Capítulo 19: Expiación

*Créditos de la imagen: encontrado en el perfil de @ Mason_hemmings en Twitter*

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POV: narrador omnisciente

Durante los últimos tres meses han sucedido varios eventos en el lado de los héroes. Así que es necesario relatar algunas cosas por fechas.

Noviembre, campo de entrenamiento Gamma

Un viernes de noviembre, era tarde y Midoriya se encontraba entrenando bastante tarde con Eraserhead y con Gran Torino. El peliverde ya había avanzado en su relación con sus novias, era una relación de iguales y a veces entre los tres entrenaban fuerte sus puntos débiles.

Deku ya dominaba alrededor del 45% del One For All, ya había controlado el Sensor de Peligro y había logrado mantener por bastante tiempo los Látigos Negros y optimizó sus usos.

— Bien chico problema, parece que empiezas a demostrar que tu cuerpo puede empujarse a sus límites sin fracturarse. -dijo Eraser mientras tomaba una botella con agua-.

— ¿Y has hablado con los portadores? -preguntó Gran Torino mientras se sostenía en su bastón-.

— No realmente, desde aquella vez que me dijeron que mi vida se vería limitada de tiempo al usar el OFA al 100% no ha pasado de nuevo. Y solo sucede cuando estoy en gran peligro o cuando mi cuerpo está debilitado hasta casi morir. -respondió Izuku-.

Los días lunes, miércoles y viernes por la noche eran apartados para entrenamiento exhaustivo. En las prácticas de héroe, cada quien entrenaba por parejas pero era extraño cuando Deku y Uravity entrenaban juntos. Cada quien había decidido que lo mejor era expandir lazos con otros dones durante el trabajo de entrenamiento.

— Sero-kun, entrenemos. -gritó Izuku sorprendiendo a todos-.

— ¿Conmigo? -preguntó Hanta mientras se señalaba a sí mismo confundido-.

— Es que quiero me ayudes con una técnica que estoy pensando y tu quirk junto al mío se parecen. -explicó el ojiverde-.

Los dos salieron a la parte de la ciudad falsa para tener mayor espacio.

— ¿En qué estás pensando, Izu-kun? -musitó burlescamente el héroe de las cintas-.

— Oe, solo ellas me pueden decir así. -respondió el pecoso con un ligero sonrojo en sus mejillas-.

— Tranquilo, viejo. Es broma, aunque siento algo de envidia por lo de Kodai-kun y Uraraka-san. Pero bueno, ¿en qué te soy útil? -preguntó el cara plana-.

— Bien, como tu quirk te permite lanzar cintas a voluntad puedes darles varios usos no ofensivos. Y pues, quisiera que me ayudas a usarlos como medio de transporte. -indicó el noveno portador del OFA-.

— Eso es fácil, como mi don puede pegarse en cualquier superficie, puedo moverme por edificios y casi volar, pero la coordinación entre el momento de cortar la cinta y crear otra debe ser cuando estás en el punto más alto del salto. Dependiendo de cuánto tiempo haya usado mi don antes, puede que los músculos del cuerpo se sobrecarguen y eso haga que no puedas activar tu don por el agotamiento. -explicó el joven mientras volaba entre edificio y edificio usando sus cintas-.

Deku lo seguía con la vista, pero cuando Sero empezaba a alejarse, el peliverde corría para seguirle el paso e iba analizando su entorno para ver cómo podría usar sus látigos negros.

— Inténtalo, solo ten cuidado de dónde vas a lanzar tus látigos, no vaya a ser que se desestabilice y caigas. -le señaló Cellophane mientras bajaba a la altura del peliverde-.

— Hai.

Entonces Izuku activó el OFA al 5% para tomar altura y concentrar su mente en liberar los látigos. Cuando salieron tres extensiones negras del brazo izquierdo de Deku, este abalanzó hacia adelante como péndulo. Sin embargo, le costaba mantener un poco el equilibrio.

Poco a poco estuvo intentando mantenerse estable en el aire y moverse con rapidez. Así fueron pasando los días, los fines de semana por la tarde Sero, Uraraka, Yui y Kaibara acompañaban al peliverde para entrenar. Los cinco entrenaban sus habilidades según sus quirks.

Aizawa llegó un domingo por la tarde con Bakugou, ambos habían llegado tras hablar de ciertas cosas.

/Flashback/

Bakugou había salido de la academia para el hospital donde su madre Mitsuki permanecía en estado de coma. Así que cada domingo durante el día iba a visitar a la mujer. Aunque no lo pareciera, este sí le tenía cariño a su progenitora. Y cuando estaba solo aprovechaba para conversar con ella, pero se acostumbró a no recibir respuesta.

— Hola, vieja. Vine como de costumbre, la academia me tiene hasta el culo con los entrenamientos. Los extras que están conmigo son molestos y lo peor es que el idiota de Deku sigue sin saber mucho de sus padres. Ellos siguen en observación por varios laboratorios y no se sabe si al separar sus cuerpos de los nomus podrán vivir. -habló en voz baja para su madre-.

Los minutos pasaron y Katsuki le tomó la mano a su mamá y cerró los ojos para tratar de sentir que ella estuviera viva.

— Maldita sea, vieja. ¿Por qué tuvo que pasar esto? Se supone que si soy un maldito héroe, debo ser fuerte y evitar esto pero no puedo, no soy tan fuerte. -apretó la mano de Mitsuki y una traicionera lágrima empezó a recorrer su mejilla izquierda-.

Se mantenía cabizbajo y con los ojos cerrados, sintió un ligero apretón en su mano. Pensó que solo era una respuesta del cuerpo ante la rigidez del contacto pero un susurro lo dejó helado.

Katsuki... -el agarre era un poco más fuerte que antes-.

¿Eres tú, hijo? -Kacchan alzó la cabeza y vio que su madre veía al techo de la habitación con una sonrisa-.

— Vieja, sí soy yo. -Bakugou se levantó sin soltar la mano de Mitsuki y este vio con una cara seria, pero una nueva lágrima lo traicionaba-.

Veo que al final sí te importo... -ella se rió suavemente cuando volteó a ver a su hijo-.

Tras ese pequeño momento, Bakugou llamó a la enfermera más cercana y le avisó tranquilamente lo que acaba de pasar. Tuvo que esperar un buen tiempo para poder hablar con ella.

— Puedes pasar, pero ten cuidado al hablar con ella, puede que sufra recurrentes dolores de cabeza si hace mucho esfuerzo hasta para recordar cosas difíciles para ella. -indicó la enfermera, quien solo recibió un asentimiento de parte del rubio-.

Cuando pudo pasar, Katsuki notó que el respaldo de la cama de su madre estaba ligeramente levantado. Sin expresar mayor emoción se sentó frente a ella.

— ¿Cómo estás, mocoso? -cuestionó la madre de familia con una sonrisa ladina para romper el hielo-.

— Yo debería preguntar eso, bruja. -le regresó la jugada con un poco más de intensidad-.

— Ni cuando yo estoy en cama dejas de ser tú. -negó con la cabeza, pero con una sonrisa tranquila-.

— Y tú no cambias a pesar de que al fin despiertas en meses. -contestó el rubio explosivo para seguirle la corriente-.

— Tu padre debió estar preocupado. ¿Tú también, verdad? -preguntó la señora con un tono burlesco-.

— No lo arruines. Lamento lo que pasó. -esto último lo dijo con pena y en susurro apenas audible-.

— Mocoso, levanta esa cara que no fue culpa de nadie. Pero lo más importante, ¿qué pasó con los padres de Izuku? -preguntó Mitsuki pero esta vez era en serio-.

— A ellos los secuestraron y los convirtieron en nomus. Esas criaturas que atacaron en Kamino. -contestó el héroe Dynamight mientras miraba a la ventana-.

Esto asustó a la madre del rubio, pensó nuevamente en los momentos previos a su caída en coma. Entonces volvió a sentir miedo y una considerable impotencia.

— ¿Y cómo está él? -preguntó ella seria pero con temor-.

Bakugou se resistía a hablar, pero al voltear a ver a los ojos de su madre, se sintió acorralado psicológicamente.

— Te lo advierto desde ya, pero pasaron muchas cosas con Deku desde que llegaste aquí. -soltó resignado Katsuki recibiendo el asentimiento de su madre, pero con el ceño fruncido-.

Entonces procedió a explicarle que peleó con Deku, este por el coraje le dijo que debió suicidarse, que fue castigado por Aizawa y manipuló a sus compañeros para que se enojaran con el peliverde, lo cual provocaría su intento de suicidio.

Durante el relato recibió varios regaños, pero a medida que Katsuki explicaba, su expresión era cada vez más melancólica. Tras la explicación hubo un silencio algo sepulcral, pero este fue roto gracias a Mitsuki.

— Katsuki, yo fui testigo de cómo tú e Izuku crecieron, casi que nacieron al mismo tiempo. Creciste y tu don fue excepcional, ese día que me contó Inko que caíste en un río y que Izuku te ofreció la mano sentí que serían héroes juntos. Pero siempre viste detrás de tu hombro a todo el mundo, te consentimos siempre por tu don y el resto del mundo también. Cuando Inko me contó que su hijo no desarrollaría un don, ¿sabes cómo se sentía ella? -Bakugou negó mientras estaba cabizbajo pero serio- Ella tenía la sensación que su mundo se vino abajo, pensó que le arruinó la vida al pequeño Izuku y pensé que en su momento tú lo ayudarías o lo protegerías en todo caso. ¿Pero qué pasó? Lo torturabas física y psicológicamente. Cuando él iba a casa a jugar contigo, se le notaba que se tragaba las lágrimas por no ser como tú. All Might fue lo único que los mantenía unidos y él te veía como el más cercano a él. ¿Crees que no me di cuenta cuando decías al aire que él era "una piedra en tu camino"? Tuviera un don antes o no, él no hubiera sido una obstáculo tuyo ni de nadie. Ustedes una vez dijeron que querían ser héroes juntos y él te salvó de morir cuando estaban en la secundaria. Si los villanos querían algo de él, tú debías estar con él, siempre fueron amigos. Lo que me pasó fue difícil, y lo volvería a hacer si eso ayudaba en algo para que no se llevaran a Inko e Hisashi. Lo que le hiciste a él te perseguirá en tu carrera. Debes limpiar el camino antes de cruzarlo, y si no quieres hacerlo por él, hazlo por ti mismo. Enfrentar tus propios fantasmas te hace más fuerte; no tienes que volver a ser amigo de Izuku si no quieres, pero al menos demuéstrale que puedes ser mejor persona.

(Cr: encontrado en el perfil de @ Yuiuiuiuii en Pinterest)

/Fin del flashback/

— Así que sabes el secreto que All Might ocultaba, ¿verdad? -preguntó Aizawa mientras caminaba con Bakugou al lugar de entrenamiento-.

— En la primera prueba de héroes, Deku me dijo que su poder era prestado. En un principio no dije nada, pero poco a poco el rompecabezas se armaba solo. All Might perdiendo sus poderes y Deku haciéndose más fuerte. Y cuando peleamos, esas cosas negras que salieron de sus brazos me confirmaron todo. -relató Kacchan tranquilo pero pensativo-.

— ¿Y qué harás con esa información? -cuestionó directamente Eraserhead-.

— Nada. Era el secreto más peligroso que tenía All Might. Además, piense en esto. Si yo uniendo estas cosas supe ese secreto, cuando pasen más cosas, significará que el secreto se sabrá por más personas. -respondió serio Katsuki-.

— El One For All se alimentó de muchas personas antes, si manifestó dos dones nuevos significa que vendrán más. -comentó el héroe azabache-.

— Siempre lo traté como un obstáculo en mi camino, lo que yo le hacía le hizo dudar siempre de cuán especial podía ser. Teniendo ese poder, lo molesté porque no era de él, pero a medida que más avanza, se adueña más del One For All. Mientras él avanzaba, yo suprimía mi debilidad atormentándolo.

— Entonces, quieres hacer algo por él. -Aizawa recibió un ligero asentimiento- ¿Quieres expiar tus pecados hacia él?.

No hubo respuesta a esa pregunta. Eraserhead se acercó para hablar con Izuku, este ya podía dominar un poco mejor sus látigos para movilizarse. Uraraka y Yui le ayudaban a manejar objetos flotantes y usarlos según lo necesite. Kaibara y él también entrenaban un poco el cuerpo a cuerpo.

— Muy bien, parece que vas progresando. Pero debes dominar mejor el combate en espacios inestables o nulos. Así que será mejor que Bakugou te ayude. -el sensei señaló al rubio que solo hacía una mueca de molestia-.

— Kacchan, sugoi. Te lo agradezco mucho. -los ojos de Deku brillaban-.

(Cr: encontrado en el perfil de @ Alphapandores en Pinterest)

— Cállate y mejor prepárate, que el próximo número 1 te dará algo para que seas de utilidad al menos. -se acercó para ponerse frente a él y empezar a volar con sus explosiones- USA ESAS MIERDAS DE LÁTIGOS, PERSÍGUEME Y DESPUÉS PELEA CONMIGO.

Izuku asintió, las chicas no confiaban demasiado en Bakugou como para no sospechar que algún conflicto pudiera haber. Pero, conforme pasaban los minutos, las chicas notaron que Katsuki tenía una expresión neutra, no emitía emociones negativas ni fúricas hacia el peliverde.

Maldición, vieja. Odio cuando tienes razón. Tal vez esto no cambie lo que le hice a Deku, pero puedo evitar empeorarlo de ahora en adelante. Después podré disculparme con él, ya después decidirá si concederme perdón. Pero no le dejaré fácil ser el número 1. -pensó Bakugou mientras lanzaba su AP Shot a Izuku, quien esquivaba con mucha dificultad-.

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