Capitulo 19.
Acepta a las personas por como son, no por lo que quieres que sean.
Domingo 1 de mayo.
Salgo de mi habitación mientras estiro el cuerpo y suelto un bostezo. Bajo a la hasta la cocina por un vaso de agua.
Ya que no puedo salir de la casa porque estoy castigado, tendré que pasarla encerrado en mi habitación.
«Oh rayos.»
—Ni creas que por el hecho que estés castigado no harás nada y te quedaras en tu habitación.—habla mi madre—Tengo unas cuantas tareas para ti.
Me extiende una hoja de papel y leo lo que hay escrito.
Levanto ambas cejas y abro los ojos.
—Lo sé son muchas cosas, pero eso pasa si llegas tarde a casa.
Empieza a preparar el desayuno.
—Tampoco es como si hubiera fumando—murmuro por de bajo.
—¿Qué dijiste?—pregunta mi madre.
—Que tampoco le pusiste acento a esta O—digo levantando la hoja y apuntando una palabra.
No se me ocurrió otra cosa que rimara.
—Ah—dice sin importancia.
Mi madre continúa cocinando.
Subo de nuevo a mi habitación mientras leo la nota.
....
Después de desayunar subí a mi habitación a cambiarme de ropa para empezar lo primero que dice la nota de deberes que me dió mi madre.
—Primero, barrer el patio trasero—leo.
Bufo y me dirijo al patio trasero, hay muchas hojas en el suelo.
—¿Porqué?—me quejo hacia los árboles.
Empiezo a barrer las hojas haciendo montañas con ellas. Las hecho en un costal y las dejo recargadas en la barda de madera.
Saco la nota de mi bolsillo trasero de mi pantalón.
—Dos, lavar los trastes.
Voy a la cocina y me encuentro con una montaña de losa sucia.
—Y no sólo es hoy, es toda la semana—dice mi madre recargada en la barra.
Si he lavado los trastes antes, sólo que siempre mi madre o mi padre los lava. Normalmente los lavo en vacaciones para que mis padres descansen.
Me pongo mis audífonos.
Le pongo jabón a la esponja y empiezo a lavar los trastes. Primero los vasos y luego los platos.
Marta tiene un marcapasos—Hombres G. suena en mis audífonos. Empiezo a cantar usando una cuchara de micrófono, me dejo llevar, bailo e imito como si estuviera tocando la batería o la guitarra.
Continuo lavando.
Te quiero de Hombres G suena y me dedico a escuchar con atención la letra.
«Definitivamente se la dedicaría a Alicia.»
Dice una gran parte de lo que siento por ella.
....
Casi termino de lavar los trastes, sólo me falta unos cuantos platos y listo.
Termino de lavar el último plato y en ese instante llega mi hermana dejando un plato en el fregadero.
Volteo a verla con los ojos entre cerrados.
—Te falta este—dice con una sonrisa. Luego se va corriendo y desaparece de mi vista.
Lavo el plato y luego me seco las manos.
Saco la nota, miro un lápiz a mi alcance y palomeo las tareas que ya hice.
Leo el tercer punto.
Bufo.
3–Cocinar la comida de hoy.
Que bueno que soy buen cocinero.
🦋
Lunes 2 de mayo.
Llego temprano a la escuela y eso me da tiempo de caminar por toda la escuela mientras escucho música con mis audífonos.
Si, ¿porqué caminar por toda la escuela? Por aburrimiento, falta de amigos o por ejercicio. Mi respuesta son las tres—depende el día o como me sienta—.
Antes de caminar por toda la escuela y me vean de raro—si es que me ponen atención—Voy al salón de Alicia a confirmar si ya llego.
Efectivamente acaba de llegar.
Entro a su salón como si fuera el mio. Y camino hacia ella.
—Hola—saludo.
Alicia sobre salta y voltea a verme.
Se está muriendo de sueño.
—Hola—saluda entre el bostezo que da.
—¿Tienes sueño?
—¿Qué te hace pensar eso?
Rio haciéndola sonríe.
—¿Quieres caminar por la escuela para que se te quite el sueño?—propongo.
Asiente y salimos del aula.
—¿Y te castigaron?—le pregunto.
—Si. ¿Y a ti?
—También.
—¿Te pusieron hacer deberes como a mi?—cuestiona.
Asiento.
—Por ahora ya estoy en el punto cuatro de la lista que me dio mi madre—le hago saber.
—A mi me pusieron a barrer y trapear toda la casa, a lavar los trastes. Bueno los lavo todos los días.
Luego nos encontramos a Eva en una mesa sola y le hicimos compañía.
Hoy Eva no vino maquillada, siempre viene con su distinguido delineado y sombras negras en la parte de abajo del ojo.
—Me siento rara sin maquillaje—comenta Eva—No me dio tiempo en mi casa, si me maquillaba iba a llegar tarde.
Todavía falta rato para que entremos a clases, pero por lo que me contó Alicia que tanto como Alex y Eva viven lejos de la escuela y si no se vienen caminando se vienen en el autobús.
—Pues yo opino que te vez muy linda al natural—asegura Alicia.
Eva la abraza con cariño y le besa las mejillas.
Asiento con una sonrisa ante lo que acaba de decir Alicia.
—Opino lo mismo—dice Alex atrás de mi.
Alex toma asiento a mi lado.
—De hecho no necesitas maquillaje para verte bonita—agrega Alex sonriendo.
Las mejillas de Eva se encienden de inmediato con un color rojo intenso.
Es cierto, se mira bonita sin maquillaje.
Cómo todas las mujeres, no necesitan maquillaje.
Algunas dirán que si y otras que no, pero es decisión de cada quien.
Apoyo los codos en la mesa y acuno mi cabeza en mi manos, miro a Alicia, ella no se maquilla toda esa hermosura es auténtica y natural.
Alicia siente mi mirada y voltea a verme.
—¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?—pregunta.
«Belleza»
—No, sólo me estoy dando cuenta que no usas maquillaje.
—Si... no uso pero si tengo.
—¿Por qué no usas?—cuestiona Eva.
—Bueno, no digo que lo ocupes, pero sólo curiosidad.—agrega.
—No uso por los animales que que someten para experimentar con ellos. Antes que los productos salgan a la venta son antes probados en ellos por si no hay nada malo en ello.—explica—Pero no entienden que ellos si sienten y sufren.
No decimos nada.
—Con mas razón no me voy a volver a maquillar—añade Eva.
—Eso me recuerda la vez que fuimos al laboratorio fuera del pueblo a protestar para que dejaran los animales en paz—comenta Alex.
—¿Qué?—pregunto con el ceño fruncido confundido.
—Si, meses atrás Alicia, Sol, Andy y yo fuimos en mi auto al laboratorio a protestar por que usaban animales—comienza Alex—Y poco a poco empezaron a llegar mas personas y se hizo algo masivo. En resumen el laboratorio cerro y los animales son libres de las torturas, y les dieron atención medica.
«¿Así de fácil?»
A los minutos tocan la campana para entrar a clases, nos despedimos y nos fuimos a nuestro salón.
En la primera clase toca Química (mi clase favorita).
En Orientación casi me quedo dormido por las platicas que dan. El tema no lo son aburridos, pero como lo explica el profesor si son aburridos. Así que mejor leo mejor el tema en el libro.
🦋
—Estábamos pensando—Alex voltea a ver a Eva—que si salimos los cuatro a un lado a divertirnos.
Alicia y yo fruncimos los labios.
Alicia hace ruido con la pajilla del jugo de naranja.
—Lo lamento, pero estamos castigados—hablo por Alicia también.
—¿Castigados?—replica Eva.
Ambos asentimos.
—¿Qué? ¿Pero qué hicieron?—pregunta Alex.
Le doy una mordida a mi sándwich.
—Sólo porque llegamos tarde a casa—contesta Alicia.
Alex y Eva nos miran con el ceño fruncido.
—Entonces ¿estaban juntos?—pregunta Alex.
Ambos asentimos.
—Y..¿Porqué llegaron tarde a su casa?—cuestiona Eva curiosa.
—Pues...perdimos la noción del tiempo—respondo ante su pregunta.
Alex asiente con una sonrisa ladeada y luego voltea a ver a Eva que está sonriendo.
—Okey...—se limita a decir Alex.
Alicia y yo nos miramos a ver confundidos.
Continuamos comiendo.
A los minutos llaman a Alex a jugar a basquetbol y se va. Luego Eva se fue con unas amigas las cuales algunas saludan a Alicia y ella solo contesto con una simple y falsa sonrisa de boca cerrada.
—¿Puedo preguntar porqué no te agradan ellas?—pregunto dirigiéndome a las amigas de Eva.
—Pues...no provocaron buena impresión cuando las conocí—empieza, como si mi cara preguntara: ¿por qué? ¿qué pasó? Vuelve a hablar:
—El día que las conocí fue en la secundaria—continúa—Estábamos Eva y yo en el receso sentadas en una banca y de repente llegaron ellas sentándose alado de Eva y empezaron a hablarle como si yo no estuviera hablando con ella antes.—prosigue—Luego a los días se dieron cuenta de mi existencia y que era amiga de Eva y entonces recordaron algo que dije hace años en la primaria y se empezaron a burlar de mi.—voltea los ojos—Después notaron que era muy callada y constantemente me decían: ¡Habla!, ¿por qué no hablas?, que aburrida eres, habla, no tengo idea porque eres amiga de Eva eres rara y aburrida.
Aunque algunos no lo crean los que somos "callados", "serios" aveces nos afecta/ ofende que nos digan eso, que nos obliguen a hablar o responder el porque no hablamos. Simplemente no queremos, no tenemos tema de conversación, o simplemente si hablamos pero solo a las personas que nos caen bien y tenemos confianza.
«No todos son dignos.»
«¿Eva sabrá cómo trataban a Alicia? ¿Por qué sigue siendo amigas de ellas?» preguntas se formulan en mi cabeza.
—Se que todos se aburren de mi y lo entiendo. Las conversaciones conmigo son secas y es porque no hay más tema de conversación—continúa—Si pudiera ser otra persona...aun así no podría porque me amo tal y como soy—dice Alicia con una sonrisa.
Le respondo con una sonrisa de boca cerrada confortante.
«Yo también amo tal y como eres»
—No eres aburrida—confieso—Eres; loca, rara, gruñona, seria—Alicia frunce el ceño—valiente, cariñosa, apasionada, amable y creativa. Pero aburrida no queda contigo.
Alicia me ve fijamente a los ojos y sus mejillas se tornan un ligero color rojo.
Cada quien tiene aceptarse y amarse tal y como es, sólo por que a otras personas no les agradas como eres no se significa que tengas que cambiar por ellos, la única persona que tiene ese poder de cambiar eres tu y si vas cambiar es por ti.
Alicia aclara la garganta, se voltea y clava la vista hacia enfrente, luego prosigue:
—Luego de eso me empezaron a hablar normal como si no me hubieran dicho todas esa cosas, y me empezaron a tratar como si fuéramos muy buenas amigas—voltea los ojos—A pesar de eso me aleje de ellas. Solo por ese hecho me caen mal, ahora ellas me saludan como si fuéramos amigas distanciadas—dice Alicia con el ceño fruncido—Pero lo bueno que cuando me dicen: aburrida, rara, o ¿por qué no hablo? Ni para que responder el porque. Ya no me afecta como antes, no le doy importancia.
—Me alegra—susurro—Y como dice mi madre: Los amigos son como libros, no es necesario tener muchos, sino los mejores.
—Tu madre es sabia.
asiento con lentitud.
—Ahora entiendo el porque no te agrandan, no las conozco bien, pero ahora con lo que me conteste ya me caen mal—agrego.
Alicia suelta una risita.
🦋
Las clases terminaron y ahora estoy esperando a Alicia afuera de su salón para irnos juntos y acompañarla a su casa.
Cuando sale del aula me ve y sonríe.
—Hola—saludo.
—Hola—devuelve el saludo sonriendo.
—¿Pasó algo?—cuestiona.
—No, sólo te espero para irnos juntos—contesto.
Ella sonríe ligeramente mostrando sus dientes.
Cada vez que sonríe me trae recuerdos de la niñez, donde todo era tan puro como el brillante cielo azul.
Empezamos a caminar hasta la salida. Nos vamos a nuestras casa en bicicleta. Pedaleo al mismo nivel que Alicia, ella pedalea despacio, con tranquilidad, sin preocupaciones.
Alicia aclara la garganta.
—Come with me
And you'll be
In a world of
Pure imagination
Take a look
And you'll see
Into your imagination—canta.
—We'll begin with a spin
Traveling in a world of my creation
What we'll see will defy explanation
If you want to view paradise
Simply look around and view it
Anything you want to, do it
Want to change the world?
There's nothing to it—su voz hace que se me erice la piel.
—There is no life I know
To compare with pure imagination
Living there, you'll be free
If you truly wish to be—canto con ella.
—If you want to view paradise
Simply look around and view it
Anything you want to, do it
Want to change the world?
There's nothing to it.
Cuando terminamos de cantar ambos sonreímos y luego volvemos a poner la vista al frente, seguimos pedaleando.
A los minutos llegamos a la casa de Alicia.
—Gracias por esperarme y acompañarme—baja de su bicicleta.
—De nada—murmuro.
—Adiós—me abraza.
Correspondo el abrazo, la abrazo con cariño contra mi pecho.
—Adiós—me despido mientras nos separamos.
Empieza a caminar hacia la puerta de madera que da paso al jardín.
No despego mi vista de ella, voltea y se despide agitando la mano, devuelvo el gesto agregando una sonrisa amplia.
Sonara un poco raro, pero si Alicia fuera un libro o una canción, sería mi favorita.
La sigo con la mirada hasta que se pierde adentrándose a la casa.
Me subo a mi bicicleta y empiezo a pedalear a casa donde me esperan miles de deberes que me faltan de la lista.
🦋
Lunes 9 de Mayo.
La semana pasa rápido entre tareas de escuela y de la casa.
Cumplí con todo de la lista y se retiro el castigo.
Está semana como siempre la pase con mis únicos tres amigos en la hora de receso. Algunos se aburren de hacer lo mismo todos los días, pero yo no soy de esas personas. Me gusta hacer las mismas cosas, si hago algunas cosas nuevas de vez en cuando. Pero me cuesta acostumbrarme a algo nuevo, como por ejemplo a adaptarme a gente nueva, escuela nueva, etc. Con mas mínimo que sea me estresa lo nuevo que hay en mi vida.
También jugué basquetbol en horas libres con algunos amigos que hice. Y estuve practicando la canción de Te quiero de Hombres G en mi guitarra, por si algún día se la dedico a Alicia. Tocaría la canción en mi guitarra y cantaría la letra mientras la miro fijamente a los ojos.
También he leído con Alicia en la biblioteca. Ella está leyendo Mujercitas y yo El diario de Ana Franck.
Me está gustando mucho la historia, ya voy casi terminándolo. Alicia ya lo leyó, pero dice que es su libro favorito y que le gusta leerlo varias veces. También me contó que gracias a Ana Frank tiene un diario donde escribe todo lo que le pasa desde los 10 años.
El libro trata de Ana Franck una niña de 13 años la cual empezó a escribir en el diario que le regalaron en su cumpleaños número 13. La historia es en el año 1942, Ana Frank describe sus pensamientos y sentimientos en el aislamiento forzado con su padre, su madre y su hermana, así como con otros cuatro judíos refugiados en el anexo secreto ubicado en Prinsengracht, frente a uno de los canales más icónicos de la capital holandesa.
Anna cuenta con una brutal honestidad sus impresiones sobre los otros ocupantes, y habla de la difícil relación con su madre. También se refiere a su ambición de convertirse en escritora, escribir su propio libro sobre sus experiencias vividas durante la guerra.
«Lo que se hace no se puede deshacer, pero se puede prevenir que vuelva a ocurrir».
«No pienso en la miseria sino en la belleza que aún permanece ».
«Quien es feliz hará felices a los demás también».
Ana Frank.
La última canción se llama "pure imagination" de Fiona apple.
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