Sasuke con burla.
Al oír eso me molesté y rápidamente me separé de ambos para así atacar a Sasuke.
—¡Sasuke!
Antes de poder hacer algo Sakura me había detenido, mientras que Sasuke siguió con su camino.
—Si vuelves a armar un alboroto, acabaré contigo. —me mostró el puño Sakura.
—¡Todo esto es culpa de Sasuke! ¡Él arruina el trabajo en equipo! —exclamé mientras apuntaba a Sasuke, el cual se detuvo para mirarme de manera sería. —¡¿Qué me miras?!
—Oh, miren es ___. —habló Kakashi-sensei. Detrás de Sasuke se encontraba ___, Kakashi-sensei fue donde ella y comenzó a traerla dejándola frente a nosotros. —Llegaste en el momento justo.
—¿Eh? —decía ella confundida mientras nos miraba a cada uno. —Y-Yo no quise interrumpir.
—¡Sasuke-kun! —exclamó amorosamente Sakura acercándose a tomar de su brazo a lo cual Sasuke la apartó de inmediato. —¿Qué tal si ambos cultivamos nuestro trabajo en equipo?
—Tú eres igual que Naruto. —le dijo de manera sería. —Para ser sinceros tus habilidades son inferiores a las de Naruto.
—Y-Yo debo irme. —habló tímidamente ____. —Debo de ir a entrenar.
—Hyuuga. —le llamó Sasuke haciendo que ella se pusiera tensa. —Necesito hablar contigo.
—¡Espera un momento, Sasuke-kun! —exclamó Sakura sorprendida. —¡Yo quiero hablar unas cosas contigo!
___ comenzó a ver hacía los lados nerviosa y entonces fijó sus ojos en mí a lo cual vi que se volvió a colocar roja.
¿Tenía fiebre?
—¿Te encuentras bien, ___-chan? —pregunté mientras me acercaba y tocaba su frente. —No tienes fiebre, pero...—murmuré para verla nuevamente y notando que se encontraba más roja de lo usual. —¡¿Espera estás bien?!
—Yo...Yo...—decía de manera nerviosa. —¡Yo debo irme!
___ comenzó a correr a toda velocidad, yo me rasqué la nuca un tanto confundido con la situación.
¿Qué le habrá sucedido?
Cuando volví mi vista en Sakura, me di cuenta de que Sasuke y Kakashi-sensei ya no se encontraban e iba a invitar a Sakura a entrenar, pero entonces vi como algo comenzaba a arrastrarse.
¿Acaso era un intento de piedra?
—¿Hay piedras realmente cuadradas con dos agujeros como esos? ¡Es evidente que no!
—Debía haber esperado esto del hombre que es mi inspiración y mi rival.
Humo comenzó a salir dejando ver a Konohamaru junto a otras dos personas.
—Con el atractivo de los adultos, la ninja femenina del grupo senior, Moegi.
—Me encanta la descomposición factorial, Udooon.
—¡El genio ninja número uno de la aldea, Konohamaru!
—Justo como pensaba, Konohamaru y compañía. —digo sin interés mientras pasaba mis brazos detrás de mi cabeza y me di cuenta de que los tres llevaban gafas protectoras como las que llevaba antes de obtener mi banda ninja. —¿Por qué llevan puesta gafas protectoras?
—¡Esto lo hemos copiado de tu antiguo yo!
—Oh.
—¿Qué es ese "Oh"? —preguntó enfadado Konohamaru. —Últimamente nos tratas fríamente.
—¿De veras? ¿Qué quieren?
—Esto...líder. ¿Tiene tiempo ahora? —preguntó gentilmente Moegi.
—No. Ahora entreno.
—¡Ah! ¡Pero dijiste que jugarías con nosotros a ser ninjas!
—¿Qué sentido tiene que ninjas jueguen a ninjas? —preguntaba sombríamente Sakura. Ella me miró fijamente haciendo que me colocara nervioso. —Naruto...tú...
—¿Quién es esta chica? —preguntó Konohamaru mientras me codeaba las costillas. —¡Ah! ¡Eres mejor de lo que esperaba!
—¿Qué?
—Ella es tu...—Konohamaru levantó su dedo meñique. —Esto.
Me sonrojé ante lo que había dicho Konohamaru.
—¡Ah! ¡Ustedes son unos niños astutos!
—¡Te equivocas!
Recibí un gran golpe en mi mejilla haciendo que comenzara a rodar por el suelo y estamparme contra una pared.
—¡¿Qué has hecho?! —oí la voz de Konohamaru desesperado. —¡Fea! ¡Que fea eres!
Me levanté del suelo con dolor viendo que a Konohamaru lo habían golpeado.
—Que daño...—murmuré tocando mi cabeza.
—Esa chica fea... ¿en serio es una mujer? —preguntaba Konohamaru levantándose del suelo.
Al momento en que dijo eso Sakura comenzó a girar su cabeza tétricamente a lo que nos asustamos y comenzamos a correr por nuestras vidas al ver que comenzaba a perseguirnos.
Mientras íbamos corriendo pude ver que a lo lejos se encontraba ____, ella estaba quieta en una dirección y Konohamaru al estar corriendo con los ojos cerrados terminó chocando con ella.
—¿T-Te encuentras bien? —preguntó preocupada mientras ayudaba a Konohamaru a ponerse de pie. Konohamaru al momento de levantarse se escondió detrás de ella. —¿Eh? ¿Q-Qué sucede?
—¡Naruto!
La voz enfadada de Sakura me hizo poner la piel de gallina por lo que opté en esconderme detrás de ___.
—Sálvanos, ___-chan.
—¿Eh?
—Naruto sal de ahí en estos momentos. —decía Sakura aún enfadada mientras hacía tronar sus dedos. —No me quedaré tranquila hasta que te de este golpe.
—Yo no he dicho nada, Sakura-chan. —digo aferrándome a los hombros de ___. —Fue Konohamaru.
—No me abandones en esto, Naruto nii-chan.
—S-Sakura-san. —le llamó tímidamente ____. —¿P-Podrías perdonarlos por esta vez?
Sakura bufó ante eso y bajó levemente su puño.
—Solo porque lo has pedido tú, ___.
Sakura se dio media vuelta comenzando así a caminar.
—Gracias, ___-chan. —digo soltando un suspiro de alivio.
—Esta chica es más amable que aquella chica fea. —decía Konohamaru de manera sonriente. —¡Incluso es más linda!
—K-Konohamaru...—le llamó aterrada Moegi mientras apuntaba en dirección donde se encontraba Sakura.
—¡¿Qué has hecho, Konohamaru?! —exclamé paranoico al ver que Sakura se había detenido y volvía a girarse de manera tétrica. —¡Ahora si estamos muertos!
—¡Yo solo dije la verdad!
—¡Ya cállate!
Todos volvimos a correr nuevamente por nuestras vidas al ver que Sakura volvía a perseguirnos.
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