Capítulo 1: Un brócoli con miedo de crecer
*Créditos de la imagen: @ chaco_mha en Twitter*
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Musutafu, tierra de grandes héroes como el difunto Toshinori Yagi, reconocido universalmente como All Might. Este hombre, durante más de 40 años fue el Símbolo de la Paz de Japón y condecorado como el héroe número 1. En su última etapa encontraría a su heredero. Un joven llamado Izuku Midoriya "Deku", quien heredaría el kosei más sorprendente y poderoso: One For All.
Este chico, desde los 14 años entrenaría su cuerpo, su mente y su voluntad para pelear a muerte contra el enemigo más poderoso del último siglo y su heredero: All For One y su "hijo adoptivo", Tomura Shigaraki.
¿La vida de Deku fue solamente el heroísmo? Claro que no. Durante su adolescencia conocería a las heroínas Yui Kodai "Rule" y Ochako Uraraka "Uravity". La primera sería una chica de pelo negro y ojos azules, una señorita dotada de una belleza particularmente atractiva para las personas; de hecho tenía un club de fans en su secundaria, el cual se mantiene activo a pesar de las demandas.
Por otro lado, también aparece en escena la heroína de la gravedad de pelo castaño, hoyuelos marcados y ojos café. De orígenes humildes, hija de los dueños de la empresa de construcción Ura-con, que en ese momento se encontraban en una crisis financiera fuerte.
Este trío...
— Oe, oka-san. Estaba viendo eso... —una niña albina con un cuernito en la cabeza hacía puchero-.
— Odio ese canal. -una señorita castaña comiendo mochi había apagado la tele-.
— Ochako-chan, ¿qué estaban viendo? -una voz femenina se escuchó desde la cocina-.
— Era un programa de chismes molestos. -Uraraka comía su mochi algo molesta por lo que veía-.
— En realidad era un especial por el cumpleaños de otou-san. -Eri estaba decepcionada porque no le dejaron ver el chisme-.
Se hizo un silencio un poco incómodo que para Eri no pasaría desapercibido. Ella veía confundida el porqué las señoritas estaban con la cabeza baja.
— Eri-chan, Izu-kun siempre desaparece en la semana de su cumpleaños. Han pasado ya seis años desde conocimos a tu padre y nunca he visto que lo festeje. Y siempre que quise acercarme a él, me evadía hasta el siguiente día y cuando le decía sobre esa fecha, me evitaba. ¿Qué tiene de malo que te celebren un año más de vida? ¿Es porque nos dijo eso el día que nos propuso matrimonio? -Uraraka estaba algo confundida, pero triste de pensar en su esposo que nunca está en un día especial para él-.
— Oka-san, ¿qué pasa con otou-san? Ya viene su cumpleaños.
— Eri-chan, Ochako-chan. Debo explicarles algo sobre eso. -Yui se acercó y se sentó en el sofá donde estaba Ochako-. Izu-kun, tu padre, desde que lo conocí no ha sido un fanático de cumplir años.
/Flashback/
Nos encontramos en la escuela Orudera. Era el segundo año de primaria, era un 15 de julio, y el pequeño Izuku cumplía 9 años de edad. En el centro educativo había una costumbre para los cumpleaños: y era que los padres debían pedir permiso para poder celebrarlo durante las clases.
La señora Inko Midoriya había pedido el permiso respectivo a la institución. El día del evento, la maestra había llevado un pequeño pastel que había comprado previamente la madre del pecoso.
— Niños, ¿me prestan atención, por favor? -llamó la docente a los jovencitos y ellos la voltearon a ver-. Este día es muy especial para el pequeño Izuku. Y por eso, su mami quiso hacerle el pequeño espacio. Ven Izuku-kun.
El pequeño niño pecoso se acercó algo nervioso al frente del salón. ¿Por qué estaba así? Resulta que su "amigo de la infancia" lo había visto con una sonrisa bastante maliciosa, y los secuaces de Katsuki Bakugou imitaron ese gesto.
La señorita Yui Kodai, que tocaba con el pequeño Izuku en ese entonces en el mismo salón, solo lo veía de lejos a todos. Ella, por su carácter sumamente introvertido, no tenía amigos varones y no se hablaba con nadie que no fuera chica. Aunque tampoco tenía muchas amigas, pero tenía.
Al ser parte del salón, tenía que integrarse forzosamente a la dinámica de grupo. Lo que implicaba que tenía que participar.
— Acérquense a la mesa del pastel, vamos a cantarle el "Feliz cumpleaños" a Izuku. -la maestra llamó a todos los demás, quienes fueron llegando-.
Había una mesa con una olla llena de refresco y muchos vasitos de papel, lo típico para una pequeña reunión para niños. La mayoría se sentía forzado a acercarse, todos iban por el pastel. Sin embargo, el rubio de ojos rojos y sus guaruras tenían otros planes.
Pasaron dos minutos mientras le cantaban al pequeño brócoli el Feliz cumpleaños, Bakugou se acercaba "amistosamente" a espaldas del niño y cuando terminó la canción...
— Anda Deku, sopla la vela y muerde el pastel. -decía Katsuki, pero se escuchaba como si estuviera haciendo un esfuerzo-.
— Kacchan, ariga... -Izuku había apagado las velas y cuando volteó a ver, sintió que todo se hacía de color-.
— Tanjoubiomedetou, Deku.
Bakugou había cargado la olla con bebida y se la vertió encima a Midoriya, este estaba con el rostro sorprendido y al voltear al frente, notaría que la mayoría de chicos estaban con una maléfica sonrisa.
Los chicos tomaron pedazos del pastel con la mano y empezaron a embarrárselo a Izuku, la torta estaba deshecha y los segundos que pasaban parecían interminables. La cara de Katsuki era de absoluta satisfacción, pero faltaba lo peor.
— Y ahora Deku, te tenemos un regalo... -de su bolsillo, el rubio sacó un huevo y con la mirada que le dio a sus compañeros, ellos hicieron lo mismo-.
Todos empezaron a bombardear con huevos a la cabeza al pequeño Izuku, quien a esas alturas solo estaba cabizbajo, aguantando el bombardeo y apretando los ojos. Yui veía esto con una mirada llena de impotencia, asco y molestia. ¿Y la maestra? Estaba asustada de ver la maldad de unos niños tan pequeños.
— Y que cumplas muchos años más, Deku... JA JA JA JA JA. -Kacchan reía y todo los "amigos" de él secundaban las burlas-.
La campana sonó y todos los jóvenes empezaron a salir del salón. Había sido todo en la última hora de clase, la maestra se acercó para tratar de consolar a Izuku, pero el pequeño solo empezó a caminar hacia la salida.
Yui solo veía con lástima al niño, pero no podía hacer nada y tampoco estaba demasiado interesada en ese momento. Solo caminaría con su mochila hacia los casilleros para cambiarse los zapatos. Pero, antes de salir de la escuela, escucharía unos sollozos.
Buscó con la mirada y notó que cerca de unos árboles estaba Izuku sentado de espaldas y llorando. El niño estaba totalmente manchado, de pies a cabeza lleno de yemas y cascarón de huevo en su cuerpo.
— Odio cumplir años, ¿por qué nací? -decía entre llanto el pobre pecoso-.
/Fin del flashback/
Mientras Yui contaba la historia, Ochako estaba enojada mientras abrazaba a Eri, que lloraba de escuchar semejante anécdota.
— Yui-chan, ¿entonces conocías a Izu-kun desde que eras más pequeña? -Ochako trataba de calmar su ira-.
— Hai, gomenasai. Pero, nunca le había hablado hasta que quiso lanzarse de la ventana. -la azabache se sentía apenada-.
— Bueno, ustedes eran niños. No podías hacer mucho. -Uraraka estaba más tranquila, pero no se sentía bien-.
— Oka-san, otou-san no merecía eso. Él es alguien muy bueno. -Eri volteó a ver a sus dos madres adoptivas-.
— Hai, Eri-chan. Él es el mejor héroe, el mejor padre y el mejor esposo. -Yui le limpiaba las lágrimas a la niña-. Pero, ahora quiero hacer algo al respecto...
— ¿Tú también lo pensaste, verdad? -preguntó Ochako con una sonrisa maliciosa-.
— Conozco esa mirada. ¿Ya tienes una idea? -Kodai se acercó, recibió un asentimiento y Eri vio confundida ese gesto-. Eri-chan, ¿podrías ir a tu cuarto? Tus mamás tienen algo que discutir.
La peliblanca solo veía confundida a las dos waifus, quería preguntar pero no vio señal de que le fueran a decir algo. Así que terminó obedeciendo y entró a su cuarto.
— Ochako-chan, ¿qué piensas? -Kodai estaba seria y la curiosidad empezaba a matarla-.
— Se me ocurrieron dos cosas, ayudar a Izu-kun y castigar a Bakugou-kun. -la mochi sonreía-.
— ¿Por qué castigar a Bakugou-kun? A Izu-kun no le va a gustar eso. -Yui quiso contestarle-.
— Yui-chan, lo que estoy pensando es egoísta y entendería si no quieres. Pero quiero que Izu-kun se sienta cómodo cumpliendo años. Y más por lo que nos dijo cuando nos lo propuso. -Uraraka veía a Yui y ella abría los ojos-.
— "...usé tanto ese poder que mi vida podría acabar antes de lo planeado". Es cierto, y un momento importante como el cumpleaños debe celebrarse. -Kodai recordó esa frase y ella apretó los dientes-. Ochako-chan, quiero ayudarte. Vamos a hacer que Izu-kun vuelva a sonreír en su cumpleaños, pero también quiero que Bakugou-kun sufra por lo que le hizo a mi esposo.
— Nuestro esposo, Yui-chan. -la castaña puso su mano sobre la de la azabache-.
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Y con esta pequeña historia comienzo la semana de cumpleaños de mi personaje favorito de mi manga favorito. Desde hoy hasta el 15 de julio publicaré a diario, espero que les guste y les agradecería si votan, los quiero mucho uwu
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