POV: Yui Kodai

El tiempo se sentía eterno, mi corazón no podía resistirlo más. Yo quería estar al lado de Izu-kun, abrazarlo, besarlo, acariciar su cabello como él lo hacía conmigo, lo que fuera para despertarlo.

Sé que doy pena por pensar de esta forma, pero creo que así es como reaccionas cuando esa persona que te importa sufre. No puedo imaginarme cómo se sintió Izu-kun cuando vio perder a tanta gente, pero sé que no quiero perderlo a él. Y estoy segura que Ochako piensa igual que yo.

— Ochako-chan... -puse una mano en su cabeza-.

Ella estaba con las lágrimas saliendo en abundancia, sus padres la abrazaban fuerte y sostenían sus manos. Ella estaba cabizbaja, tranquila por fuera pero posiblemente angustiada por dentro igual que yo.

— Yui-chan, ¿y si de verdad...?

— No lo digas, por favor. Ya lo perdimos una vez y no quiero volver a sufrir lo mismo. -le respondí a Ochako mientras acariciaba su cabeza-.

— Yui, descuida... -mi mamá tocó mi barbilla para que fijara mis ojos en ella-.

— Oka-san...

— Ese chico es increíble, debe haber sufrido tanto desde hace tiempo. Cuando lo vimos en el entierro de All Might pude notar que estaba triste, pero no solo porque murió su héroe.

Cuando ella estaba hablando, abrí mis ojos y creo que Ochako también. Me extrañaron las palabras de mi madre.

— ¿A qué te refieres, oka-san? -pregunté genuinamente confundida-.

— Al igual que muchos chicos, Izuku es fácil de leer a los ojos de una madre. Y pareciera que no solo murió un ídolo para él, su rostro de tristeza indicaba que tenía que lidiar con muchas cosas más. Y supongo que él no quería preocupar a sus padres. Los jóvenes con baja autoestima son obstinados, piensan que no quieren ser una carga  o que no quieren preocupar a otros porque tienen miedo a incomodar a los demás. 

Mi mamá pareciera que leyó a Izuku, aunque no debería sorprenderme tanto si es psicóloga. Pero, por dentro siento que no fui capaz de hacer mucho por mí misma, no pude evitar que él pudiera aligerar su carga.

Mientras pensaba en todo esto, Recovery Girl se acercó a nosotros. Caminaba a paso lento y no se le notaba mayor expresión.

— Chicas, Midoriya-kun ya está estable. Así que pueden entrar ustedes dos. Solo tengan cuidado. -la anciana médica se retiró-.

No podía creer lo que había escuchado, mis ojos estaban abiertos, no podía ver hacia otro lado. No encontraba forma de reaccionar, incluso sentí que me abrazaron para la espalda.

— Yui-chan, vamos. -Uraraka me abrazaba y juntaba su rostro con el mío-.

— H-hai. V-vamos O-ochako-chan. -fue lo único que pude responder-.

— Oka-san, otou-san, con su permiso. -Ochako le decía a sus papás mientras ella jalaba de mi brazo a la enfermería otra vez-.

— C-con permi-iso. -respondí como pude para volver a entrar-.

Cuando llegamos, nos pusimos en cada lado de la cama de él. Yo sostuve su mano, estos momentos son difíciles para mí, pero una parte de mí espera que podamos cumplir aquella promesa que hicimos, precisamente en una cama de hospital.

— Daría lo que fuera por volver a ver esos ojitos verdes llenos de vida como antes. -Ochako quería abrazarlo, pero no podía porque no quería que algo malo pasara, así que se conformó con sostener su mano-. 

— Izu-kun, quisiera volver a sentir que acariciabas mi cabeza y me sonreías. -le decía yo con una melancólica sonrisa-.

Cerré mis ojos mientras puse, con mucho cuidado, su mano izquierda sobre mi cabeza y estaba moviendo suavemente su mano. Quería tener los ojos cerrados e imaginar que Izu-kun estaba frente a mí, con su sonrisa. 

(Cr: Mapachito en Wattpad)

— Yui-chan...

Ochako me llamaba, pero yo no quería salir de ese momento. Realmente me sentía relajada.

— Yui-chan, abre los ojos...

— Ochako-chan, por favor, déjame ser feliz por un momento. -le contesté a ella sin salir de mi imaginación-.

Estaba en mi mundo, pero había algo diferente. Yo no estaba haciendo esfuerzo para mover la mano de él, tenía miedo que mi cabeza estuviera jugándome una broma de muy mal gusto.

Decidí abrir los ojos lentamente, con miedo y noté que Ochako estaba llorando pero con una gran sonrisa. Noté que ella tenía la mano entrelazada con él, luego recorrí mi vista lentamente a Izu-kun.

Él tenía los ojos abiertos, una sonrisa bastante pequeña pero fuerte. Movía como podía su mano sobre mi cabeza, mis ojos volvieron a lagrimear.

— Te ves más linda sonriendo, Yui-chan...

Las palabras de Izu-kun retumbaron en mis oídos, quería abrazarlo pero no quería lastimarlo.

— Chicas, arigato. -dijo Izuku mientras volvía a poner su mano en la cama, pero su rostro empezaba a ponerse triste-.

— ¿Pero por qué, Izu-kun? Si en realidad somos nosotras quien debemos darte las gracias. -le decía Ochako mientras apretaba su agarre con él-.

— Pensé que ya no me querrían. Yo... yo maté a Tomura Shigaraki. -Izu-kun estaba empezando a llorar mucho-.

— Izu-kun, pero en realidad no pasó eso. -Ochako le decía mientras le limpiaba las lágrimas-.

— Hai, no mataste a nadie pero sí ganaste. Eres el héroe más increíble. -le dije yo a él mientras le sonreía-.

— Además, no importa qué fuera a pasar, nosotras siempre estaremos a tu lado y te apoyaremos, te lo repetiremos las veces que sean necesarias. -Uraraka se acercó a Izu-kun y entendí lo que quería decirle-.

— Porque eres nuestro héroe. -dijimos ambas al mismo tiempo-.

— ¿Pero qué fue lo que pasó? -preguntó Izu-kun confundido-.

— Yo puedo explicártelo, Midoriya-kun. -Recovery Girl se acercó a nosotros-.

/Flashback/

POV: narrador omnisciente

Tomura Shigaraki había recibido el impacto de su último golpe. El villano estaba cayendo peligrosamente a tierra como si fuera un meteoro. Se formó un cráter muy grande, un temblor bastante grande tuvo lugar.

— Este no... puede ser... el final... -susurró Tomura antes de caer inconsciente-.

Midoriya empezaba a caer mientras sus brazo derecho sangraba. Sus piernas estaban rotas, la sangre caía como lluvia. Él ya estaba inconsciente y comenzaba a esperar su final.

En la UA estaban todos pendientes de lo que estaba sucediendo en batalla. Los alumnos que habían recibido menos daños se encontraban viendo en la televisión lo que pasaba. Los jóvenes de la clase A y B estaban a la expectativa, al momento del golpe final, todos celebraron.

Ochako, al ver que Izuku estaba cayendo directamente al suelo, tuvo miedo y buscaba  con la mirada a alguien y sus piernas reaccionaron sin pensar.

— MONOMA-KUN, MONOMA-KUN. -Uraraka estaba corriendo, desesperada buscando al rubio de la clase B-.

No estaba tan a la vista, él se encontraba en la oficina de Nezu y Ochako corría con la esperanza de encontrarlo rápido. Automáticamente ella pensó en el despacho del director y encontró a Phantom Thief con el director de la UA.

— Monoma-kun, ¿aún puedes activar los portales? -Uraraka preguntó desesperada-.

— Hai, pero... -él no sabía lo que pasaba, hasta que lo interrumpieron-.

— Izu-kun ganó la pelea, pero ahora está en peligro de muerte. Cae del cielo y por la caída el puede... -Nezu interrumpió ahora-.

— Uraraka-shoujo. El joven Monoma lo hará. -el oso perro ratón dio unas palabras tranquilizadoras y asintió para que Neito entendiera-.

— Pero, ¿dónde puedo ver dónde está para activarlos en donde él está cayendo? -preguntó él-.

— Ven, sígueme. -Ochako le jaló del brazo para que salieran corriendo a la enfermería donde estaba Recovery Girl-.

La chica activó su don en el rubio para comenzar a llevarlo como si fuera globo. La castaña llegó en poco tiempo al lugar para mostrarle a Monoma dónde estaba Midoriya por la televisión.

— Entiendo, me deben una, clase A. Waupu Geuto. -Monoma activó los portales de Kurogiri, aún podía hacerlo-.

El chico de la clase B volteaba a ver el televisor para darse una idea de dónde estaba. Hasta que logró ver en pantalla el agujero de gusano. Estaba posicionado cerca de donde caía el pecoso. En pocos segundos el joven Midoriya cayó en el portal para luego aterrizar adentro de la enfermería.

Ochako estaba pendiente de dónde iba a aparecer, y cuando notó que su novio ya estaba en la misma habitación, ella estiró sus brazos para atraparlo. Entonces lo puso en una camilla.

— No puede ser... Jóvenes, les agradezco que lo trajeran. Necesito espacio porque debo atenderlo de máxima urgencia. -dijo Recovery Girl cuando notó que Izuku estaba en condiciones críticas-.

/Fin del flashback y del POV/

POV: narrador omnisciente

— Y eso sucedió, tu estabas con las piernas destrozadas a tal grado que parecía que iban a desprenderse, tu brazo derecho estaba desaparecido y el brazo izquierdo con fracturas. La pequeña Eri-chan y algunos doctores más se dedicaron por más de 24 horas a tratarte. Al igual que algunos de nuestros compañeros. La mayoría podrá ser un héroe, pero no serán los mismos de antes. Además, Aizawa sobrevivió.

Mientras Recovery Girl explicaba, Izuku estuvo lagrimeando, pensaba que su maestro iba a caer en batalla. Él pensaba que no sobreviviría, pero a pesar de todo su profesor era muy fuerte.

— ¿Y qué pasó con Kacchan y Aoyama? -preguntó Midoriya-.

— Yo puedo responder eso, Midoriya-san. -el director Nezu había llegado y se acercó a la cama junto a Vlad-sensei- Bakugou-shonen quedó sin don, pero no descartamos que pueda convertirse en un héroe, lo dejamos a su entera disposición, lo entrenaría Aizawa-kun tan pronto se recupere, pero estará en el curso de estudios generales. Y en cuanto al joven Aoyama, me encargaré de él personalmente. Él cometió un delito grave, pero su caso está siendo estudiado y sus padres asumieron la entera responsabilidad por su situación, pero él ha manifestado su deseo de ser un héroe. -explicó el director-.

— Director Nezu, ¿puedo pedirle un favor? -Izu-kun preguntó y sorprendió a las chicas que dijera eso-.

— Lo que desees, puedes pedirlo. De hecho, el primer ministro vendrá cuando te recuperes para hablar contigo. -contestó Nezu-.

— Quisiera que pudiéramos graduarnos todos juntos, incluso que cuando Kacchan y Aoyama terminen sus estudios, puedan estar con nosotros. -concluyó Izuku con una pequeña sonrisa-.

— Siempre pensando en los demás, Midoriya-san. En serio eres más que un héroe. -Nezu sonreía ante ese gesto-.

Las chicas veían a su pecoso y realmente pusieron su mano en la consciencia. Él siempre vio por el prójimo antes que por él mismo. Sin duda alguna era un héroe y sería el mejor de todos los tiempos.

— Me alegro haberme enamorado de ti, Izu-kun... -pensaron Ochako y Yui mientras sus rostros estaban sonrojados y sonrientes-.