Ero-sennin me veía con una sonrisa y no entendía muy bien porqué me estaba viendo de esa manera.

—¿Por qué me mira así, Ero-sennin?

—Solo se me ha ocurrido algo.

—Pervertido.

—No tiene nada que ver con mis investigaciones. —decía mientras se levantaba de aquel tronco y me miraba con una sonrisa. —¿Cómo se llama la chica?

—¡Ah! ¡Ni piense que le diré el nombre! —exclamé apuntándolo levemente. —¡No la usará como parte de sus investigaciones!

—No es para mis investigaciones. Aparte de hacerlo sería ilegal. —suspiró. —Solo estoy pensando en otra cosa.

—No me convence mucho, Ero-sennin. —entrecerré los ojos.

—Anda muchacho. —se acercó para rodearme con su brazo. —Te aseguro que esto te ayudará a comprender tus sentimientos.

—¿Está seguro de eso, Ero-sennin?

—Muy seguro.

Ero-sennin me veía con una gran sonrisa esperando a que le dijera el nombre de la chica.

—Se llama ___. Hyuuga ___.

—¡Oh! Así que la chica Hyuuga. —decía sorprendido para luego colocar su mano derecha en su mentón comenzando a hacer una pose pensante. —Vaya esto será difícil.

—¿De qué habla?

—Por lo que oí su padre la tiene junto a un cuidador todo el día. —rascó su barbilla. —Será difícil separarlos, pero no imposible.

—¿Entonces?

—¡Entonces anda preparándote! —me dio un gran golpe en mi espalda haciendo que cayera de cara al suelo. —¡Mañana a primera hora te quiero ver en puesto de entrenamiento número 7!

—¿Vamos a entrenar tan temprano?

—No es eso. —soltó un suspiro. —Tú solo ve.

Miré a Ero-sennin algo confundido, no entiendo muy bien que está planeando.

❇❇❇

Me encontraba corriendo rápidamente, me había quedado dormido y estaba llegando tarde al encuentro con Ero-sennin.

Estaba a punto de llegar, pero me quedé estático al ver a ___ ahí, ella se encontraba jugando con sus dedos mientras miraba el cielo con una sonrisa y a su lado se encontraba Ero-sennin quien se encontraba escribiendo en su libreta.

—¡Lo sabía! —exclamé mientras me acercaba a Ero-sennin. Él me vio sorprendido e iba a quitarle la libreta, pero él fue más rápido y la escondió. —¡Sabía que usaría a ___-chan como parte de sus investigaciones!

—¿I-Investigaciones? —preguntó ___ desde su lugar. Giré mi rostro hacía ella, encontrándome así con que nos miraba asustada. —¿Q-Qué quieres decir, Naruto-kun?

—Lo mejor será irnos, ___-chan. —antes de poder acercarme a ella, fui sostenido por la parte de atrás de mis ropas. —¡Suélteme, Ero-sennin! ¡Le digo que no usará a ___-chan!

—Ya te he dicho que no la usaré para mis investigaciones. —suspiró. —Ahora apresurémonos antes que nos encuentre su cuidador.

—Disculpen. —dijo ___ llamando nuestra atención. —¿Q-Qué es eso de investigaciones?

—No querrás saber de eso, ___-chan. —digo viendo a Ero-sennin quien volvía a ver su libreta. Me acerqué a ___ y le sonreí. —¡Divirtámonos, __-chan!

—B-Bien.

—Acércate, Naruto. —giré mi rostro para ver a Ero-sennin, él me hizo señas de que me acercara y eso hice. Cuando me acerqué él me rodeó con su brazo. —Lo primero que debes hacer es buscarle unas flores. —susurró.

—¿Dónde consigo flores, Ero-sennin?

—Estamos frente a la naturaleza. —golpeó mi espalda. —Ve por las flores.

Asentí y comencé a correr para buscar las flores que me había pedido, busqué y busqué entre el bosque, pero no encontraba absolutamente nada.

—¿Dónde se supone que están las flores? —me pregunté y entonces las vi. Había unas flores cerca de un gran árbol, me acerqué y las arranqué. —¡Estoy seguro de que estas flores le encantarán!

Con las flores ya en mis manos comencé a correr para ir con Ero-sennin y ___, en todo el camino iba con una sonrisa mientras pensaba como ___ se pondría feliz al ver mi gesto.

Una vez llegué donde ellos me acerqué rápidamente a ___ y extendí las flores.

—N-Naruto-kun.

La miré notando que su cara se encontraba levemente roja y me pregunté si se encontraba con fiebre.

—Son para ti. —comenté viendo las flores. Ella iba a tomarlas, pero entonces de las flores apareció una abeja. —¡Abeja!

Comencé a sacudir las flores intentando que aquella abeja se fuera, no quería que aquella abeja me hiciera daño.

Cuando mi vida ya no peligraba por esa abeja miré a ___, la cual se encontraba confundida y en su cabello se encontraban pétalos de las flores que había traído.

—Esto no ha funcionado. —murmuré decepcionado al ver que las flores se encontraban completamente destruidas, pero entonces sentí como ___ tomaba mis manos y sostuvo las flores. —¿___-chan?

—G-Gracias, Naruto-kun. —decía con una sonrisa.

Su sonrisa hizo que me colocara nervioso, la primera vez que me coloqué nervioso con una chica fue con Sakura, pero esto que estoy sintiendo ahora mismo era distinto.

El verla sonreír hizo que quisiera proteger aquella sonrisa.

❇❇❇

Todo lo que me pidió Ero-sennin de hacer para ___ había fallado, de alguna o otra forma la naturaleza estaba en mi contra ya que siempre sucedía algo.

Ahora me encontraba empapado al intentar conseguirle una de esas piedras brillantes a ____; había encontrado una, pero al intentar tomarla me resbalé y caí de cara al agua consiguiendo así una raspadura en mi nariz.

—En definitiva, esto no está funcionando. —suspiró Ero-sennin. —Bueno aún nos queda nuestro último recurso.

—¿Qué último recurso? —Ero-sennin se acercó a mi oído y murmuró unas palabras, palabras que me hicieron sentirme sumamente nervioso. —¡No puedo hacer eso!

—Vamos muchacho. —golpeó mi espalda. —Yo sé que podrás.

El último recurso de Ero-sennin era que le diera un beso a ____.

Me acerqué a ___ tomándola así por sus hombros haciendo que ella me mirara sorprendida, cerré mis ojos y comencé a estirar mis labios para así poder besarla.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente, sentía como mi cara ardía y entonces sentí un gran golpe en mi estómago.

—Uh...—toqué mi estómago fijándome así que quien me había golpeado era el cuidador de ____. —Duele...

—¡N-Naruto-kun! —exclamó preocupada ____.

—Menos mal llegué a tiempo. —suspiró aliviado su cuidador para luego tomar por la muñeca a ___ y comenzar a arrastrarla. —Lamento dejarla con estas personas, ___-sama.

Veía desde el suelo como se llevaban a ___; Ero-sennin se acercó y me miró con una sonrisa nerviosa.

—Veo que esto tampoco ha funcionado. —rió. —Será mejor que sigamos con tu entrenamiento.

—No vuelvo a realizar otro de sus planes, Ero-sennin.

Ero-sennin soltó una carcajada y me ayudó a levantarme. 

Esto había sido un horrible plan.