Capitulo 14. La biblioteca
Atravesamos el portal y llegamos al gran árbol.
«Hola de nuevo»
Alicia empieza a caminar y la sigo ya que seguimos agarrados de la mano.
Caminamos y brincamos por las ramas del árbol, pasamos algunas puertas y hongos en el camino.
—Busca una puerta que tenga tallados libros en ella—me dice Alicia.
Empiezo a buscar con la mirada. Miro una puerta con un cubo blanco, otra con una rana, la Torre Eiffel, y de un libro. A los segundos miro una puerta que tiene libros en ella.
—Por allá—apunto, empiezo a caminar hacia la puerta trayendo Alicia conmigo agarrada de mi mano.
Caminamos y subimos por los escalones de hongos que hay en el árbol. La puerta tiene tallado tres libros. Pongo mi mano en la perilla para abrir la puerta.
—Está cerrada con llave—murmuro.
Alicia se pone enfrente de la puerta haciéndome un lado. Se quita su collar que trae puesto, la cual tiene una llave, pone la llave en donde va y abre la puerta.
Luego se vuelve a poner su collar, se pone de pie y voltea a verme con una sonrisa, me ofrece su mano la cual recibo con gusto. Ella toma la perilla de la puerta para después abrirla.
Al pasar la puerta miro mucha luz y tengo que parpadear varias veces para acostumbrarme a la luz que hay.
Empiezo a mirar más claro lo que hay enfrente ami. Estamos adentro de una biblioteca enorme de dos pisos. Los colores de los libros son lo que llama mucha la atención al igual que la luz que pasa por las enormes ventanas. Los libros vuelan por todas partes—los libros vuelan como pájaros, el libro se divide por la mitad entre las hojas y son como si fueran sus alas para poder volar—.También hay plantas que hacen ver mas bella la biblioteca, hadas pasan saludando y acomodando libros.
—Lo sé, parece sacada de Disney—dice Alicia a mi lado, toma mi barbilla y la pone hacia arriba para que cierre la boca. No me había dado cuenta que tenia la boca abierta.
Alicia empieza a caminar, llevándome con ella. Llegamos a un gran escritorio, Alicia toca la campana que esta ahí, esperamos y en un instante aparece una hada, la cual nos recibe con una sonrisa. La hada no brilla como las del lago brillante, esta hada viste de vestido color verde, tiene su cabello rubio adornado con hojas y flores.
—Hola—saluda Alicia amablemente, mientras yo me limito a saludar con la mano.
—Hola, ¿qué se les ofrece?—dice la pequeña hada con amabilidad.
—Buscamos... queremos saber más sobre este mundo, bueno el que esta afuera de esta puerta—murmura Alicia.
La hada se pone seria y se le queda mirando fijamente a Alicia por unos segundo y luego cambia su expresión a una amplia sonrisa.
—Esta bien, acompáñenme —nos dice la pequeña hada, se va volando mientras nosotros la seguimos. Llegamos al segundo piso, observo alrededor y miro muchas mesas y asientos, algunas hadas volando y otras sentadas leyendo al igual que elfos y duendes.
Veo a una chica de cabello largo color negro que se encuentra sentada en una pila de libros enormes, mientras ella lee con atención el libro que tiene en sus manos.
La hada se detiene y saca un gran libro del librero, la pobre hada apenas lo puede y la ayudamos a sostenerlo.
—Gracias—murmura la hada.—Bueno, disfruten su lectura—dice la hada antes de irse volando.
—Hay que buscar una mesa—propongo.
Buscamos una mesa que este alejada de los demás, a los minutos encontramos que esta entre algunos libreros dando la suficiente privacidad.
El libro genera un ruido sonoro al dejarlo caer en la mesa.
—¡Shhh!—nos dice un gato negro que está parado en dos patas enfrente de nosotros mientras sostiene libros.
—Lo siento—murmura Alicia.
El gato agarra un libro del librero y camina en dos patas alejándose de nosotros.
Ambos tomamos asiento mientras miramos el enorme libro.
Leemos la portada del libro: "Quirky world" con una imagen de un gran árbol, hongos y flores.
«No tiene autor»
Ambos nos volteamos a ver y luego clavamos de nuevo la vista en el libro.
Alicia suspira y abre lentamente el libro quedando en la primera página.
—Si estas leyendo esto es que has pasado el portal que esta en el bosque.—empieza a leer—No es el único portal, existen muchos más portales ubicados en diferentes lugares del mundo, pero cuyos portales te llevan a otros mundos mágicos. Este libro habla sobre Quirky world uno de los tantos mundos mágicos.
—Quirky world, es solo una forma de decirle al a este mundo. No es necesario que tenga nombre—prosigue—Lo que tenemos tener en cuenta es lo que hay en ella; su flora, fauna, su rareza, belleza y las especies que habitan en ella.
Pasamos a la siguiente página.
En ella se encuentra un mapa, está dividido en tres partes. En una parte dice El valle del brillo la cual es el lugar brillante donde están Iris, Mizu y Ayla. En el medio esta el gran árbol con más árboles alrededor dibujados y por último dice Joy Village tierra donde se encuentran los gnomos, los osos de peluche y las flores y hongos gigantes.
Alicia pasa la siguiente pagina, esta tiene como titulo "El valle del brillo".
—El valle del brillo—leer Alicia—Como lo dice el nombre este lugar es muy brilloso como de día y de noche. En el habitan hadas, ranas, y árboles de sauce llorón, pero estos son de diferentes colores. En este lugar también habitan criaturas de tres ojos que tiene gran parecido al humano, también habitan especies marinas que viven en el lago y peces, cuyo peces pueden nadar en el aire.
—Durante la noche este lugar brilla fosforescente tanto como los árboles y las criaturas.
Hay dibujos de los árboles, los peces, de Ayla, Iris y Mizu.
«¿Cuántos años tendrán? Siguen estando iguales.»
Alicia pasa la siguiente página la cual dice datos sobre Ayla, Iris y Mizu.
Ayla. Es de baja estatura, tiene rasgos parecidos al ser humano. Tiene tres ojos, el tercer ojo se encuentra en la frente, sus ojos son totalmente negros, tiene orejas puntiagudas. Se comunica con lenguaje de señas. Tiene un gran poner gracias a su tercer ojo, es hermosa, pero no se dejen engañar su poner puede ser oscuro. Puede leer y entrar a tu mente y manipularte.
Iris. Especie marina, cabello cejas blanco, piel morena, orejas con forma de aleta y ojos azules. Tiene el poder del agua, puede mover el agua a su antojo, incluyendo que puede congelarlo (y hacer arco iris). Es un ser de paz, es muy amable.
Mizu. Al igual que Iris es una especie marina que pueden salir del agua, pero ellas les gusta mas en el agua. Mizu tiene rasgos coreanos, tiene la piel color naranja, orejas con forma de aleta y cabello largo color negro. Ella tiene el poder de comunicarse con los animales tanto como marinos y terrestres. Y puede nadar super rápido.
—Wow—exclama Alicia en un susurro.
Al igual que la página anterior hay dibujos de ellas tres.
—Las dibujaron bien—comento.
Dibujaron muy bien los rasgos de la cara.
Alicia da la siguiente pagina.
—Gran árbol—murmura el título.
—El gran árbol mide aproximadamente el mismo tamaño que de la Torre Eiffel. Se encuentra ubicada en el centro de todo este mundo. El mantiene vivo todo lo que esta a su alrededor y protege el portal. En el tiene puertas que te pueden llevar a diferentes lugares del mundo y a diferentes lugares mágicos. En lo alto de los árboles hay casitas donde viven las hadas que habitan en esa zona. El área donde se encuentra está rodeado de árboles, parece un bosque común, pero no lo es, los árboles te observan.
«¡Sabía que los árboles tenían ojos!»
—Las criaturas que habitan allí son hongos y flores andantes, parecen normales como los del mundo exterior, pero ellos tienen piernas, brazos y cara.—continua—Los hongos andantes salen al mundo exterior aparentando hongos comunes, salen para averiguar que novedad hay en el reino humano. Se comunican entre sí, llevando el chisme entre hongo y hongo.
—También habita una especie de gato, perro y conejo combinado, es blanco, peludo y esponjoso.—continua Alicia—Se hace bolita cuando tiene miedo o para rodar muy rápido. Las hadas que habitan en el gran árbol no brillan como las hadas del valle del brillo. Ellas visten de pétalos de flores y hojas, ellas cuidan a los animales y las plantas—da la siguiente página—Grifos, son una criatura mitológica, cuya parte frontal es la de un águila gigante, con plumas blancas, pico afilado y garras poderosas. La parte posterior es la de un león, con pelaje amarillo, patas musculosas y cola larga. En lo profundo y lejos del gran árbol vive una gran manada de grifos.
—Y por último centauro—prosigue—
Un centauro es una criatura de la mitología griega, mitad hombre mitad caballo. La cabeza, los brazos y el torso de humanos que esta unidos por la cintura al cuerpo y las patas de un caballo. Al igual que los grifos viven en lo profundo del bosque, alejados del gran árbol y de las demás criaturas.
Hay dibujos de los hongos y flores andantes, las hadas, la bola de pelos, de un grifo y de un centauro.
Alicia suspira, da la siguiente pagina.
—Joy Village—murmuro.
—Esta tierra es el más alegre y colorido—lee Alicia—Este lugar tiene montañas alrededor, el suelo es como el tablero de ajedrez, pero este es de color verde claro y verde oscuro. Las nubes son rosadas, las flores, hongos y mariposas son enormes y los elefantes y jirafas son pequeños. (Lo que son pequeños en el mundo exterior aquí son grandes y dise versa ). Esta tierra es habitada por gnomos que viven en una peculiar casa, un par de patos, ranas que habitan en un pequeño lago, y osos de peluche.
Pasamos a la siguiente paginas donde dicen datos sobre el lugar.
Gnomos. Por una extraña razón ellos son los únicos que conservan su tamaño original. Viven todos juntos como una familia en una pequeña casa por fuera pero grande por dentro. Son alegres, buenos cocineros, escandalosos, amables, sabios y saben curar heridas. Lo único aterrador son sus dientes puntiagudos.
Osos de peluche. Ellos son creados por el árbol feliz; El árbol feliz esta ubicado por las montañas, el árbol canta y crea los peluches, al igual que una manzana cae del árbol, así caen los peluches. Ellos tocan instrumentos generando música que pone ambiente al lugar, pero aveces te atraen con su música y muestran su lado oscuro; ojos de botones, boca cosida y partes de los osos desconocidos. Si duras mucho tiempo mirándolos te muestran tu peor pesadilla. Muestran ese lado para alimentarse del miedo, de tu miedo.
Se me enchina la piel con lo ultimo que leyó Alicia.
Leemos la siguiente paginas.
—Las burbujas que hay dispersas por los tres reinos tienen un químico que te hace reír o ser feliz. Aveces es un poco complicado reventarlas.
« En las tres regiones crecen vegetales y frutas más grande de lo normal que en el reino humano. Pero a diferencia de los vegetales y frutas del reino humano, son que las frutas y verduras que crecen aquí son más nutritivas y pueden durar meses sin podrirse.
—El gran árbol protege el portal, pero aun así tenemos que ayudar a proteger en secreto este mundo. No todos merecen saberlo.—leemos ambos.
Al dar la siguiente página fruncimos el ceño.
—Es la última página—dice Alicia—Y sobran muchas, ¡para que hacer un libro enorme con muchas paginas si solo vas a utilizar la mitad!—protesta Alicia.
Alicia cierra el libro furiosa. Se pone de pie y la sigo con el libro en mano.
—Tal vez las páginas en blanco es para que escribamos nosotros—comento mientras bajamos las escaleras.
—Tal vez, pero yo me esperaba más—contesta.
Llegamos con la bibliotecaria y suspiro al dejar el libro ya que cargue el libro yo sólo.
—Gracias, vuelva pronto—nos dice antes que nos vallamos.
Alicia camina a paso rápido, la detengo agarrándola de la mano.
—¡Ey anímate!, estamos en una biblioteca que tiene todo lo que pidas. Podremos buscar un libro para que nos suba el animo—propongo.
Ella lo piensa y asiente. Sonrío y volvemos con la bibliotecaria.
—Oh, que rápido volvieron—comenta la hada sorprendida.
📖📚📖
Leímos libros de Julio Verne juntos, me gusto mucho su compañía. Mientras leíamos ella ponía su cabeza en mi hombro y yo la recibía con gusto.
Cuando terminamos de leer decidimos irnos. Mientras caminábamos por la gran biblioteca vi algo que me llamo la atención; un cuadro, en ella estaba pintada una hada de cabello largo color naranja, una tiara de flores decorando su cabeza, ojos verdes, especies de tatuajes en la cara, brazos y piernas, y un vestido color verde limón, sus alas de color azul cielo.
—Ella es la hada de la trágica y triste historia de romance que nos contaron los gnomos, no se si te acuerdas—comenta Alicia.
—Si me acuerdo, nos contaron la historia con títeres—afirmo aun viendo la pintura.
—La hada se llama Meiga—comenta—Ella participo en la guerra junto con los centauros, Mizu y Iris.
—¿Guerra?—cuestiono.
—Si, los gnomos me contaron que hace menos de 100 años hubo una guerra entre un rey avaricioso de otro portal y mundo diferente a esté, él quería reinar/gobernar el Quirky world—(el mundo mágico)—Cuando él rey llego al Quirky world, todos se negaron a tener un rey. Para que tenerlo, si podrían ser libres y hacer lo que sea.
—Ya que todos se negaron—prosigue—él desato el caos, toda su gente empezó a destruir el lugar y a tacar a las criaturas más pequeñas. Los centauros los protegieron con la ayuda de la hada Meiga, Mizu y Iris.
« La guerra duro semanas hasta que acabaron con el ejército del rey.—continua—lo que nadie sabia era que el rey era muy poderoso. El rey empezó a destruir familias y parte del Joy Village, la hada Meiga se tuvo sacrificar para salvar a todos, hizo un encantamiento en las tres zonas incluyendo el portal y el bosque. El encantamiento fue; eliminar almas cuyas malas sean. (Para proteger el portal, el bosque y el Quirky World). En el encantamiento utilizó todo su poder en ello, poco a poco dvesvaneciendose y convirtiéndose parte de todo el Quirky world y del bosque. Mientras el rey se hacia polvo. Ella estaba trayendo paz al Quirky World.
Hay algunas cosas que Alicia sabe y el libro no tiene. Tal vez para eso son las hojas sobrantes; para seguir escribiendo. Alicia tiene que escribir lo que sabe de esté lugar.
Nos dirigimos a la salida y antes de cruzar la puerta volteo a observar la biblioteca, luego nos vamos.
Estamos de vuelta en el gran árbol.
—Bueno, esperaba más información relevante en el libro, pero bueno—dice Alicia, empieza a caminar por las ramas del árbol.
—Deberías escribir en las páginas que están en blanco—comento a su lado.
—Puede que si lo haga—murmura.
Observo las demás puertas y miro una que me llama la atención.
—Me imaginó que esa puerta de por allá, tiene algo que ver con el ajedrez—comento.
—Si—contesta sin voltearse, ya sabe cual puerta digo—Y no te recomiendo entrar.
—¿Por qué? ¿Que hay allí?—pregunto curioso.
—Bueno...—se detiene y toma asiento en un hongo de tantos que hay en las ramas del árbol—La primera vez que vine aquí entre a esa puerta ya que estaba buscando la salida al reino humano—empieza mientras yo tomó asiento en otro hongo a su lado—Y fue un caos. En esa puerta juegan ajedrez a gran escala, en ese lugar tienes que jugar ajedrez y ganar para poder salir de ahí.—suspira—Tenía miedo porque no sabía jugar ajedrez. Recuerdo que me toco ser el caballo—ríe ligeramente—tuve ayuda de algunos de los jugadores. Y al final no sé como pero mi equipo ganó y logre salir.
Asiento ligeramente y sonrío de boca cerrada.
—¿A cuál otra puerta has entrado?—cuestiono.
Alicia piensa frunciendo los labios y poniendo los ojos volteando hacia arriba.
—A Paris en 1900, a Madagascar, a un mundo donde solo hay hongos y en uno donde los personajes literarios existen—contesta Alicia—Se que he entrado a más puertas pero no me acuerdo—murmura pensativa.
Levando ambas cejas sorprendido.
Ademas de llevarte a lugares diferentes del mundo, también puedes viajar en el tiempo.
«Wow»
—Fue un sueño ir a Paris, ver la Torre Eiffel y usar la ropa de la época.—le brillan los ojos al decirlo—Lastima que no podía quedarme.
—¿Por qué no podías quedarte?
—Por mi familia—murmura—Aparte en esa época no había muy buena higiene y olían un poco mal. No podía vivir así—añade.
—De hecho tomé algunas fotos a escondidas para que nadie viera mi cámara, ya que es otra época. Obviamente no se la he enseñado a nadie—Añade—Si la quieres ver, solo dímelo—afirma.
Asiento con la cabeza.
—Cuando vaya otra vez a tu casa—le aseguro.
Alicia me sonríe mostrando sus dientes provocando que sus ojos se hagan pequeños.
—Bueno—se pone de pie—ya tenemos que irnos, allá serán como las seis o siete de la tarde.
También me pongo de pie y la sigo. Caminamos hacia la puerta donde nos lleva a casa, bueno al bosque. En el transcurso del camino hablamos y bromeamos sobre cualquier cosa, la escuela, relatos/ anécdotas cuando éramos niños.
Llegamos a la puerta que tiene tallado unos arboles y un aro en ella. Alicia voltea a verme, regresa la vista a la puerta, la abre y entramos en ella.
🦋
Cuando volvimos de vuelta al bosque ya se estaba oscureciendo y nos fuimos casi corriendo por nuestras bicicletas para irnos a casa.
En el camino a casa es rápido, a los minutos nos detenemos enfrente de la casa de Alicia.
—¿Quieres pasar?—me pregunta Alicia.
—Si—acepto. Bajamos de nuestras bicicletas y entramos a su casa. Moon nos recibe maullando, Alicia le da de comer y luego nos dirigimos a la sala.
Siempre me siento raro cuando estoy en casa ajena, y eso que desde pequeño vengo a esta casa.
—Hola—saluda Alicia a sus padres y hermana que están sentados en el sofá viendo televisión.
—Hola—saludan.
La madre de Alicia voltea y me mira, ella me sonríe y me saluda agitando la mano. El padre de Alicia voltea a ver a su esposa y sigue su mirada, su mirada se encuentra con la mía y me pongo nervioso. El padre de Alicia siempre me a dado miedo por su cara seria, el ceño fruncido y su barba poblada, pero se que no es así, el es alegre y cariñoso.
—Hola..—saluda el padre de Alicia.
—Peter—continúa Alicia por él.
—Peter—replica y luego abre los ojos como naranjas—¡Peter!—se pone de pie y reduce el espacio entre nosotros para abrazarme—Cuanto tiempo, ¿Cómo has estado?—Nos separamos del abrazo.
—Muy bien, y ¿usted cómo ha estado?—respondo sonriendo mostrando los dientes.
—Muy feliz—contesta viendo a su esposa e hijas.
—Me alegro—murmuro.
Alicia abre la boca para decir algo pero es interrumpida por las noticias que están diciendo en la televisión.
—Lamentamos informarles que gracias al calentamiento se está derritiendo rápidamente la Antártida, desgraciadamente los animales que habían se están muriendo por el deshielo. Y tan bonito que suene desgraciadamente está floreciendo en la Antártida—Alicia y yo nos volteamos a ver con los ojo bien abiertos.
«Esta pasando.»
🍄🍄🍄
Después de escuchar las noticias Alicia me llevo a su habitación rápidamente.
—Esta pasando—murmura.
—Si—susurré.
—Pero..¿cómo es que las temperaturas estén muy elevadas si estamos en primavera?—Protesta—Oh no, ¿Y si en verano sube más la temperatura?
—Tranquila—pongo mis manos en sus hombros viéndola fijamente a los ojos.
La estoy tranquilizando estando igual de alterado que ella.
—¡¿Cómo quieres que me tranquilice?! Si esta pasando, ¡¿Cómo se va a resolver?!—dice alarmada con sus manos en mis hombros.
—¡No tengo idea!—confieso—pero todo tiene solución—trato de pensar en positivo.
Ambos inhala y exhala para tranquilizarnos.
Alicia se sienta en su cama soltando un largo y pesado suspiro, tomo asiento en la silla giratoria que esta aun lado del escritorio.
—Bueno hay que dejar que el universo haga lo que tenga que hacer para solucionarlo—murmura.
—Si, las cosas pasan por alguna razón—susurro.
El silencio reina en la habitación.
Me recargo en el respaldo de la silla y empiezo a girar con ayuda de mis pies.
Alicia se ríe, me detengo a voltearla a ver.
—¿Te acuerdas que jugábamos con esas sillas?—cambia de tema.
—Si, rompimos una por tanto girar y girar—respondo con una sonrisa.
Alicia se acuesta en su cama. Observo su habitación. Hay algunas cosas nuevas como por ejemplo un pedazo de madera en la pared con ganchos la cual tiene colgados muchos collares y nuevas plantas en tazas de té.
Alicia se incorpora y busca algo en los cajones que tiene su escritorio.
—¡Ajá!—exclama al encontrar una caja.
Observo la caja curioso, ella la abre y saca unas fotos.
—Estas son cuando fui a Paris en 1900–comenta Alicia mientras me extiende tres fotos.
En una foto la tomo modo selfie, está ella vestida a la época y la Torre Eiffel por detrás. La segunda foto es una calle de Paris, aparecen personas caminando y carretas pasando. Y la última fue tomada a lo muy lejos porque aparece la Torre Eiffel completa, hay personas caminando y edificios a un lado.
—Wow—murmuro.
—Fue mágico—susurra—En la última foto fue la última vez que fui—comenta.
—¿Por qué no has vuelto a ir?
—Tengo miedo de provocar algún cambio ya que no soy de esa época—contesta—Cualquier cosas que hiciera o hablara podría cambiar algo en el futuro.
De las películas que he visto sobre los viajes en el tiempo, es actuar y vestir a la época, ya que cualquier acción en el pasado podría cambiar en el futuro.
A los minutos llega Coraline con Luisa la rana en sus manos, me contó que vive en una pecera y que esta decorada con el hábitat de ella.
Llego la era hora de irme a casa, me despedí de Alicia, Coraline y de sus padres.
Al llegar a casa encontré a Cassie buscando galletas en la cocina, la ayude a buscarlas y por el ruido que hicimos por estar buscando las galletas a los segundos llego mi madre, no nos dijo nada, solo se rió porque ella se acabo las galletas.
🦋
Jueves 21 de abril
Por la mañana me desperté más temprano de la usual ya que me acorde de golpe que me hizo falta hacer una tarea que es para hoy.
Cuando bajo de mi habitación observo a Cassie con su pijama color rosa con verde y su oso de peluche, el cual esta sentado también en una silla a su lado. Ese oso lo tiene desde que empezó a gatear y desde entonces no lo suelta. Cassie esta modo zombie y aun así come conmigo.
Terminamos de desayunar, me voy por mi mochila a mi habitación, afirmo la correa de la mochila en mi hombro y salgo de mi habitación.
Me despido de mi madre que se acaba de despertar, luego de mi hermana que esta en la sala.
Abro la puerta principal.
—¿Cassie ya desayunaste?—le pregunta mi madre.
—¡No!—contesta.
Río antes de salir de la casa.
«Cassie va a desayunar doble.»
🍄🍄🍄
Alex y yo nos dirigimos a la cafetería a comprar nuestra comida y como de costumbre compramos mucho.
Nos sentamos en una mesa que esta aun lado de un árbol que nos da sombra.
—¿Has visto a Alicia?—pregunto.
—No, ¿por qué?—cuestiona curioso, pone la misma cara del otro día. (Sonrisa ladeada con una ceja arriba).
—Nomas—contesto. Empiezo a comer y Alex me sigue viendo con la misma expresión.
—¿Qué?—le pregunto.
—Oh, nada—responde ante mi pregunta, se ríe y empieza a comer.
—No le vallas a decir a Alicia que estoy enamorado de ella—le advierto.
Alex abre los ojos sorprendido.
—Oh, enamorado—replica—sabia que te gustaba, pero enamorado es otro nivel.
No digo nada.
Estoy enamorado y no lo niego, no me avergüenzo ni nada parecido, pero lo que me da miedo es ser rechazado o no ser amado de vuelta.
—No se lo voy a decir—me asegura.
Asiento y seguimos comiendo.
Alex no volvió a sacar el tema. Comimos, hablamos, chismiamos y reímos. A los minutos Alex me invitó a jugar basquetbol y le dije que no, en eso le conté sobre el accidente que tuve un par de años atrás y que ahora no puedo mover el brazo como antes.
Me dijeron que al pasar los años mejoraría y podría jugar, pero aun no me animo a jugar, no me siento listo.
Alex se va a jugar basquetbol, mientras yo me pongo a buscar a Alicia. La busco en su salón y no está, la busco en la cafetería y tampoco está, la busco por toda la escuela por si esta sentada en alguna parte.
Entro a la biblioteca, me recibe el aire fresco de aire acondicionado, agarro el libro de frankenstein para terminarlo de leer, empiezo a buscarla y tengo éxito está sentada leyendo con los audífonos puestos.
Empiezo a caminar hacia ella con una sonrisa, la cual no tarda en desaparecer porque un chico se sienta a su lado y empieza a hablar con ella. Detengo mi caminata. Alicia se quita los audífonos y empieza a hablar con él también, se ríen, se miran. Involuntariamente apuño las manos y me voy de la biblioteca. Tomó asiento en una banca, me pongo mis audífonos a escuchar música.
Escuchar música me relajarme y despejar la mente.
KISS suena en mis audífonos, me hace recordar a Alicia. «A nosotros.»
Trato de que mis celos se vallan, pero la imagen de verla sonreír al chico invade mi mente.
No sé, pero por alguna razón me siento enojado con ella, pero ella no tiene la culpa de que ese chico se allá sentado con ella a conversar y luego me provocara celos.
Tengo que distraer mi mente.
Volteo para todas partes buscando algo que me distraiga, veo la cancha y miro a Alex que esta jugando basquetbol. Lo pienso bien por unos segundos y me pongo de pie.
No me hará daño jugar un poco.
🍄🍄🍄
Llevo jugando basquetbol un par de minutos y me siento muy bien, mi brazo no me duele y mi mente está despejada ya que estoy ocupado jugando.
Tengo suerte que uso ropa cómoda para poder jugar.
—Buen tiro—dice uno de los amigos de Alex.
Alex choca los puños conmigo y me felicita.
Corro por el balón con una sonrisa en mi rostro.
—Mira—murmura Alex a mi lado. Volteo hacia él, Alex mueve su cabeza indicando una dirección, sigo el trayecto de sus ojos y miro a Alicia que está viendo el juego.
¿Estará aquí por mi?—pienso, sacudo la cabeza y sigo jugando.
Durante el juego miro a Alicia de reojo. Ella aplaude y sonríe cada vez que Alex o yo anotamos.
Se termina el receso, los que estábamos jugando nos despedimos.
Alicia se acerca y trato de verme lo más tranquilo posible.
—Hola, estuviste genial—comenta Alicia mirándome.
—¿Estuviste?—repite Alex.
—Estuvieron geniales—corrige Alicia.
Alicia me mira por unos segundos, ya que ve que no digo nada ella habla.
—Bueno hasta luego, ya tengo que ir a clases—se despide y luego se va.
—Pero que conversación más seca—comenta Alex cuando Alicia ya no está.
—Si—murmuro.
Ambos caminamos a nuestro salón.
—¿Qué pasó? Te miro un poco apagado—cuestiona Alex.
—Mmm... es que hace un rato en la biblioteca vi a Alicia hablan con otro chico y... me puse celoso—confieso—No pensé ser una persona celosa.
—Si te pusiste celoso es que en realidad te importa Alicia—admite.
—Si..—suspiro. Abro la boca para decir algo más, pero miro al chico que vi con Alicia en la biblioteca hace un rato, está con una chica. Están hablando y a los segundos se besan.
Abro los ojos sorprendido.
Bueno, ya se me quito la preocupación de que él estaba coqueteando con Alicia.
🍄🍄🍄
En unas de las clases salí para ir al baño. Al salir de baño me encuentro con Alicia que esta recolectando firmas para que no destruyen una parte del bosque para construir otro centro comercial.
Con gusto firmo, de paso firmo por mi hermana.
—Gracias—murmura Alicia con una sonrisa.
—Espero recolectar todas las firmas—comenta.
—Lo harás—le aseguro—Buena suerte, tengo que volver a clases.
Camino a mi salón mientras me despido de Alicia con la mano. Volteo constantemente hacia ella mientras ella se aleja.
Viernes 22 de abril.
Ya es la hora del almuerzo, Alex y yo nos dirigimos a una mesa para poder sentarnos y comer. Vemos a Alicia y a Eva a lo lejos y vamos con ellas.
Al llegar con ellas Alicia bufa.
—Ey, pensé que nuestra compañía te agradaba—comenta Alex mientras toma asiento.
Alicia levanta la vista hacia nosotros.
—No es por ustedes, es que perdí una hoja de las que falta de firmar. Y no puedo usar otra hoja ya que las hojas tiene un cello especial de la alcaldía—contesta.
—¿Esa hoja se parece a esta?—saco la hoja del bolsillo de mi pantalón y se la extiendo.
Tomó asiento quedando enfrente de Alicia.
Alicia abre los ojos al ver la hoja que le di.
—Esta llena—murmura.
Ayer cuando estaba firmando, ella se distrajo y agarre una hoja para poderla ayudar con las firmas.
La hoja la firmaron mis padres, algunos compañeros del salón, con los que juego basquetbol y varias personas que pasaban y aceptaban de inmediato.
Sabía que si le preguntaba si le ayudaba en recolectar las firmas se negaría porque a ella le gusta hacer todo sola por su cuenta. Le gusta ayudar, pero no deja que los demás le ayuden.
—Gracias, es muy gentil de tu parte—sonríe.
Empezamos a platicar de temas variados.
—Los de ultimo año ganaron el viaje al parque acuático—cometa Alicia—Se esforzaron mucho, llenaron como quince bolsas.
—¿Y qué pasara con los que también participaron?—le pregunta Alex.
—Darán lo que recolectaron a la dirección y de ahí creo se la llevarán al hospital—contesta Alicia.
—¿Al hospital?—pregunto.
—Si, la recolección y reciclaje de tapitas ayudan al coste del tratamiento integral de niños con cáncer. —contesta.
Levanto ambas cejas sorprendido y luego asiento con lentitud.
A los minutos se va Alex a jugar basquetbol, me invitó, pero le dije que iría más al rato.
Luego Eva se tuvo que ir para terminar una tarea pendiente.
—Se esta haciendo costumbre qué nomas quedemos nosotros dos—comenta Alicia.
Asiento.
Alicia hace ruido con la cajita de jugo que esta tomando.
—Hasta la última gota—murmuro, eso hace reír a Alicia.
—¿Quieres ir a la biblioteca?—me pregunta.
Asiento ante su pregunta.
Nos ponemos de pie y nos dirigimos a la biblioteca.
Llegamos a la biblioteca, buscamos el libro en cual nos quedamos la vez pasada.
Buscamos una mesa alejada para que nos interrumpan, tomamos asiento y empezamos a leer.
Mientras leo como de costumbre veo de reojo a Alicia. Observo su perfil, como mueve las pestañas cuando pestañea, cuando pasa las paginas del libro.
A los minutos Alicia termina de leer todo el libro. Cierra el libro y suspira.
—¿Qué tal?—le pregunto.
—Me encanto—contesta.
Asiento con la cabeza y sonrío de boca cerrada. Pongo de vuelta mi vista al libro. Me falta poco para terminarlo.
Alicia Pone los codos sobre la pesa y sostiene sus mejillas en sus manos esperando que termine de leer las últimas páginas del libro que hacen falta.
A los minutos termino de leer y cierro el libro.
—Wow, lees rápido—comenta Alicia con ambas cejas arriba.
Si leo rápido pero aveces no se me queda ni la mitad de lo que leo.
—¿Y que tal te pareció?—cuestiona.
—Interesante, me gustó —contesto.—Nada que ver de lo que dicen en las películas. Es una novela que hace pensar sobre el poder de la creación del hombre y las consecuencias de sus actos.
Alicia me mira directamente a los ojos mientras sonríe, me mira como si fuera un niño que acaba de aprender algo nuevo.
—Hay que dejar los libros con la bibliotecaria—se pone de pie, hago lo mismo y la sigo.
Dejamos los libros con la bibliotecaria y salimos de la biblioteca.
—¿Me acompañas a la cafetería?—me pregunta Alicia.
—Claro—contesto ante su pregunta. Caminamos juntos hacia la cafetería.
Cuando llegamos se compra un jugo de naranja y dos chocolates.
Me ofrece uno de sus dos chocolates—¿Quieres?—pregunta.
Asiento y me da el chocolate.
—Gracias—murmuro.
Caminamos en busca de bancas desocupadas para podernos sentarnos.
A los minutos encontramos una desocupada con árboles alrededor que dan sombra. Tomamos asiento, ambos comemos nuestro chocolate en silencio mientras miramos extraños caminados.
Un silencio raro nos invade. Nadie tiene nada que decir. Aun que suene raro por las noches cuando no puedo dormir preparo conversación para el día siguiente. Y cuando llega el momento de usarlas se me olvidan.
—Y... ¿Cómo vas con las firmas?—cuestiono rompiendo el silencio.
—Pues ya voy más de la mitad, gracias a tu ayuda—voltea a verme con una sonrisa mostrando sus dientes.
—Espero que funcionen las firmas, si no tendré que crear una protesta en la alcaldía—añade. Abre su jugo de naranja y empieza a tomárselo.
—Me avisas—agrego con una sonrisa de lado. Ella voltea a verme lentamente y me sonríe con malicia.
🦋
El fin de semana la pase en mi habitación tocando canciones de Twenty One Pilots en mi batería. También toque la guitarra. Mis padres se quejaban por el ruido, pero aun así seguía tocando la guitarra y la batería.
«Tiene un hijo amante de la música ahora se aguantan.»
Desde pequeño me gusta mucho la música, es parte de mi ser, es que la música me lleva a ese mundo mágico donde soy libre de ser y sentir.
La música es sinónimo de libertad.
El domingo en la noche vino Alicia, Coraline y sus padres a cenar a casa. Cosa que no sabíamos Alicia y yo.
Esa noche me había puesto la pijama temprano y baje a la cocina por agua y ahí fue cuando llego Alicia con su familia, me vieron con mi pijama de Rayo McQueen.
Después de cambiarme de ropa baje a cenar. En el transcurso de la cena comimos, platicamos recuerdos y de los hemos hecho. Luego Cassie y Coraline se fueron a jugar y los adultos se quedaron platicando con Alicia y conmigo, después platicaron entre ellos cosas que no entendíamos Alicia y yo, así que la invite a la sala a ver una película.
Cuando llegamos a la sala y tomamos asiento en el sofá, encendí el televisor y lo primero que apareció fue: hora de aventura.
—Pensé que ya no los seguían transmitiendo— comenta Alicia mientras se pone cómoda en el sofá.
—Yo también—susurro.
Nos pusimos cómodos en el sofá para ver la caricatura que amamos desde pequeños.
Me sorprende como muchas cosas no cambian con los años.
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