Capítulo 3: Seamos fuertes
*Créditos de la imagen: @ makumakukawaii en Twitter y editado por este servidor*
________________________________________________________
— Muy bien retoños, durante los siguientes meses estaremos haciendo, junto al resto de academias, las tareas de limpieza de villanos que hay actualmente. -Eraserhead estaba dando órdenes al lado de Vlad King-.
— Debido a lo que se ha podido ver durante su estancia en la academia es que muchos de ustedes dependen de sus quirks para pelear y ese es un punto a mejorar. Ustedes tienen todo el potencial para ser héroes. Sin embargo, no pueden tener un solo truco. Se lo recalcamos a ustedes en el examen de licencias, pero el mundo exterior es difícil y no saben a veces si volverán a casa. -Vlad secundaba las palabras de su colega-.
(Cr: ask-eraserhead en Tumblr)
Nezu estaba vigilando la escena, los estudiantes de primer año se mantenían con sus uniformes de educación física en formación militar. Su rostro parecía pacífico, pero su mente era un revoltijo de ideas, sus conversaciones telefónicas con un personaje influyente de Japón lo mantenían en constante alerta.
/Flashback, 8:00 am del 31 de enero de 20XX/
— Nezu-dono, el muchacho que se encuentra en la sala de operaciones es uno de sus alumnos, así que necesito que me diga qué puede saber este joven sobre el mal contra el que se enfrentará la sociedad. -palabras del Primer Ministro de Japón retumbaban-.
— El detective Tsukauchi le debe haber comentado al respecto, ¿o me equivoco? -preguntó Nezu solo para confirmar una teoría-.
— Esto tiene que ver con algo más grande de lo que All Might podía manejar, ¿verdad? -preguntó Fumio Kishida, primer ministro-.
— Pues, solo le diré que necesitamos su apoyo en estos momentos. Ese joven es la última esperanza del país. All Might decidió confiarle esta responsabilidad a él. -el director de UA tomaba de su café mientras veía las noticias-.
— Confiaré en usted, Nezu-dono. No es la primera vez que nos ayuda de esta manera, así que no se preocupe, tengo un plan que será respaldado desde las sombras. Pero necesitará acompañamiento. -Kishida veía un expediente médico que tenía en su escritorio-.
— Solo una cosa, Kishida-dono. Este joven creerá que no tiene mucho que perder ya, pero...
/Fin del flashback/
Los pensamientos de Nezu fueron interrumpidos porque una llamada sonó. Era la presidenta de la Comisión de Seguridad Pública y de Héroes, quien llamaba para verificar cómo iba el proceso del proyecto de gobierno de entrenamiento prematuro a estudiantes.
Tras la llamada, Nezu decidió mirar por última vez hacia la ventana antes de retirarse a otros mandados importantes.
— Si todo sale bien, se te cumplirá tu deseo, Midoriya-san.
Los ejercicios que tenían que hacer los jóvenes eran desde los más básicos como el acondicionamiento físico. En donde los muchachos debían realizar, sin usar sus dones, distintas asignaciones sencillas y que muchos conocen como saltar la cuerda a determinada velocidad, dominadas con dos manos y si era posible hasta con una, abdominales continuas durante 30 minutos, pruebas de equilibrio con obstáculos, pruebas de velocidad con límite de tiempo, resistencia física en diferentes terrenos.
Como era la primera semana tras los incidentes, nos centraremos en las secciones A y B de primer año de heroísmo. Era necesario que todos los jóvenes se mantuvieran en condiciones físicas optimas para resistir tiempos largos de pelea. Más adelante cuando fueran las rotaciones entre patrullaje y entrenamiento, se les daría a los jóvenes el entrenamiento especializado en combate.
Primero sin dones para evitar bajas en combate en caso que los kosei no puedan ser útiles. Luego serían entrenamientos con dones, un poco más personalizado para sacar el máximo potencial posible a cada joven.
Aizawa sentía que finalmente sus métodos de enseñanza podían ser aplicados sin restricciones, pero confiaba plenamente en que sus retoños realmente irían más allá de sus límites. Todas las mañanas y tardes eran así, sus jóvenes quedaban apaleadísimos, pero habían varios estudiantes de ambas secciones que destacaban un poco más que el resto.
Cuando llegó el fin de semana, las chicas de primero se habían reunido en la habitación de Setsuna Tokage, la chica que entró por recomendación tenía una alcoba bastante grande, llena de peluches de dinosaurios. Aunque el espacio estaba tan bien administrado que parecía sala de juegos.
— AHHHHHHH QUÉ LINDO PASAR EL RATO ASÍ. -Tokage estaba acostada sobre uno de sus peluches como respaldo-.
— Aunque empiezo a ver los resultados del entrenamiento. -decía Mina mientras se veía al espejo y Kinoko notaba que sus brazos estaban algo duritos-.
— Es verdad, se está tonificando mi abdomen e incluso parece que tengo un poco más de busto. -Kyouka estaba admirando con una sonrisa y un pequeño sonrojo el progreso de su entrenamiento-.
— Esto no es nuevo para mí, la verdad desde hace un tiempo que yo entrenaba más o menos a este ritmo, me trae viejos recuerdos. -la presidenta Kendo estaba posando como físico culturista-.
(Cr: risken69 en DevianArt)
— Pues no me quedaré atrás, Kendo-san. -Yaoyorozu quiso unirse a la exhibición haciendo poses diferentes, aunque se veía más linda que otra cosa-.
— Así que quieres presumirle tus músculos a 'Yo-chan'. -Toru se acercó para tomar de los hombros a la vicepresidente de la 1-A-.
— Oe, tengan cuidado con eso. -Reiko susurró para que la voltearan a ver, y ella señaló con el dedo hacia atrás de ella-.
El ambiente era jovial, pero habían dos chicas que no se encontraban en la misma sintonía. Desde que entraron no habían dicho ni una sola palabra, estaban sentadas juntas. Una castaña que solo estaba cruzada de piernas viendo hacia abajo y una azabache de ojos azules abrazando sus piernas.
Por un lado, Tsuyu se acercó a la castaña y por el otro Kinoko fue con la ojiazul.
— Ochako-chan, ¿pasa algo? -Asui se acercó a su amiga y se sentó frente a ella y le tomó la mano para llamar su atención-.
— No pasa nada, Tsu-chan. Descuida. -Uraraka trataba de no desmoronarse tan fácil, para eso estaba la noche donde la almohada era la única que podía verla llorar-.
— No está mal llorar de vez en cuando. -Tsuyu conocía a la mochi lo suficiente para saber cómo se sentía-.
— Es que no puedo, prometí que no lo haría hasta... -Uravity no pudo seguir hablando porque su respiración era demasiado agitada-.
— ¿Hasta...? -preguntó Froppy-.
— Hasta convertirme en la heroína que le prometí ser a Izu-kun.
Mientras que por el lado de la azabache.
— Yui-chan, ¿te pasa algo? -Komori abrazó de los hombros a su amiga, quien seguía sin levantar la cabeza-.
— Anda, dime. Somos amigas y quiero verte sonriendo. -Kinoko trató de formar una sonrisa en los labios de Yui, pero no funcionaba-.
— Los que sonríen son los más fuertes, pero... -dijo Kodai mientras levantaba la vista, pero sus ojos ya estaban cristalinos-
— Pero... -Kinoko esperó una respuesta-.
— No me siento fuerte, y quiero serlo. Es lo que Izu-kun me enseñó. -Yui tenía un conflicto en su mente, porque se sentía determinada, pero las lágrimas en sus ojos decían algo diferente-.
Las demás chicas notaron esto y se acercaron para un abrazo grupal. A pesar de las posibles secuelas psicológicas que cada una de ellas podría tener, trataban de disimularlo. Desde el momento en que decidieron ser heroínas, firmaron un contrato tácito que las obligaba a ser fuertes, pero a pesar de todo, eran solo unas niñas.
— Chicas, ustedes serán muy fuertes, por eso les doy mi palabra y las entrenaré a todas para que seamos grandes heroínas, todas juntas. -Kendo se acercó y se acurrucó para hablarle a las dos señoritas viudas-.
— ¿Estás segura que quieres hacer eso, Kendo-san? -preguntó Yui algo insegura-.
— ¿No te vamos a retrasar? -preguntó también Ochako mientras se limpiaba las lágrimas-.
— Al contrario, nos haremos fuertes todas nosotras. Yo creo en todas ustedes, aprenderemos a pelear sin dones, mi padre me enseñó artes marciales, así que siempre que necesiten ayuda, yo estaré ahí para todas. -Kendo estiró sus puños-.
El gesto fue correspondido, Ochako chocó su puño izquierdo y Yui su puño derecho y una sonrisa pequeña pero sincera. Era la primera vez que lo hacían desde la tragedia.
— Izu-kun, seremos las mejores heroínas, es nuestro turno. -pensaron ambas al unísono-.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top