Capítulo 7: Él las necesita ahora

Ya habían pasado varios minutos y las ambulancias se hicieron presentes en el perímetro. Nighteye, Bubble Girl, Fat Gum, Suneater y Red Riot presentaban heridas de cierta consideración y que necesitaban asistencia en hospital; Rock Lock, Deku, Rule, Uravity, Eraserhead, Lemillion y Nejire-chan presentaban rasguños de leve gravedad.

— Rule, Uravity, mañana por la tarde en el centro comercial de Musutafu las necesito. Necesitamos hablar. -dijo Mount Lady antes de retirarse-.

Ambas chicas se intercambiaron una mirada de confusión y aceptaron con un asentimiento. Ellas estaban agotadas y pensativas luego de ver cómo Deku no había dicho nada desde que terminó la pelea. 

Algunos fueron tratados en hospital y los demás recibieron la atención en las camillas de las ambulancias. Los estudiantes UA que estaban menos golpeados fueron escoltados hasta los dormitorios.

Ochako y Yui se dividieron hasta ir a sus habitaciones. Por un lado, Yaoyorozu y Tsuyu fueron quienes recibieron a Ochako. Se preocuparon por no ver a Kirishima cerca, pero ella les explicó que él estaba siendo atendido en el hospital tras la misión.

Por otro lado, Izuku fue recibido por Iida y Sero. Los chicos ya habían escuchado la versión de Ochako sobre la ausencia de Eijiro. Bakugou solo le dirigió una mirada de ¿aprobación? a lo lejos. Estaba molesto por el hecho que fue el auténtico debut del peliverde, pero trataba de limar más asperezas con él.

— Chicos, me iré a dormir temprano. Disculpen y con permiso. -el pecoso decidió subir las escaleras hasta su habitación-.

Ochako estaba preocupada por él, no se imaginaba las sensaciones que él debió sentir cuando peleó contra lo que quedaba de sus padres.

— Uraraka-san, vamos a mi habitación. Ahí platicaremos un poco para que te sientas mejor. -Momo se acercó con una taza de te y le indicó que le acompañara-.

Esta acción fue secundada por las señoritas, las cuales se instalaron en la hermosa y enorme cama de la azabache acaudalada. Las chicas se acomodaron, tomaban el té e intercambiaban miradas, pero con el mismo objetivo: la castaña anti-gravedad.

Uraraka se mantenía con la mirada baja y pensativa, trataba de ponerse en la posición de Midoriya. Le era difícil asimilar la situación y solo pensó en sus padres, su primera inspiración para ser una heroína y antes de notarlo sus ojos derramaron una ligera lágrima.

Esto preocupó a todas quienes la abrazaron y le pusieron una mano en su cabeza para poder acariciarla. Jirou trató de darle un poco de consuelo con una sonrisa que indicaba que había confianza y eso fue suficiente para que explotara todo.

Ochako rompió a llorar, Tsuyu era quien la abrazaba completamente y le acariciaba el cabello. Momo y Mina la abrazaban como podían, Toru y Jirou sostenían sus manos en señal de acompañamiento.

— Chicas, gomen-ne. -Uraraka sollozaba en los brazos de Tsuyu-.

— Libéralo todo, Ochako-chan. Es lo mejor y te apoyaremos. -indicó la ranita waifu y recibió un asentimiento unánime-.

— Izu-kun peleó contra unos nomus, esas cosas eran... eran sus padres. -soltó la chica mientras seguía lagrimeando-.

(Cr: SeafoamKitten en DevianArt)

Esto sorprendió a todas las chicas y les dio escalofríos, las presentes solo pensaban en sus padres. En el fondo de sus mentes sabían de los riesgos que conllevaría ser heroínas, pero era radicalmente distinto vivirlo en carne propia. El triste ejemplo de Izuku les golpeó en la realidad.

— Ahora entiendo todo lo que pasó Midoriya-chan que lo llevó a... -Tsuyu dejó de hablar al pensar en ese intento de suicidio-.

Jirou le dijo con la cabeza que no hablara de ese tema. Asui entendió y solo siguió abrazando a la señorita. Mina fue la siguiente en hablar.

— Uraraka-chan, ¿y cómo crees que está Midoriya-san? Lo vimos muy decaído, solo se fue a su habitación sin decir nada más.

Nadie dijo nada, la pregunta se respondía con el silencio que inundaba la habitación. Toru sacó un pañuelo para limpiarle las lágrimas a la castaña, a pesar de ser invisible se podían ver un ligero recorrido húmedo de lágrimas en donde debe estar su rostro.

— Ochako-san, Midoriya-kun estará bien porque no estará solo. Te tiene a ti y tú nos tienes a nosotras. -indicó la invisible con una voz casi maternal-.

Mientras tanto, en el edificio 1-B, Yui llegó con su típica expresión neutra hacia la sala común. Ella fue recibida por Kinoko, Kuroiro y Kaibara. Los tres se le acercaron para hablar.

— Yui-chan, ¿cómo te fue? ¿La misión salió bien? -preguntó la chica hongo dando saltitos-.

Yui indicó que no moviendo los ojos hacia los lados, Kinoko entendió esa señal. Setsuna le había enseñado que cuando Kodai no quería entrar demasiado en detalles, suele ver hacia los lados para negar algo.

— ¿Quieres hablar de ello? -preguntó Kaibara ligeramente preocupado-.

— Chicos, la llevaré a mi habitación, disculpen. -Kinoko tomó el brazo de la ojiazul-.

La pelo de hongo le indicó con la mano a las chicas que la acompañaran. Esa señal era inconfundible, reunión urgente en el cuarto de Komori.

Setsuna llevó galletas que tenía en su cuarto, Ibara llevó unos tomates cherry de su huerto personal que tenía en su cuarto. Komori preparó un kotatsu para acomodar a todas. Kendo llevó un té que Momo le había regalado. Reiko solo llevó su presencia, sabía que una de sus mejores amigas necesitaba apoyo y sabía cómo dárselo.

Todas estaban reunidas, las chicas empezaron a sentarse en el kotatsu. La noche era un poco helada y el calor del mueble ayudaba un poco a la comodidad del momento.

— Yui-chan, ¿hay algo que quieras hablar? -Setsuna se acercó a la azabache y le ofreció una sonrisa tranquilizadora-.

Ella se sentía algo intimidada pero un abrazo de Reiko le hizo relajarse. La platinada le acariciaba las mejillas a las chica. Yui estaba relajándose y volteó a ver a todas.

— ¿Te sientes mejor, Yui-chan? -preguntó Yanagi mientras seguía abrazándola-.

La ojiazul se sentía poco tranquila. Ibara le extendió un tenedor con un tomate cherry para que comiera. Como niña pequeña, ella abrió la boca para comer y de sus ojos cayeron unas lágrimas de felicidad.

— MM. -fue la respuesta de Kodai-.

— Si quieres liberarte, hazlo que nosotras te apoyaremos. -preguntó Kinoko con una sonrisa bastante maternal-.

— Hai. -dijo con poco entusiasmo-.

Kendo dirigió su mirada hacia las demás, todas asintieron y la pelinaranja tomó la palabra.

— Yui-chan, ¿qué pasó con la misión de hoy? -preguntó con disimulada preocupación-.

— Pues, ese villano al que Izu-kun derrotó antes de esta misión era un peligroso líder yakuza que estaba aliado con la Liga de Villanos. Izu-kun peleó contra unos nomus, esos estaban hechos con los cuerpos de sus padres. -explicó la azabache de ojos azules mientras veía hacia abajo con una mirada triste-.

(Cr: @ hazel0217 en Tumblr)

Tras esta revelación, ninguna dada crédito de esas palabras. Ibara fue visiblemente la más afectada por esta noticia; ya que se persignó, juntó sus manos y comenzó a orar. Las demás notaron esto y tomaron las manos de Yui.

— Apóyalo, Yui-chan. Nosotras también lo haremos, convenceré a los chicos para que lo hagan. Aunque sea de otro salón, es nuestro compañero y un amigo para varios. -exclamó Kendo apretando su agarre-.

Kodai volteó a ver a Itsuka y luego a Setsuna. Ambas sostenían sus manos y le daban una sonrisa contagiosa, sin duda Yui ya no era la misma chica sin amigos de la secundaria. Desde que conoció a Izuku y lograr entrar a UA cambiaron su vida para bien.

— ¿Saben? Hay algo que tengo que hacer, así que saldré un momento. -dijo la azabache para levantarse del kotatsu-.

Al salir del cuarto de la chica hongo, Yui sacó su teléfono para llamar a una persona.

— Moshi moshi. -se escuchó una voz al responder-.

— Ochako-chan. Soy Yui. ¿Puedes salir a la banca que está frente a los cuartos? -preguntó la ojiazul tratando de hablar bajo-.

— Seguro, en este momento iré. Espérame. -respondió la castaña para terminar la llamada-.

Lo que no sabía Yui fue que las otras chicas, desde adentro del cuarto, escucharon la conversación. Y Ochako había terminado su reunión con sus amigas, así que salió de la habitación de Momo hacia afuera del edificio.

— Yui-chan, ¿qué necesitas? -respondió Uraraka tranquilamente-.

— Quería decirte dos cosas. La primera es sobre la reunión con Mount Lady que tenemos que hablar. Recuerda que nos citó para eso antes de la misión de hoy.

— Entiendo, ¿y lo segundo? -preguntó Ochako mientras inclinaba la cabeza-.

— La otra es sobre la cita con Izu-kun. Nos lo propuso dos veces y nunca le correspondimos. Es tiempo que lo hagamos. -indicó tajantemente la chica con don de tamaño-.

Dos gritos fuertes se escucharon. Curiosamente ambos eran femeninos. Al lado de Ochako aparecieron las chicas de la clase A y por el de Yui llegaron las señoritas de la clase B.

— Ara ara, ¿se tenían bien escondido que querían declarársele a su husbando, verdad? -llegó Mina a meter su cizaña-.

— ¿Cuándo es la boda? Así Ibara los casa, je je je. -Setsuna le codeaba el brazo a Yui que estaba sonrojada-.

Las chicas siguieron riendo hasta que escucharon una voz, Yui y Ochako palidecieron, las demás chicas se asustaron.

— ¿Quién se casa, chicas? -preguntó una voz masculina-.

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