Capítulo 21.5: Cita con nuestro héroe, parte 2

Te amamos, Izu-kun. Y queremos amarte siempre...

Fueron las palabras que Izuku había escuchado, tanto Yui como Ochako ya habían sido explícitas en sus sentimientos que habían esperado mucho y sufrido demasiado para finalmente tomar el lugar que les pertenece.

Doki Doki.

Izuku estaba convertido en un tomate, su corazón aumentaba su actividad peligrosamente. Pero algo que, aparentemente, las chicas también tomaron en cuenta fue que estaban en aguas termales, juntos, solos y sin nada puesto.

Están muy cerca... -pensaba Deku mientras se hundía en el agua, pero dejando expuesta su cabeza desde la nariz hasta arriba-.

— Izu-kun, ¿estás bi...? -Ochako preguntó y se detuvo de golpe al ver a través del agua aquel aparato-.

La mochi se sonrojó tanto que calentaba más las aguas termales con el vapor de su cabeza. Yui no entendía mucho lo que pasaba, ella era más inocente ante su inexperiencia en relaciones amorosas.

— Ochako-chan, ¿qué tienes? -cuestionó inocentemente Yui-.

Uraraka le señaló con la mirada lo que pasaba, Yui no entendía, solo veía la entre pierna de Izuku. El vapor no le permitía ver mayor cosa.

— ¿Qué pasa? Es solo la entre pierna. -respondió algo displicente la azabache-.

— ¿Y qué tienen los chicos en esa zona? -preguntó Ochako algo molesta porque no le captó la indirecta-.

— El pene. -respondió secamente Yui-.

— Chicas, puedo escucharlas. Por favor no sigan. -Izuku estaba cerca del ataque cardiaco por la timidez que sentía-.

— Gomen. -se disculpó Ochako mientras se inclinaba ligeramente-.

— Pero, ¿qué pasa con tu entre pierna? -preguntó inocentemente Kodai-.

— Oigan, ¿qué tal si vamos a cenar? Ya es un poco tarde, je je je je. -Izuku salió corriendo del lugar-.

El chico se cubrió con la toalla que tenía cerca; sin embargo, Yui finalmente entendió a qué se refería Uraraka cuando le habló sobre el miembro de Izuku. La azabache abrió los ojos y le devolvió la vista a Ochako, ella asintió mientras se volvía a sonrojar.

— Es grande, Ochako. -decía Yui mientras seguía viendo cómo huía Izuku-.

La poker face de Uraraka decía mucho con tan poco. Así que ellas decidieron seguirlo, salieron de las aguas termales. Fueron a ducharse rápidamente, se alistaron con unos yukatas, cortesía del hostal y se acercaron al comedor del lugar.

(Cr: insanemarshmallow en Tumblr)

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(Cr: @ horikoshiko en Twitter)

La comida fue algo incómoda para los tres tras ese momento, sobretodo para Izuku. De por sí, él no estaba bien anímicamente tras varias situaciones difíciles y en estos momentos se sentía mal por no ser tan valiente como para acercarse a ellas de forma más íntima.

Ambas chicas lo vieron y quisieron hablarle, pero al igual que él no se sentía capaces de hacerlo porque asumían que incomodarían más al joven. Así que Yui, quien terminó primero de comer, tomó un poco de valor y le puso el dedo en el cachete. Izuku volteó a ver a notó que ella estaba algo sonrojada.

— ¿Yui-chan? -Deku estaba nervioso, quería huir pero una mano no se lo permitía-.

— ¿Ochako-chan? -volteó a ver a la mochi, quien lo tomaba con sus dos manos del brazo izquierdo-.

— ¿Podemos salir... un rato a caminar? -pidió la castaña cabizbaja, ocultando sus ojos entre su cabello-.

El joven Midoriya solo asintió tímidamente mientras se levantaba de la mesa. Sus piernas no podían moverse por la ansiedad del momento. Sin embargo, cuando las chicas comenzaban a adelantarse, ellas ofrecieron sus manos. Ochako la derecha y Yui la izquierda.

Izuku abrió los ojos algo sorprendido, sus novias estaban tomando la iniciativa y eso lo hacía sentir mal. No por machismo, sino porque en estos momentos la timidez y sus problemas lo hacen sentir inseguro. Él les había prometido que sería el más fuerte, pero no se siente como tal.

Ellas tomaron las manos del joven y salieron del hostal. El paisaje del lugar daba vibras de un pueblo escondido en un país escandinavo. Caminaron por un buen rato sin dirigirse la palabra ni la mirada. Cuando llegaron a un pequeño puente con vista a un riachuelo, ellas detuvieron su andar.

— Izu-kun, ¿te sientes mejor? -Yui fue la primera en hablar mientras veía su reflejo en el agua-.

— ¿Por qué? -contestó él confundiendo a ambas chicas-.

— Porque nos preocupamos... -Ochako trataba de explicar, pero Izuku la interrumpió-.

— ¿Por qué no puedo ser ese chico que ustedes merecen? -Izuku estaba con la cabeza agachada, un brillo se deslizaba por sus mejillas-.

— ¿A qué te refieres? Eres maravilloso, Izu-kun. -replicó Ochako mientras ponía su mano en el hombro de él y le daba un beso en la mejilla-.

— Solo véanme, debería sentirme feliz por tenerlas aquí. Yo planeé este viaje, pero en lugar de sonreír, estoy así. -contestó un poco exaltado-.

— Lo sabemos, Izu-kun. Desde hace un rato nos dimos cuenta que estabas sufriendo. Pero no tienes que pasar por esto de nuevo, ya no. -Yui tomó la palabra mientras le acariciaba la cabeza, un par de lágrimas caían-.

— Nos habíamos prometido proteger tu sonrisa, y fallamos una primera vez, pero ya no más. Te amo, Izu-kun. Aishiteru. Y no soportaría perderte. -Ochako lo abrazó mientras trataba de no llorar, pero no podía resistir-.

— Watashi aishiteru mo, Izu-kun. Somos felices porque tenemos a nuestro héroe aquí con nosotras. Permítenos ser tus heroínas siempre. -Yui lo abrazaba también-.

El calor del momento solo hizo que Deku se liberara de sus ataduras mentales y pudo sacar sus lágrimas sin resistencia. Ambas lo abrazaban afectuosamente mientras lloraba.

Eran lágrimas de pena por no tener a sus padres, por la tía Mitsuki que seguía internada. Izuku cargaba con una culpa bastante grande. Pero los corazones de Ochako y Yui aligeraban esa carga.

Las dos le limpiaban sus lágrimas, y cuando no lo esperaba ellas lo besaron en un ósculo triple. Era casto, bello, de consuelo y de amor. Pasaron unos segundos para que Ochako tuviera su momento pasional y se diera un beso profundo, largo y con lengua.

— ¿Ochako-chan? -Yui estaba exaltada, lo cual sorprendió a Izuku y asustó un poco a la mochi-.

— Gomen, Yui-chan. No quería... -fue interrumpida por la azabache que fijó su mirada en ella-.

— No te olvides de compartir. -respondió con una ligera sonrisa la ojiazul para comenzar a comerse a Izuku a besos-.

Kodai tomó de la cara a Deku y comenzó a jugar con sus labios, ella introducía su lengua en la cabidad del peliverde, quien trataba de seguirle el ritmo, pero era Yui quien dominaba. El cohete de Deku comenzaba a salir del hangar y esto lo notó la ojiazul quien se separó saboreando sus labios.

Izuku Midoriya... -sonreía Yui mientras pasaba de largo para que Ochako y Deku comenzaran a caminar-.

— ¿Te sientes mejor? -preguntó la mochi mientras se aferraba al brazo de él-.

— No del todo, pero mi corazón se siente un poco más tranquilo. -contestó el peliverde mientras seguía con rastros de lágrimas en su rostro-.

— Haremos lo posible para mantener esa sonrisa tan preciosa que tienes. ¿Verdad, Yui-chan? -Ochako se sentía mejor y con un brillo en sus ojos-.

— Hai, los que sonríen son los más fuertes. Y tú Izuku eres el más fuerte. -Yui regresó para tomarlo del otro brazo libre-.

Y así volvieron al hostal, los tres compartían una misma habitación y un futón extra grande para todos. Pero había un detalle, una caja de chocolates especiales estaba encima del futón. Según parece, fue dejado por las maids del lugar y tenía una nota.

Este es un regalo de la señorita Momo Yaoyorozu para los señores Midoriya. Ella, junto a su pareja, les desean lo mejor y que disfruten este chocolate especial.

El detalle de la nota sorprendió un poco a los tres chicos, Izuku tomó la caja y al abrirla encontró un corazón del tamaño de la caja. Esta tenía una fotografía de los tres en sus trajes de héroes.

La sonrisa del trío se hizo presente y decidieron compartirlo en partes iguales, donde cada quien comió su propio retrato. Ese chocolate estaba dulce, suave y rico. Izuku había terminado de comer su parte y vio cómo sus novias disfrutaban de su golosina.

— Chicas, muchas gracias. -dijo Deku, haciendo que ellas levantaran la mirada-.

— ¿Pero por qué dices eso, Izu-kun? -preguntó Yui-.

— Si somos nosotras quienes debemos decirlo. -Ochako se acercó para sentarse al lado de su novio, le indicó a Yui que hiciera lo mismo-.

— Les agradezco haber salvado mi vida en diferentes momentos, apoyarme cuando más lo necesitaba, permitirme ser su héroe y protegerme. Haré lo que sea para que sonriamos juntos siempre. Las amo demasiado, les debo mi vida. Y quiero creer que las cosas mejorarán. -Izuku se sinceró tras haberse desahogado antes-.

Los recuerdos de la escuela secundaria con Yui, el examen de admisión con Ochako, las peleas con los robots, el campamento, el rescate, los entrenamientos, el intento de suicidio, la declaración en el hospital, las pasantías. Esos recuerdos que ellos fueron forjando hasta llegar a este momento. Izuku se sentía liberado, feliz y dichoso de haber conocido a sus amigos y a sus novias. ¿Es algo extraño? Un poco, pero entre los tres hay un sentimiento compartido y mutuo.

Izuku se abalanzó para tener a ambas chicas acostadas mientras él se posicionaba arriba. Con la mano acariciaba el rostro de Ochako mientras besaba a Yui con mucha pasión, luego de unos segundos intercambió con Ochako, quien fue su turno para disfrutar esos labios, mientras Yui sentía las caricias en su rostro.

— Yui-chan, ¿qué haces? -preguntó Izuku luego de sentir que las manos de ella habían movilizado la mano del chico a sus pechos-.

Solo quiero sentir las manos de mi hombre. -contestó ella con un susurro apenas audible y un marcado sonrojo en sus mejillas-.

Yo también quiero tu mano ahí, Izu-kun. -Ochako hizo lo propio y utilizó la mano de Deku para ponerla en su pecho, también mostraba ese tono carmesí en su rostro-.

El peliverde masajeaba el busto de ambas chicas, estaba sonrojado pero con una sonrisa de placer. Ambas gemían suavemente mientras respiraban con dificultad, tenían los ojos entre cerrados y una sonrisa muy grande.

— Ahora es nuestro turno. -mencionó Ochako mientras se levantaba-.

Yui secundó esta acción y ambas pusieron a Izuku boca arriba mientras comenzaban a besar el rostro de Deku. Ochako se besuqueaba con el peliverde, mientras que Yui recorría el cuello del joven pecoso.

— Sabes delicioso, mi conejito. -Ochako decía mientras dejaba de besar los labios de su héroe-.

Ahora fue la azabache quien se acercó a besuquearse con el joven Midoriya, quien estaba dejándose llevar por el momento. Ochako le dejaba algunos pequeños chupetones a su cuello.

— Me encantas, mi tomatito. -Yui seguía engulléndose a Izuku que solo asentía con una sonrisa seductora marca de la casa-.

Ambas dejaron sus posiciones para acariciar con sus dedos sus músculos bien formados, su tableta moldeada por el mismísimo Zeus y acariciar por encima del bóxer ese titán colosal.

Sin embargo, ambas chicas consideraron que todavía no era el momento. Ninguno de los tres estaba listo para ese paso, pero esa sesión de besos y caricias serviría como calentamiento.

Ya era algo noche en Akibahara, y los tres retoños casi daban el salto. Pero antes de que les ganara la calentura, la cordura dio el paso al frente para evitar un problema prematuro. La noche era tranquila, pero Izuku no podía dormir.

El peliverde se levantó para no despertar a nadie, pero cuando iba saliendo de su habitación notó que solo Ochako estaba durmiendo. Supuso que Yui estaba en el baño y pronto volvería.

Izuku pensó en salir un rato del hostal para ver las estrellas, muchas cosas pasaban por su mente y necesitaba un tiempo para reflexionar. Al llegar a la salida del hostal, notó una banca, pero esta tenía a alguien más que estaba sentado.

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

(REPRODUCIR UNA VEZ)

El pecoso se acercó y notó que Yui estaba ahí sentada viendo hacia arriba, el ballet cósmico era impresionante.

— Linda noche, ¿no? -Izuku sacó de sus pensamientos a la azabache-.

— Hai, siempre ha sido fascinante ver cómo el cielo tiene ese paisaje. -mencionó Yui mientras veía una estrella fugaz-.

(Cr: Marcelitopalery98 em Devianart)

— ¿Y tú tienes algún deseo para esa estrella? -preguntó Izuku mientras admiraba el firmamento-.

— Pues, eso ya se cumplió. ¿Tú tienes un deseo para pedir? -ella le devolvió una pequeña sonrisa-.

— Pues... -Izuku se quedó pensando mientras levantaba la mirada-.

/Flashback/

Izuku estaba feliz porque había recibido a su padre, Hisashi había regresado a casa luego de varios años. El pequeño Midoriya tenía 4 años recién cumplidos. Inko e Hisashi estaban juntos nuevamente, al menos por un tiempo antes de volverse a ir de viaje por trabajo.

El día que él llegó del aeropuerto, Izuku saltó hacia su padre para recibirlo con un abrazo tan fuerte y tan afectuoso que tumbó al Midoriya mayor. Se escuchaban pequeños sollozos de parte del pequeño.

— Otou-san, te quería ver. Quería que estuvieras con nosotros otra vez. Te extrañé demasiado. -Izuku fue apegado a Hisashi porque no lo veía tan seguido y disfrutaba esos momentos de calidad-.

— Izuku estaba emocionado por este día, y yo también. -Inko se acercó para ayudar a su marido a ponerse de pie-.

— Arigato, Inko. Me hicieron falta, pero ahora estamos juntos y eso es lo importante -respondió el pecoso más grande para cargar a Izuku y darle un beso a su esposa-. 

Era de noche y la pequeña familia fue a un restaurante de ramen que estaba de camino para cenar. Hisashi le platicaba a ambos sobre los planes de quedarse en Musutafu, que su trabajo le permitiría estar cerca de su familia.

— Izuku, tu madre me contó que mañana irás al doctor a que te hagan el examen de quirk. ¿Estás nervioso? -preguntó el padre-.

— Un poco, pero si quiero ser un héroe como All Might, seré valiente. -Izuku tenía su muñeco del Oru Maito y su respuesta fue con una gran sonrisa-.

Hisashi estaba contento por su hijo, ansiaba saber si tendría el don de él y su esposa. Mientras esperaban la cena, el hombre volteó a ver al cielo y justamente pasó una estrella fugaz.

— Izuku, mira. Pídele un deseo, lo que tú quieras y si crees mucho, se te cumplirá.

El niño le hizo caso a su padre y vio por hacia el cielo, vio la estrella fugaz y procedió a cerrar sus ojos. Juntó sus manitas y solo tenía pensado un deseo.

Quiero tener un don para ser el héroe más fuerte junto a mi mejor amigo, Kacchan.

Tras unos segundos, el chiquillo abrió los ojos.

— ¿Qué pediste Izuku? -preguntó curiosa su madre-.

— Oe, no puede decirlo porque sino no se cumplirá. -contestó Hisashi mientras veía de reojo a Izuku para lanzarle un guiño-.

— Lo que desees, hijo, sé que se cumplirá. -Inko comentó para seguir comiendo a gusto-.

/Fin del flashback/

Ahora deseo recuperar a mis padres. -Izuku había cerrado los ojos y pidió su deseo a esa estrella fugaz-.

Quiero ser feliz por siempre con Izuku y con Ochako. -fue lo que pidió Yui-.

— Espero que se cumplan nuestros deseos. Porque tú estás ahí, Izu-kun. -indicó Yui para levantarse de la banca- Ven, vamos a dormir.

El joven Midoriya atendió al llamado y de la mano de Yui regresaron juntos al hostal para dormir. Ochako se mantuvo dormida todo ese rato y los dos sigilosamente entraron para acostarse y mimir.

— Buenas noches, Yui-chan. -Izuku le dio un beso de piquito a Yui para despedirse-.

— Buenas noches, Izu-kun. -ella correspondió el gesto-.

Al día siguiente, temprano por la mañana despertó el ojiverde. Esta vez era Yui quien dormía, así que el muchacho pensó que Uraraka se había despertado antes para bañarse antes. Así que sin pensarlo mucho salió de la habitación para ver si habían abierto el comedor.

La agradable sorpresa que se encontró fue a su mochi que estaba con una charola para desayunar. El comedor tenía buffet para comer, había desde pan tostado, sopa de miso, pescado a la parrilla, arroz blanco, tamagoyaki, etc.

— Izu-kun, ohayo. -Ochako se levantó para abrazar y darle un piquito a su novio-.

— Ohayo, Ochako-chan. -el peliverde respondió el beso y abrazo-.

El peliverde se sirvió un poco del buffet para comenzar a comer.

— ¿Cómo te sientes ahora? -preguntó Uraraka mientras veía al pecoso comer de la sopa de miso-.

— Me siento un poco mejor, la verdad es que este viaje ha sido muy bello, especialmente por ustedes. -Izuku miró cómo Ochako se enrojecía de la pena-.

— Cualquier lugar es lindo cuando estamos juntos. -respondió la castaña-.

— Lástima que tenemos que volver hoy a la UA. -se estiró Midoriya en su asiento luego de comer-.

— Bueno, esta cita fue increíble. Tenemos que agradecerle a Yaomomo por este viaje. -concluyó Ochako para terminar de comer-.

— Hai, gracias a ella lo pasamos bastante bien. -Izuku le tomó la mano a Uraraka y ella entrelazó sus dedos con los de él-.

— Te amo, Izu-kun y también amo a Yui-chan. Le he tomado cariño a ella también. -decía ella mientras se perdía en el verde de los ojos de su amado-.

— También te amo Izu-kun y a ti también Ochako-chan. -decía a lo lejos la señorita Kodai que se acercaba a la mesa-.    

Los tres siguieron platicando y comiendo por un buen rato, intercambiando risas, piropos, besos y miradas. Volvieron a caminar un rato por el lugar, antes del almuerzo, también entraron de nuevo a las aguas termales, solo que esta vez sin malos entendidos ni momentos subidos de tono. Solo tres jóvenes disfrutando de un baño termal y de la compañía de los otros.

Así terminarían su cita para proceder a empacar sus pertenencias y moverse a la estación de autobuses que los llevaría a su estación de trenes para partir hacia Musutafu. El viaje fue más relajado, ambas señoritas dormían tranquilamente mientras Izuku admiraba el paisaje que tenía en frente. También se veía lindo desde afuera desde su ventana.

Fue una gran cita, y solo fue la primera de muchas.

Luego de varias horas, el trío amoroso se encaminó a la UA. Eran alrededor de las 3:30 pm cuando llegaron, estaba prácticamente vació el Heights Alliance.

Cuando hubo silencio se acercaron dos personas. Uno era alto, con lentes, traje formal, cabello entre amarillo y verde, el otro era un ser de estatura pequeña, algo peludo, con una cicatriz en el ojo derecho. ¿Era un oso, un perro, un ratón? Esas son preguntas que jamás obtendrán respuesta, pero sí tenía una identidad: el director Nezu.

— Buen día, Midoriya-san. Necesito que me acompañe por un asunto de vital importancia. -advirtió Nezu para indicarle a Izuku que le siguiera-.

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Bueno, a partir de hoy vuelven los capítulos regulares: lunes, miércoles y viernes. Gracias como siempre por el apoyo, comentarios, votos y lecturas. Nos vemos el lunes, los quiero mucho uwu

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