3.- TAE.... TAE..

El ardiente sol estaba sobre sus cabezas en pleno esplendor. Se sentía tan débil y sediento,su garganta está seca al igual que sus labios.

Resopló por milésima ves antes de seguir con su labor: cosechar arroz.Era a lo que su familia se dedicaba,y con familia se refería solo a su padre y a él.

Quería parar de una vez,no soportaba el calor del sol,el sudor que mojaba casi todo su cuerpo y el cansancio de estar haciendo lo mismo desde que el día había empezado; pero su padre no podía hacerlo solo,él debía ayudarle,por ello no desistió de su labor hasta que llegó la hora de comer.

—Eres de gran ayuda— Exclamó su padre,ambos yacían sentados bajo un árbol ,comiendo y descansando —Pero no olvido lo que ocurrió en la ceremonia, Muchacho

—Ya te pedí perdón padr...

— Hiciste el ridículo frente a todo el reino ,el Rey y el príncipe— le habló molestó

El príncipe

—Tendras que practicar más, Jungkook, para que dejes de avergonzarme — su padre siguió comiendo.

Luego de aquel pequeño descanso siguieron en su labor hasta que terminaron la mitad del campo que habían sembrado meses antes. Dejaron secar el arroz recién cortado.

—Debo visitar al padre de Hoseok— habló su padre mientras caminaban de regreso a su casa

—¿Por qué?¿Se siente mal?—pregunto el joven alzando las cejas

—No, solo que tiene tiempo que no platicamos — respondió asiendo que Jungkook asistiera en silencio. El padre de Jungkook y el progenitor de Hoseok eran amigos igual que ellos.

—Yo volveré a casa, quizá yo también vaya más tarde a visitar a Hoseok— dijo con una pequeña sonrisa

—esta bien,cuida la casa, no tardaré mucho— se despidió de él para tomar otro camino, aquel que lo llevaría a la casa de su amigo. Jungkook siguió caminando hacia su casa, saludando de vez en cuando a las pocas personas que pasaban por las calles del reino, a esa hora cuando el calor estaba en su punto más alto la mayoría se encontraba en sus casa o de camino a ellas.

Cuando llegó frente a su casa logró ver a una persona de espaldas ,la cual extendía la mano, acariciando suavemente las flores que adornaban el rosal plantado a un lado de su casa

—¡HEY!— Gritó Jungkook ante aquel extraño que parecía muy decidido a robarse su flores,aquellas que plantó alguna vez su madre y que no dejaría que un extraño las cortara — ¿QUÉ CREES QUE ESTAS HACIENDO?— la persona ,que hasta entonces estaba de espaldas giró su cuerpo y entonces el azabache supo de quién se trataba. Él lo miró portando una mirada tan fuerte y penetrante,tan parecida a la de su escalofriante hermano,que alertó a Jungkook quien de inmediato se arrodilló en el suelo y agachó su cabeza

—Su alteza— dijo aún con la vista en el suelo— lo lamento tanto, no tenía idea de que era usted. Le pido sinceras disculpas — su corazón latía tan rápido que obligaba al pelinegro a respirar con mayor frecuencia,no sabía si era el miedo de haber insultado al principe o de algo más...

— ¿Este rosal es tuyo?— su profunda voz sonó en un tono frío,el mismo frío que recorrió la espina dorsal del menor hasta llegar a su estómago y crear un revoltijo de sensaciones ,todo por aquella voz

—si— respondió en casi un susurro

No escucho sonido alguno,así que ,solo por curiosidad, levantó la vista encontrándose con un chico sonriente.

—¿Puedes cortar una rosa para mi?— Pregunto el príncipe con una voz suave y una sonrisa geométrica que adornaba su rostro. Jungkook lo meditó por algunos instantes, él no era un extraño y más allá de que fuera parte de la realeza,no tendría problemas en regalarle una de aquellas rosas que tanto estimaba.

—Claro— a pasos lentos se acercó hasta quedar al lado del chico. Lo miro brevemente antes de buscar la rosa más bella entre todas, encontrándose con una de dos colores: rosa y rojo; los cuales se mezclaban perfectamente. Se acercó tratando de esquivar las dolorosas espinas para tomar aquella flor. Sin embargo,no pudo evitar que sus afiladas espinas se enterraran en su mano y lo hicieran sangrar,pero trato de no soltar un gemido de dolor.

—Aqui tiene— el rasguño de las espinas no era muy grande,pero sí que dolía — ¿le gusta?— El joven la tomo con suma delicadeza para después regalarle una sonrisa,una sonrisa que derritió el alma de Jungkook y le hizo soltar un suspiro,olvidando por unos segundos el ardor de sus manos

—Es muy bonita— El príncipe la acercó a su nariz— Gracias...

Se quedaron en silencio unos momentos, tiempo que Jungkook aprovecho para ver con más detalle aquellos ojos verdes que resplandecían como esmeraldas. Repaso los rasgos del príncipe, pero fue este último el que rompió el silencio

—¡Tus manos están sangrando!— dijo horrorizado— ¿No te duele?— Jungkook despego la vista de él y la enfoco en sus manos para luego volverla a posar en el príncipe que se encontraba más cerca de él ¿En qué momento se habían acercado?

—No se preocupe... Yo ...yo estoy bien— respondió el menor

— Debería llamar al médico ,Jung,— hablo el príncipe

—No es necesario,en verdad yo...— sus palabras  se quedaron atoradas en la garganta cuando aquel chico tomo sus manos entre las suyas. Eran sumamente suaves y portaban un calor tan familiar, como una fogata en el invierno. Sus manos de nube ,como las describió Jungkook, quemaban ante su tacto

— ¿En verdad no te duele?— los ojos esmeraldas del príncipe se posaron en los suyos. ¿A caso el tiempo se había detenido o solo el menor lo sentía así?

—Yo...yo...no— se trabó en sus propias palabras

—Lamento haberte pedido la rosa— su suaves manos dejaron de acunar las del menor quien al verse privado de aquel tacto quiso volver a tomar las manos del contrario pero se detuvo

Es el príncipe

Se dijo entre sus pensamientos

Un simple sirviente como tú no debe atreverse a tocarlo

Pero realmente ansiaba sentir su tacto de nuevo

—Yo no podría negarme a sus órdenes... Alteza— dijo el menor poniendo la vista en el suelo de nuevo para que el contrario no notara sus mejillas rojas

—¿Incluso si estás te ponen en peligro?— el principe hablo con los ojos más abiertos de lo debido y con incredulidad en su voz

—Yo sacrificaría mi vida por usted— Quizá no lo decían en serio o quizá sí,pero era algo que le habían dicho desde niño "sacrificarse por la realeza" era más un acto digno de admirar, supuso que eso sería algo que le gustaría escuchar. Sin embargo era lo último que el chico de ojos esmeraldas quería oír.

De parte del menor escucho una risita, pero era triste y sin ganas.

— ¿Cuál es tu nombre?— habló el príncipe después de un tiempo con su mismo tono de voz frío

—Jung- Jungkook — comenzó a jugar con los dedos de su manos antes de levantar lentamente su mirada

— Yo soy Tae,TaeHyung— su sonrisa cuadrada aquella que hacía que Jungkook se perdiera en su propio mundo volvio a aparecer de una manera tan espontánea que desconcertó al azabache, pero también le alegró que aquel gesto volviera.

—TaeHyung— repitió sonriendo pero después reaccionó — Príncipe TaeHyung— hizo una leve reverencia.

El silencio se hizo presente una vez más,pero era bastante incómodo para ambos.

—Gracias de nuevo por la rosa— habló el príncipe con voz neutral,casi automática dejandolo de lado su sonrisa.

—De nada— le sonrió tímidamente el menor

El príncipe le pasó de largo y camino hasta perderse de vista del menor.

Es tan... Extraño

Pensó Jungkook mientras veía el camino por donde se había ido el joven. TaeHyung le llamaba la atención de sobremanera,no sólo por su rostro sino lo profundo de sus ojos,aquellos que no contrastaban para nada con su serio rostro y el tono frío de su voz no era para nada compatible con la sonrisa que le había regalado. Era tan intrigante la manera que tenía de contradecirse a cada segundo, primero se mostraba serio,luego sonreía, sus voz decía una cosa y sus ojos parecían decir otra.

¡Ay, Tae-Tae. Deja de ser tan interesante...!












Ando en crisis existencial por que no le entiendo a mi tarea de mate jajaja
😭

Pero bien que estaba hasta la madrugada viendo videos de Bangtan

El namu me va a rapar las cejas
🙁🙁🙁🙁🙁
Jiji

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