Seamos locos y raros, porque aburridos y amargados hay muchos.

ALICIA.

28 de Marzo.

La escuela..No odio la escuela, pero tiene sus momentos. Como el exceso de tareas, las exposiciones, Y memorizar cosas que en realidad tenemos que comprender.

Y ahora me encuentro en la entrada de la escuela a las 6 y treinta entregando folletos sobre el medio ambiente y el planeta tierra que tienen que CUIDAR!. También sobre que nuestro bosque y los animales que habitan en el son importante para este pueblo, que a estado años aquí. Y no es necesario construir un centro comercial.

Se que hay personas que si ayudan a cuidar el planeta, pero soy la mayoría. Otros no ayudan y ni les importa.

Les doy el folleto a los que van pasando por la entrada, la mayoría bostezando y con lagañas en la cara. Miro que un chico ve el folleto y lo tira al bote de reciclaje.

«Al menos no lo tiro al suelo»

—¡Hola!—dice Alex entrando por las puertas de la entrada.

—¡Hola!—camino a abrazarlo.

Él acepta el abrazo enseguida.

—¿Qué tal estuvieron tus vacaciones?—me pregunta él cuando nos separábamos del abrazó, empezamos a caminamos juntos entre los alumnos que van llegando. 

Guardo los folletos sobrantes para la hora de receso.

—Pues.. bien, haciendo lo de siempre, nada nuevo.—contesto ante su pregunta—¿y tu?.

—Muy bien. Pasee a Loki—su perro— ayude a mi abuela en su casa, aah y hace días atropelle a un chico que iba en bicicleta—eso último me hizo detenerme, y volteo mirándolo horrorizada.

—¡¿QUÉ?!—pregunte casi gritando.

—¿Qué?—pregunta tranquilo.

—Como de "¿qué?"—lo regaño. —dijiste que atropellaste a alguien.

Era muy raro que pasaran accidentes aquí.

—Él chico esta bien. Aparte no fue mi culpa, el letrero de alto estaba en el suelo entre los arbustos.

Suspiro negando con la cabeza.

—Bueno, cambiando de tema, ¡te tengo una sorpresa!—le digo a mi amigo a lado.

—¿Qué? ¿tienes novio?

—Dije sorpresa no milagros—digo con el ceño fruncido.

🦋

No han tocado la campana para salir al receso, pero nos han dejado salir unos 15 minutos antes.

Guardo mis cosas en mi mochila antes de salir del aula.

—Alicia—me habla Eva, mi mejor amiga,—En un rato te alcanzo, tengo que hacer unas cositas.

Asiento.

Se va con unas de sus amigas, las cuales no me caen para nada bien. Simplemente no generaron buena impresión la primera vez que las conocí. Me criticaron y después de eso me llamaron amiga. ¿Pero qué culpa tengo yo de que no quiera hablar? Sólo hablo con los que tengo confianza o cuando es necesario.

Salgo del salón camino a la cafetería.

🍄🍄🍄

Como mi manzana con rapidez y me dirijo al pasillo para seguir entregando los folletos.

Tocan la campana para salir al receso, alumnos empiezan a salir de sus aulas.

Miro a todos los adolescentes por el pasillo, y...«¡Qué bien me educaron mis padres!» la mayoría son todos iguales; salen a fiestas, toman, tienen pareja, salen para todas partes a pasear y pasar el tiempo, quejándose de la escuela y de la vida. Son el 95%, lo sé, solo se divierten. Es su manera de divertirse, pero no solo por eso tienen que decir que el 5% son raros solo por que no encajan en la sociedad por que tienes gustos diferentes. Al 5% son los que leemos por diversión, los que somos apasionados, los que pensamos diferentes a los demás, los que se visten "raro/diferente", los que tienen su propio estilo, los que le gustan más la música de antes que la actual, los que tenemos un pequeño grupo de amigos.

Cada quién tiene su definición de diversión.

Empiezo a entregar los folletos a cada uno que va pasando.

🦋

PETER.

Me siento como un viajero del tiempo al vivir esto otra vez.

Camino por el pasillo y miro a Alicia a la distancia entregando los folletos. Cuando llego a ella me entrega un folleto en el estómago, lo tomo en mis manos y avanzo unos cuantos pasos para el pasillo circule.

También me siento como en la película "Como si fuera la primera vez". Si la pude enamorar una vez, podré hacerlo de nuevo.

Alicia siente mi mirada y levanta la vista hacia mi.

—¿Algún problema?—me enarca una ceja.

«Deja vu»

—No, sólo que casi me dejas sin aire cuando me diste el folleto—sonrío.

Alicia levanta ambas cejas.

—Lo lamento—frunce los labios en una sola línea—No se medir mí fuera.

Ríe ligeramente.

—No te preocupes—murmuro si despegar la vista de ella.

Ella continúa entregando los folletos y yo me quedo atontado mirándola.

—¿Dónde puedo firmar?—le pregunto.

Ella vuelve a levantar la vista hacia mi y rápidamente saca un portapapeles y me lo entrega junto con una pluma.

Escribo mi nombre y se lo entrego.

—Gracias—me regala una sonrisa. Toma el portapapeles en sus manos y lo lee.

Levanta ambas cejas al leer mi nombre, levanta la vista y la clava en mi.

—¿Peter?—pronuncia en un murmuro.

Asiento con lentitud. «Creo que ya sabe quien soy»

—Si eres el Peter que creo que eres, tendrás que contestar algunas preguntas para confirmarlo.

Asiento con una sonrisa.

—¿Cuál es nuestra banda favorita?—cuestiona.

—KISS.

Ella asiente con lentitud con los ojos entre cerrados.

—¿Hay algo enterrado en él patio trasero de la casa de tu abuelo?.

—Si—asiento.

—¿Qué cosa?—cuestiona.

—Una lanchera que utilizamos como cápsula del tiempo—contesto.

—¿Qué hay en ella?—pregunta mirándome.

—Dibujos, dos pulsera, un calcetín y una paleta azul— Nomas falto decir «¡Mi señora!» y hacer saludo militar.

Alicia forma poco a poco una sonrisa en sus labios.

—Me convenciste con lo de KISS y tus ojos—ríe—Sólo quería que tan lejos llegabas contestando mis preguntas.

Sonrío mostrando los dientes.

—¿Te puedo abrazar?—cuestiona Alicia con cierta timidez.

—Si—murmuro extendiendo mis brazos a ambos lados. Ella sonríe y se acerca a abrazarme.

El abrazo se siente como si no la hubiera abrazado en años. «Es que en realidad así es».

.....

Alicia y yo nos fuimos al patio de la escuela y tomamos asiento en una mesa. Alicia me hizo varias preguntas, ya que no nos hemos vista en tanto tiempos.—Aun que para mi, la última vez que la vi fue hace unos días ¿o meses?

«esto es confuso».

—Wow—exclama Alicia—Tres instrumentos.

Sonrío.

—Yo siempre quise aprender a tocar el piano—murmura—Para sólo tocar mis canciones favoritas.

«Lo sé».

—Y...—continúa—¿Sigues coleccionando insectos?—cuestiona curiosa.

—No—contesto en un murmuro—Sólo conservó algunos.

Miro a alguien atrás de Alicia, levanto la vista y es Alex. Tiene el ceño ligeramente fruncido, la boca entre abierta y los ojos entre cerrados mientras me pira.

Alicia voltea hacia atrás mirado a Alex.

—Estos últimos días, ¿No te han atropellado?—cuestiona Alex, apuntándome con el dedo indice.

Asiento aguantado la risa.

—Ah...Entonces si eres tu—toma asiento a lado de Alicia.

Alicia nos mira a ambos confundida.

—¿Qué?—pregunta.

—Es el chico que atropelle—contesta Alex tranquilo—Oh, por cierto. Soy Alex—«ya lo sé»,chocamos los puños.

—Peter—me presento. «De nuevo»

—Y otra vez lo siento—murmura Alex.

—No te preocupes, estaba distraído ese día.

—¿Y cómo sigues, ya no te duele el cuerpo por el golpe?—me pregunta Alex.

—No, ya no.

Alicia nos queda viendo como espectadora.

Ambos la volteamos a ver.

—Bueno, ya veo que conociste a Alicia—pronuncia Alex.

—De hecho esto es un rencuentro—digo mientras miro a Alicia con una sonrisa.

Alex me enarca una ceja confundido.

—Somos amigos desde los cinco años—aclaro.

—Y teníamos como cuatro años sin vernos—habla Alicia.

Alex asiento con lentitud ante lo que dijimos.

—Ouh, pues bienvenido—me dice Alex con una sonrisa.

Le sonrío.

Alicia continúa haciéndome preguntas, las cuales contesto con gusto. Alex escucha nuestra conversación con interés.