Capítulo 5: Apareciste...
*Créditos de la imagen: @ 15hero_en Twitter*
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Masaru, el padre de la familia Bakugou, había abierto la puerta luego de escuchar que alguien tocaba. Su sorpresa fue grande, al igual que su esposa Mitsuki quien alzó la vista y sus iris se encogieron por el miedo. Su hijo Katsuki, quien estaba en el centro de la polémica, recién estaba despertando y al notar que había una figura conocida, la impresión que tuvo lo llevó al desmayo.
— Kacchan, daijobou? -el recién llegado entró de golpe y se acercó al rubio que estaba inconsciente en el sofá-.
— Izuku-san... -Mitsuki le puso la mano en la mejilla, quería asegurarse de que ella no había perdido el juicio-.
— ¿Mitsuki-san...? ¿Pasa algo? Está actuando extra... -el chico de pelo verde no pudo terminar de hablar porque fue abrazado por la rubia-.
— Izuku-san, no tienes idea de lo feliz de que estés vivo. -ella se escuchaba con la voz temblorosa, pero alegre-.
— Hijo, Izuku. Nos alegramos tanto de verte. -Masaru se acercó para darle palmaditas en el hombro-.
— ¿Pero qué pasó? ¿Por qué Kacchan está tan herido y por qué tienen destruida la pared del fondo? -Midoriya parecía auténticamente confundido-.
— ¿En serio no sabes lo que está pasando? -preguntó Mitsuki luego de romper el abrazo y el pecoso negaría-. Izuku-san, todo el mundo cree que estás muerto.
Estas palabras dejaron sin respuesta a Deku, que solamente buscaría respuesta en los ojos de Masaru, quien solo asintió lentamente para confirmar que su esposa tenía razón. Entonces, Izuku procedió a sacar su teléfono, y algo llamó la atención de Mitsuki.
— Hijo, ¿por qué tenías apagado tu teléfono? -la madre de Katsuki estaba confundida-.
— Es que estas fechas son complicadas para mí y suelo alejarme de todo. -fue una respuesta un poco seca y extraña, ya que Izuku se notaba algo cabizbajo, algo que no pasaría por alto Masaru, pero no diría nada-.
Cuando el peliverde finalmente encendió su celular y el internet se estableció, las notificaciones de noticias, redes sociales, HN y alertas saltaron e hicieron vibrar el dispositivo de manera descontrolada. Pero la mayoría de notificaciones eran menciones en todas las redes.
— ¿Por qué hay un hashtag que dice #ありがとうデク英雄 (Arigatou Deku Eiyuu ó Gracias Héroe Deku)? -esto confundió al pecoso, así que Masaru tomaría la palabra-.
— Izuku, hace menos de dos horas se hizo público un video donde parecían estar Katsuki y tú peleando y... -el padre volteó a ver a su hijo mientras este seguía con los ojos cerrados-... parecía que eras asesinado.
— ¿Asesinado por... Kacchan? -esas últimas palabras desconcertaron a Izuku, y más aún cuando se le veía totalmente herido de manera algo cruda-.
— Hai... En la televisión se transmitió la persecución que hicieron hacia él. Varios de sus compañeros de la academia estaban decididos en capturarlo. Lo dejaron muy mal herido y por suerte, la transmisión no pudo dar con él cuando llegó aquí. Se estrelló contra la pared y entró aquí. Cuando te vio, cayó inconsciente. -ahora Mitsuki había hablado-.
— ¿Pero por qué pasó esto? ¿Por qué inculpar a mi hijo de un crimen que no cometió y que te involucrara a ti? -el padre del explosivo estaba buscando respuestas-.
— Además Izuku-san, ¿qué pasó para que no te enteraras de esto? Y justo antes de tu cumpleaños, hijo. -Mitsuki estaba de pie ahora porque se asomó al agujero de la pared para ver si no habían héroes cerca-.
— Pues... -Izuku dudaba de decirles la razón, especialmente si el causante estaba en la misma estancia-.
— Mmmmmmmm mierda... -Katsuki estaba despertando-. ¿Qué pasó...? ¿Izuku...?
— Kacchan, no te esfuerces mucho. Se ve que estás en mal estado. Mitsuki-san, un poco de agua. Masaru-san, ayúdeme a sentarlo, se nota que está muy débil. -pidió Midoriya y ambos padres cumplirían-.
En pocos minutos, el héroe rubio estaba más cómodo y tomando líquidos para hidratarse. Mientras se preparaba para recobrar totalmente el sentido; Mitsuki, Masaru e Izuku veían en silencio al centro de atención.
— Kacchan, ¿puedes hablar? -preguntó mientras agitaba suavemente del hombro a su amigo de la infancia-.
— H...hai... Mi cabeza y mis malditos brazos me duelen... Creo que la bala atravesó mi brazo... ¿Quién eres tú...? -el Bakugou menor estaba abriendo los ojos y tratando de enfocar la mirada-.
— Boku wa Izuku-desu. Estamos en la casa de tus padres...
— Vieja, viejo... Izuku... -cuando el rubio recobró la vista por completo, sus ojos se abrieron como platos-. DEKU, ESTÁS VIVO. AHHH...
Katsuki levantó el brazo, pero era el brazo izquierdo donde recibió el disparo de Lady Nagant, el dolor era punzante, pero más tolerable que cuando recién lo había herido. Él sonreía del alivio.
— Kacchan, ¿qué fue lo que pasó para que piensen que me mataste? -Izuku fue directo, pero con su típica preocupación por el prójimo-.
— Recuerdo que... se publicaron fotos nuestras de secundaria... donde yo te golpeaba y te dejaba todo apaleado... fotos donde te veías humillado... la gente me reclamaba que yo te hice todo eso... -el rubio ojirubí estaba hablando con la respiración irregular, comenzaba a sudar por la fiebre que le estaba dando-.
Izuku escuchaba atentamente y la verdad le parecía bastante extraño que perjudicaran a Dynamight a través de él. Comenzaba a pensar en posibles causas, pero habían cosas importantes que debía tomar en cuenta.
— Kacchan, ¿qué fotos eran las que subieron? -Deku preguntaba seriamente-.
— ¿No puedes verlo tú...? -Bakugou estaba cansado y no quería gastar fuerzas-.
— No quiero que me vean conectado... -Midoriya apartaba la mirada-.
— Pero tienes que conectarte y explicar que todo fue una noticia falsa... -Bakugou se estaba alterando, y Mitsuki estaba planteando acercarse para evitar una riña-.
— Gomen, Kacchan. Pero no puedo... -el peliverde mantenía su postura, evitando voltear a ver al ojirubí-.
— Dijiste que... estos días sueles desaparecer... y no es algo que no hayas hecho antes... -Katsuki era observador y perceptivo, una de sus virtudes en las que su fortaleza se basaba-. Siempre, cada año haces lo mismo... desde que te conozco lo haces... en tu cumpleaños te borras de los radares... ¿Por qué...?
Midoriya estaba nervioso, y más porque sentía las miradas de los Bakugou sobre él. El pecoso estaba presionado, así que puso sus manos en su rostro y apretaba un poco fuerte por la vergüenza que sentía, pero era debido a una frustración bastante personal que él pensaba que la tenía guardada únicamente para sí mismo.
La única manera de responder sin decir nada y sin mostrar su rostro fue estirar la mano y alzar el dedo índice para señalar en línea recta. El dedo apuntaba hacia Katsuki Bakugou, cosa que confundiría a los dos padres y al mismísimo Kacchan.
— Katsuki... ¿qué le hiciste a Izuku-san? -preguntó molesta la madre Bakugou con un par de venas que resaltaban de su rostro-.
— No le he hecho nada... -el hijo de los Bakugou estaba poniéndose la mano en los ojos tratando de pensar-.
— De hecho Kacchan... -los tres fijaron sus ojos en Izuku quien estaba un poco más calmado, pero aún cabizbajo-... sí me hiciste algo, pero fue hace años... cuando éramos niños...
— ¿Qué te hice yo...? -Katsuki pensaba, pero no encontraba nada en el baúl de sus recuerdos-.
— Fue cuando íbamos a la escuela primaria... yo cumplía 9 años y oka-san había pedido permiso para que me partieran mi pastel de cumpleaños. Quería compartirlo con todos los del salón... yo no tenía amigos y quería darles algo para que se acercaran a mí... que no recordarán que yo era mukosei desde niño y... Kacchan les recordaba a todos que yo era alguien que no era especial... -Izuku empezó a hablar y su voz empezaba a bajar de tono a medida que relataba el recuerdo-.
Katsuki escuchaba atentamente y en su cabeza empezó a proyectarse el recuerdo de una pequeña celebración. Recordaba el pastel, el salón de clases, unas risas... pero esas risas eran de burla, también se escuchaban llantos, se oía a un pequeño niño desconsolado.
— No me digas que... -Bakugou había recordado el hecho y abrió los ojos al máximo-.
Cuando empezaron a caer lágrimas del rostro del pecoso, la señora Mitsuki fue corriendo a abrazar al joven héroe. Es verdad que Izuku ya es un adulto, pero eso no significaba que no fuera emocionalmente vulnerable.
— Kacchan... cuando All For One reveló que yo tenía el don de All Might, le reveló al mundo que yo no tenía un don de nacimiento... y cuando estaba despertando los dones en la academia... uno de los portadores me dijo que yo podía morir a temprana edad... -esas palabras del ojiverde sorprendieron a todos-.
— Izuku-san... -Mitsuki lo abrazaba, se sentía mal por él-.
— Oka-san y otou-san celebraban mis cumpleaños conmigo después de los siguientes años. Pero, yo les pedía que me permitieran faltar a la escuela toda la semana. Yo sabía que ellos se lamentaban porque no era especial, los hacía sufrir por no ser como los demás... -Mitsuki le puso la mano en la boca-.
— Izuku-san... tú sí eres especial. Inko e Hisashi criaron a un chico maravilloso, una excelente persona y al mejor héroe que puede existir. El destino te tenía preparado algo muy grande para ti. El ídolo de la infancia de ustedes se fijó en ti, te permitió alcanzar tu sueño, lograste por ti mismo hazañas que para alguien normal serían legendarias. Tienes a tu lado dos heroínas que te aman y harían cualquier cosa por proteger tu sonrisa, así como tú lo haces por ellas y por todo el mundo. -Mitsuki veía al peliverde como su hijo, ella recordaba las veces que el pequeño brócoli volvía golpeado-.
(Cr: encontrado en Pixiv)
— Gomen-ne, Kacchan. Te causé muchos problemas. Será mejor que me retire... no había notado que ya no había sol... -Midoriya se había parado y se dirigía a la puerta, pero no pudo avanzar porque sintió que le tomaban de la muñeca-.
— Dek... Izuku... -era Bakugou quien lo detenía-... eres demasiado bueno para este mundo tan cruel que yo te hice pasar... todos decían que yo podía ser un villano... tú me ayudaste en el momento más difícil de mi vida y diste la cara por mí para ser un héroe... Quiero hacer algo por ti... Para solucionar esto, pero necesito tu ayuda...
— Gomenasai, Kacchan. -esas palabras sorprenderían a Katsuki-. Pero aún vivo con ese temor de cumplir años. Tengo miedo de tener más edad y volver a sentirme solo... tengo miedo de que sea mi último cumpleaños... te pido que me disculpes, pero el pasado se mantiene vivo en mí cuando pasa otro año más de mi vida.
— Izuku... por favor ayúdame... -Katsuki estaba tratando de evitar que se fuera Deku-. Si no demuestro que estás vivo, irán tras de mí hasta que me maten...
— ...
Midoriya estaba sin escuchar razones, y era natural si vive con un trauma persistente desde hace años. Así que el pecoso terminó por abandonar la casa, nadie más opuso resistencia y el silencio era de ultratumba. Masaru se había mantenido en silencio desde hace bastante rato, así que fue el primero en romper el hielo.
— Katsuki... -el padre castaño se oía serio, demasiado para ser alguien nervioso-. Izuku lo pasó difícil toda su infancia, las fotos que se revelaron eran crueles, incluso podrían considerarse como delito si hubieras sido mayor de edad. Ya tienes un cargo de conciencia menos porque Izuku está vivo. Pero... tienes que convencerlo de que te ayude a demostrar tu inocencia.
— Será un martirio que laves tu imagen en poco tiempo, pero todo esto te lo buscaste. -ahora Mitsuki tomó la palabra-. Katsuki, te amo pero eres el hijo más pendejo que existe, aunque también fue culpa nuestra por no criarte para ser más humilde. Así que vete de acá, busca a Izuku y pídele que te ayude a probar que está vivo e ileso. Si se niega, ofrécele lo que sea. Incluso dejar de ser un héroe.
— VIEJA, ¿QUÉ MIERDA... ?
— CÁLLATE PENDEJO. LA GENTE QUE SE DENOMINA HÉROE NO PUEDE DAÑAR A LA GENTE QUE DEBERÍA PROTEGER. -Mitsuki le jaló el pelo y puso a su hijo frente a frente-. No tenías que ser amigo de Izuku si no querías, podía entenderlo. Pero tratarlo como basura, agredirlo, humillarlo, traumarlo y quién sabe qué más hiciste y que no nos enteramos. Pero él logró más que tú sin la bendición de nacer con un don como tú. Así que, toma algo de ropa, te cambias y te vas a buscarlo. Y ni se te ocurra volver hasta que pongas en orden todo. ¿Entendiste?
— Hai... -decía Kacchan ya resignado y sobándose la cabeza por el jalón de greñas que le dieron-. ¿Y dónde puedo encontrarlo?
— Aquí al lado. -dijo Masaru y Katsuki solo inclinó la cabeza confundido-. Él vino desde el lunes pasado al edificio. Pasa la mayor parte del día adentro del departamento donde vivía con Inko e Hisashi. Así que ve a buscarlo, pero sin violencia.
El rubio solo asintió, fue al baño a tratar de limpiarse un poco la sangre seca de su cuerpo, a vendarse las heridas que aún estaban cicatrizando y a ponerse una camisa negra sin mangas. Ya había recuperado algo de fuerza, pero todavía sentía los músculos de las manos bastante tensos y si hacía sus explosiones, podía pasarle factura.
— Vieja, viejo, ya me voy. -Katsuki estaba en la puerta, pero se detuvo-. Lamento los problemas que les he causado... desde siempre... itekimasu...
— Iterashai... -decía Mitsuki seria, pero por dentro era optimista-.
Luego de cerrar la puerta, Bakugou caminó unos pocos pasos para ver que había una puerta sin la inscripción de la familia que habitaba el apartamento. Por desgracia, cuando estaba a punto de tocar la puerta. Alguien se había hecho presente.
— Te encontré, Bakugou... -dijo un héroe de pelo rojo y dientes de tiburón con un rostro serio, pero con un aura amenazante-.
(Cr: @ Hnism_Y en Twitter)
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