2.-VERDE COMO EL VALLE
Su piel brillaba con los rayos del sol,al menos así lo veía Jungkook,su mirada carente de emoción le llamaba bastante la atención.
La respiración del pelinegro se detuvo por algunos instantes,al igual que sus manos.
-¿Qué estás haciendo?
El príncipe camino justo al lado de su hermano
-Jungkook
Su rostro serio y su largo cabello negro era digno de admirar
-¡Jungkook!- escuchó el susurro de NamJoon,quien estaba a su lado
-¿Qué?¿Qué pasó?- dijo quitando su atención de aquel chico
-¿Por qué no sigues tocando?- la mirada del mayor mostraba lo incómodo que se sentía al estar susurrándole a Jungkook el plena ceremonia, frente a todo el reino.
-Yo... Lo siento- rápidamente trato de acoplarse a sus compañeros
Cuando el Gong volvio a sonar, la música paró, pero el pelinegro que seguía admirando al príncipe ni siquiera presto atención al sonido y sus manos siguieron tocando
-¡Jungkook!- en otro susurro el mayor le hablo- ya deja de tocar
El pelinegro,con las mejillas al rojo vivo, agachó la cabeza y paró sus movimientos.
De lejos lograba ver la mirada reprobatoria de su padre entre la multitud de personas que veían tal evento.
Tranquilo ,tranquilo
Se decía mentalmente tratando de controlar el temblor de sus piernas.
Alzó de nuevo la vista en un intento de calmarse. Pero su mirada recayó en el príncipe que ahora estaba detrás de su aterrador hermano
- Grande sea tu vida Rey ¡Min YoonGi!- dijo aquel señor que lo había coronado
El ahora Rey sacó su espada de la vaina y la alzó creando un gran aplauso por parte de la gente que presenciaba dicho evento, sonrió sin mostrar los dientes, cerró los ojos por unos segundos para después enfocarlos en la multitud frente a él. En cuanto la espada volvio a su lugar la gente se silencio.
Eso fue todo antes de que el Rey abriera las puertas de su palacio y permitiera el acceso a los nobles del reino; Jungkook también entro,pero no para degustar los deliciosos platillos que Jin había cocinado,sino para servirlos y estar atento a las indicaciones de sus superiores.
Los platos se servían confirme el Rey lo deseaba, y Jungkook corría de un lado a otro tratando de entregar los platillos lo más rápido posible.
-La comida es deliciosa,mi Rey- exclamó un funcionario que estaba sentado frente al Rey
-Mi cocinero real es todo un experto- hablo con su característica sonrisa que hacía temblar al Jungkook - ¡Hey!- lo miro y movió su mano indicándole que se acercara.
Jungkook le hizo una leve reverencia a regañadientes
-Trae un poco de arroz para mi hermano- habló sin una pizca de delicadeza ,tronando sus dedos, mientras que el azabache abrió los ojos más de lo normal antes de que su vista se posará en el chico sentado dos sillas a la derecha después del Rey
-Cla-claro- trago saliva antes de ir con Jin para pedirle aquel platillo y caminar lentamente hasta donde se encontraba el joven de cabellos largos.
Dejo frente a él el cuenco con suma delicadeza, ganándose una mirada del príncipe. Se miraron fijamente durante unos pocos segundos, pero fue suficiente para que Jungkook observara el hermoso pigmento que los adornaba: eran verdes, verdes como el valle
Cuando se percató que se había quedado viento al príncipe más de lo normal, rápidamente hizo una reverencia para retirarse casi corriendo, lejos de aquella sensación de acercarse más a él.
-Jungkook- Jin le habló cuando él entró de nuevo a la cosina- Es tiempo de servir el licor, ¿Podrías ayudarme...otra vez?- le dió una pequeña sonrisa
-yo...cla-si- habló incompletamente el menor ganándose una mirada confundida de Jin
-Sirvelo con cuidado, no quiero que se desperdicie una sola gota- Jungkook trago saliva por lo que le había dicho Jin
No quiere que se desperdicie una sola gota... Y yo rompí un cántaro lleno
Pensó un tanto asustado de que el mayor llegará a enterarse alguna vez de lo ocurrido.
Con cuidado Jungkook,no querrás tirar todo de nuevo
Se decía cada vez que servía el licor.
Pero luego de servir varias veces,se percató de algo a lo que nadie parecía darle atención:
El príncipe nunca hablaba. Al menos durante toda la ceremonia y el banquete no había dicho una sola palabra y a penas había probado un bocado de su comida.
Quizá sea mudo
Pensó Jungkook mientras miraba al príncipe de nuevo, quería acercarse y hacerle una pregunta para confirmar sus sospechas,pero no sé atrevió ni a mover un pie para ir hasta él
-Apresurate- habló con fastidio el Rey quien se molestó al ver a Jungkook parado a mitad de todo con un cuenco en sus manos
El azabache dejo de ver al otro joven para seguir con su trabajo.
Quizá sea mudo...
O quizá le pasa algo más...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top