FlashBack
Especial por el 14 de febrero, día del amor y la amistad. 🌈
Y escribo esto para ustedes, porque
son la mejor compañía para mí,
Apuchurros.
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14 de febrero del 2019.
Lextenson, Londres.
—¿Saldrás con Cole, Ella? —cuestiona Kelly con una sonrisa.
—Eh, sí, o eso es lo que espero.
—¿Cómo que lo que esperas? Es tu novio, deberías salir con él. —menciona esta vez Leyla, que está devorando la doble hamburguesa que pidió.
—La verdad no sé cómo puedes nadar y no hundirte como una piedra. —suelta Kelly riendo, siempre estaba riendo.
—Ja ja, muy graciosa. Verás cuando me pidas que diga que estás en mi casa cuando en realidad estás de parranda por ahí. Todo llega. —le amenaza Leyla con los ojos entrecerrados.
—Que maldad, de verás. —menciona Kelly a la vez que toma un poco de su refresco.
—¿Ustedes no saldrán con nadie? Es el día de San Valentín después de todo. —habla Ella.
—¿Ver "Bajo la misma estrella" cuenta? —pregunta Kelly haciendo puchero.
La rubia le responde negando con la cabeza.
—Yo... no tengo ni idea de qué haré. Pero con pareja no lo voy a pasar, eso seguro. —responde la que faltaba, Leyla.
—Que tristes sus vidas, amigas.
—¡Oye! —se queja Leyla. —Pues sí... tienes la razón. —comenta asistiendo.
—Bueno, debo irme ya. —avisa Mikaella. —Nos vemos luego, ¿vale?
—Vale. —responden las dos a la misma vez.
Ella se levanta de su silla y deja el dinero de la malteada que tomo sobre la mesa, luego recoge su bolso y sale por la puerta del establecimiento.
—¿Crees que Cole venga? —pregunta Kelly.
—Habrá que ver. Querer quiere, porque esos dos parecen pegados con pegamento. ¡Se quieren demasiado! A veces pienso que estoy en una comedia romántica cuando ellos están cerca.
—En eso tienes razón. Tanto amor me pone de los nervios. ¡El cariño no es lo mío! —exclama la chica con el pelo marrón oscuro a la vez que estampa sus manos en la mesa.
—Por dios, Kelly, relájate. —le pide Leyla.
—Perdóname es que me entoné.
...
Dos horas después.
—No me jodas, ¿en serio? —interroga Kelly, hablándole a Ella desde le teléfono.
—Sí... Cole no podrá venir hoy, por su universidad hay una tormenta de nieve, todos los vuelos nacionales se han cancelado. —explica la rubia con un tono de molestia.
—Eso significa... ¡Qué las tres estaremos libres en San Valentín! —exclama Kelly con mucha emoción. —Tenemos que salir de fiesta, conozco un club que nos deja entrar a pesar de nuestra ed...
—¡Kelly! Cómo vamos a salir un miércoles por la noche, mañana tenemos instituto.
—Ay, por dios. No te hagas la santa, ¡Es 14 de febrero! Solo será un rato.
—Tengo que preguntarle a mis mad...
—¡No! No, no. Perfectamente puedes ir sin que ellas se enteren —sugiere Kelly negando con la cabeza a pesar de que Ella no pueda verla. —Vamos Ella, un poco de adrenalina.
—Uhm... no lo sé.
Kelly bufa.
—¿Sabes? Voy a llamar a Leyla a ver que le parece la idea.
—Pero, no creo que pueda i...
Ella no puede terminar de hablar porque Kelly le cuelga.
Agh, maldita sea.
Ella no quería mentirle a sus madres yéndose a escondidas. Y menos sin ni siquiera preguntarles.
No, no podía hacerlo. No iría a ninguna parte.
•••
Ahí estaban, las tres chicas frente a aquella discoteca, una de las mejores de la ciudad por cierto.
Desde la entrada se podía ver a las parejas besándose y casi comiéndose el uno al otro.
Para algo se hicieran las habitaciones, people.
Ella suspira, sí, no iba a venir pero las chicas la convencieron, aunque a decir verdad es fácil convencer a Ella.
—¿Qué hay que hacer para entrar? —pregunta la rubia muy nerviosa.
Se había escapado por la ventana y madre mía, tenía tanto miedo de que alguna de sus madres se diera cuenta de que no estaban, aunque, pensándolo bien, seguro estaban disfrutando de el día del amor como... se merecían.
Que imagen me ha entrado de repente.
—El portero es amigo de mi ex. —explica Kelly. —Nos dejará pasar.
—¿Cuál ex? ¿George? —cuestiona Leyla.
—No, otro. Claudio.
Leyla y Ella se miran entre ellas con mirada de confusión.
—Bueno, ¿entramos o no? —cuestiona Quiroga.
—Sí —afirma Kelly.
...
Han pasado ya tres horas desde que las chicas entraron a club. Kelly tuvo que insistir un poco para que el de seguridad le dejará pasar, al final acabo convenciéndolo.
La fiesta había sido una total locura. Las chicas habían bailado como nunca en su vida.
Leyla estaba hablando con un chico, no sabía de donde había salido, ni en que momento terminaron solos en aquel lugar, pero parecía simpático.
No lo estaba viendo como un ligue de una noche, más bien como un chico con el que hablar.
En ese momento la morena aún estaba sobría, pero comenzó a tomar trago tras trago y empezó a marearse un poco.
—Oye, debo irme, ¿quieres que te lleve a tu casa o...? —le propone él.
—No, no. Yo... tengo a mis amigas... aquí por algún lado, gracias de igual forma, eh... ¿cómo me dijiste que te llamabas?
—Tommy, me llamo Tommy. —le recuerda él.
—Tommy, muchas gracias por hacerme compañía, te... dejo mi número para ir a tomarnos un café alguna vez, me caíste bien. —dice Leyla lo más sonriente que puede sin que se le note cara de retrasada. Saca de su bolso una tarjeta con su número. Siempre la lleva por si en las fiestas encuentra algun ligue, esta vez no fue el caso, al menos un amigo.
—Vale, te llamaré. Nos vemos, Leyla.
—Adiós, Tommy. —se despide de él para luego verlo perderse entre la incertidumbre de personas que ocupan el lugar.
Se para rápidamente, ehm... un poco demasiado, se marea y casi cae pero logra mantenerse en pie.
<<Tengo que encontrar a las chicas>> piensa ella a la vez que comienza a caminar para alejarse de la pequeña mesa aquella e iniciar la búsqueda.
Camina por la barra, la pista de baile, nada. No están por ahí.
Busca y busca y busca hasta que nota la ropa y postura de Kelly en un rincón de la habitación.
No veía muy bien, estando sobria, tenía problemas en la vista, imagínate ahora.
—¡Kelly! —exclama.
Está hablando con un chico, pero ve borroso.
—¡Hey, Kelly! —vuelve a gritar para que su voz se escuche encima de la música.
La rubia parece no notar los gritos de su amiga, está concentrada en la conversación.
Leyla se acerca cada vez más y cuando está al lado de Kelly puede observar un poco —y al decir poco quiero decir una minucia— mejor al chico. Tiene el pelo oscuro, puede que negro o marrón muy oscuro. Y los ojos son claros, tiene las expresiones del rostro bien definidas.
Pero ya digo, no se ve mucho.
—¡Leyla! Eh, hola. ¿Cómo estás? ¿Y el chico con el que hablabas?
—Eh... él se fue, se tenía que ir. —menciona y su vista se va de nuevo al chico. —¿Quién es él?
Leyla estaba borracha, mucha discreción no tenía.
—¿Esa es una de tus amigas? ¿De tus nuevas amigas? —pregunta el chico por lo bajo mirando a Leyla curiosamente.
—Ehm, soy su "amiga" y me llamo Leyla. Aunque tú... —comienza a hablar mirando al chico de arriba a abajo. —...puedes llamarme cuando y como se te antoje. —suelta lo último mordiendo su labio.
Pena ajena me da.
El chico la mira con una sonrisa de boca cerrada pero cambia la vista cuando nota que Kelly lo hala del hombro fuera del ambiente.
—¿Qué haces?
—Quiero que te vayas de aquí.
—Por dios, sabes que n...
—Royce, por favor, vete. —le pide ella mirándolo.
Leyla como pueden imaginar no entendía lo que estaba pasando. No sabía quien era ese chico ni porque Kelly lo trataba de tan rancia manera.
El chico al final aparta la mirada y comienza a caminar lejos de allí.
—¡O-oye! Espera, mi núme...
—Leyla, eh... no. —le avisa Kelly.
—P-pero...
Kelly la mira fijamente y Leyla termina por aceptar que el tal "Royce" se había ido sin su número.
—¿Dónde esta E...?
—No lo sé, lo mismo me pregunto la he buscado pero no encontrado. —expresa la morena poéticamente.
—Dios, creo que tomaste un poco bastante de más.
—¡No! Jamás me aventuraría a tal ignorancia de envenenar mi cuerpo con un líquido del inf...
—Leyla, en serio, no estoy de humor. Busquemos a Ella y vayámonos de aquí. Como sea... ¿dónde pudiera estar? —pregunta.
—No sé, seguro en cualquier rincón casi en coma etí...
La imagen que las chicas se llevan es de:
1. Ella.
2. Sobre una mesa.
3. Bailando.
3. Con chicos alrededor.
—Vaya mierda —murmura Kelly por lo bajo caminando en dirección a Ella.
—¡Chicas! Vengan, están poniendo rolas super buenas —les habla y luego se gira hacia el de la música—. ¡Oye, ponte otra de Harry Styles, el dios del Olimpo! —grita mientras hace un baile un poco extraño con sus brazos.
Kelly se acerca a ella y la baja de la mesa lentamente. Los chicos a su alrededor protestan. Estúpidos.
—Ay, ya suéltame. Estoy perfectamente —dice la rubia.
En verdad si lo parecía, no estaba mareada, ni hablaba arrastrada, ni tropezaba. No tenía ningún síntoma de alcoholismo.
—¿Po-por qué hiciste ESO? —cuestiona Leyla acentuando la última palabra.
—Solo quería divertirme, ¿qué, ahora no se puede?
Las dos chicas se quedan mirándola fijamente preguntándose:
¿Y Ella? ¿Dónde quedó? ¿Que se usa? ¿Abra Cadabra? ¿Biditi Baditi Boo?
—Bueno... vayámonos de una vez, esta noche ha sido muy...
Kelly se calla a sí misma porque el vómito de Leyla aterriza sobre su pantalón, arruinando este y plasmándolo un olor desagradable.
—...rara —termina la frase con cara de shock total.
—No... bromees... —suelta Ella con una expresión entre graciosa y preocupada.
—¡MALDITO SEA EL DÍA DE SAN VALENTÍN! —grita Kelly con su dedo pulgar e índice tapando su nariz.
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Aquí yo: No diré nada, solo que los quiero.
Esté capítulo es un especial pero tiene detalles importantes para la historia, igual que todos los flashbacks.
¡FELIZ DIA DE SAN VALENTÍN, APUCHULIS!
Y no es por desearles el mal pero espero que estén solteros y solitos como yo :)
Apuchurros cupidíticos:
Camille Mugs. ♡
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