Capítulo 21: Cita con nuestro héroe, parte 1

Al día siguiente de la última clase, tras el incidente donde Yui se disculpó con Izuku y Ochako, el pecoso había planeado su estrategia la noche anterior. Para su buena suerte era fin de semana. Así que aprovechó para usar un poco la influencia de Momo para un favor.

Él lo hizo con mucha pena, prometiéndole que le pagaría hasta el último centavo por tremendo favor. Pero ella fue solidaria, aparte le había comentado a Awase lo que el joven Midoriya quería hacer.

POV: Ochako Uraraka

Ayer fue un día interesante, cuando me desmayé activé mi don que nos evitó un golpe casi de muerte. ¿Fue inconsciente? Pero si yo estaba fuera de mí misma. En fin, lo bueno es que no pasó a más...

La puerta fue casi derribada por Mina, ella y Toru-chan se abalanzaron a mi cama para despertarme más.

— Ochako-chan, tienes que alistarte. Nos pidieron que nos vayamos a casa para las fiestas. -decía Mina mientras se sentaba y saltaba en mi colchón-.

— Apúrate porque sino nos echan a la calle. -siguió la invisible-.

— ¿Seguras? Porque parecen emocionadas. -pregunté algo incrédula-.

— Es que estamos felices porque tenemos planes para estos días y ya queríamos irnos. Y pues, nos dijeron que te despertáramos para que salieras. Alista tus maletas y un par de cambios de ropa. -Mina se veía sospechosa, pero no quise preguntar-.

Para evitar cualquier mal entendido, preparé una pequeña maleta con muda de ropa de casa, ropa interior, mis sandalias, pijama y demás cosas. No tenía mucho, así que no me costó prepararme.

POV: Yui Kodai

Aún me siento mal por haberles hecho eso a Izu-kun y Ochako-chan. Si quiero ser una heroína, necesito ser más cuidadosa con mis acciones. Fue difícil dormir pensando en que les hice daño a ellos. -pensé mientras trataba de conciliar el sueño, había indicios de lágrimas en mi almohada-.

— BUENOS DÍAS, SOLECITO. -llamó Kinoko mientras Setsuna saltaba hacia mi cama-.

— Ohayo. -dije como pude mientras me sentaba-.

— ¿Cómo está la chica tomate? -me preguntó Tokage mientras se acomodaba en mi cama-.

— ¿Qué pasa? Dejen dormir. -dije mientras me cubría con mi sábana-.

— ¿Yui-chan, estuviste llorando? -esa pregunta de Kinoko me la esperaba, pero no sabía qué decirle-.

Unas manos pequeñitas me quitaron la sábana y otra me tocó la espalda para dejarme sentada. Ellas intercambiaron miradas y me abrazaron, mis lágrimas volvieron a caer otra vez. Me abrazaron por varios minutos, yo quería abrazar a Izuku para pedirle perdón otra vez.

— Yui-chan, prepara la maleta, vamos a salir a un lugar lindo. No tardes ni preguntes, solo sé que lo vas a disfrutar. Además, hazlo pronto porque como se vienen las fiestas, la UA necesita que estemos fuera. -Setsuna se escuchaba seria, así que debía ser verdad-.

Aún me sentía con flojera para salir, pero no quería que me sacaran a patadas. Así que preparé una maleta sencilla, un par de vestidos, shorts, blusas y dos abrigos para el frío. Eso fue todo y bajé, en la sala común no había nadie.

POV: narrador omnisciente

Izuku estaba en la banca donde le propuso la cita a ambas señoritas. Ya tenía listo su equipaje, la cartera estaba llena, y su corazón estaba latiendo aceleradamente esperando que su plan saliera bien.

Uraraka y Kodai salieron extrañadas de sus edificios, ambas intercambiaron miradas a lo lejos. Una estaba confundida, la otra estaba triste. Ochako se acercó a ella para dialogar.

— Yui-chan, ¿qué tienes? ¿Alguien te hizo algo? -la mochi estaba realmente preocupada-.

— Gomenasai, Ochako-chan. Ayer... -Yui se quedó sin poder hablar, las lágrimas la invadían-.

— Descuida, Yui-chan. Eso ya pasó y mírame, estoy bien e Izu-kun también. -la sonrisa de Uraraka era muy maternal-.

Las chicas se veían con una sonrisa tranquila, Uravity le limpiaba las lágrimas a Rule y estas escucharon los pasos de alguien. Ambas levantaron la cabeza y vieron al chico de sus sueños.

— Ohayo, Ochako-chan, Yui-chan. Tenemos que irnos. -Izuku estiró la mano hacia ellas-.

— ¿Pero a dónde vamos? Me dijeron que la academia nos echaría por las fiestas. -contestó Ochako confundida-.

— Y a mí me dijeron que saldría con Kino-chan y con Setsu-chan, aparte también me dijeron que la UA nos correría por las fiestas. -complementó Yui igual de confundida-.

— Les pido disculpas por hacer eso, pero era la única forma que pensé para que pudieran salir fácilmente. Así que vamos, las estaba esperando. -el ojiverde se acercó a ellas-.

Vamos a nuestra cita. -fueron las palabras del noveno portador para dibujarle una sonrisa a sus novias-.

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

(REPRODUCIR LAS VECES QUE SEAN NECESARIAS)

Ambas chicas, antes de pensarlo, le dieron la mano a Izuku. Él las tomó y comenzó a correr con ellas a la salida de la academia. Esa sensación que el mundo se detenía mientras ambas corrían de la mano con su héroe era algo indescriptible para ellas. La imaginación de las dos chicas trabajaba de manera acelerada, mientras que su corazón aumentaba sus índices de azúcar.

Tras abandonar las instalaciones de la academia, el trío de jovencitos caminó con Izuku al medio. Ochako iba a la izquierda y Yui a la derecha mientras entrelazaban sus dedos con los de él. Mientras el viento se llevaba las últimas hojas secas de los árboles, los tres estaban en su mundo, que se conectaba con el latir de sus corazones.

Luego de subir al tren que los llevaría a Akibahara, el destino que Midoriya había elegido porque se lo recomendó la vice-delegada, los tres compartieron asiento que era para tres pasajeros.

— Oe, Izu-kun, ¿a dónde vamos a ir? Nunca nos dijiste el lugar. -preguntó Yui curiosa-.

— Si lo digo, no será sorpresa. -dijo el joven pecoso mientras le guiñaba el ojo-.

— Me gustan las sorpresas. Aunque me mata la curiosidad, yo quiero saber. -Ochako hizo un pequeño pero tierno puchero-.

— Mina-san te contagió su entusiasmo, ¿verdad? -respondió el chico mientras revisaba su mochila de siempre-.

Él estaba cerciorándose de tener todo lo que necesitaba, incluso el folleto del lugar al que las llevaría. Yui se dio cuenta y quiso meter la mano, pero Izuku se lo impidió.

— ¿Eres una chica muy curiosa, verdad Yui-chan? -preguntó irónico Izuku-.

Ella le puso el dedo en la mejilla y lo apretó, como si hiciera un puchero. Yui reía discretamente y Ochako puso su otro dedo en la mejilla que estaba libre. Izuku se veía apretable para ellas.

— Ehh, chicas... -Deku llamó a ambas-.

— Hai, Izu-kun. -ambas respondieron mientras apretaban más con sus dedos los cachetes de él-.

— Me duele la cara. -se quejó con un tono tranquilo-.

— Eso te pasa por ser tan misterioso y precioso, mi tomatito verde. -decía Yui mientras acariciaba la mejilla pecosa de Izuku-.

Deku estaba contento, al menos por ese momento. Y se le ocurrió una idea pequeña: sacó su teléfono.

— Ochako-chan, Yui-chan. ¿Puedo...? -le daba algo de pena pedir una foto-.

Ambas chicas estaban contentas porque sabían lo que él quería, y no podían evitar complacerlo. Así que se posicionaron cerca para que Izuku tomara la foto.

Era algo sencillo, pero simbólico para los tres. Tanto que ellas volverían a apretar los cachetes del pecoso.

Ochako reía mientras apretaba y acariciaba con su manita ese rostro que tanto le encantaba ver, tocar y besar. Izuku estaba nervioso, pero había tomado medidas. Así que sacó una bolsita que la castaña identificó muy bien.

— MOCHI. -Ochako estaba feliz como niña en dulcería, le arrebató la bolsa a Izuku-.

— Oe, eso es caer bajo amor... -Yui se quejaba pero fue interrumpida por un topper-.

— Sabía que dirías eso, así que me tomé la libertad de hacerte tu ensalada favorita con tomates cherry. -Izuku abrió el recipiente-.

A Yui le brillaban los ojos, pero no sonreía (aunque por dentro estaba más que feliz). Trató de hacerse la fuerte para tomar el topper y comer su ensalada cesar.

— MM. -le salieron lágrimas de anime mientras degustaba su comida favorita-. 

Me gusta verlas felices, las amo. -pensó Izuku para luego caer dormido-.

Ellas estaban comiendo su respectiva comida, Ochako estaba concentrada saboreando sus mochis y Yui con su ensalada. Cuando notaron que Izuku se durmió, solo le dieron un beso en cada mejilla, no querían despertarlo.

El viaje se mantuvo tranquilo hasta que el conductor del tren anunció que el viaje a Akibahara había culminado y que los pasajeros debían salir del vagón. Izuku fue despertado con un beso cual bello durmiente. Ambas conocían la llave y funcionó. Ellas le ofrecieron la mano para levantarse y él aceptó gustoso.

AKIBAHARA, AKIBAHARA. NO OLVIDEN SUS PERTENENCIAS. -la voz robótica  daba la bienvenida al lugar-.

— ¿A dónde debemos ir ahora, Izu-kun? -preguntó Ochako mientras admiraba el lugar lleno de gente-.

— Bueno, según este folleto, debemos tomar un autobús hasta Koshigaya. Así que vamos, lindas. -indicó Izuku y las chicas se quedaron sin habla por lo que habían escuchado-.

— Lindas...

Lindas....

LINDAS...

Ambas estaban atónitas, sonrojadas y con el azúcar alta porque no se esperaron ese golpe. Izuku, como buen novio, se las llevó arrastrando al autobús. Eran alrededor de las 11:30 am, todavía estaban a tiempo para el almuerzo. Así que avanzaron hasta llegar a la estación de autobuses.

Ochako era la más emocionada porque, al no poder viajar tanto en su vida, quería tomarse selfie con los monumentos, edificios, paisajes, parques. Yui la veía algo extrañada al descubrir una faceta más infantil de lo normal. Izuku la veía feliz a ella. Le recordaba a su infancia con su madre.

Incluso Uraraka se subió a un columpio y llamó a Izuku.

— Por favor, empújame Izu-kun. Yui-chan, tómame una foto. -decía la mochi mientras se preparaba para divertirse-.

El chico de pelo verde decidió seguirle la corriente y también sentarse con ella en el columpio, pero él la empujaba desde su posición.

(Cr: @ DestinyHoodie en Twitter)

/Flashback/

Izuku había cumplido su tercer año de vida e Inko le había prometido llevarlo a Kyoto. Ahí estaba Hisashi trabajando y querían sorprender al Midoriya mayor.

— Oka-san, oka-san, vamos. Quiero ver a otou-san. -decía el pequeño Izuku-.

— Pero no corras Izuku, te vas a lastimar. -Inko perseguía a su pequeño de tres años-.

— Quiero volar, oka-san. -Izuku se había subido a un columpio del parque que estaba cerca del hotel donde ellos se hospedan-.

Inko estaba algo cansada, pero en verdad amaba esos momentos donde Izuku realmente podía sentirse feliz.

— Oka-san, tómate una foto mientras vuelo. -el pequeño Midoriya se veía sonrojado de la alegría-.

Inko sacó su teléfono mientras el chico se impulsaba con sus piernas en el columpio. A pesar de ser pequeño, no le temía a las alturas. Él se sentía en las nubes e Inko lo sabía.

— DI TU FRASE, IZUKU. -decía Inko mientras enfocaba la cámara-.

— TODO ESTÁ BIEN, ¿SABEN POR QUÉ? PORQUE YA ESTOY AQUÍ. -gritó Izuku a los cuatro vientos mientras llegaba al punto más alto del columpio-.

En ese momento, Izuku saltó del columpio y por breves segundos voló de verdad. Inko se preocupó y corrió calculando en dónde iba a caer. Logró atraparlo a duras penas. El corazón de ella iba a mil revoluciones, Izuku estaba más alegre que nunca e Inko no tenía corazón para regañarlo.

El pequeño reía de forma tan pura y contagiosa, que terminó haciendo que Inko riera también.

(Cr: @ ArtLumiim en Twitter)

/Fin del flashback/

Luego de un rato de risas de parte de Ochako, los tres se fueron a la estación y abordaron su autobús. El viaje fue más tranquilo por el cansancio, llegaron a un hostal que tenía la pinta de ser bastante tradicional por su estética japonesa. Los tres fueron recibidos por maids japonesas.

— Irasshaimasen. -recibió una de las sirvientas a los jóvenes, quien se puso de horcajadas e inclinó la cabeza hasta el suelo- Ustedes deben ser los señores Midoriya, la señorita Yaoyorozu hizo la reservación, acompáñenme-.

— Esto es increíble, Izu-kun. -Yui admiraba la estética del lugar-.

— Por aquí, por favor. -señaló la señorita para indicarles el camino-.

Izuku fue hacia el vestíbulo a firmar en el registro, Ochako estaba fascinada con el lugar, mucho más que Yui. Esta última notó esto y quiso verificar algo.

— Ochako-chan, ¿nunca habías venido a un lugar así? -preguntó Yui-.

— Nunca pude salir de esta manera, mis padres y yo vivimos de manera humilde y con lo justo. Esto es como un sueño. -la sonrisa de la mochi era muy pura-.

Se siente como una niña pequeña, me gusta su sonrisa. -pensó Yui mientras veía la decoración con una pequeña pero notable sonrisa-.

Luego de dejar su equipaje en la habitación que les tocó, los tres fueron a cambiarse para estar más cómodos y entrar a unas aguas termales. Ochako y Yui estaban fascinadas por el escenario que veían.

(Cr: desconocido)

— OHHHHHHHHHH. -Yui estaba con los ojos super abiertos y con un brillo alrededor de su rostro-.

La mochi estaba a nada de desmayarse, pero Kodai la detuvo a tiempo sin perder su expresión. Ellas voltearon a ver a Izuku que iba llegando, él buscaba una toalla pero solo tenía su pantalón puesto, dejando expuesto su torneado cuerpo.

— No me miren así, es algo vergonzoso. -Deku se veía lindo con su rostro tímido y sonrojado, pero ese cuerpo engañaría mucho a quienes no lo conocieran-.

— Gomen, solo que te ves increíble. -Ochako decía tratando de ver el rostro de Izuku, pero Yui tenía sangrado nasal-.

— Yui-chan, ¿estás bien? -preguntó Deku mientras se acercaba-.

Kodai estaba avergonzada porque nunca había mostrado ese lado suyo. Así que volteó dándole la espalda a Izuku, y Ochako le ayudó a limpiarle la sangre. Sin decir nada más, el trío llegó a las aguas. Cada quien entró por lados diferentes, aunque están en una relación amorosa, todavía se sienten tímidos en cuanto al acercamiento.

Ochako y Yui estaban juntas en la orilla cercana a las duchas, mientras que Izuku se ubicó en el otro extremo, cerca de la muralla que divide el baño mixto del resto. El joven Midoriya se sentía tranquilo porque esas aguas termales hacían su trabajo de relajar los músculos.

Las chicas admiraban el paisaje que tenían ahí frente a ellas. Las dos cuchicheaban sobre su novio.

— Yui-chan, ¿te gustó cómo se ve Izuku, verdad? -preguntó con malicia la chica infinito-.

— No lo digas así, me da pena. Ahora pensará que soy una pervertida como el novio de Setsu-chan. -respondió desviando la mirada la azabache-.

— Aunque sí me siento un poco mal por ver esas cicatrices en su cuerpo. -comentó Uraraka con un rostro más melancólico-.

— Sí, cuando lo conocí se veía más frágil. Pero desde que me salvó del robot en el examen de admisión, no dejo de pensar en cómo se rompía sus huesos. -contestó la chica tomatito-.

— Izu-kun se esfuerza tanto para ser un héroe, pero a veces no ha habido quién lo salve a él. Verlo con sus brazos fracturados haciendo lo imposible por salvar a alguien es difícil para mí y... -Ochako se detuvo porque Yui la interrumpió-.

— Sus padres... -Yui dijo algo fuerte, Ochako se le quedó viendo- seguramente piensa que puede ocultar sus emociones, tú y yo lo vimos cuando quiso colgarse. Se hizo el fuerte hasta que explotó. Prometimos proteger su sonrisa.

— Claro que sí, y vamos a cumplir nuestra promesa. -ambas chicas hicieron la promesa del dedo meñique-.

Luego de esas palabras, se acercaron hacia Izuku, quien las recibió con una sonrisa y un ligero sonrojo por verlas en paños menores. Las dos se posicionaron dejando al peliverde en medio de ellas.

— Izu-kun, sé que no hace falta que te lo digamos pero... -Ochako pronunció estas para dejar a Yui continuar-.

— Gracias por el viaje, por ser tan lindo y por amarnos...

Te amamos, Izu-kun. Y queremos amarte siempre...

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Más tarde publico la segunda parte de este capítulo

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