Capítulo 6: Recogiendo el desastre
Shizuoka al atardecer
Las heroínas Uravity y Rule estaban bastante nerviosas, la reunión estratégica para atrapar al ahora fugitivo Katsuki Bakugou se había prolongado. Y las chicas estaban recordando lo se que dijo de parte de varios héroes.
— En caso de encontrarse con el sospechoso, avisar en la HN su ubicación, solo bastará la coordenada para tener pistas. Nada de pelear, eso lo alertaría todavía más... -decía el héroe Best Jeanist, quien estuvo presente a pesar de su retiro-.
— Todos los negocios, supermercados y demás establecimientos que comercialicen bienes o servicios están avisados. En caso que Dynamight se acerque a hacer una transacción de cualquier tipo, tienen permitido el uso de la fuerza. -mencionó Ryukyu-.
Las dos señoritas caminaban sin decir absolutamente nada sobre el tema. Ya era tarde y necesitaban comer algo. Así que fueron a un mini super que estaba de camino y compraron dos vasos de ramen instantáneo para comerlo mientras caminaban. Cuando Ochako terminó de cenar, fue la primera en abrir conversación.
— Yui-chan, tenemos que encontrarlo. Si esto pasa a mayores, no podré perdonármelo. -Uraraka estaba decidida a sacar la pata de donde la había metido-.
— Ochako-chan, gomen-ne... -Kodai estaba con la cabeza baja, de sus mejillas se deslizaban unas cuántas lágrimas-.
Verla así a la azabache consternó a la mochi, quien solo fue a abrazarla. Los transeúntes las reconocieron, pero al verlas en esa posición, decidieron darles su espacio.
— Soy yo quien debe pedirte perdón por arrastrarte a esto. Yo dije que quería hacer algo para que Bakugou-kun pagara... -la ojiazul tomaría del hombro a su compañera-.
— Yo propuse cómo debíamos hacerlo, Ochako-chan. Al decirle a Hatsume-san, este plan se hizo más mío que tuyo. Si debo ser castigada, lo aceptaré como se debe. -Rule estaba con el rostro serio, lloroso y muy determinado-.
— Yui-chan baka. Si tú haces eso, iré contigo. Somos un equipo con Izu-kun. Así que vamos, debemos buscarla a ella en la UA, corramos. -Uravity le limpió las lágrimas y empezó a correr-.
Las dos heroínas estaban desplazándose rápidamente hacia la academia donde se graduaron, era urgente poder hablar con la inventora. Después de todo, ¿quién se encargó de preparar el video y filtrarlo? Aunque ellas no sabían que un hombre con traje las vigilaba de cerca.
Luego de unos minutos corriendo, llegaron a la UA y sin muchos problemas pudieron entrar al recinto. Y lo primero que hicieron fue buscar el departamento de apoyo. La típica puerta metálica del taller de Power Loader y Mei Hatsume parecía haberse reforzado contra las explosiones, así que ambas tocaron la puerta con algo de fuerza.
— Hai, ¿quién es...? -Power Loader estaba algo cansado, pero al levantar la vista, quedó sorprendido-. Uravity, Rule. Qué sorpresa. Lamento mucho lo de su esposo.
— Arigato, sensei. Disculpe la molestia pero, ¿podríamos prestarnos a Hatsume-san unos minutos? -pidió Ochako tranquilamente, tratando de ocultar la prisa que tenía-.
— Es importante, Power Loader-sensei. -Yui se veía más ansiosa-.
— Hai, con su permiso... -Higari Maijima entró a su taller y gritó desde la puerta-. HATSUMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE.
— NAAAAANIIIIIIIIIIIIIIIII.
— TE BUSCAN RULE Y URAAAAAAAAVITYYYYYYYYYYYYYYY.
— DÍGALES QUE NO ESTOOOOOOOOOOOOOOOOOOY.
Esto le sacó una vena en la frente al profesor, quien solo fue corriendo y le jaló de los tentáculos que tiene por pelo la inventora que era ahora profesora de planta.
— MAIJIMA-SENSEI, DUELE. -Hatsume se sobaba la cabeza mientras lágrimas cómicas caían de sus ojos-. Koniichiwa, Uravity-san, Regla-san.
— Rule-desu. -Yui estaba molesta que siempre ella se equivocara con el nombre-.
— Gomen, ¿en qué más les puedo ayudar? -preguntó ella un poco más tranquila-.
— Necesitamos ubicar a Katsuki Bakugou. Esto se salió de control y debemos hacer algo. Si no lo encontramos antes que los otros héroes... -Uraraka se sentía desesperada-.
— Entiendo, no juzgaré sus vidas personales. Vengan a mi remolque, está aquí en el campus, hablemos más tranquilamente ahí. -indicó la chica cabeza de tentáculos-.
En un par de minutos ya estaban ingresando al vehículo, era bastante grande y demasiado equipado para ser un simple camper. La mayor parte era una especie de laboratorio clandestino.
Hatsume con apretar un botón en una de las butacas donde come, hizo que apareciera una computadora imponente. La ventana funcionaba de monitor y el teclado LED lo hacía más impresionante.
— Ustedes quieren localizar al rubio de las explosiones. Será pan comido. -ella se sentó frente a la consola a revisar un programa donde se veía literalmente todo Japón desde varias pantallas compartidas-.
— ¿Esto no es ilegal? -preguntó Yui bastante sorprendida-.
— Para nada, ¿quién crees que instaló este bebé para el sistema de seguridad visual de Japón? -Mei se caracteriza por presumir sus inventos y vaya que era merecido que lo haga-.
— Sugoi... -Uraraka estaba estupefacta-. Si tuviera esto en mi casa, podría salvar a más personas.
— Nuestra casa, Ochako-chan. Además, Izu-kun estaría más ocupado trabajando. -Kodai trataba de mantener a la mochi centrada-.
Las tres señoritas estaban revisando cada pantalla, trataban de ver algún indicio de que Katsuki Bakugou pudiera estar en alguna parte. Hatsume notaba la desesperación de ellas, pero prefería evitar centrar su atención en eso, no le concernía. Pero, el tiempo pasaba y la ansiedad era cada vez más constante.
Luego de casi dos horas, el cansancio era notable en los ojos de las tres féminas. Ya tenían algo de sueño y se acercaba la medianoche. Pero, una alerta sonaría en las pantallas de Mei.
— Si el algoritmo que programé está correcto, el sujeto podría estar presente en... ¿Musutafu? -preguntó extrañada la pelirosada-.
— Está cerca de donde vivía Izu-kun. -Uraraka estaba confundida-.
— Mantengan la vista alerta. -Kodai buscaba con la mirada hasta que la cámara dejó ver a un hombre de pelo rubio, varios vendajes alrededor del torso y cubierto por una musculosa negra-.
— És él, es Bakugou-kun. -Ochako se alivió al ver que sí era él-. Tenemos las coordenadas. Yui-chan, vámonos.
— Hai. Hatsume-san, arigato gosaimasu... -la azabache hizo la reverencia para agradecer y la rosada solo asintió para luego dejar que se fueran-.
— Estas chicas... espero salgan bien de esto... -pensó Mei mientras comenzaba a apagar la pantallas de su camper-.
Cuando las chicas estaban abandonando la academia UA, se verían con el paso cortado porque un árbol fue cortado de golpe para caer frente a ellas. Ellas se pusieron alerta, pensaban que era un villano que se aprovechaba de la situación de luto generalizado.
— Así que ustedes dos realmente estaban involucradas en esta situación. Uravity... Rule... -la voz del responsable de evitar que ellas se fueran a su destino se acercaba entre la sombra de la noche-.
— ¿Cómo sabes...? -Ochako no pudo seguir al verlo mejor y a la luz de la iluminación callejera-.
— Sir... Nighteye... -Yui estaba perpleja y más que asustada, especialmente porque sabe cuál es el don del jefe de Izuku-.
Volviendo a los condominios en Musutafu
Bakugou estaba intercambiando miradas con Kirishima, quien estaba de pie. Trataba de no mostrar señal física de querer atacar, primero necesitaba hablar con él. Ya había pasado antes que lo había encarado y hasta golpeado para que el rubio fuera sincero, esta vez esperaba que también fuera honesto.
— Bakugou, todos te buscan por todas partes... -Eijiro estaba sereno todavía-.
— Lo sé... pero debo solucionar esta mierda. -el rubio sabía que esta situación lo superaba y físicamente estaba todavía agotado-.
— Entrégate, si lo haces la justicia será menos dura contigo. -Red Riot estaba enfocado en cumplir, pero un poco molesto-.
— Kirishima, yo no lo maté. Izuku no está muerto... -Katsuki se puso la mano en el corazón y veía a su amigo pelirrojo con el rostro serio y el ceño fruncido de siempre-.
— Gomen, Bakugou. Ya no te creo... -Eijiro estaba resignado, pensaba que la verdad de Bakugou era otra mentira-. Hazlo ahora, Mudman...
— ¿Mudman? -Kacchan no entendía qué pasaba, pero la respuesta llegaría en sus pies-.
(Cr: @ so_212sosk en Twitter)
El rubio se estaba hundiendo en el piso, no podía moverse y no le alcanzaba el brazo bueno para sostenerse del barandal más cercano. Luego de pocos segundos cayó en el piso inferior a donde estaba y vio que ahí había el otro héroe con casco oscuro.
— Bakugou Katsuki, vinimos a llevarte... No te resistas más. -Juzo Honenuki volvió a activar su don para que el rubio volviera a hundirse, pero esta vez sí pudo conseguir sostenerse de algo, o en este caso, de alguien-.
— Temme, soy inocente... -el explosivo logró sostenerse de la pierna de Mudman, pero él trataba de quitárselo de encima sin éxito-.
Sin embargo, Kacchan comenzó a notar que podía zafarse de esa trampa escalando. Así que puso su mano derecha sobre la otra pierna de Juzo, el dolor en el brazo izquierdo era punzante porque ahí había recibido una herida de bala. Pero luchó contra esa molestia.
Honenuki trataba de evitar que escapara, así que empezó a golpearle la cara a Katsuki, pero esos golpes no eran suficientes para quitárselo de encima. A pesar de lograr herirlo de la nariz y labio, él estaba siendo superado.
— NECESITO AYUDA AQUÍ. -gritó Mudman, quien ya se sentía más que superado-.
Bakugou después empezaría a tratar de golpearlo, pero sus golpes eran predecibles y débiles. Pero, a cada golpe que daba, se sentía que la fuerza incrementaba, hasta que estuvo a punto de sacarle el aire.
— THUNDER HORN. -una lluvia de cuernos en forma de boomerangs se dirigía a Katsuki por la espalda, este al tener agarrado a Juzo, logró usar la fuerza que le quedaba en usarlo de escudo-.
Lo que provocaría que los cuernos de la heroína de origen americano, Rocketti, se enterraran en parte del cuerpo y destrozaran el casco de su compañero. Esto preocuparía a la chica rubia, quien iría a auxiliar a su compañero. Lo cual sería aprovechado por el explosivo para escapar por aire.
— Carajo, estoy cansado y si uso mi don, solo será para escapar. -pensó Katsuki mientras daba un salto impulsado por la pared exterior del condominio-.
Dos explosiones para darse más impulso dolían como mil inyecciones en cada músculo de ambas manos. Desplazarse por los techos era su única alternativa para descansar de las explosiones. De todas maneras, correr y saltar no le hacía ningún favor tampoco.
— Oe, oe, dios asesino de las explosiones Dynamight. ¿A dónde vas? Además de la cárcel. -había aparecido otro rubio, pero montado sobre una especie de tabla de piedra-.
— Lo que faltaba...
— Y aún hay más... - replicó el mismo Neito y también se aparecieron volando otros tres individuos-.
Reiko Yanagi (Emily), Manga Fukidashi (Comicman) y Denki Kaminari (Chargebolt), que iba junto a Neito Monoma (Phantom Thief). La chica fantasmagórica usaba su Poltergeist para que todos pudieran desplazarse.
— BAKUGOU, ENTRÉGATE. -Kaminari estaba más frustrado que enojado-.
— MALDITA SEA, NO HICE NADA CONTRA DEKU. NO LO MATÉ. -decía molesto y ya algo cansado de correr-.
— Eso no es lo que vimos todos... -se quejó Monoma, quien solo voltearía a ver a Kaminari para que este asintiera-.
— Bakugou-dono, le pedimos que se entregue de forma pacífica. -Reiko era alguien bastante respetuosa en cualquier circunstancia-.
— Sumimasen, Bakugou... -el rubio eléctrico lanzó uno de sus discos eléctricos y logró pegarlo en la pierna de Katsuki-.
Este sintió que algo había hecho contacto con su cuerpo. Se detuvo para que los demás pasaran de largo. Así que cuando se dio cuenta que era un disco naranja. Entonces trató de quitárselo lo más rápido que podía, pero en realidad estaba totalmente adherido a su piel. Así que buscó correr en sentido contrario, y justo cuando dio el salto hacia el otro edificio.
— MUSABETSU HOUDEN 300-MAN BORUTO. -Kaminari había lanzado su ataque, Monoma había copiado el don de Denki y también lo activó-.
(Cr: @ fufufu3561 en Twitter)
— TZZZZZZZ. -Comicman estaba pronunciando la onomatopeya de la electricidad para complementar el ataque conjunto-.
Katsuki estaba suspendido en el aire cuando estaba a nada de recibir el ataque eléctrico de más de seis millones de voltios. El tiempo se había ralentizado, todo parecía llegar a su fin, pero entonces...
— KAKUDAI. -se escuchó una voz femenina conjurar-.
Bakugou volteó hacia atrás y sintió que en su cintura un objeto pequeño lo había enlazado y lo jaló hacia abajo.
(Cr: @ buthikireta en Twitter)
Por los pelos se había salvado de tremendo ataque con electricidad. Al caer, lo hizo sobre una especie de gorra gigante.
La superficie era acolchada al contacto, esto asustó a Bakugou porque pensaba que era parte de la emboscada. Pero su sorpresa fue mayor cuando vio que eran dos señoritas.
— BIEN HECHO URAVITY, RULE. -respondió a lo lejos Red Riot-.
— Ahora sí ya atraparon a ese infeliz. Vamos a encerrarlo, pero no se quedará impune con lo que hizo. -Monoma llegó y se bajó de la tabla donde iba volando-.
— ¿Qué estás diciendo, Monoma-kun? -preguntó confundida Yui-.
— Este bastardo les arrebató a su esposo, al héroe de la gente, a alguien que representaba lo que realmente significa esperanza. El trabajo de la justicia es castigar, el nuestro también. ¿Qué me dicen? -Neito tiró la piedra y los demás presentes reflexionaban-.
— Bakugou, yo realmente no sé qué pensar de ti. Te perdoné por ser un acosador y un cobarde cuando revelaste que hostigabas a Midoriya, pero matar... Quisiera solo... Hacer algo para que te des cuenta que está mal... Y negar lo que hiciste fue la gota que derramó el vaso...
Red Riot avanzaba lentamente, Chargebolt también, Phantom Thief se unió aparte de Comicman. Pero Yui y Ochako se pusieron frente a Katsuki. Querían evitar más peleas innecesarias.
— Por favor... ya no hagan nada... -Ochako se había puesto de pie y con los brazos abiertos, ella tenía sus ojos escondidos en su cabello-.
— Uraraka-san... pero si él mató a tu esposo. -Denki estaba confundido, pero sus ojos en ella reflejaban cuando menos lástima-.
— Kodai, este sujeto es escoria. ¿Por qué lo defiendes? -Monoma se acercó, pero Yui alzó un poco la voz-.
— Porque Izu-kun no querría esto... -ella se escuchaba mal anímicamente, pero debía mantenerse firme-.
Rule ayudaría a ponerse de pie a Bakugou, quien estaba con la respiración acelerada, el dolor en sus extremidades era fuerte y las vendas comenzaban a teñirse de rojo porque se abrieron alguna heridas por el esfuerzo. Asimismo, Uravity se acercó para llevar al rubio ojirubí también.
— Vamos a llevarlo a un hospital primero. -decía Ochako mientras le daba la espalda al resto-.
Los demás veían esa escena entre confundidos y molestos, pero Phantom Thief tuvo una idea muy arriesgada.
— Tch, Chargebolt, kochi-kochi...
— Nani? -preguntó tranquilo Denki, Monoma le indicó que se acercara-.
— Lánzale otro ataque eléctrico. Aún tiene el disco que le lanzaste. -señaló Neito y tenía razón-.
— Pero si lo hago, me volveré tonto... -Denki era despistado, pero sabía qué intención tenía-.
— Entonces lo haré por ti... -Neito había puesto su mano en el hombro de Kaminari-. BAKUGOU, PAGARÁS POR ESTO... TAAGETTOEREKUTO.
(Cr: @ yukinougami14 en Twitter)
Phantom Thief había lanzado uno de los ataques de Kaminari, quien se dio cuenta primero fue Katsuki, las demás voltearon a ver al segundo y notaban que venía un relámpago hacia las tres.
— NO TOQUES A MIS ESPOSAS...
Una fuerte turbulencia eléctrica de color verde se había posado frente a Bakugou, Kodai y Uraraka. Los tres estaban totalmente sorprendidos de lo que estaban viendo. Los rayos verdosos eran muy potentes, tanto que impedían distinguir el portador de semejante poder. Pero, los que estaban a espaldas del individuo estaban sorprendidos.
— Omae... -Bakugou cayó de rodillas con los ojos totalmente abiertos y viendo al suelo-.
— Daijobou... nazzete? Watashi ga kitta. -fueron sus palabras-.
(Cr: @ muna_natana5 en Twitter)
— IZU-KUN, ESTÁS AQUÍ... -gritaron Ochako y Yui de alegría y se levantaron para abrazarlo entre lágrimas-.
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