Capítulo 9: Acercamientos extraños
*Créditos de la imagen: encontrado en el perfil de @ energiapormil en Pinterest*
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Shihai Kuroiro era un joven de 16 años bastante peculiar. Un chico cuyo don es de oscuridad, bastante fan de las bromas pesadas, pero que se llevó un buen susto al ver que casi pierde a su interés amoroso: Kinoko Komori. Pero finalmente, ante la desesperación decidió abrir su corazón oscuro hacia el amor.
En este momento se había despedido de su novia para ir a su cuarto. Como él duerme en el último piso quiso ir por las escaleras para llamar menos la atención, pero esto no se logró al encontrar a un castaño que lo sorprendió.
— Así que ya tienes a tu media naranja, ¿verdad? -preguntó Kosei mientras se apoyaba en la pared-.
— Cállate. No le digas a nadie, eso lo haremos nosotros en su momento. -fue lo único Shihai que dijo para luego irse a su habitación-.
— Crece muy rápido. -fue el pensamiento de Tsuburaba para luego seguir su camino-.
El tiempo que pasó fue relativamente corto. Esta vez Itsuka Kendo, la presidenta de la clase, preparó un desayuno algo ligero para todos. Era sábado y era día libre de las pasantías, así que varios tenían planes. Entonces, Kuroiro aprovechó que terminó el desayuno para hablar con las chicas.
— Tss, Kosei-kun. Vamos. -le indicó el chico oscuro a su compañero-.
Ambos se levantaron, como todos seguían en la mesa aprovecharon la oportunidad.
— Oigan, necesito que me presten un poco de su tiempo. -habló Kosei chocando una cuchara con un vaso de vidrio-.
Todas elevaron la mirada, los chicos seguían comiendo pero fijaron sus ojos en los dos que estaban de pie. Las señoritas estaban con el ceño fruncido, excepto Kinoko ya que su cabello tapaba parte de su rostro, pero le daba una pequeña sonrisa a Kuroiro para animarlo.
— Escuchen, de parte de Tsuburaba-kun y yo queremos disculparnos con todas por la broma de enviarles a Vlad-sensei. No esperábamos que el susto fuera tan grande ni tampoco sabíamos porqué habían salido todas. Así que, si hay alguna forma de arreglarlo y que me puedan disculpar a mí y a Kosei-kun por el castigo del sensei, lo haremos con gusto. -concluyó Kuroiro para después inclinarse junto a su compañero para hacer la reverencia-.
— Yo sí te perdono, solo espero que me ayudes con Vlad-sensei. -dijo Kinoko poniéndose de pie para abrazar románticamente al peligrís-.
— H-hai, Kino-chan. -respondió el chico oscuro que se sonrojó más de la cuenta cuando sintió las manos de ella abrazar su nuca-.
Todos estaban sorprendidos, excepto Kosei que reía discretamente, estaba feliz por su amigo. La pareja se separó y Shihai se acercó a Yui.
— Kodai-san, perdóname especialmente tú por esa broma. Kinoko-chan me explicó que era porque tenías un asunto importante que atender y eso solo lo arruinó. ¿Me perdonas? -se inclinó para la reverencia-.
Ella dudó en hacerlo porque realmente era importante para ella esa reunión con Ochako la noche anterior. Así que tomó la palabra.
— Lo haré si primero te disculpas con la clase A, especialmente con Ochako-chan. -fue la única petición de la azabache-.
— Hai, eso iba a hacer después de salir de aquí. -contestó Kuroiro-.
— Si vas a su edificio, dile a Mineta-san que venga acá. -suplicó Setsuna-.
Esto levantó la ceja de más de uno, nadie pensaba que era de verdad ese interés. Kuroiro solo asintió para irse. Así que él procedió a salir, llamó con la mano a Kosei y le dijo a Awase que los acompañara.
Los tres salieron sin decir ni una palabra. Caminaron unos cuantos pasos, iban a tocar la puerta cuando Sero la abrió primero.
— Oe, ¿cómo están chicos? -preguntó Hanta con su sonrisa característica-.
— Qué tal, Sero-san. -respondió Awase, no era primera vez que iba al edificio 1-A-.
— ¿Vienes por Momo-chan, verdad? -repreguntó el chico de las cintas-.
— Hai, pero también queremos hablar con las chicas. -contestó serio el chico de la bandana-.
— Bueno, pasa. Todavía están desayunando. -les abrió toda la puerta para que entraran-.
Los tres chicos pasaron, la mayoría seguía comiendo. Para suerte de los visitantes, todas las féminas estaban presentes.
— Oe, chicas. Los buscan estos tres caballeros. -indicó Sero para luego retirarse-.
— O-ohayo. -Kosei saludó a todas, él estaba nervioso-.
Las chicas estaban confundidas, Momo se acercó a Awase para abrazarlo. Yosetsu estaba sonrojado, pero se sentía culpable de ver esa sonrisa luego de la noche anterior.
— GOMENASAI, MOMO-CHAN. PERDÓNAME POR LO DE ANOCHE. -dijo alzando la voz mientras se agachaba en señal de arrepentimiento-.
— Pero, ¿qué sucede, Yo-chan? -preguntó confundida la chica-.
— Ayer que todas se reunieron, ustedes y las chicas de mi salón, Vlad-sensei las amenazó por salir cerca del toque de queda. Yo no pude evitar que llegara él... -no pudo continuar por los nervios que lo invadían más-.
— Bueno, pero eso era natural, casi rompemos las reglas y... -Momo fue interrumpida porque habló Shihai-.
— Yaoyorozu-dono, fuimos Tsuburaba-kun y yo que lo hicimos para una broma. Vlad-sensei amenazó con castigar a nuestras compañeras, ellas tienen algunos traumas por sus castigos y por esa broma tonta se salió de las manos esto y por eso queremos disculparnos con ustedes. -indicó Kuroiro para hacer la reverencia-.
— Pero, Aizawa-sensei puede que les diga algo al respecto. De verdad lamentamos el castigo que les den por nuestra culpa. -dijo Kosei mientras seguía haciendo la reverencia-.
— No se preocupen, supongo que eso podía pasar. Así que tranquilos, además ya sabemos sobre los castigos del sensei. -tranquilizó la vice-presidente de la clase A- levántate, lindo.
Momo le ofreció la mano a su pareja. Él aceptó pero sin voltearla a ver, a pesar que todo estaba bien, sentía la pena por esa situación.
— Mírame, Yo-chan. Está todo bien, no tienes que sentirte mal porque no fue toda tu culpa y si hay consecuencias, aprenderé para la próxima vez. -fue lo último que dijo la pelinegra para darle un beso a Awase-.
(Cr: encontrado en una historia de Tamu-san en Wattapad)
Kuroiro se alejó para acercarse a Uraraka, él estaba con miedo porque pensaba que ella sí se molestaría. Así que con el valor que le quedaba, se acercó.
— ¿Uraraka-san? -preguntó con la voz baja el chico oscuro-.
— Hai, ¿Kuroiro-kun, verdad? -contestó ella con una ligera sonrisa-.
— Hai, escucha quería pedirte disculpas por la situación de anoche. Lamento que eso saliera de control y como dijo Yaoyorozu-dono, Aizawa-sensei puede que les diga algo... -él fue interrumpido por una mano que se puso en su hombro-.
— Escucha, no hay problema, Kuroiro-kun. -respondió Ochako con una sonrisa- Si no era su profesor, habría sido el nuestro y nos hubiera castigado en ese momento. Así que no te preocupes, solo ten cuidado con esas bromas porque pueden molestar a otros.
— Lo sé, casi la cago con Kino-chan. -pensó Shihai-.
— Te lo agradezco mucho, Uraraka-san. -respondió el peligrís para ofrecerle la mano-.
— Descuida, Kuroiro-kun. -correspondió el saludo con una sonrisa-.
— Por cierto, ¿está aquí Mineta-kun? -preguntó Shihai viendo a todos lados-.
— Recién se fue a su habitación, ¿por qué? ¿Acaso anda acosando a tus compañeras? -esto que dijo Ochako alertó a todas las chicas-.
— No, no, no, no, no, no. Es que Tokage-san preguntó por él para que fuera a verla al edificio B.
Mineta, como si tuviera oído de tísico, apareció cuando terminó esa frase frente a Kuroiro. Esto asustó a todas, él estaba con la cara sumamente roja y una sonrisa demasiado lasciva que daba miedo.
— ¿U-UNA CH-CH-CHICA M-ME BU-BU-BUSCA A M-M-M-MÍ? -preguntó el cabeza de uva mientras babeaba del interés-.
Kuroiro solo asintió con algo de miedo, nunca creyó que un ser humano pudiera ser así de emocional. Mineta solo se acercó a la puerta, y como niño chiquito, le decía a los chicos de la clase B que se apuraran.
— Kuroiro-kun, una cosa más. Dile a Yui-chan que se prepare a las 5:00 pm, que tenemos que salir, Mount Lady nos citó para hoy por la tarde. Le escribí pero no me contestó. -le dijo Ochako a Shihai que ya se iba-.
— Hai, le diré que te escriba luego. -dijo esto y se despidió-.
Los cuatro jóvenes salieron de la estancia y quedaron algunos chicos y chicas en el edificio. Ochako decidió subir a su alcoba, pasó primero por el piso de Deku ya que se fue por las escaleras.
A lo lejos vio a Jirou, Uraraka sabía que se había preparado para salir ya que llevaba lista su guitarra.
Pero notó que se iba acercando a la puerta de Izuku. Este le abrió a ella, y él también llevaba una guitarra. Ambos se veían bastante sonrientes, y empezaron a caminar al ascensor.
— Esto es extraño, Izu-kun no me dijo que iba a salir hoy y Jirou-san tampoco dijo nada sobre salir acompañada. -se escondió como pudo y activó su cero gravedad-.
Los dos chicos iban riendo mientras platicaban, entraron al ascensor y el silencio gobernó. En eso, Ochako liberó su don y se dispuso a bajar hasta la sala común. No logró bajar a tiempo, ya que escuchó que la puerta se cerró. Así que corrió para buscar a ese par.
Los dos estaban cerca de la puerta de la academia. Ambos se fueron por el mismo camino. Los pensamientos de Ochako eran sobre hacia donde iba el peliverde. Pero estos fueron interrumpidos por su teléfono.
— ¿Hai?
— Ochako-chan, soy Yui. Ya me dijo Kuroiro sobre Mount Lady a las 5:00 pm... -fue interrumpida la chica-.
— Yui-chan, escucha. Vete en este momento a la puerta de la academia, Izu-kun salió a pie y va con mi amiga Jirou. Él no me dijo nada, ¿y a ti? -preguntó algo preocupada la mochi-.
— No me dijo nada, ya me hiciste dudar. Vamos a seguirlo.
— Entendiste rápido, no perdamos el tiempo y vamos. -colgó el teléfono Uraraka y ella empezó a correr a la salida de la UA-.
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No sé si alguno pensó que podía haber NTR por la imagen del inicio, pero necesitaba darle una portada a este capítulo y creo que es el gancho adecuado porque se viene uno de los momentos que más esperaba. Jirou tendrá un papel importante con lo que pasará la siguiente semana. Como siempre, les agradezco las lecturas, comentarios y votos, nos leemos el siguiente viernes, los quiero mucho uwu
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