Capitulo 9
La bola de pelos nos abandonó, así que seguimos caminando a travez del área verde.
—Mira las flores se mueven—murmura Coraline.
Seguimos el trayecto de sus ojos, y efectivamente las flores se están moviendo gracias a sus patitas. La cara de las flores esta en el centro y a su alrededor tiene sus pétalos, tiene piernas y manos.
Aparecen otras cinco flores más y empiezan a caminar en línea recta en dirección contraria a la nuestra.
—Hola y adiós—murmura Cassie y Coraline hacia las flores que siguen caminando en línea recta.
Seguimos caminando entre árboles y flores.
Llegamos donde se encuentran tres hongos andantes. Rápidamente Cassie saca de su mochila sus dibujos y agarra el que tiene los hongos que dibujo, ve el dibujo y luego a los hongos unas tres veces.
Los hongos voltean a verla con amabilidad. Cassie se arrodillará ante ellos y sin decir nada ella les enseña el dibujo.
A los hongos les brillan los ojos al ver el dibujo, a los segundos se acercan más hongos al ver el dibujo y ponen la misma expresión.
Cassie pone el dibujo en el suelo y se los da. Los hongos miran el dibujo como algo Preciado, se miran entre ellos, otros saltan de alegría y miran a Cassie.
Cassie les regala una amplia sonrisa.
🦋
Después con el rencuentro con los hongos andantes, avanzamos y salimos de la área verde para ir a visitar a los gnomos.
Esta parte de este mundo mágico es y siempre será mi favorito. —los hongos y flores grandes, el cielo brillante y con las nubes de algodón de azúcar, el suelo de tablero de ajedrez con dos diferentes tonos de verde y los gnomos—. Lo que no me gusta son los osos de peluche, la canción que tocan es pegadiza, pero ellos no me dan buena vibra, son espeluznantes.
A lo lejos miramos la casita de los gnomos.
Agradesco que no nos encontramos a los osos de peluche.
Cassie con sus dibujos a la mano, busca y agarra el dibujo donde tiene la casita de los gnomos, ella mira el dibujo y la casa con una sonrisa en su rostro.
—Espera—dice Cassie en cuanto llegamos a la casa de los gnomos— quiero tocar la puerta.
Cassie toca ligeros golpes a la puerta, esperamos un instante y luego escuchamos como por dentro se acercan a la puerta y como quitan los exagerados candados.
La puerta se abre y sale el mismo gnomo de la otra vez—barba blanca, gorro puntiagudo de color rojo y su overol—. El gnomo alza la vista hacia nosotros, nos regala una sonrisa mostrando sus puntiagudos dientes.
—¡Hola!—saludamos los cuatro al mismo tiempo.
El gnomo nos saluda moviendo su pequeña mano, se hace un lado para que pasemos a la casa.
Estando en el interior de la "casita". Coraline tiene los ojos brillos al ver toda la casa, los gnomos están caminando y algunos corriendo con sus pequeñas piernas por la casa, otros están regando las plantas que hay por los pasillos.
—La casa por fuera es muy pequeña, pero por dentro ¡es muy grande!—exclama Coraline.
—Lo sé, es increíble—comento.
—Y ¿cómo es esto posible?—cuestiona Coraline.
—No lo sé—responde Alicia.
«¿Cómo es que desde pequeña conoce este lugar y no sabe el porqué de las cosas?» Todo misterio tiene que tener su respuesta.
Un par de gnomos se acercan a nosotros y empujan nuestras piernas para que avanzamos, en el proceso escuchamos que hablan los gnomos, pero no entendemos lo que dicen.
Pasamos por el comedor que esta lleno de pasteles, unos más grandes que otros y con diferentes colores, unos con frutas y otros no.
Cassie y Coraline estiraran su brazo para agarrar un pastelitos, pero no pudieron agarrar ninguno porque los gnomos nos siguieron empujando para que siguiéramos caminando.
Antes de salir del comedor estiro mi brazo agarrando dos pastelitos para Cassie y Coraline (uno para cada una). Se los doy y ellas me regalan una sonrisa, y empiezan a comer el pastel.
Llegamos a la cocina—que tiene una conminación de cocina moderna. Para ser cocina de gnomo es muy grande. Hay estantes y vasijas llenas de frutas y verduras grandes y pequeñas. Plantas adornan la cocina. Los utensilios están muy organizados y hongos brillantes se encuentran dispersados por todas partes aparentando ser lamparas—Un gnomo vestido con un mandil y gorro blanco con una cuchara en su pequeña mano se encuentra enfrente de una olla muy grande en el fuego.
El gnomo prueba lo que está en la olla y gruñe mientras salta en el banco donde está.
Un gnomo se acerca al chef y le dice algo, el chef voltea hacia nosotros y nos hace un gesto con la mano para que vayamos con él.
Caminamos hacia donde se encuentra, y nos empieza hablar mientras señala la olla y mueve su cuchara.
Nosotros no le entendemos nada de lo que nos dice.
—Por lo que veo—habla Alicia—tiene un problema con su ¿sopa?. Bueno lo que hay en la olla, y creo que quiere que le ayudemos.
—Ah, por eso nos trajeron los gnomos ¿no?—comenta Coraline mientras voltea hacia los gnomos que nos trajeron.
Ellos asiente con la cabeza.
Me acerco a la olla, la comida, es una especie de sopa con verduras—sale una burbuja y se revienta— el gnomo chef me ofrece una cuchara y con ella agarro un poco de la sopa y me la llevo a la boca.
La saboreo, hago una mueca y volteo hacia el chef con media sonrisa—Bueno, no esta tan mal—miento.
Dicho eso el gnomo chef gruñe, tira su cuchara al suelo enojado, se baja del banco y se va de la cocina.
Los otros gnomos me miran furiosos enseñando sus dientes puntiagudos.
—¿Qué? Fui amable—contesto.
—Son muy sensibles si se trata de una opinión—explica Alicia—saben que mientes—agrega.
—Lo siento, al menos no le dije la verdad—le susurró—sabe a agua con especias.
Ella niega con la cabeza.
—Bueno, veamos como solucionamos la sopa—dijo Alicia mientras revisaba los estantes de los ingredientes.
—Quiero probar—me dice Cassie con una cuchara en mano.
—Te vas arrepentir—le murmuro.
—No me importa—agrega—es para saber que le falta.
—Bueno—contesto.
La llevo donde esta la olla con la sopa, se sienta en el banco donde estaba el chef. Con una cuchara agarra un poco de sopa y se la lleva a la boca, Cassie pone una mueca y luego voltea a verme.
—¡Peter! ayúdame con algo—me pide Alicia.
Voy donde se encuentra ella, salimos al patio trasero de la casita donde hay un huerto.
Caminamos entre los distintos vegetales y frutas.
—Aquí ayúdame a sacar una zanahoria—me pide.
Me incorporo para sacarla—¿Solo una?—le pregunto.
Ella asiente.
Empiezo a jalar de las ramas que sobresalen y de repente caigo de nalgas al suelo.
«no me lo esperaba»
Frunzo el ceño hacia Alicia.
—Por eso te llame—confiesa.
Me pongo de pie y vuelvo a intentar y no sale, tiro con más fuerza y vuelvo a caer al suelo, pero esta vez la zanahoria sale.
Abro los ojos como naranjas y levanto ambas cejas al ver la zanahoria.
«¡Es la zanahoria más grande que e visto en mi vida!»
—Puse la misma expresión la primera vez que ví una zanahoria así—comenta Alicia.—Bueno, ¡Gracias!—agrega.
Agarra la zanahoria y empieza arrastrarla hacia la puerta por donde salimos.
Me pongo de pie y la sigo.
Alicia levanta la zanahoria—Esta casi del mismo tamaño de ella—y la pone sobre la mesa.
Cassie, Coraline abren los ojos como naranjas al ver el tamaño de la zanahoria.
—¡Pero que enorme!—exclama Cassie.
—Si, así crecen las verduras aquí—contesta Alicia.
Luego Alicia trae papas, tomates y apio que también están grandes pero no tanto.
Voy donde se encuentra Alicia, junto con la zanahoria y un cuchillo enorme.
—Cassie ¿puede ayudarnos a picar?—Cuestiona.
—Si—contesto—¡ven Cassie!—ella se acerca con nosotros.
Con Cassie y Coraline enfrente de nosotros—Nos van ayudar a picar el apio—dice Alicia.
Ellas asienten y Alicia las pone en una mesa de tantas y a cada una les da una tabla, apio y un cuchillo no tan grande. Ella les explica como tienen que picar.
Alicia vuelve a mi lado.
—No te preocupes, si se cortan tengo lo necesario aquí—Alicia saca un botiquín de primeros auxilios de su bolsa.—Aparte los gnomos saben curar heridas—añade.
—¿Quién se encargara de las papas y de los tomates?—cuestiono.
—Ya me encargue, los gnomos nos ayudaran con eso—contesta.
Volteo donde están los gnomos con cuchillos en mano, picando las papas y los tomates. Uno capta que los estoy mirando y me sonríe mostrando sus dientes puntiagudos mientras saluda con la mano donde sostiene el cuchillo.
Vuelvo a voltear teniendo la zanahoria gigante enfrente.
—Bueno—agarro el cuchillo—¿por donde empezamos?—digo viendo la zanahoria.
🦋
Las niñas ya terminaron de picar el apio y los gnomos las papas y el tomate.
Sin embargo Alicia y yo apenas hemos podido cortar un pedazo la zanahoria.
Unos de los gnomos llevan el apio y el tomate a la holla.
En cuestión de minutos terminamos de picar la zanahoria. «Nunca en mi vida me e cansado en picar una zanahoria». Alicia les pide a los gnomos que lleven las papas y la zanahoria a la olla.
Los gnomos hacen una final mientras echan las verduras a la olla.
Alicia y yo nos sentamos en el suelo con las piernas extendidas y recargando la espalda en la pared.
—Solo hace falta esperar—comenta Alicia.
Alicia empieza a tararear una canción mientras mueve sus pies.
Los gnomos captan la canción y empiezan a cantarla junto con ella.
Alicia suelta una risita.
—And I was runnin' far away
Would I run off the world someday?
Nobody knows, nobody knows—alza más la voz.
—And I was dancing in the rain
I felt alive and I can't complain
But no, take me home
Take me home where I belong
I can't take it anymore.
La cocina se llena de las voces de los gnomos y Alicia cantando.
—I was painting a picture
The picture was a painting of you
And for a moment I thought you were here
But then again, it wasn't true, dah
And all this time I have been lyin'
Oh, lyin' in secret to myself
I've been putting sorrow on the farthest place on my shelf
La-di-da.
Reconozco la canción, es la canción la cual estaba cantando cuando la conocí en el bosque.
Alicia sigue cantando mientras los gnomos cantan y algunos bailan al mismo tiempo.
La letra no es tanto de bailar, pero los gnomos siguen bailando.
—No, take me home, home where I belong, no, no
No, take me home, home where I belong, oh, oh, oh
No, take me home, home where I belong, no, no
No, take me home, home where I belong
I can't take it anymore.
🍄🍄🍄
—Ya esta lista la sopa—avisa Alicia.
Agarro una cuchara para probar la sopa, pero unas pequeñas manos me la arrebatan.
El gnomo chef con mi cuchara en mano se acerca a la olla y le pide a un gnomo que le traiga un banco. Se sube al banco y prueba la sopa.
Quedamos en silencio en espera de su respuesta o reacción.
El chef nos queda viendo a cada uno serio, por unos segundos hace pausa dramática y luego lentamente nos sonríe.
Los gnomos suspiran de alivio y nosotros sonreímos.
Sirven la sopa en unos minis tazones y tomamos asiento en el comedor como la primera vez que vinimos.
Lo que se aprecia más en la sopa es la zanahoria.
Estando todos sentados empezamos a comer. Miro a varios gnomos que sonríen al probar la sopa.
Empiezo a comer, y si, esta muy buena la sopa. En especial la zanahoria.
Todos comemos más de dos platos de sopa.
🦋
—Adiós,—se despide Alicia de los gnomos—las pasamos muy bien hoy, pero tenemos que irnos—Añade.
Los gnomos hacen un puchero, unos van a abrazar a Cassie y a Coraline, ellas aceptan el abrazo.
Salimos de la casita.
—Bueno hora de irnos—comenta Alicia.
La seguimos y terminamos rodeados de hongos y flores, volteo para todos lados por si no se ven los osos de peluches.
El viento sopla fuerte y se nubla, clavo la vista al cielo y encuentro la razón, acaba de pasar la mariposa gigante.
—Me encanta el color de la mariposa—comenta Coraline—el azul y el negro es muy buena combinación.
—Lastima que no sabe la hermosa o hermoso que es—añade Cassie.
Nota de autora: No sé porque, pero me gusto la expresión: abro/ abren los ojos como naranjas. (Es referencia de que los abren mucho).
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