Capítulo 16: El origen para avanzar
Había llegado a hacer acto de presencia el gran comandante del Ejercito de Liberación de Habilidades Especiales, Rikiya Yotsubashi. El gentío estaba atónito ante la imagen de su guía y protector. Mucha gente que seguía con vida (que por cierto se contaba por miles) murmuraba sobre qué haría el supremo.
— ¿Doy la orden, comandante? -preguntó Skeptic mientras fijaba la mirada en el grupo de la Liga-.
— No, tengo una mejor idea. -contestó Re-Destro-.
Por su parte, la Liga de Villanos estaba con la guardia alta, Giran estaba amenazado por Trumpet, que lo mantuvo siempre vigilado con su escolta. Entonces Re-Destro empezó a acercarse.
— Más te vale que no hagas nada estúpido y sueltes a Giran. -ordenó Tomura mientras daba un par de pasos al frente-.
— ¿Sabes con quién estás hablando, imbécil? -Skeptic trató de acercarse, pero algo se lo impidió-.
— Tranquilo, Tomoyasu-kun. Sé más respetuoso. Deja que hable primero el señor Tenko Shimura. -indicó Re-Destro mientras se acercaba cara a cara con el peliceleste-.
— ¿Cómo mierda sabes eso? -preguntó Tomura con los ojos entre cerrados y un disimulado disgusto-.
— Usted es Tenko Shimura, nieto de la heroína Nana Shimura. Él es Touya Todoroki, el primogénito de la familia del héroe número uno actualmente. -apuntó con el dedo hacia Dabi- Ahí están Kenji Hikishi, el criminal magnético transgénero; Atsuhiro Sako, hijo de familia de ladrones en glorias pasadas; y Shuichi Iguchi, un hikikomori que se veía desplazado por la discriminación de esta hipócrita sociedad. -señaló hacia Magne, Mr. Compress y Spinner, respectivamente-.
— Me importa una mierda lo que sepas de nosotros. ¿Por qué nos recibiste con este festival del culo? -objetó Tomura con molestia-.
— Mejor dime tú, Tenko-kun. ¿Quién te crees tú para asesinar de esa manera a gente tan noble, empezando por Curious? Todos los actos tienen consecuencias y lo que hiciste fue un agravio. -contestó Yotsubashi con furia pero sin levantar la voz-.
— Yo solo me defendí, comandante. -respondió Shigaraki con sarcasmo-.
— ¿Y era necesaria esa violencia? Si eres un villano, serías más listo porque te expones a que los héroes te busquen en un milisegundo. Si doy la orden, el top cae sobre ustedes. -trató de intimidar el comandante-.
— Tenemos con qué defendernos. -contraargumentó el peliceleste-.
— ¿Qué habría sido de tu vida si las cosas fueran diferentes? -cuestionó mientras miraba al cielo-.
— El sensei hubiera acabado contigo. -bufó para intimidar al magnate-.
— ¿Así como él acabó con Nana? ¿Así como acabaste con tu padre Kotarou por cómo te trataba y cómo tu madre Nao se quedaba con la cabeza baja? ¿Así como Hana se asustó cuando despertaste tu quirk? -contestó sin pelos en la lengua Re-Destro-.
Tomura abrió los ojos pero tratando de disimular el miedo que empezaba a sentir que supieran tanto sobre él.
— Y tú, Touya. ¿Solo porque fuiste producto de la codicia y hambre de poder del idiota de Endeavour justificas que los demás son la miasma con la cual puedes dar patadas de ahogado? -se acercó a Dabi quien se mantuvo hasta el momento con su rostro serio y antipático, pero a medida escuchaba, su expresión cambió-.
— Por culpa del pequeño Shoto te sentiste ignorado, pero no solo fuiste tú el afectado. También Natsu y Fuyumi. ¿Es el nombre de ella, verdad Tomayasu-kun? -el mencionado asintió con la cabeza- Es una mamacita. Tienes una hermana muy hermosa, me sorprende que ella no haya encontrado a nadie. Por cierto, Touya. ¿Tu madre cómo está? ¿Va a salir de la clínica? -preguntó nuevamente Re-Destro-.
— Sí, ya se ve más aliviada. Me sorprende que ella siga apegada a un engendro como Endeavour. -contestó Skeptic-.
— Eso nos alegra mucho, ya pronto le podrían dar el alta. -sonrió de forma ladina para provocar a todos para después volver a ponerse frente a todos-. Señores, les voy a decir quién soy. Yo soy Rikiya Yotsubashi, Re-Destro para las masas insurgentes. Mis ojos están en todos lados, o sea ustedes no pueden hacer ni una puta sola mierda en Japón sin que yo me entere. Así es, no pueden mover un dedo. Un día yo seré el líder supremo del Japón y bien, me gano la vida haciendo negocios y peleo por la liberación de habilidades por la voluntad de mi padre, Destro... Así que no pasa nada, no hay ningún problema... Ustedes pueden aceptar mi causa o aceptar las consecuencias... Liberación o Muerte. Ustedes eligen.
Rikiya Yotsubashi
Quirk: Estrés
Nombre clave: Re-Destro
Este poder le otorga la capacidad de convertir emociones como el estrés, ira y frustración en energía bruta para aumentar su fuerza y tamaño del cuerpo. Unas marcas negras cubren su cuerpo, según la cantidad de cobertura, mayor es el porcentaje de su poder.
Los habitantes de Deika empezaron a aplaudir y vitorear las palabras de su amadísimo líder. Para ellos, esa oratoria había sido sublime. Sin embargo, Tomura comenzó a pensar.
— Cuando armé mis planes, sabía que sería complicado. Pero como todos son escalones, me conviene tener a más aliados mientras domino a Gigantomacchia.
— Muy bien, nuestros ideales no son tan diferentes. El uso del derecho de nacimiento y la fuerza para usarlo permite que el control del mundo se encuentre en perfecto equilibrio. Aquello que no merece estar, debe eliminarse. -explicó Shigaraki para levantar la cabeza-.
— Supongo que un escarmiento de parte de nuestros humildes combatientes te ha hecho aprender, es una pena que para llegar a esto tuviéramos que sufrir consecuencias fatales, como nuestra querida Curious. Así que, para honrar su sacrificio, y como parece que atiendes a razones más rudimentarias; a partir de ahora mi causa sumará nuevos elementos; es decir, ustedes. Pero para ser de los nuestros, deberás responder con acciones, ¿lo sabes?. -volteo a ver al Manolo con un rostro de satisfacción-. Si haces algo contra la causa, no sabrás por dónde te va a caer los miles de soldados ni el top de héroes.
Ambos sujetos se dieron la mano, pero con una expresión que denotaba pura maldad.
— Serás mi último escalón, comandante. -pensó Tomura para luego preguntar-.
— Me uniré a tu causa, participaremos junto a tus adeptos. Si nos traicionas, lo pagarás caro. No importa lo que sepas de nosotros ni cuántos enajenados te respalden, te destruiré si piensas en voltearte contra la Liga. -fue lo último que comentó Shigaraki-.
— Me hieren tus palabras, soy un hombre de palabra. Y mi pueblo me respalda. Así que vamos a la torre, ahí recibirán atención médica y algo de comer. -ordenó Re-Destro mientras empezaba a caminar hacia su central de operaciones-.
POV: Tomura Shigaraki
Y así pasó alrededor de una semana, Toga se quedó con Twice en Deika. Giran fue liberado a regaña dientes por el mísero comandante. Durante varios días fui con Kurogiri y los demás a pelear con Gigantomacchia. Como ya me había acostumbrado a pelear bajo presión, podía moverme un poco mejor.
Como estábamos en la intemperie, no tenía dónde huir y tampoco me importaba. Macchia también había aprendido de mí, le era más difícil golpearme y un par de veces logré tocar una de sus piernas.
En la primera ocasión no pude hacer nada más que sacarle unas cuantas grietas que eran nada al tener Supresión del dolor. Pero en la segunda oportunidad que tuve, logré desintegrarle la pierna izquierda.
Me llevó cuatro días poder darle el primer golpe, el segundo que sí le hizo daño me llevó otros dos días más. A pesar de poseer Rigidez Muscular, pude deteriorarle totalmente su extremidad. Supongo que sí está evolucionando mi don al tener experiencias cercanas a la muerte, algo empieza a despertar en mí.
Cada vez que pienso en lo que dijo ese anciano de mí, del pasado.
— Hana...
Una noche, mientras llovía, Macchia seguía lanzando puñetazos y patadas a la superficie donde me encontraba parado. Si pisaba, él sabía que saltaría y sus brazos se alargaban para casi atraparme, lo intentó por varios minutos hasta logró tenerme a su merced.
— TÚ NO ERES EL SUCESOR DEL SÍMBOLO DE LA OSCURIDAD. LO MEJOR QUE PUDO PASAR ERA QUE MURIERAS EN LUGAR QUE EL MAESTRO FUERA A LA CÁRCEL. -estaba apretándome con fuerza-.
Mi cabeza estaba en otro lado, ya no recibía oxígeno como antes, mi cuerpo estaba totalmente aprisionado. Luego todo se puso negro.
— ¿Ningún héroe vino en tu ayuda? No te preocupes, Tenko Shimura, ya estoy aquí...
Mi padre recién me había golpeado otra vez, era un terco solo porque quería ser un héroe, mi hermana Hana siempre me decía que seríamos el duo de hermanos héroes. A veces uno en su infancia es demasiado idiota o demasiado crédulo.
Pero los sueños de un niño mueren con la palabra de un adulto. Lo que dicen es ley escrita en piedra. Y cuando sus emociones son mayores que su razón, la sentencia es clara.
— NO PUEDES CONFIAR EN NADIE, EN ESPECIAL EN LOS HÉROES. ELLOS ABANDONAN A QUIÉNES DEBEN REALMENTE AMAR Y PROTEGER. TU ABUELA NO ES UNA HEROÍNA, ELLA ME DEJÓ POR SU EGOISMO. -era lo que gritaba mi padre mientras me molía la cabeza a golpes-.
— OTOU-SAN, TENKO QUERÍA VER A LA ABUELA. POR FAVOR... -Hana lloraba mientras mi madre y mis abuelos se resistían a actuar por miedo-.
— Hubiera preferido que me odiara a que me abandonara. -repetía mi padre mientras lloraba de rabia-.
Esa misma noche solo estuve con mi perro en el jardín mientras lloraba. Mon-chan fue el primero en sufrir lo que sería mi filosofía de vida...
Luego fue mi hermana Hana, después mis abuelos y mi madre.
Yo toqué el suelo y todo se convirtió en destrucción y muerte, no me sentía consciente por el miedo pero un golpe que él me dio en la cabeza me hizo confirmar que realmente todo estaba claro.
— OTOU-SAN, SHINE. -fue lo último que dije mientras acerqué mis manos a su cuerpo-.
Mi cuerpo pensó antes que mi cabeza y salté hacia el rostro de mi padre con las palmas abiertas. Sus gritos fueron mi primer acercamiento con el placer. El éxtasis era insaciable. Para entonces, había perdido a Mon-chan, Hana, otou-san, oka-san y a los abuelos. Incluso mi casa solo fue un montículo de polvo y destrucción. Mi picazón se había calmado.
Luego de vagar por la calle y que me rescatara el sensei, recibí el regalo más importante. Las manos que adornan mi cuerpo son las de mi familia, especialmente la de mi hermana.
— Y con estas manos y tu nueva vida, yo te bautizo como Tomura Shigaraki. La palabra que implica llorar por la muerte que provocas al mundo y Shigaraki, el apellido de la oscuridad, el mío...
Entonces fue como volví a sentir ese placer. Macchia estaba corriendo hacia mí, estaba sumamente cansado pero esa sensación de ver mi vida frente a mis ojos, puse mis manos en el suelo y la función era más que asombrosa.
El gigante, a medida que daba un paso, se estaba convirtiendo en polvo, su confusión era enorme pero ver su cara de desesperación fue un delirio. Los segundos pasaban y ya no corría en absoluto. Él perdía fuerza sus pies, sus piernas, sus pectorales y su cuello se estaban siendo agrietados hasta resquebrajarse.
— Tomura-kun, no me digas que... -escuché por el teamspeak la voz del doctor-.
— Gigantomacchia necesita un médico.
— Menos mal que me trajiste los implementos, aunque nunca creí que volvería a utilizar lo que hicieron los Preceptos. -respondió el doctor Ujiko-.
— Solo haga aparecer la mierda. -le exigí mientras me cansaba de escucharlo hablar-.
En unos segundos apareció frente a mí una especie de artefacto que el doctor perfeccionó para desarrollar el rebobinado por tiempo determinado. Antes le había pedido que hiciera algo para que las balas anuladoras de quirk tuvieran otras funciones.
Entonces le disparé a la cabeza de Macchia y todo comenzó a temblar, a medida pasaban los minutos empezaban a formarse sus extremidades, órganos y todo lo que comprendía ese gigante.
— SOLO EL MAESTRO HABÍA LOGRADO DAÑARME...
En ese momento, no podía dar fe de lo que decía ese monstruo de piedra. Sensei siempre me dijo que podía fracasar hasta conseguirlo. Había encontrado el momento donde mi don dio el salto, incluso bajo la lluvia noté que mi cabello se había tornado de un color blanco como la nieve que era agitado por el viento.
— Así que finalmente lo logré. -fue mi respuesta mientras examinaba mis manos-.
— Lo lograste, Tomura-kun. -fue la respuesta que dio el doctor en mi auricular mientras levanté la mirada hacia Macchia.
Él estaba totalmente recupero y arrodillado frente a mí, la cabeza baja y con la respiración agitada. Cuando levantó la cabeza, sus siguientes palabras fueron un placer de poder indescriptible. Por fin mi plan estaba saliendo como yo quería.
— FINALMENTE PUEDO RECONOCERTE, SUCESOR... -fueron sus palabras mientras se arrodillaba para dar una reverencia-.
— Al fin reconoces a tu rey... -pensé antes de caer desmayado-.
(Cr: @ fu_jimipo en Twitter)
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