*Créditos de la imagen: @ aktwh_ en Twitter pero su cuenta está borrada*

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Han pasado varias horas y los doctores aún se mantienen adentro de la sala de operaciones. Los jóvenes que tenían menos heridas graves, se mantenían juntos en el área de espera. Entre ellas la heroína Uravity y Rule, las cuales se encontraban entre impactadas, tristes y casi traumatizadas.

Ver morir a un héroe frente a tus ojos no es algo que imaginarías, y menos a tan temprana edad donde vas comenzando tu camino al heroísmo como opción de vida. Uraraka se encontraba con lágrimas bastante visibles, ver morir a su sensei Gunhead le pegó duro.

— Yui-chan. -llamó con voz baja a la azabache-.

Esta volteó a ver, pero con un ojo bueno ya que ella se mantenía con la cabeza sangrante, solo el ojo derecho funcionaba normal. Ochako estaba con un dolor inmenso en todo el brazo porque una de sus muñecas fueron destrozada, y también estaba con la nariz rota debido a una fractura del tabique.

— Cuando Izu-kun aún no nos confesaba sus sentimientos, en nuestras primeras pasantías. Él me llamó cuando sucedió el incidente del asesino de héroes Stain, yo estaba en clases de artes marciales con Gunhead. Fue la primera vez que él me llamó por teléfono y el sensei me preguntó si era mi novio. Yo le dije que solo éramos amigos en ese entonces. Tal vez fue una broma, pero se hizo realidad, y me hubiera gustado decirle después de todo esto que sí es mi novio. -Uraraka se limpiaba las lágrimas mientras Yui le acariciaba la cabeza-.

En el momento en que la mochi se desahogaba, llegaron a los pasillos dos de los Tres Grandes junto a Midnight. Mirio y Tamaki venían con los rostros pálidos y tristes, Nemuri se veía con una expresión melancólica, depresiva y ¿culpable?

— Chicas, necesito decirles algo y para mí es difícil. -se agachó para ponerse a la altura del rostro de las chicas-.

— Nejire y Mount Lady se han ido. -Midnight lo dijo mientras sus lágrimas caían más de sus hermosos ojos azules-.

Ochako abrió los ojos y las lágrimas seguían cayendo, pero esta vez eran por la impresión de la noticia.

— Dígame que no es cierto, Midnight-sensei. Por favor, dígame que está mintiendo. Ochako, dile que miente. -Rule dejó de hablar cuando vio que Uraraka estaba con el ojo izquierdo muy rojo y lagrimeando-.

El cabello de Kodai en la cabeza comenzó a teñirse de rojo, su ojo malo estaba llorando pero con algo de sangre. La azabache de la clase B se entregó a sus emociones y su expresión se notaba.

Ochako al ver a Yui decidió no seguir preguntando, muchas cosas estaban en la cabeza de ambas. Ellas se dejaron llevar cuando la castaña continuó viendo hacia abajo mientras salían las lágrimas.

Sin previo aviso, Nemuri abrazó cuidadosamente a ambas para no lastimarlas más. Las tres estaban unidas por un momento muy trágico. Yui había desarrollado cierta simpatía por Mount Lady desde las primeras pasantías porque la hizo sentir que su don era más útil de lo que podía pensarse.

Kodai había logrado sentir que sí podía ser una heroína, no porque se lo dijeran, sino porque le dieron la oportunidad de demostrárselo a sí misma. Por eso es que la noticia de Mount Lady le dolía.

Midnight era la más afectada, ella consideraba que Nejire murió por su mala planificación. Era de una de sus estudiantes favoritas por el carisma, curiosidad y personalidad infantil pero tierna que la hacía una persona única. Nemuri pensaba que ella se la arrebató al mundo.

Alrededor de las 10:30 pm, salieron los doctores de la sala de operaciones. En el lobby estaban Tsuyu, Shoji, Setsuna, Kosei, Mirio, Tamaki, Present Mic, Midnight, y las waifus principales.

— Les tengo noticias sobre el paciente Izuku Midoriya. Pues, su operación fue más larga de lo pensado debido a que tenía múltiples huesos rotos, pulmón y riñones perforados, siete costillas rotas, cuatro vértebras fracturadas, músculos reventados en ambas piernas. ¿Este chico no controlaba su kosei? -decía el doctor un poco extrañado-.

Todos decían, con pena, que sí con la cabeza mientras caía una gota de sudor estilo anime sobre sus cabezas. Pero luego el doctor se puso más serio.

— Su operación fue difícil, pero desgraciadamente no hay garantía que su estado mejore. Recibió una herida penetrante en la aorta, al ser la arteria más importante, su función de bombeo de sangre a los demás órganos se detuvo y la oxigenación de los órganos decayó considerablemente. El corazón está muy débil por el corte de la circulación, y a duras penas hemos podido estabilizarlo. Aparte, por las fracturas adyacentes a la caja torácica, se nos complicó tratarlo y por el tiempo, su situación es más que crítica. Por desgracia, solo me queda decirles que se preparen.

— ¿Podemos verlo, doctor? -preguntaron al mismo tiempo Ochako y Yui, ambas estaban cabizbajas-.

— Solo por unos momentos. De hecho en este momento tiene visitas. -indicó para hacer una reverencia y retirarse-.

Las chicas escucharon esa última frase, pero pasaron de largo porque su mente estaba en Izuku. ¿De verdad él no iba a sobrevivir? Pero si es el chico más fuerte de toda la UA, el héroe más increíble sin ser un profesional, una inspiración para sus compañeros.

Sus pensamientos se detuvieron cuando vieron a dos hombres de traje y un furro. Primero fue el detective Tsukauchi Naomasa y, de manera casi inexplicable, el primer ministro del Japón Fumio Kishida y el director Nezu.

Los caballeros intercambiaron miradas con las señoritas, nadie entendía nada pero durante 10 segundos, la situación fue larga e incómoda. Pero esto se rompió cuando aceleraron el paso y fueron hacia unas escaleras de emergencia que habían a unos cuantos metros en un pasillo muy angosto.

Ochako y Yui estaban confundidas, intercambiaron miradas buscando respuestas, pero el silencio fue suficiente para decirlo todo. Sus mentes se enfocaron en ver a Izuku, y al cruzar la puerta, la cosa fue para llorar.

Varios compañeros, amigos y un par de maestros estaban en sus camas, vendados y reposando. Izuku estaba acostado, con varias máquinas rodeando su cuerpo, especialmente la herida, un respirador artificial y un rostro apacible y herido por la vida.

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(INDISPENSABLE REPRODUCIR)

— Izu-kun, cariño. -Uraraka fue la primera en acercarse a él-.

— Mira cómo dejaron a mi muchacho especial. -Yui no podía expresarse en palabras, su tristeza al verlo así incrementó-.

— Chicas. Están aquí. -entre abrió los ojos el joven Midoriya, pero el cansancio de las operaciones no lo habían dejado para nada bien-.

— Por favor Izu-kun, quédate. -comentó Uraraka mientras tomaba la mano del peliverde-.

— Su-sumima-sen. 

— ¿Sabes Yui-san? Te ves más linda sonriendo.

— Gracias Uraraka-san por ser mi amiga.

— Chicas, son muy lindas conmigo. Y porque son las personas que más confianza les guardo, me gustaría que me llamen Izu-kun, solo si ustedes lo desean hacer.

— La-mento no poder disfru-tarlas tanto tiempo... cuando entré a la UA... no tuve idea de lo difícil que sería. Mi vida pasó frente a mis ojos y... descubrí que logré muy pocas cosas y todos mis planes... no las merezco...

— Izuku-kun, sé que serás un gran héroe. Confío en que lo harás, ya lo demostraste al rescatarnos a nosotros. Eres increíble. Eres mi héroe, y el de Ochako-san también.

—  Mi corazón las guarda a ustedes dos y no puedo concebir mi camino de héroe sin las dos.

— El robot, la liga y por mucho más no sé cuán doloroso o difícil sea todo. Aun cuando todo lo tienes en contra, o nadie cree en ti, ni siquiera tú... nosotras creeremos en ti, Izu-kun.

— Quisiera poder ser suficiente para hacerlas felices, que quiero ser el héroe que ellas merezcan así como también deseo ayudarlas a que se conviertan en las mejores heroínas.

— Fui la más feliz, fui muy muy feliz de amar a mi héroe.

— SÍ QUEREMOS PORQUE TE AMAMOS.

— Me encantaría quedarme con ustedes... así que por favor sonrían. Porque quienes sonríen... son los más fuertes. Sueñen en grande, como siempre lo han hecho... porque el sueño vive aunque mueran los soñadores, pero para mí... ya es tarde. Así que, Ochako-chan, Yui-chan... las amo y las amaré en mi otra vida.

Aizawa estaba al lado izquierdo, Katsuki al derecho, pero las chicas no les prestaron atención cuando encontraron a Izuku, cada palabra de él les dolía a ellas. Pero también a Eraserhead, que había perdido la pierna y uno de sus ojos, y a Bakugou que estaba con los dos brazos enyesados por usar su quirk hasta el límite.

Los monitores comenzaron a sonar frenéticamente, los pacientes que estaban durmiendo abrieron los ojos al escuchar esos sonidos. Los doctores entraron de inmediato a la habitación, le pidieron a las chicas que se apartaran. Uno de los médicos las ayudó a salir debido a que ellas estaban heridas también.

— Yui-chan... -Uraraka trató de hablar con la azabache, pero...-

— Él sobrevivirá, sé que lo hará. Nos prometió que lo haría. Seremos los tres mejores héroes, seremos profesionales, fundaremos nuestra propia agencia y tendremos una familia. -decía Kodai con su rostro triste y llorando, se negaba a perderlo-.

Ochako no dijo nada más, como pudo la abrazó, puso la cabeza de Yui en su pecho. Los gritos de tristeza finalmente salieron. Uraraka no quería procesar el hecho que las palabras de Izuku eran de despedida.

— Seremos las mejores heroínas, Izu-kun estará con nosotras siempre. -la mochi trataba de ser optimista, pero sus lágrimas decían otra cosa-.

Tras el abrazo, la puerta de la habitación volvió a abrirse. El doctor que anteriormente las había atendido se agachó, las vio con lágrimas en sus ojos y las abrazó.

— Señoritas, perdónennos por todo. Por favor. -el médico, que era un hombre mayor, lloraba sin consuelo-.

Las chicas estaban confundidas, intercambiaron miradas, pero lo peor vino después. Ellas se separaron del abrazo y fueron a la cama de Izuku, un doctor esta tomando el pulso del chico, que yacía con una sonrisa y con los ojos cerrados.

— Hora: 11:00 pm del 31 de enero del 20XX, Izuku Midoriya ha fallecido.

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El siguiente capítulo, que se publicará el m será el último de este tomo.