La Abuela De Los Pergaminos
Konoha era un muy bonito lugar para vivir.
Claro, sin tomar en cuenta las guerras que constantemente tiene, el bullying, la exclusión social y poquitas cosas más sin importancia.
Nótese mi sarcasmo.
Pero bueno, concentrémonos en lo bonito: un pequeño pelinegro con un singular traje azul y naranja, que corría atravesando toda la aldea para llegar a la reunión que tenía con su equipo, a la cual, ya iba treinta minutos tarde.
--¡Me van a poner a hacer más ejercicios si vuelvo a llegar una hora tarde! -- exclamó con temor, Minato-sensei les había dicho que, en esta reunión, tendrían de compañía a los otros equipos genin, a Kushina y unos invitados sorpresa. -- ¡Kushina-san no dudará en gritarme y darme una reprimenda por llegar tarde! ¡Y, si le dice a mi hermano, me irá peor! ¡Waa! -- por eso niño, deben ver por donde corren.
Obito, nuestro pequeño protagonista, había terminado por chocar contra una pared, cosa que terminó por dejarlo medio aturdido.
--Mi cabeza -- lloriqueo mientras sujetaba fuertemente de su cabeza. Al levantarse, porque cayó de nalgas al suelo, logró ver a una señora, vieja, vieja, pero muy vieja, cuyas compras estaban en el suelo, con ella intentando recogerlas. Sin dudarlo, el joven Uchiha decidió acercarse a ella e ir a ayudarla, tomando la bolsa de plástico verde con estampado de frutas, donde metió las frutas, verduras y demás despensa que la viejita había comprado -- Permítanme ayudarla, no puedo permitir que se lastime haciendo esto
--Oh, muchas gracias, jovencito -- agradeció cariñosamente -- Pero, no tengo una manera de pagarte
--No se preocupe, no me interesa un pago -- respondió con una sonrisa -- Lo hago porque me gusta ayudar a los demás
--Qué gran corazón tienes muchacho -- respondió con una leve sonrisa, mientras sus verdes ojos denotaba un extraño brillo morado alrededor de sus pupilas -- Te daré una recompensa llegando a mi casa -- ambos habían comenzado a caminar en dirección a las afueras de la aldea, justamente al lado contrario del punto de reunión de Obito y su equipo
--No hace falta, señora -- reafirmó
--En serio, quiero recompensar a un corazón tan noble
--De acuerdo, de acuerdo -- mentira, planeaba no aceptar el regalo de aquella anciana, no ayudaba por querer un beneficio, era un acto de buena fe.
--Perfecto
Caminaron un rato más, hablando de diversos temas, como lo eran el nuevo capítulo de la novela de las cinco, el chisme sobre el divorcio de la señora de la esquina o el embarazo adolescente de la hija de la señora de la frutería.
--Sé lo juro, la vi salir del otro día con el hijo del señor del puesto de máscaras, pero, Suma anda con Matsu, el hijo de la familia que comercia con un pueblo cerca de la frontera con el País del Viento, que han estado fuera por más de un mes, porque fueron a visitar a unos parientes de Kirigakure y, resulta que Suma tiene dos semanas de embarazo, justo el tiempo en donde el Clan entero vio como iba al motel de la esquina con Ryunosuke, el de las máscaras
--No, no, no, tiene tres meses -- contradijo la abuela -- Lo revelaron hace dos semanas, pero tiene tres meses, pero, el tiempo no concuerda con los días en los que estuvo su novio y, en esos momentos, la vieron entrar un motel al otro lado de la aldea con Kuriko, la hija del herrero, con Ryunosuke, el hijo del de las máscaras, Kojiro, el de la tienda de la esquina y con Suzuya, el de las afueras de la aldea
--¿Pero Kuriko no es futanari? -- preguntó con cara de pikachu impactado
--Ajá, así que no saben quién es el padre o si la criatura es pastel de cuatro leches -- bromeó un tanto
--Sí está bien complicada la situación -- respondió con una ligera risita.
--Bien, ya llegamos -- el chisme si que acorta el tiempo -- Pasa, pasa -- tras abrir la puerta de su casa, la señora dejó que Obito pasara -- ¿Podrías dejar eso en la mesa de la cocina?
--¡Por su puesto! -- exclamó con alegría, dirigiéndose al lugar mencionado -- ¿Gusta que guarde las cosas?
--No, no, cielo, ya has hecho mucho por mí -- respondió con alegría -- Ahora, siéntate y espera un momento en lo que voy y busco lo que quería darte
--No se preocupe, señora, no lo hice por un premio -- intentó levantarse, pero, inmediatamente, fue detenido por un chanclazo a la cabeza -- ¡Ay! ¡Mi cabeza!
--¡Que te sientes, con un carajo! -- espetó con el ceño fruncido -- ¡Una que busca recompensarte y ayudarte y me vienes con tus mamadas! ¡Piensa, mijo, piensa! -- exclamó mientras se acercaba aún enojada a un mueble lleno de pergaminos -- ¡Y no me digas señora! Dime obaa-san -- finalizó con un tono dulce de voz
--¡S-Sí! -- exclamó temeroso mientras volvía a sentarse. Temía que la señora usase otra de las chanclas que tenía en la pared colgadas como colección. Esa había sido de plástico, la siguiente era de madera
--A ver, a ver, ¿dónde los habré puesto? -- se cuestionó a sí misma mientras veía todos y cada unos de sus pergaminos -- A ver, "Vida eterna", no, "Enchiladas", tampoco, "Receta de las medicinas", menos… "Árbol genealógico Otsutsuki", ahorita no, gracias -- murmuraba y murmuraba las mil y un cosas que podían leerse en las etiquetas de los pergaminos
--Oigan, Obaa-san -- llamó levemente, recibiendo un "uhm" como afirmación a seguir -- En serio no necesita darme algo, mejor me voy porque ya voy- ¡Ay!
--¡Siéntate, con un carajo! -- exclamó tras arrojar aquella chancla de madera -- ¡¿No ves que ya casi encuentro lo que te iba a dar?!
--¡Perdooooon! -- exclamó mientras seguía sobrando el chichón que se le había formado, sentándose firmemente en la silla. Ya no tentaria una tercera vez a su suerte, la siguiente chancla parecía tener espinas
--Hmp, bien, creo los he encontrado -- tomó siete pergaminos diferentes y tomó una bolsa parecida a un costal pequeño, donde metió los rollos -- Toma, jovencito -- extendió aquella bolsa en dirección a él Uchiha, quien sólo lo recibió nervioso
--Muchas gracias -- caminaron hacia la puerta, sin dirigirse palabra alguna, hasta que Obito salió de aquella residencia y se volteo hacia la anciana -- Gracias por el regalo, espero verla pronto -- tras una ligera reverencia, el Uchiha se volteo, con las intenciones de retirarse del lugar
--Gracias a ti, jovencito -- respondió la anciana -- Espero y este humilde regalo te ayuden a evitar tu terrible destino
--¿El qué? -- confundido, el pelinegro se volteo en dirección a la abuela, pero, al voltear a donde se supone estaba la casa y la anciana, ya no había nada. Aquella colina donde antes estaba tan bella construcción, se había desvanecido tan rápido como los Avengers tras perder contra Thanos, haciendo que se le cayeran los colores del susto -- Avemariapurisima, ¡la sangre de Cristo tiene podeeeeeeer! -- exclamó mientras salía corriendo en dirección al punto de reunión con su equipo, a la cual ya iba más de dos horas tarde porque la casa de la señora estaba ancase la madre
Corrió y corrió tanto como sus piernas le permitieron, llegando en tiempo un corto tiempo junto a su equipo, donde se topo con la sorpresa de ver a su hermano en el lugar.
--Sé supone deberías estar aquí hace dos horas con quince minutos, Obito -- reprendió Fugaku -- ¿Qué te hemos dicho la abuela y yo sobre llegar tarde?
--Lo… Lo siento… -- respondió entre jadeos de cansancio -- Es que… Es que… Ya venía… Venía… Ahg… Estoy muy cansado
--Respira, respira, Obito -- Minato, como buen maestro que es, se acercó para poder brindarle apoyo a su alumno, ayudándole a calmar su respiración para que hablara de manera correcta. Una vez el pelinegro estaba calmado, volvió a hablar -- Ahora, ¿podrías decirnos por qué llegaste tan tarde? Creímos qué ya no vendrías
--Minato-sensei, me acaba de pasar la cosa más extraña de la vida -- sentenció mientras se enderezaba -- Primero, venía tarde, treinta minutos, lo juro, en lo que veía corriendo, vi a una señora que necesitaba ayuda con sus compras, así que la ayude -- obviamente no les contaría de su penoso choque con la pared, sería la burla de sus amigos -- Lleve sus cosas a su casa, que estaba anca se la madre, por cierto, y, una vez ahí, me ofrecí a guardar su despensa, me dijo que no y me dijo que me daría un regalo, pero yo le dije que no era necesario, ¡y me golpeó con una chancla en la frente! ¡¿Por qué?! ¡¿Quién sabe?!
--Tal vez le canso su estupidez -- murmuró Asuma entre risas leves, causando gracia a sus compañeros
--¡Hey! ¡Silencio! -- exclamó Kushina
--Prosigue, Obito -- hasta ahora, la excusa del niño era creíble
--Entonces, me senté, porque la señora tenía una colección de chanclas colgadas en la pared. La señora comenzó a buscar en un mueble lleno de pergaminos raros, con sellos bastante extraños -- aquello llamó la atención de los adultos -- Agarro siete y los metió en esta bolita que luego me dio
Tras pedir un silencioso permiso, el Namikaze tomó la bolsa y sacó uno de los pergaminos con sumo cuidado, mientras que, de manera disimulada, Fugaku revisaba a su hermano, asegurándose de que el menor no tuviese herida alguna.
--¿Dónde está la casa de la señora? -- cuestionó su hermano, acercándose a Minato y Kushina para poder observar de mejor manera aquellos pergaminos extraños, los cuales tenían un sello de un clan que no conocían
--A eso iba -- respondió mientras extendía a medias sus brazos -- Su casa estaba en una colina, a las afueras de la aldea
--¿Estaba? -- cuestionó Kakashi, alzando una ceja
--Ajá -- respondió -- Estaba en la montaña y de repente se había ido
--¿Entonces le salieron patas y se fue? -- preguntó con burla Ebisu
--Una casa no puede dejar de estar en un lugar, Obito, son estructuras pegadas al suelo -- continuó Anko
--No me entienden -- respondió Obito -- Me despedí de la señora, empecé a caminar para irme de ahí, la señora dijo algo como “evitar tu trágico destino” o algo así. Obviamente me volteé todo asustado y ¡pam! La casa ya no estaba
--Podría tratarse de un ataque enemigo -- susurró Kushina, pero, los otros dos jounin pudieron escucharlo
--¿Por qué irían tras Obito? No tiene nada que ofrecer -- respondió Fugaku como gran hermano mayor
--Claro que lo tiene -- contradijo Minato mientras apuntaba a sus ojos -- Incluso si no ha despertado el sharingan, el logo en su ropa lo delata con un Uchiha, lo que lo pone en peligro -- exploció, recibiendo un gruñido de enojo de Fugaku
--Hay que avisar al Hoka- ¿dónde están los pergaminos? -- pregunto Kushina al ver como aquella bolsa había desaparecido, sin embargo, voltearon a ver a los genin al escuchar el llamado de Rin -- ¿Qué carajos?
--Genial -- murmuró el Uchiha menor, pues aquellos pergaminos había literalmente volado hacia él, saliendo de su prisión de tela para formar un círculo a su alrededor -- Quisiera saber que traen dentro -- tras aquellas sencillas palabras, los pergaminos comenzaron a sacudirse con fuerza, para luego abrirse sin más, mostrando un blanco total -- Oh, eso…Eso fue decepcionante -- sin embargo, unos portales comenzaron a formarse a su alrededor, dejando salir unas extrañas manos, las cuales comenzaron a tomarlos y arrastrarlos a todos -- ¡Mamáááááááá!
[xxx]
Obito…
Obito…
--¡Obito, despierta, con un carajo! -- un fuerte golpe en la parte trasera de la cabeza del mencionado fue lo que hizo falta para terminar de despabilarlo
--¡Auch! ¡¿Por qué hiciste eso, Bakakashi?! -- exclamó con molestia
--¿Qué más querías que hiciera si no despertabas? -- explicó justificando su actuar mientras se cruzaba de brazos, con su ya usual tono de voz
--Tsk -- molesto, volteo la cabeza para intentar acusar a su compañero con su sensei, llevándose la sorpresa de estar en un lugar completamente extraño y acompañado únicamente por sus compañeros de generación y unos cuantos niños más -- ¡¿Itachi?! -- exclamó alterado al ver cómo su pequeño sobrino de apenas cuatro añitos acostado en dos sillas del lugar en dónde estaban, totalmente dormido
Pero, Obito no sabía que Itachi estaba en su quinto sueño con el sueño más pesado que la chingada.
--¡Ay, por Dios! ¡Ay, por Dios! ¡¿Está muerto?! ¡No! ¿Aún respira! ¡Un médicoooo! -- exclamó mientras sostenía el cuerpecito de su sobrino
--¡Cálmate a la verga! -- espetó Anko, dandole un sape enorme al Uchiha
--Te pasaste, Anko -- gruñó mientras sobaba la zona afectada
--Sí, sí, lo que sea -- respondió sin interés mientras meneaba una de sus manos -- Ahora, tenemos más problemas que esos, no sabemos ni dónde estamos, ni de dónde salieron esos niños, ni de dónde están los adultos o somos los únicos en este puto lugar
--No digas groserías -- reprendió Obito, que tapaba los oídos de su pequeño sobrino -- Incluso dormidos, esas palabras se quedan en su inconsciente y las pueden llegar a repetir
--¿De cuándo acá sabes tanto de niños, Obito? -- preguntó extrañada Rin
--Cuido a Itachi desde que nació, además, soy la niñera no oficial pero oficial del clan -- respondió alzando los hombros
--¿Qué irresponsable adulto dejaría a su hijo a cargo de este idiota? -- expresó la Mitarashi con burla
--Y si -- concordó Asuma
--Digan lo que quiera, aún así me pagan -- respondió cual diva
--¿Te pagan por eso?
--Sí
--¿Cuánto ganas?
--Eh…. mil ryuu por hora, mil quinientos si es de noche, dos mil si es fin de semana -- respondió tras contar con los dedos sus finanzas -- Momento…Mañana me toca comprar la despensa y los medicamentos de la abuela y los materiales para los postres que vende la abuela -- de la nada, una calculadora, un lápiz y una libreta aparecieron en las manos del Uchiha, quien comenzaba a hacer los cálculos de todas las cosas que debía comprar -- ¡Ay por la verga, me voy a quedar pobre!
--¿Por qué no le pides ayuda a tu hermano? -- preguntó Kakashi con obviedad
--El trato al que llegamos al yo comenzar a trabajar era que yo pagaría las cosas de la abuela una vez al año, cuando me gradué de la academia, se volvió un dos veces al año, cuando me volví chunin, eso aumentó a una vez cada tres meses -- respondió con simpleza mientras se alzaba de hombros -- Según eso me hará comprender lo que me espera en la adultez y debo pagarle a la abuela todo lo que gasto en mi
--...Kha
--Las cosas de las que se entera una al traer sin su consentimiento por tiempo indefinido a las personas -- se escuchó con sorpresa a su alrededor, como si la voz de aquella persona desconocida estuviera en todas partes, pero, a la vez, en ninguna
--¡Identificate! -- exigió Kakashi, sus otros compañeros (Guy) habían traído a los otros niños, poniéndolos tras de sí para protegerlos. Los chunin hicieron un círculo para poder cubrir sus espaldas y vigilar todo el lugar
Menos uno.
--¿Obaa-san? -- cuestionó al aire
--¿Qué? -- soltaron sus compañeros
--¡Claro que soy yo! ¡¿Quién más ha de ser lo suficientemente poderosa, bella y generosa como para traerlos aquí sin su consentimiento, de sorpresa y por tiempo indefinido?! -- exclamó mientras se dejaba ver, saliendo de entre las sombras cual Batman
--¿Usted nos secuestró? -- preguntó Rin, alzando más su kunai
--No confundas las cosas -- reprendió la de cabellos canosos -- Los traje sin su consen-
--”Los traje sin su consentimiento, de sorpresa por tiempo indefinido a un lugar desconocido para usted” lo sabemos -- repitieron unas voces adultas tras ellos, al voltear, los menores se encontraron a los adultos relevantes de su aldea y otras más, A.K.A los protagonistas y relacionados a la línea principal de la historia
--¡Sensei! -- exclamó Obito con alegría, lanzándose sin duda a los brazos de su maestro -- ¡Me alegro que esté bien!
--Yo estoy muy bien, Obito, gracias por preocuparte -- espetó con sarcasmo Fugaku -- Cómo sea, dame a mi hijo
--Primero págame -- exigió mientras abrazaba con fuerza al pequeño
--¿Me estás exigiendo un pago por cuidar de tu sobrino en una situación de peligro? -- cuestionó ofendido
--No -- respondió serio -- Te estoy cobrando por la cuidada de la mañana, a la cual no me avisaron que el segundo niñero llegaría tarde, por lo que salí tarde de la casa y eso desembocó en esta situación
--... Solo dame a mi hijo
--Ya qué
--¿Nos explican qué está pasando? -- cuestionó extrañado Kakashi, mientras mantenía su guardia en alto -- ¿Por qué parece que conocen a la señora esa?
--Ustedes no fueron los primeros en despertar, Kakashi Hatake, hijo de Sakumo Hatake -- respondió la anciana -- Primero desperté a los adultos para explicarles su situación
--¿Qué situación? -- cuestionó Asuma
--Estarán aquí por tiempo indefinido en lo que yo les muestro eventos futuros, de esta manera podrán cambiar el destino que les espera y salvar las vidas de aquellos que la perderán
--... Q
--Les mostraré el futuro, idiotas
--... Khe
--Sadilla
--... A
--By the way, iniciemos con algo fuerte -- expresó mientras se acercaba a una pequeña pantalla y hacía aparecer un montón de cillas.
En serio.
Un chingo.
--¿Con qué, Obaa-san? -- cuestionó Obito
--Debido a que tu me ayudaste, comenzaremos contigo -- murmuró mientras veía su pantalla
--¿De verdad hay algo interesante sobre él? -- rió con burla Anko
--Sí -- respondió la vieja con seriedad mientras levantaba la vista para ver a los jóvenes -- Comenzaremos con la muerte de Obito Uchiha
Chan
¡Chan!
¡CHAN!
[×××]
Wenas wenas
Aún vivo, no lo parece, pero sí *dance*
Bueno, eh, que les digo
Ya voy a iniciar la uni el Lunes.
Y, nada, solo eso ahre
Se me cuidan y tomen agüita.
O manden la por correo a Nuevo León, que no tenemos *cryes intencify*
Byes<3
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